—¡Oh vamos, Sha! Cuéntame— La menor la miró demasiado extrañada.
                   
—Nayeon estás muy rara, ¿A qué se debe?— La pelinegra sonrió en grande—¿Nayeon?
                   
—Tiene mucho que no pasamos tiempo juntas y no quiero que te sientas sola—Murmuro. Sana se le quedó viendo en completo silencio, para después suspirar y negar.
                   
—Yo estoy bien Nayeon, si es por lo de ese tema en verdad estoy bien ya pasó— Nayeon negó y se acercó a abrazarla.
                   
—Que importa si dices que estás bien, yo quiero pasar más tiempo contigo— La menor le devolvió el abrazo— Ya seré una hermana mayor.
          
—Jamás lo has sido, pareces ser la menor— Y con eso ambas rieron.
                   
El resto de la tarde como de costumbre Sana hizo su trabajo con ayuda de Nayeon y platicaron de cosas al azar que no pudiera traer malos recuerdos.
                   
—Pero necesito saber Sha, ¿Si te gusta o no?— Sana sonrió por lo bajo—¡Mi hermana está enamorada!— La menor se sonrojo hasta más no poder— ¿Has hablado con ella?
                 
—Soy maestra de su hija ¿Cómo no voy a hablar con ella?— Nayeon entre cerró sus ojos.
                   
—Me refiero a si has hablado con  ella fuera del trabajo, no sé hablar como amigos y asi— La menor asintió lentamente—¿Y?

—No es como si tuviéramos las charlas más largas que digas, la mayoría de las veces hablamos de Hyunjin— Su hermana asintió con una sonrisa ladina— Tzuyu es idéntica a Hyunjin en muchas cosas, ambas son simpáticas, se adaptan perfectamente a todo.
                   
—Sana, por favor no te pongas mal, pero si tú y ella iniciaran algo la niña te vería como su mamá — Sana asintió.
                   
—Puede ser, pero no es como si Tzuyu y yo, ya sabes fuera a pasar algo—  La mayor se encogió de hombros.
                   
—Uno nunca sabe, Sha, ya pasó mucho tiempo es momento de intentar algo, estás teniendo la oportunidad casi al frente tuyo, si te gusta entonces adelante— Le sonrió a su hermana y volvió a abrazarla.
                   
Y Sana por supuesto que siguió su consejo, ya habían pasado años y tenía derecho a intentar de nuevo enamorarse, o siquiera intentarlo.
                   
Así que cuando se podía hablaba con Tzuyu, en un principio de Hyunjin como de costumbre, pero después pasaron a otros temas como el trabajo, hobbies u otras cosas, hasta que se consideraron amigas.

                   
[…]

                   
—Mami mañana es mi cumpleaños— Tzuyu sonrió y revolvió delicadamente el cabello de su hija.
                   
—Ya lo sé, pequeña.
                   
—Y quiero algo de regalo— Tzuyu le alzo una ceja con cierta diversión.
                   
Termino de hacer la comida y colocó los dos platos sobre la mesa y entonces le pregunto:
                   
—¿Qué es lo que quieres, pequeña?— Hyunjin sonrió.
                  
—A ShaSha como mamá— La mayor pudo sorprenderse o desconcertarse pero su pequeña llevaba meses mencionando eso que era de esperarse.

—Si sabes que es un regalo difícil de conseguir, Sana y yo somos amigas— Hyunjin negó para después tomar con sus dos manitas su vasito dónde habitaba su jugo de uva.
                   
—Pero estás enamorada mami— Tzuyu acarició el rostro de su hija— Y seguro también le gustas a ShaSha, eres muy guapa mami.

—Pequeña— Hyunjin sonrió.
                   
Y dejaron el tema para comer, igual Hyunjin le contaba sobre los amigos que hacía y también le pidió otro regalo de cumpleaños, uno más sencillo de conseguir y a Tzuyu le pareció buena idea, así que hablaría con su madre.
               
Hyunjin estaba emocionada era su cumpleaños y quizás iba a obtener su regalo de cumpleaños, aunque su mamá le explicó que lo más probable es que ese regalo no lo obtenga, pero si tendría un perrito y bueno se conformaba por el momento. Saludo a su maestra la cuál también apenas iba a llegando, después le dijo a su mamá que la saludara.

—¡Hoy es mi cumpleaños!— Comentó muy emocionada, de hecho era la primera vez que estaba muy emocionada por su cumpleaños.

—Lo sé, ayer me lo dijiste— Tzuyu negó mientras sonreía.

—Mi mami quiere decir algo— Eso sí la tomo por sorpresa.

Miro a su hija la cual sonreía con inocencia, ¿Qué se supone que le diría? Miro a Sana la cual se mostraba curiosa, no sabía que podía decir, ahora está nerviosa y su rostro podía sentirlo arder.

—Ah, yo, bueno Hyunjin— Su hija la miro— Quiere que vayas a comer a la casa, por su cumpleaños— Pues la menor no quería que su mamá dijera eso, pero igual le agrado. Miro a su maestra y asintió con su tierna sonrisa.

—Claro— Está vez quien se emocionó no fue Hyunjin, bueno un poco sí, pero Tzuyu no podía ponerse a saltar en ese momento.

—Perfecto, después de la escuela— Sana asintió— Bueno pequeña, pórtate muy bien.

—Siempre— Beso la frente de su hija y le sonrió a Sana para despedirse.

Las vio entrar a la institución, cuando salieron de su campo de visión entro en razón, invito a la maestra de su hija a comer a la casa y ni siquiera tenía algo planeado, por suerte tenía el día libre, pero necesitaría ayuda así que llamo a su mamá. Antes de regresar a su casa tenía que ir hacer algo más para su pequeña.

Junto a su madre prepararon la comida favorita de Hyunjin, limpiaron la casa para que se viera decente ya que parecía como si dos niñas vivieran ahí, Tzuyu no encontraba ropa decente para ella y aunque a su madre le pareció absurdo la ayudo, también la regaño por ser muy desordenada y la obligó a limpiar la habitación.

—Chou eres todo un caso, capaz hoy sea el día y una cosa lleve a la otra y vengan aquí a tu habitación…

—¡Mamá!— Reprochó totalmente sonrojada.

—Sólo acuérdate de usar protección, a menos que quieras otro hijo— Tzuyu se sonrojó a un más— ¿Otro nieto? Interesante.

—No pasará nada de nada, sólo vendrá a comer y se irá— Su madre alzo una ceja— Sí, ¿No?

—Si tu hija se lo permite, yo digo que te confieses, estaré a tu lado en este momento.

—Tú quieres ver una humillación, porque sabes que me pongo nerviosa— Su madre asintió— ¿Qué clase de madre eres?— La mujer miro su reloj y alzo una ceja.

—Pues yo jamás llegué tarde por ti, ya vas quince minutos tarde por tu hija y la linda chica que será tu novia.

—¡Ay por dios!— Se sentó en la cama para ponerse sus zapatos y se levantó para arreglar un poco su cabello.

—Espero que si algo pasa no la traigas a tu habitación.

—¡Que no va a pasar nada! ¡Tomaré las llaves de tu auto!

La mujer negó, su hija era muy rara.

Tzuyu estaba demasiado nerviosa, Sana iría a su casa, a comer por el cumpleaños de su pequeña, pero a fin de cuentas iría a su casa. Llegó y vio a su pequeña reír junto a Sana, su sonrisa era tan hermosa que fácilmente uno podía caer rendido ante está sonrisa.

—¡Mami!— Hyunjin corrió hasta ella— Tardaste.

—Lo lamento— Habló más para la dirección de Sana que para su hija— ¿Nos vamos?— Su pequeña asintió emocionada.

Abrió la puerta trasera del auto para su pequeña y después la del copiloto para Sana, en el camino ambas adultas escuchaban a Hyunjin quién era la encargada de que no hubiera silencio. Llegaron a la casa y como Hyunjin vio a su abuela salió del auto cuando su mamá la detuvo.

—¡Abuela!— La abrazó y la mayor acarició su cabello.

—Ven, te tengo una sorpresa— Tzuyu bufo, sabía porque lo hizo.

—Hyunjin está muy emocionada de que estés aquí— Comento Tzuyu.

Nunca le había sido tan difícil iniciar una conversación y menos se ponía nerviosa, pero así estaba con los nervios a flor de piel.

—Me di cuenta— La más alta sonrió— Hyunjin es afortunada de tenerte como su madre— Tzuyu negó.

—Yo soy afortunada de tenerla a ella— Sana la miro y asintió.

—Siempre está diciendo que eres la mejor mamá, y si creo que seas una gran mamá para Hyunjin— Murmuró.

—No me considero la mejor, pero me gusta saber que mi hija lo creé, y también es bueno que tú lo creas— Se avergonzó mucho al decirlo, pero ver a la menor cuando sonrió igual de avergonzada le dio ternura.

—¿Por qué sería bueno que yo lo crea? No dudo que haya más personas que lo crean.

—Porque hasta la fecha eres la única que me ha dicho que soy una buena mamá— Sana se sorprendió— Y me agrada que tengas esa impresión de mi— Tal vez sí se iba a arriesgar a conseguir el regalo de su hija, aunque también lo hacía por ella.

—Tuve esa impresión la primera vez que te ví— Confesó.

—Sana— Era ahora o nunca, si se arrepentía que al menos fuera después de su confesión— Me gustas— La única razón por la que fue directa fue porque estaba nerviosa, muy nerviosa.

—¿Uh?— Sana estaba perpleja, no se esperaba esas palabras de ninguna forma, su sorpresa fue reemplazada por la emoción.

¿Tzuyu gustaba de ella? ¿De verdad?

—Yo te gustó— La mayor asintió, estaba consumida en nervios como para hablar— Tzuyu— Esta ya estaba lista para su rechazo, ya hasta lo estaba escuchando, ya se iba a meter a la casa para que su mamá la abrazará, bueno no porque sería humillante si lo hacía delante de su hija— También me gustas— Tzuyu la miro incrédula.

—¡Ya tengo nueva mamá!— Escucharon a Hyunjin la cual estaba saltando de felicidad, Tzuyu enfocó a su madre la cual estaba grabando, no la había creído capaz.

—Si, Hyunjin te quería como mamá— Sana sonrió despreocupada por eso, le tenía gran cariño a Hyunjin— Entonces ¿Serías mi novia?

—Claro que sí— Tzuyu sonrió sin saber que hacer, podía sentir las miradas de su madre y Hyunjin haciéndola sentir tímida.

—¡Mami tengo hambre!— Se quejó Hyunjin mientras acariciaba su pancita.

—Yo me encargo ustedes en lo suyo— Hyunjin se despidió con su mano para entrar a la casa.

—Entonces me quería de mamá— La mayor asintió avergonzada— Entonces trataré de ser una buena mamá para ella, aunque al principio se sienta extraño— Demasiado si era sincera— Hyunjin es una gran niña, aunque no me gustaría ocupar el espacio de alguien mas— Tzuyu negó.

—No hay nadie más, sólo somos Hyunjin y yo— Tomó el valor para acercarse a ella— Se nota el cariño que le tienes a mi hija.

—Hyunjin es una gran niña y no dudo que se parezca a ti ¿Cómo no tenerle cariño? Es demasiado tierna y simpática— Tzuyu asintió y se acercó al rostro de la menor para acariciar sus labios con los suyos y tomarlos.

Un beso lento y tierno de su parte, estaba bien era lo que querían en ese momento, Tzuyu abrazo la cintura de Sana y esta el cuello de la mayor. Se sentía muy bien.