La mañana comenzó de maravilla.

Noten el sarcasmo.

Cuando iba caminando en dirección a la escuela, un auto iba pasando rápido y sus llantas pisaron un charco haciendo que toda el agua sucia cayera en mi uniforme.

Después, al llegar a la escuela, me di cuenta que estaba quince minutos tarde a mi primera clase. Cosa que me dio pánico ya que nunca he llegado tarde a la escuela.

Pero si saltas clases y no sientes nada.

No estamos hablando de eso ahora consciencia.

Entré a la sala de clases y todos me miraron como búhos, la maestra me miró seria pero no dijo nada ya que es mi primera vez llegando tarde.

Y por si fuera poco, no traje dinero para comprarme algo de comer ya que las empleadas de la cafetería faltarán por vacaciones.

Mi día es un desastre.

Fui al casillero de mi hermano y robé uno de sus abrigos para que no vieran la gran mancha del charco. Era color lila, y me llegaba unos centímetros más arriba de mi falda escolar. Mi hermano es muy alto comparado conmigo. Yo soy un hámster.

Fui a mi casillero a dejar mis libros y cuando me volteé, me encontré la cara que más odio ver en esta vida.

— ¿Qué quieres ahora Kai?

— Vaya vaya, la chica ya tiene su novio escondido.

Mi respiración se atora en mis pulmones al escuchar eso. ¿Qué es lo que acaba de decir? Mi corazón empieza a latir fuerte y un malestar en el estómago me empieza a crecer. A mi mente lo único que vino fue Yixing y sus palabras.

—No puedes, está prohibido que hables con alguien sobre lo nuestro, ni a tu hermano. Considerando que tú estás en estudiando todavía, soy muy famoso y nos llevamos siete años de edad, no podemos arriesgarnos a tener un problema.

Salgo de mis pensamientos cuando veo un movimiento de una mano al frente de mis ojos.

— Oye, despierta. Dime, ¿quién es el idiota que se ha fijado en ti? — Trago saliva mirando a otro lado.

— No sé de que hablas.

— ¿Ah no? ¿Y el abrigo de quién es?

Oh. Está hablando del abrigo. Un alivio recorre por todo mi cuerpo que hasta me hace sonreír. Miro a Kai quien me mira confundido por mi sonrisa. Pero mi sonrisa y mi rostro se vuelve serio.

— Es de mi hermano. Así que si puedes, deja de ser entrometido en mi vida y haz algo productivo para la tuya, por que la verdad no sé como estás vivo.

Le doy una mirada seria y me dirijo a la cafetería.

Cuando abro las puertas, busco a mi hermano y lo encuentro esta vez.... ¿solo? Mi hermano nunca está solo.

Confundida camino hasta quedar detrás de él. — Taehyung.— Sus hombros se tensan y deja de comer al escuchar mi voz. ¿Qué le está pasando? Camino hasta quedar al lado de él pero no hace nada, sólo se queda mirando hacia al frente.

—¿Taehyung te sientes bien? — murmura con un pequeño "sí" pero sigue sin mirarme. — ¿Estás seguro? — Me vuelve a contestar pero no me mira.

— ¿Por qué no me miras?— Baja su cubierto y lo deja en el plato. Me estoy desesperando.

Sujeto su mentón con mi mano y hago girar su cabeza hacia mi. — Taehyung miram.....— Suelto un jadeo de sorpresa al ver el rostro de mi hermano. Tiene un ojo morado, su mejilla está hinchada y su labio está partido.

— Taehyung... ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo esto? — Sus ojos desconectan de los mios rápidamente. Siento mi sangre arder de furia y de adrenalina. 

— ¡¿Quién te hizo esto?! — Mi voz llegó a varios oídos y las miradas empezaron aumentar. — Hana, por favor baja la voz, no querrás comenzar una esce—

— ¡No voy a bajar la voz hasta que alguien me diga quién demonios le hizo esto a mi mellizo!— Ahora tenemos toda la cafetería mirándonos pero eso es lo menos que me importa. ¿Quién le pudo arruinar el bello rostro a mi hermano? Miro su cara por un segundo y después observo a cada estudiante. Me encuentro con una mirada seria pero otra chispa en sus ojos.... ¿diversión? Oh no, creo que lo encontré.

Suelto el mentón de mi hermano y me dirijo hacia él con toda la rabia del mundo. Agarro el cuello de su polo y lo hago levantar para empujarlo contra la mesa.

—¡¿Fuiste tú?! ¡¿Tú fuiste quien dejó a mi hermano así?!— Él no responde nada y sólo me da una sonrisa divertida. Mi corazón late a mil y la temperatura de mi cuerpo empieza a subir. ¿Qué es lo que le hace divertir mucho? Iba a responderle pero siento un brazo en mi cintura y a mi campo de visión va otra mano llena de anillos para las mias haciendo que soltara el cuello de el chico.

— Taehyung sueltame ¡Le daré su merecido! — Intento salirme del agarre de mi hermano pero fallo. ¿Desde cuando él tiene fuerza?

— ¡Hana ya basta! Te explicaré todo lo que pasó si te detienes. — Detengo mi forcejeo con mi hermano pero le lanzo una mirada asesina al chico que está frente mío. Él sólo me da una mirada divertida. Me iba a voltear pero mis ojos captaron el movimiento de su boca diciendo la palabra "tonta".

Eso fue todo lo que necesité para lanzarme encima de él otra vez.

[•••]

— ¡¿Se puede saber por qué mi hermano mellizo tiene toda su cara hecha basura?!— Miré a mi hermano que estaba sentado en el sofá de nuestro hogar.

Al salir de las clases fui rápido a buscar a mi hermano ya que él se atreve a escaparse de mi para no decirme que le sucedió. Lo conozco y sé que puede hacer todo lo posible por evitar decirme.

Estoy que me prendo en fuego. ¿Quién se atreve a hacerle eso a mi hermano? Ahora tiene su rostro horrible. Su bello rostro. Mientras más observo a mi hermano, más me enfado. Si me colocaran a la persona que hizo eso juro que la mataría.

— Hana por favor relajate. — ¿Me está diciendo que me relaje? ¿Es una broma?

— ¿Me estás bromeando? Taehyung, tienes tu rostro lleno de moretones. ¿Cómo quieres que me relaje? ¿Eh?

— Hana, es mejor que dejemos esto pasar y así todo es mejor ¿no crees?... No me apetece hablar de eso. — ¿Me está cambiando de tema? Juro que ya mismo voy a explotar del enfado. Dejo de caminar de un lado a otro y me giro hacia él mirándolo seriamente.

— Mira Kim Taehyung, me dirás qué fue lo que sucedió y quién te hizo esto o voy a llamar al abuelo y contarle lo que pasó con tu rostro. Y ya sabes como se va a poner el abuelo si ve tu rostro todo magullado. — Veo que en los ojos de Tae pasó el temor. Estoy ganando esto. Él da un suspiro y pone su cabeza en el espaldar del sofá mirando al techo. Después de unos segundos vuelve a mirarme y suelta un bufido.

— Está bien, no tienes que meter abuelo en esto. Te diré todo lo que pasó.

Me coloco de brazos y me quedo parada frente a él mirándolo con una sonrisa de satisfacción. — Soy todo oídos hermano.

— Estaba en una fiesta con los chicos y la porrista que viste ayer también se encontraba ahí. Estábamos jugando la botella y le tocó besar a uno de los jugadores. No sé por qué pero me dio el sentimiento de golpearlo, y eso hice. Antes de que pudiera besarla lo golpeé.Al salir de la fiesta, un grupo de chicos se acercó a mi y empezaron a golpearme por haber golpeado a su "líder". Pero llegó el chico de la cafetería y me ayudó a quitármelos de encima. Si no fuera por él, estaría en peores condiciones ahora mismo.

Me quedo perpleja mirando a mi hermano con lo que acaba de decir. ¿Por eso golpearon a mi hermano? Esos mal nacidos. Miro a mi hermano pero no parezco convencida del todo, creo que está ocultando algo. Por lo menos me dijo parte de lo que estaba pasando. Analizo todo con cuidado hasta que llego a una conclusión. Abro los ojos de par en par y observo a mi hermano, que me mira confundido.

— Taehyung..... ¿Te gusta la chica? — Mi hermano también abre los ojos de par en par y veo que comienza a ponerse nervioso. Y sus... ¿Sus mejillas están rojas?

Siento las ganas de reírme pero en vez de eso camino al otro lado del sofá y me siento al lado de mi hermano. Él suspira y mira hacia el suelo.

— No lo sé Hana..... La chica es recta, pero aveces tiene sus lados rebeldes. Hay otras veces que me llega hasta los nervios con su ignorancia y hay otras veces que me tiene rendido a sus pies. Su cuerpo es algo magnífico. No me quiero imaginar cuando estemos en la cama y yo pe—

— ¡Ok ok! ¡No quiero saber lo próximo! — Lo miré con asco mientras él me da una sonrisa avergonzada. Suspiro y me posiciono mejor en el sofá.

— En fin... Lo que quiero decir es que.... No sé lo que siento. Aveces me vuelve loco, al punto que quiero golpear al que se le acerque... No sé si me entiendes, no sabes de esto y—

— Te entiendo Taehyung. — Él me mira sorprendido.— ¿Qué?

— Te entiendo... — Suelto un suspiro y sujeto sus manos. — Tienes sentimientos por ella Tae.

Mi hermano me mira extrañamente y niega con al cabeza. — No no no Hana, yo soy un rompecorazones. Además, los chicos me dijeron que—

— Olvidate de los chicos Tae, ellos no son los dueños de tu vida. Si tienes sentimientos por ella, se libre de expresarlos al mundo. No seas cobarde y pelea por ella. ¿Está bien? — Mi hermano asiente lentamente sorprendido con lo que acabo de decir. Le regalo una sonrisa y suelto sus manos para extenderla a mis lados.

— Ven acá, — él se acerca a mí y rodea mi cintura con sus brazos, poniendo su cabeza en mi clavícula. Coloco una mano en su hombro y con la otra acaricio su cabello. — Mira cómo dejaron a mi mellizo, su rostro hermoso y limpio ya no está. Mataré al que hizo eso. — Le digo en forma de bebé y veo que hace un puchero. A Tae le encanta cuando hablo así y lo abrazo, no sé por qué pero eso lo hace animarlo. Le doy un beso en la parte de arriba de su cabeza y miro hacia abajo con cara de preocupación.

— ¿Te duele mucho? — Él asiente y le doy otro beso mientras le acaricio la cabeza. Nos quedamos varios minutos así, los dos consumidos en nuestros pensamientos.

Una parte de mi se siente culpable al no haber estado tan pendiente de mi hermano en estas últimas semanas. Gracias a eso, él no sabía que hacer con las decisiones sobre sus sentimientos. Y sus amigos no son los más indicados para darles consejos. Me imagino todo lo que pasó para poder por lo menos entender sus sentimientos. He estado en mi propio mundo con Yixing y no me había fijado en todo esto.

Un momento.

Dejo de acariciar el cabello de mi hermano y me alejo de él rápido, haciendo que él se queje. Pero eso es lo menos que me importa. Ahora lo que está en mi mente es...

Yixing.

¡Yixing!

¡Se me olvidó que nos íbamos a ver hoy! Con todo lo que pasó hoy. ¡¿Oh Dios cómo se me pudo olvidar eso?!

Me paro rápido del sofá y agarro mi mochila, pero la voz de mi hermano me detiene. — ¿A dónde vas? — Me volteo con mi mente en blanco. ¿Qué le digo?

— Yo... Yo iré... Yo iré a la casa de una amiga.

— Pero tú no tienes amigas.

Auch. Eso dolió. Aunque yo sepa que no tengo, dolió.

— Hice una amiga..... En mi clase. Es nueva, no sabrás quien es. — Mi hermano me mira dudoso pero asiente lentamente. — Está bien, cuidate por ahí. — Le doy una sonrisa y salgo de la casa.

Voy corriendo por las calles de la comunidad y me ganó algunas miradas extrañas de los vecinos. Pero no me importa, lo único que me importa es llegar al parque.

Por suerte, el parque no es tan lejos de la casa. Queda en medio del trayecto de la escuela y mi hogar. Saco mi celular cuando lo siento vibrar en el abrigo de mi hermano.

Zhangwitch:

Hana, ¿dónde estás?

Fuck. Espero que no lleve mucho tiempo en el parque.

Estoy de camino. 😘

Zhangwitch:

Ok...

Me detengo en seco al ver el último mensaje que escribí. O más bien, la carita con el corazón, eso no era lo que quería enviar. Con la vergüenza en el tope rápido le contesto.

😅*********

Guardo mi teléfono e ignoro mi vergüenza para seguir corriendo hasta llegar al parque.

Cuando estoy en la entrada de este, me detengo e intento recuperar mi respiración normal poniendo mis manos en mis rodillas. Odio correr y más cuando estoy en apuros.

Arreglo mi cabello lo más que puedo y camino hasta el lugar de siempre donde veo el auto negro. Cuando me estoy acercando a este, mis nervios enseguida empiezan a subir, el color del auto y los cristales oscuros hace que me intimide. Silenciosamente rodeo el auto y abro la puerta del pasajero, encontrándome a un Yixing no de un buen humor. Entro al auto, cerrando la puerta y lo primero que hago es jugar con mis dedos. El destino decidió que hoy yo llegue tarde a los lugares.

— Lo siento, ocurrió un pequeño problema y no tuve noción del tiempos. — Me da una mirada dudosa pero al parecer lo deja pasar. Pasan unos minutos y sus ojos bajan de mi rostro a mi cuerpo. ¿Tengo algo mal?

— ¿De quién es ese abrigo y por qué lo tienes? — Miro el abrigo de mi hermano sorprendida. ¿Cómo sabe que no es mío?

— ¿Cómo sabes que no es mi abrigo?

— Tiene un perfume masculino, y tu siempre llevas un perfume a fresas, coco y vainilla. — Vaya.... Hasta sabe mi perfume y yo apenas se que se llama Zhang Yixing.

—¿Ahora, dime de quién es el abrigo y por qué lo tienes?— Lo dice en un tono serio y yo trago saliva. ¿Por qué estará molesto?

— El abrigo es de mi hermano, me ocurrió un percance en la mañana y tuve que robarle su abrigo. — Él suelta un suspiro y empieza a conducir el auto.

— ¿A dónde iremos?

— A mi apartamento.

[•••]

Llegamos al apartamento y todo está silencioso. No me puedo imaginar a Yixing entrando cada día a su apartamento y encontrarse con este silencio sepulcral.

Me quedo parada ahí avergonzada ya que no se en donde poner mi mochila. Él iba empezar a caminar y al parecer nota mi incomodidad.

— ¿Sucede algo? — Dice mientras camina hasta quedar frente mio. Yo trago saliva por su acercamiento y de repente me siento pequeña. Me aclaro la garganta y miro al suelo.

— Umm... ¿Dónde coloco mi mochila?— Él me extiende su mano y yo confundida la miro. ¿Quiere que le de mi mano?

— Pasame tu mochila. — Oh. Era eso. Me quito rápidamente mi mochila y se la paso. — Ven, sigueme. — Lo sigo y llegamos hasta el sofá y pone la mochila en el lado de este. Luego, él sube las escaleras y yo me quedo confundida. ¿Lo sigo o me quedo aquí? Estoy más perdida que un turista.

Yixing se detiene a mitad de escaleras y me mira extendiendo su mano hacia mi. Yo silenciosamente camino y uno mi pequeña mano con la de él, haciendo que unas cosquillas empiecen a crecer en mi estómago. Su mano es tan cálida y grande, eso hace que extrañamente mi corazón esté estallando de felicidad.

Nos dirigimos al pasillo hasta llegar a una puerta familiar. ¿Esta no es....?

Yixing abre la puerta adentrándonos a la habitación de él. Mi pregunta ha sido contestada. Él suelta mi mano pero no estoy muy enfocada en eso, estoy enfocada en mirar toda la habitación. No la recordaba mucho ya que no había estado aquí desde la mañana después de la cena que tuvimos.

Mis mejillas empiezan a calentarse al recordar esa noche. Debo de dejar de pensar en eso.

Admitelo. Te gustó esa noche.

Suelto una pequeña risa y empiezo a jugar con mis dedos, pensando en esa noche. — ¿De qué te ríes? — Subo mi mirada y la respiración casi se me atora al ver a Yixing tan cerca mío. ¿Desde cuando se acercó? No me di cuenta gracias al estar pensando. Su colonia llega hasta mis fosas nasales haciendo que mis piernas estén al borde del fallo.

— E-en nada. — Su mirada recorre mi rostro y luego mi cuerpo, pero se queda pegada en el abrigo. ¿Qué le hizo el pobre abrigo para tener un problema con él?

— Toma una de mis camisetas, así no tendrás que estar usando ese abrigo. — Me pasa una camiseta blanca que a simple vista me va a quedar muy grande.

— Está bien, yo me quedo con mi abrigo y uniforme. — Trato de aguantarme de la puerta cuando veo que se acerca más a mí, quedando a centímetros uno del otro. Miro sus ojos cafés y juro que ellos pueden ver mi alma.

— Insisto, puedes dañar el abrigo y no creo que tu hermano le guste la idea. — Tiene razón, Tae aveces puede ser muy histérico con sus cosas. Agarro la camiseta y trato de alejarme de él para evitar que mis nervios crezcan más de lo que ya están pero él en un movimiento rápido sujeta mis caderas y me pega contra la puerta. Suelto un chillido y lo miro alarmada. No se cómo pero mis manos están en sus brazos y observo como él se acerca a mi lentamente. El cosquilleo del estómago subió de intensidad y mi corazón creo que se escucha por toda la habitación. Sus ojos se posan en mis labios, lo que hace que inconscientemente me los muerda. Mis pensamientos se empezaron a nublar y lo único que hice fue esperar sus labios.

Pero nunca los sentí.

Por que el sonido de un teléfono me hace caer en tiempo. Abro los ojos encontrándome a Yixing ya mirándome. Él suelta un suspiro y se aleja un poco de mi para contestar su llamada.

— ¿Bueno? — Sin pensarlo dos veces, salgo disparada para el baño ganándome una pequeña risa de parte de él.

[•••]

Dejo caer mi lápiz de mala gana soltando un suspiro. Estoy haciendo los trabajos que me dejaron los maestros en la mesa de la cocina de Yixing. Él se fue a su oficina después de la llamada, no he sabido de él después de eso. Por lo que temo que pase lo de ayer.

Pero no es por eso que no me puedo concentrar, es por mi hermano. Aunque esté con Yixing aquí, no he dejado de pensar en él en ningún momento. ¿Cómo estará? ¿Estará bien? ¿Habrá hablado con la porrista?

Decidida prendo mi teléfono y para enviarle un mensaje.

Taehyung, ¿cómo estás?

Me quedo varios minutos observando el mensaje que le envíe. No contesta.  ¿Estará ocupado?Apago mi teléfono y justo cuando lo dejo en la mesa, siento unos labios en mi cuello haciendo que salte del susto. Volteo mi rostro y me sorprendo con la cercanía que encontré el rostro de Yixing. Mi corazón empieza a subir de pulso cuando él me da una sonrisa.

— ¿Qué haces? — Miro sus ojos y trago saliva. ¿Por qué es tan guapo? ¿A quién le salvé la vida que me devolvió el favor con este hombre? 

— Y-yo estaba haciendo un trabajo de los maestros. — Él mira mis labios por un segundo y luego conecta con mis ojos. — ¿Enserio, y qué estás haciendo? — Gira su rostro hacia mis cuadernos, dándome su perfil de lado.

Quiero articular alguna palabra pero no logro hacerlo ya que me quedo observando su bello rostro por unos segundos. Su mandíbula es tan recta y filosa, creo que puede cortar.

En que boberías estoy pensando.

— Hana. — Pestañeo varias veces al ver que estaba hundida en mis pensamientos. — ¿P-perdón?

— ¿Qué estás haciendo?— Sus ojos conectan con los míos y trato de no caer en esos ojos color café. — Estoy haciendo unas ecuaciones. Creo que las tengo bien. — Le doy una sonrisa.

Yixing se queda mirando varios segundos mi cuaderno y frunce un poco su ceño. — Esto está mal. — Mi sonrisa se borra y miro mi cuaderno confundida. ¿Cómo que está mal? Yo nunca me he confundido en estas ecuaciones. Le hecho un vistazo a mi teléfono y luego a mi cuaderno.

— ¿Por qué? — Él me extiende su mano y yo la miro confundida. ¿Qué hace?

— Levantate. — Me levanto lentamente y coloco un mechón detrás de mi oreja. Yixing me pasa por detrás y se sienta en donde yo estaba antes. Él me mira y le da unas palmadas en su pierna.

— Ven sientaté. — Abro los ojos de par en par y lo observo de arriba abajo. ¿Debería sentarme?

— Vamos, no lo pienses mucho, no es como que no haya visto tu cuerpo antes. — Mis mejillas suben de su temperatura y con la cabeza gacha me voy acercando a él. Me coloco de lado para sentarme pero el sujeta mi cintura y me obliga a sentarme derecha, con toda mi espalda tocando todo su torso. Mi respiración se paraliza al tener un leve contacto allá abajo. Espero que sea la cremallera.

Acerca su rostro al mío, haciendo que sus labios queden a la altura de mi oreja.— Mira, si esta parte del ángulo no tiene esa medida pero tiene el cuadrado rojo pequeño, al igual que esta parte del ángulo significa que miden lo mismo. ¿Vamos bien? — Asiento y le hecho un vistazo otra vez a mi teléfono para luego seguir concentrada. — Después....

— Usar términos semejantes, luego sumar, pasar y dividir. — Le echo otro vistazo al teléfono. ¿Por qué no contesta?

— Muy bien muy bien. — Su pulgar acaricia mi cadera haciendo que deje una sensación en la piel que tocó. Sujeto mi lápiz y arreglo la ecuación, teniendo un número diferente al que tenía en la ecuación anterior. Sonrío al tenerlo bien. Con razón el número me parecía imposible.

— Muy bien, ya eres toda una genia. — Siento sus labios en mi cuello dándome leves besos mientras que sus manos apretaban mis caderas levemente. Sentía las ganas de reirme gracias a los suaves besos de Yixing pero todo cambió cuando sentí su lengua en mi lugar delicado, haciendome soltar un pequeño jadeo de sorpresa. Mi cuerpo empezó a subir de temperatura. Sus dedos en mis caderas apretaban un poco más. Ya cuando mis pensamientos iban a nublarse y mis ojos apunto de cerrarse, mi teléfono me envía una notificación.

Rápido salgo del hechizo de Yixing y sujeto mi teléfono rápido. Mis esperanzas se apagan al ver que no es una notificación de mi hermano. ¿Por qué no contesta?

— ¿Esperas algo? — Volteo mi rostro para mirarlo y pienso por unos segundos. ¿Debería decirle lo que sucedió con mi hermano? No creo que diga algo, además, ya sabe algunas cosas de mi vida, así que esto no es nada.

— Yo..... Mi... Me encontré a mi hermano en la cafetería de mi escuela todo golpeado, tiene moretones en su cuerpo, su labio está lastimado y tiene su mejilla inflamada. Por él estar defendiendo a la chica que le gusta de un chico, unos amigos del idiota lo golpearon y lo dejaron en ese estado. Entonces lo dejé en la casa cuando me acordé que tenía que verte y me fui corriendo. Le envíe textos para ver si está bien pero no me ha contestado, y me preocupa.

Suelto un suspiro al mismo tiempo que en mis estómago se instala un sentimiento de tristeza al pensar en mi hermano. Yixing coloca su mano en mi cabello y empieza acariciarlo mientras me mira sin romper contacto visual.

— No estés sobrecargada con eso, tu hermano debe de estar con ella en este preciso momento hablando y aclarando sus inseguridades.

—Lo sé Yixing pero— Coloca su dedo índice mientras me da un "shhh".

— No le des muchas vueltas al asunto, él va a estar bien. ¿Entendido?— Suelto un suspiro y le doy una pequeña sonrisa. Tiene razón, mi hermano no es tonto, sabe cada movimiento que hace y si sucede algo, él ya debe tener eso resuelto. Puede que esté hablando con ella o estén en su.... habitación.

— Está bien, no le daré muchas vueltas. — Yixing me sonríe y da un profundo beso, que hace que mis nervios aumenten.

De momento se pone de pie haciendo que yo también lo haga y lo miro confundida. Suelto un pequeño grito cuando me alza y me tira en su hombro como saco de papas.

—¿Yixing  qué haces? ¿ A dónde vamos? — Pregunto al ver que empieza a subir las escaleras conmigo. De momento me pasó un pequeño mareo y temor por que me suelte y pasa un accidente. Pero estoy confiada en que Yixing no me soltará.

— A mi habitación. — Mis mejillas empiezan a tomar un color vivo mientras trago saliva.

— ¿A-A dónde?

— Ya escuchaste. — Siento una palmada en mis nalgas y suelto un pequeño quejido de dolor.

— ¡Auch! ¡Yixing! — Escucho su hermosa risa haciendo que mi corazón suba su pulso.

[•••]

— Gracias por traerme. — Digo mientras abro la puerta del auto de Yixing. Estamos unas casas más atrás de mi casa. No queremos que mi hermano nos vea y descubra.

Cuando fuimos a su habitación, me dio unos cuantos besos en mis labios, cuello y clavícula pero no hicimos mucho. Cosa que me dejó triste pero relajada a la misma vez.

En lo que me he convertido, en una adicta al sexo. Genial.

— No hay de que. Nos vemos otro día. — Salgo de su auto y antes de cerrar la puerta, vuelvo a pensar en lo que estaba pensando en el camino. ¿Lo hago o no lo hago? He oído algunas chicas hacer eso y no les va mal..... Pero no se si ese será mi caso, soy muy tímida y ¿si lo hago mal?

Olvida todo, lo hare.

Vuelvo a sentarme en el asiento del pasajero y observo a Yixing, quien me mira confundido.

— ¿Sucede algo? — Suelto un suspiro para intentar calmar mis miedos y mis latidos del corazón. Pero eso no ayuda en nada, hace que me ponga más nerviosa.

Sin pensarlo más, sujeto el rostro de Yixing y lo acerco, conectando sus labios a los míos, dejándonos en un lento beso. Sus manos enseguida fueron a la parte de atrás de mi cabeza, apegando más mi rostro contra el suyo. Nuestros labios iban en un ritmo único, jamás lo había sentido. Era tan lento y dulce, eso hizo que las cosquillas en mi estómago aumentaran más de lo que ya están. Con un poco de timidez, mis manos empiezan a fluir y las llevo hasta la parte de atrás de su cabello. Es tan sedoso, empecé acariciarlo haciendo que él suelte un pequeño jadeo en mis labios. Después de unos momentos, nos separamos, dejando nuestras frentes pegadas y nuestros labios separados buscando aire. Coloca su mano en mi mejilla y su pulgar acaricia mi labio inferior.

— Hana....

— ¿Mmm?

— Vete antes de que me arrepienta, cierre esa puerta y haga que los asientos de la parte de atrás de mi auto se llene de tus gemidos.

Mis mejillas suben de color y mi corazón acelera su pulso al escuchar esas palabras. Lo más que me sorprendió es que esas palabras me dejaron un sentimiento, y lo extraño es que me gusta ese sentimiento.

— Yo.... Yo debería irme. — Me separo de Yixing y me bajo del auto rápidamente. — Buenas noches. — No espero a que responda y cierro la puerta caminando a toda velocidad hacia mi casa.

No puedo creer que haya hecho eso. Le di un beso a Yixing. No es que sea mi primer beso pero nunca le había dado uno. Nunca había hecho un primer movimiento. Mi sonrisa se agranda y empiezo a chillar como niña mientras salto.

He caído en el hechizo Yixing otra vez.

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¡Hola!

Antes que todo les quiero enseñar algo:

My Love {Zhang Yixing} Ha llegado a las 3mil vistas. En verdad muchas gracias por leer esta historia, no saben lo mucho que significa para mi. Me da una felicidad inmensa. Espero que no se aburran al final y dejen de leerla. Daré mi mejor esfuerzo chicos enserio. :( ❤

Y diganme. ¿Qué creen del capítulo?

El final no fue gran cosa lo se, no expliqué mucho pero quería terminarlo para publicarlo.

Anyway :)

Me imagino que se preguntarán por qué borré el capítulo que decía los pensamientos de Hana. Es que la parte que decía que era un incidente, la cambié para el capítulo once y este capítulo lo improvisé. A pesar de que ya esta historia ya la había escrito y la tenía bien adelantada, siempre me salen ideas nuevas y no me quedo tranquila hasta que las pueda escribir en algún lugar. Lo siento si hago muchos cambios. Aveces pienso en tantas ideas que no se ni como ponerlas. :(

Eso era todo, no olviden dejar comentarios o darle a la estrella, me motiva más a escribir. ♡

¿Ya tomaron "awua"?

Hasta el próximo capítulo. Los quiero. Adiós. :3❤

•Perdón por errores.•