Capitulo 35// "Todo estará bien..."

Descendió por las escaleras hasta llegar a las mazmorras. Había prisioneros en diferentes celdas; como Luna Lovegood u Ollivander.

Arrugo la nariz con desagrado. Olía demasiado a sangre, y evito aún más mirar las celdas a su alrededor, consciente de los cuerpos mutilados de gente inocente o mortifagos los cuales habían sido asesinados por traicionar o querer huir de Voldemort.

Al llegar a la indicada, abrió dicha celda—: Alohomora—murmuro.

Sus pies se congelaron en el suelo, su corazón amenazó con salirse de su pecho y su respiración se entrecortó, el estómago le dió un vuelco.

Ahí se encontraba con los ojos cerrados, su cabello estaba hecho un verdadero desastre, lucía húmedo y sucio. Su rostro estaba completamente pálido y demacrado. Su ropa estaba completamente destrozada. Su cuerpo, con sangre seca y fresca aún, temblaba violentamente en su sitio.

Rápidamente se acercó, sin importante las advertencias que Bellatrix había hecho.

Puso la cabeza de Sirius sobre su regazo, tomo su rostro entre sus manos—: No puedes morir...—murmuro y este abrió los ojos al reconocer su voz, saco su varita de la túnica dónde la habia puesto—: ¡Bombarda!—los grilletes explotaron y los brazos de Sirius calleron al suelo, noto como este hacía una mueca por el dolor; sus muñecas sangraban, rápidamente noto como Sirius empezaba a cerrar los ojos—¡Ey, Sirius!, Tienes que mantenerte despierto, ¿De acuerdo?—Sirius parpadeo—...todo estará mejor.

Tomo a Sirius por los hombros y él hizo el esfuerzo de mantenerse de pie, pero simplemente no podía, sentía como sus rodillas estaban fallando.

Al dar el primer paso las piernas de Narcissa cedieron al peso de Sirius, quien hizo el mayor esfuerzo posible en juntar sus fuerzas y caminar.

Lograron salir de la habitación, atravesar el pasillo para dar con las escaleras y subir directo a las habitaciones.

Ese fue el verdadero problema.

Las escaleras le habían parecido interminables a Narcissa mientras bajaba asegurándose de no ser vista por ningún mortifago que rondaba por ahí ni mucho menos de Bellatrix, así que mientras subían le pareció muchísimo peor.

Sirius realmente se esforzara, el intento parecía en vano puesto que Narcissa tenía que poner muchísima fuerza en ayudarle a subir cada peldaño.

Después de demasiado esfuerzo, caídas y golpes. Narcissa incluso creyó que no lo lograrían hasta que logró ver una de tantas habitaciones vacías, sabía que aunque Sirius mantenía los ojos cerrados aún respiraba con dificultad.

Las rodillas de Narcissa cedieron al peso de Sirius en el momento en el que esté callo a la cama, Sirius cayó junto a ella.

No podían más.

Narcissa se puso de pie con pesadez, sabía que tal vez tendría tiempo de descansar pero ahora mismo debía emprender lo que había aprendido de Andrómeda al querer ser medimaga.

Maratón 3/4

NO OLVIDEN VOTAR