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8. 𝓒𝓸𝓷𝓽𝓻𝓪𝓽𝓲𝓮𝓶𝓹𝓸

—La maestra de tu hija es una lindura— Tzuyu miro a su madre— Entiendo a tu hija.

—¡Por favor!¿Tú también?— asintió.

—Muy bien, debemos hablarlo a fondo, siéntate— La pelinegra iba a negarse, pero prefería no molestar a su madre—¿Tienes sentimientos hacia esa chica?

—No lo sé, ¿Tal vez? Hace mucho no me siento de esta forma y es extraño— Su madre asintió comprendiendo todo— Ha pasado tiempo.

—Seis años, es un tiempo considerable para ti, Tzu si sientes algo por la maestra de tu hija está bien no pasa nada y te conviene ella adora a Hyunjin ¿Lo sabes no es así?

—Desde que la conocí puede ver que la adora—alzo una de sus cejas— Sana es linda y adora a Hyunjin, creo que eso es suficiente para que yo pueda ¿Enamorarme?

—Entonces debes aceptarlo, acepta que estás enamorada— Tzuyu se sonrojo— Mi hija está enamorada.

—No le digas a Hyunjin, se hará ilusiones y no quiero.

—Por supuesto— Murmuró comprensiva.

Después de su plática se pusieron hablar sobre el cumpleaños de Hyunjin, querían darle una linda sonrisa pero aún no se les ocurría algo, por suerte tenían tiempo de sobra.

Y nuevamente había problemas con Hyunjin, bien pudo ir su madre pero ella no podía estar siempre al pendiente de Hyunjin, ella era su madre y era responsable de ella. ¿Estaba nerviosa? Por supuesto ¿Estaba preocupada por su hija? Obviamente ¿Cumpliría un deseo a su hija? Sí, si lo haría.

—¿Puedo pasar?— Hyunjin se sorprendió al ver a su mamá, ella pensaba que sería su abuela que iría.

—Por supuesto, adelante— Tzuyu sonrió.

—¿Y ahora que pasó?— La menor bajo la mirada y empezó a balancear sus piernas.

Sana le comento que nuevamente su comportamiento dejaba mucho de qué hablar y Tzuyu se sentía avergonzada de que su hija estuviera haciendo un berrinche. Pero Sana a pesar de eso parecía estar muy preocupada por las reacciones que tenía Hyunjin.

—¿Tiene idea de que le ocurre?— Tzuyu miro a su hija, por supuesto que lo sabía.

—Claro que tengo idea, volveré a hablar con ella y me aseguraré de que está vez no vuelva a ocurrir esto— Sana asintió y le sonrió.

Después de la escuela Tzuyu habló con su hija sobre su comportamiento y le explicó que no podía ponerse así solamente porque no podía ir siempre a su escuela, también le explicó lo que ocurría sobre sus sentimientos, solamente para poder controlarla, claro su pequeña salto de felicidad pero le dejo en claro que ella no podía hacer nada para que Sana se sintiera igual, su pequeña pareció entender así que le prometió ya no portarse mal.

Su mamá estaba enamorada de su maestra ShaSha, ahora sólo esperaba que ella también lo estuviera de su mamá, estaba a nada de tener otra mamá y eso la ponía muy feliz, demasiado si era sincera, estaba segura de que su mamá podría enamorar a su maestra ShaSha.

[...]

—Sanie— La voz cantarina de su hermana llamo su atención— ¿Sigues con tu trabajo? Es viernes Sha.

—Me gusta tener las cosas listas, ¿Que necesitas? Y si es para salir de una vez te digo que no— Murmuró sin despegar su vista de la libreta dónde hacia ejercicios para sus alumnos.

—Pero Sha— Se quejó como un niño— Antes si salías.

—Antes no tenía trabajo o obligaciones, y sabes que no me gusta salir a menos que sea muy necesario— Nayeon bufo.

—Es muy necesario que salgas un rato a divertirte, si no sales ¿Cómo conocerás personas?— La menor dejo de hacer su trabajo.

—Ya deja de insistir, por favor, sé que me quieres apoyar para salir más, pero yo no quiero.

—Esta bien dejaré de insistir, es obvio que aún no estás lista— Le sonrió a su hermana— Pero pasemos tiempo juntas ¿En qué te ayudo?

—¿Me quieres ayudar?— La mayor asintió— Bien ¿Puedes hacer ejercicios de matemáticas?

—Por supuesto, ¿Fáciles?

—Para unos niños de seis años, ¿Hoy no saldrás con Jihyo?— Nayeon negó y después se puso a pensar pasa poder ayudar a su hermana.

Sana agradeció por el hecho de que su hermana mayor ya no insistiera por el tema de salir de la casa, aún a pesar de años le aterraba salir sin que hubiera un motivo importante para hacerlo, que su miedo ya no era tanto si se sentía nerviosa cuando estaba afuera.

—¿Y por qué haces esto? — Preguntó Nayeon recortando dibujos de cupcakes— Aunque acepto que es entretenido— Sana sonrió.

—Cada mes hago uno para los niños que cumplirán años— Murmuró mientras veía la lista de los niños que iban a cumplir años.

—¿Lo haces todos los meses?— Sana asintió—¿Y por qué no sólo uno para todo el año?

—Si lo pensé pero lo preferí de esta forma así me entretengo— La mayor la miro con una ligera mueca de tristeza.

—Satang, ¿Elegiste está profesión por lo que pasó?— La pelinegra dejo de escribir para igual mirarla.

—Sabes que no me gusta hablar de eso, paso hace mucho.

—Perdón— Musitó.

Siguieron con su trabajo en completo silencio, Nayeon miraba debes en cuando a su hermana tallar sus mejillas para quitar las lágrimas que caían por estás, aún después de años le afectaba.

[...]

—Pero si sabes que le afecta ¿Por qué lo mencionas?— Reclamo Jihyo a su pareja— Sabes perfectamente que no es un tema sencillo para ella.

—¡Lo sé! Pero me hace sentir mal saber porque decidió ser maestra cuando daba para más, sí puede ser porque eso le gustaba, pero ponte a pensar— La menor suspiro, bueno no negaba que fue muy sorpresivo cuando Sana dió la noticia de que elegiría ser maestra de primaria, pues jamás había dado indicios de que lo sería incluso se veía interesada en otras profesiones, pero nadie a excepción de sus padres le dijeron algo.

—Quizás sea así, pero sólo ella lo sabe y nosotros no podemos pedirle que nos lo diga— Nayeon abulto sus labios— Haz hecho todo para ayudarla.

—Aun así, siento que no lo suficiente— Jihyo la miró y sonrio.

—¿Y si pasas más tiempo con ella en lugar de estar todo el día fuera? — La pelinegra se lo pensó unos minutos— Al menos dentro de su casa y sin presionarla para que salga.

—Me agrada la idea, a partir de mañana conviviré más tiempo con mi hermana menor, también había pensado en volver a llevarla a terapia— Murmuró presionando su mentón.

—Primero acércate a ella— Nayeon asintió, se acercó a su novia y la besó.

—Eres la mejor novia.

—Lo sé, pero siendo sincero debiste acercarte a Sana desde hace mucho— La mayor abulto sus labios— Es la verdad.

—También lo sé, ¿Me llevas a mi casa? No me agrada mucho que Sana este sola en la casa de noche— La rubio asintió.

—Vamos.

—¿A Sana se le hará raro que quiera pasar más tiempo con ella?— Jihyo se encogió de hombros.

—Lo más probable— Murmuró.

Siguieron su camino hasta la casa de la mayor, a Sana le sorprendió que su hermana llegará temprano, pero tenía sueño como para preguntarle, les deseo buena noche a ambas para después irse a su habitación. Al menos Nayeon estaba tranquila de que su hermana lo estaba.

Tzuyu entró a la oficina de Dahyun después de haber recibido una llamada de su madre avisándole que no podría pasar por su pequeña.

—Dahyun, mi mamá no podrá ir por Hyunjin— La rubia asintió— Te veo mañana.

—Claro.

Tzuyu salió con prisa pues no quería demorarse en llegar por su pequeña, pues no quería quedar mal o como una madre que no se preocupa por llegar a tiempo por su hija.
Se detuvo a esperar que el semáforo se pusiera en rojo para poder cruzar la calle, más personas se pararon a su lado pero las ignoro, hasta que reconoció una risa con desconcierto volteo y sus ojos enfocaron a una rubia, esta al sentirse observada alzo la vista y su rostro palideció, terminó su llamada sin dejar de mirarla.

—Shuhua— Soltó incrédula.

—T-Tzuyu— Musitó sin creer a quien estaba viendo— Eres tú.

Ambas se quedaron congeladas en su lugar, nunca creyeron que se volverían a ver.

—Ha pasado mucho— Tzuyu alzo una ceja.

—Supongo— Nunca espero que la volveria a ver y agradecía que su pequeña no estuviera con ella en esos momentos.

—¿Y como has estado?— Preguntó con una pequeña sonrisa.

—He estado muy bien— Su tono de voz sonaba dura e indiferente.

—¿Y que hay de la bebé?— Tzuyu fruncio el ceño ¿En verdad había preguntado por su pequeña después de abandonarla? Ella decidió no hacerse cargo e irse.

—Ha estado perfecto sin ti— Shuhua asintió.

—Tzuyu...

—Es bueno que estés bien, pero tengo cosas importantes que hacer— No espero nada cruzó la calle, no sin antes fijarse de que podía pasar.

A Shuhua no le importó su hija cuando la estaba esperando, así que menos le importaba ahora que tenía seis años. Miro su reloj y maldijo entre dientes, ya iba tarde, sólo esperaba que su hija estuviera bien.

Sana rió con delicadeza después de escuchar a Hyunjin contar un chiste, no era el mejor pero la infantil risa de la menor era contagiosa. Ya era algo tarde y la madre de la menor no llegaba, y como ella no tenía que rendirle cuentas a nadie así que se quedó con ella.

—Mi mami se está tardando mucho— Comento la pequeña de cabello castaño con un tierno puchero.

Sana a veces se preguntaba quién era el otro padre o madre de Hyunjin, sabía que no debería estar haciendo esas preguntas porque no era de su incumbencia pero igual estaba ahí con la duda, más no iba a preguntar, no era de buena educación hacer eso.

—Seguro no tarda en llegar— Hyunjin abulto sus labios.

—Mi mami es la mejor— La pelinegra sonrió— Es muy bonita y me quiere mucho— Después de eso formó una mueca de tristeza.

Aunque quería a Sana como su mamá, a veces su inocente mente se preguntaba cómo era su otra mamá y porque no estaba con ella y su mami, su abuelita le dijo que ella tomó una decisión muy importante y por eso no se quedó con ellas, y su mamá Tzuyu le dijo que lo importante era que estaban ellas dos, pero ella quería saber que paso con su otra mamá.

—¿Que pasa? — Hyunjin miro a su maestra y la abrazo. Sana se sorprendió un poco, pero la abrazo para consolarla.

La pequeña se sintió tranquila estando en los brazos de su maestra, por eso quería que su mamá estuviera con ella, Sana era perfecta para su mamá. Se acurrucó en ella y cerró sus ojitos pues Sana había comenzado a cantar para ella, le gustaba como cantaba y era mucho mejor que lo hiciera sólo por ella.

—Dios, lamento tanto la demora— Aún cuando escuchó a su mamá no se separó de Sana— Enserio lamento tanto, me surgió algo y en verdad lamento causar molestias— Sana la miro con una sonrisa comprensiva.

—No se preocupe, no es una molestia quedarme y esperar con Hyunjin— Tzuyu se avergonzó y después notó a su hija.

—¿Le pasó algo?

—Bueno dijo que usted era la mejor mamá, que era bonita y que la quería mucho, después quiso llorar y me abrazo— Un ligero sonrojó se apareció en sus mejillas, la pelinegra se acercó para que tomará a su hija.

—¿En verdad no fue molestia?— Sana negó.

—Es muy agradable convivir con Hyunjin, es una niña muy simpática— Tzuyu sonrió y asintio.

Cuando tomo a su pequeña que estaba en los brazos de su maestra, por accidente rozo sus manos con las de la menor, y ambas se avergonzaron.

—Muchas gracias, trataré de llegar a tiempo.

—Esta bien, igual cuidar a Hyunjin mientras llega no está mal— Tzuyu le sonrió y Sana se la devolvió.

Era increíble como una simple sonrisa hacía que ambas cayeran en una linda ensoñación.

[...]

—Estaba por irte a buscar— Sana se sorprendió al escuchar a su hermana— Una llamada, algo, pero dime qué te vas a tardar.

—Pensé que no estarías en la casa como las otras veces, así que no me moleste— Comentó mientras tomaba una manzana—¿Y a qué se debe que estés aquí temprano?

—Digamos que hoy no tengo planes, ahora tú ¿Por qué te tardaste?

—La mamá de una de mis alumnas tardo en llegar y bueno, no me molestó cuidarla— La pelinegra frente a ella alzo una ceja.

—¿Y si puedes hacer eso?— Sana asintio— ¿Tanto se tardó?

—Bueno es madre soltera, a veces su madre no puede ir por ella, así que tarda— La mayor sonrió coqueta—¡Nayeon! No claro que no.

—¿Qué? No dije nada— Comento burlesca.

—Pero lo estabas pensando, sé eso por unos problemas que ha habido con su hija— Nayeon asintio.

—Yo te creo hermanita, por supuesto que lo hago, y cuéntame otros de tus alumnos tienen problemas— La menor asintio sin duda— Y supongo que haz hablado con sus padres— Volvió a asentir— Entonces cuéntame sobre los problemas de esos niños.

—Uhm, bueno es que...

—Es que te gusta la madre de la niña, muy mal hermanita, o sea no que te guste eso es normal, lo que si es malo es el favoritismo— Sana negó— Está bien, no pasa nada, cuéntame de ella.

—¿Ah?

—¿Es guapa?— Sana se sonrojó con fuerza— Estás aquí en la casa, nadie lo sabrá más que yo, ándale Sanie, quiero saber— Puchereo.

—¿Me dejarás en paz si te respondo?— Nayeon asintio con una gran sonrisa— Si es atractiva, ya.

—¡Ah!— Se quejó cuando sólo respondió— Yo quiero saber más.

—No diré más, tengo cosas más importantes que hacer que contarte sobre la madre de una de mis alumnas— La mayor abulto sus labios.

—¡Espera!— Sana la miro—¿Y como se llama?— La pelinegra rodó los ojos—¡Eres muy mala Minatozaki Sana!

—Y tú muy chismosa Minatozaki Nayeon— La mayor se mostró ofendida.

—El día de tu boda con la madre de tu alumna no iré por decirme chismosa.

—Ni serás invitada— Nayeon alzo una ceja, y Sana reaccionó— Digo no me casaré con nadie, ¿sabes qué? ya me voy tengo que hacer cosas para mañana.

Sana subió a su habitación, al estar dentro soltó una boba sonrisa, quería ser profesional con su empleo, Tzuyu era la madre de una de sus alumnos no podía fijarse en ella, pero le era inevitable, casi no la conocía y sabía unas cuantas cosas por Hyunjin, pero ahí estaba con sentimientos hacia la madre de Hyunjin. Aunque si se diera algo no se quejaría, pero no era como si quisiera quitarle un lugar al otro padre o madre de Hyunjin, ella respetaba eso.

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