¡CAPÍTULO NUEVO!

TORRE TITANS
SAN FRANCISCO

(🚬)

La torre estaba completamente silenciosa. Algunos de los integrantes del equipo habían salido a pasear al ser un día relativamente tranquilo. Por su lado, un peliverde sonreía animado hacia la televisión de su habitación mientras apretaba varios botones del control de juegos en sus manos con maestría, ganando así la partida en unos cuantos minutos más.

-¡Si! -soltó de alegría, pulsando uno de los botones para irse al siguiente nivel, cuando una notificación en su celular lo distrajo, más no le dio mucha importancia.

Comenzó de nuevo la partida, concentrándose completamente en ello hasta qué, de nuevo, su celular insistió en ser el centro de atención mientras sonaba insistentemente. Con desgana lo tomó con su diestra, pausando antes el juego para no perder y revisó lo que con tanta insistencia le noticificaba el aparato.

Observó que había varias notificación en donde un video se había vuelto trending topic en el internet, así que curioso dejó el control de juego a un lado y se adentro al link del video, frunciendo cada vez más el ceño al darse cuenta que en aquel video Rachel y, por lo que parecía ser, un chico castaño detenían juntos un robo en una cafetería en Gotham.

Entrecerro los ojos, para después ampliar un poco el video y cerciorarse que lo que veía no era una ilusión.

Hasta que cayó en cuenta de algo bastante importante.

-¡Oh, Dios...!

Sus manos de pronto empezaron a temblar, haciendo caer el celular al suelo con la imagen pausada de Jason en el video.

-¡No, no, no! ¡Imposible! -negó, conmocionado- Él está...

Tomó rápidamente el celular del suelo y volvió a reproducir el video, observando como Jason parecía enfurecer al ver como uno de los delincuentes le dispara a Rachel hasta herirla por una distracción. Parecía en verdad preocupado por ella, de una manera que Gar nunca había visto cuando Jason aún vivía.

Pensó gravemente en las consecuencias que esto le traería a Rachel, desde antes sabia que por algo ella se había ido de esa manera y no sólo por estar molesta con sus compañeros de equipo por haber encerrado en lo más recorrito de sus mentes el recuerdo de un fallecido Jason.

Aquello iba a ser muy malo cuando los demás se enteraran.

-Carajo... -tenia una idea en mente pero tenia que hacerla rápido antes que alguien más del equipo viera ese video y delatara a Rachel por haber escondido la resurrección de Jason y a éste mismo.

Apretó el celular en su mano y salió de su habitación como un rayo hasta llegar a la sala de computadoras, donde se sentó rápidamente y comenzó a teclear para eliminar de una vez por todas ese video de las redes.

No dejaría que su amiga se metiera en más problemas de los que ya estaba.

Pero una parte racional le susurró en el oído, diciendo que seguramente las cosas se destaparian y que los problemas serían peores, ya que, Jason estaba ligado a todo lo que se tratara de Batman y la Batfamily. Volviéndolo un problema aún peor.

Suspiró, borrar ese video era lo único que podía hacer por ella en esos momentos.

(...)

DEPARTAMENTO DE RACHEL ROTH

Habían pasado unas cuantas horas desde lo sucedido con Jason en el parque. Ya había atardecido y el chico no quería dejar de estar encerrado en su habitación. Trató de todas la maneras, tocó la puerta alegando que tenia que salir a probar algo de comida, pero el castaño se negó en silencio, sin responderle nada en lo absoluto.

Pero no se rindió ahí, tocó hasta que se cansó y pidió que le abriera al menos para hablar o solo para que tomara la comida, ya que no había comido desde el desayuno y de seguro tendría hambre, pero no le respondio. Después de varias horas intentando se rindió, dejó la bandeja de comida en el suelo y se alejó hasta la sala, triste por todo lo que había pasado entre ellos.

Luego de algunos minutos se dirigió hasta su habitación, dándose cuanta segundos después que la bandeja no se encontraba allí y Jason seguramente había esperado que se fuera para tomarla.

Sonrió.

Podría entrar si ahora estaba mejor, podría hablar con él y tratar que no la odiara por ocultar su relación en el pasado.

Podría, pero no se atrevía. Eso era lo que pasaba.

Suspiró, tocando la puerta con cuidado para llamarlo. De nuevo.

-Jason... ¿Podría pasar?

No tuvo respuesta, pero el simple hecho de sentir las emociones deprimentes y furiosas a la vez venir de Jason empezaron a asustarla, no por él, sinó por lo que pudiera hacer.

En un parpadeo, recordó el intento de suicido que había hecho Jason y se puso pálida. Provocando que abriera la puerta sin esperar respuesta del castaño, encontrándolo en una esquina de la habitación con una botella de whisky en su diestra.

Jason giró la cabeza hacia Rachel al verla entrar e hizó una mueca con los labios.

-¿Que haces aquí? -le preguntó bruscamente.

-Estaba preocupada por tí -confesó, mirandolo con tristeza.

Jason río sin gracia, volviendo su mirada a alguna parte de la pared enfrente de él como si fuera algo verdaderamente importante.

-¿Por que no te vas de aquí y me dejas sólo? ¡Dejame sólo, Rachel!

-No lo haré, me quedaré contigo hasta que se te pase la borrachera. -negó, acercándose para poder cerra la puerta tras de sí.

-¿No deberías estar maldiciendo mi nombre y pidiendo que volviera a morir, eh, Rachel?

-No me vengas con indirectas, sabes que ahora yo no te odio y tú no me odias... Al menos no hasta ésta mañana.

Jason apretó los dientes, odiandose a si mismo por no aborrecer a Rachel por las cosas que no le había dicho sobre ellos, pero no lo lograba, ella había hecho tanto por él que una gran parte de su cabeza se negaba a odiarla.

-Crei que no volverías a beber. -la escuchó comentar y sonrió, sarcástico.

-Parece ser que cada vez que quiero alejarme de ti término borracho y bebiendo más de la cuenta. -tomó de golpe un trago de la botella, acabandosela al ser el ultimo sorbo que quedaba. Fruncio el ceño y agitó la botella con la boquilla hacia abajo, soltando una pequeña maldición- Tendré que comprar otra botella...

-De eso nada, Jason.

El castaño volvió a mirarla, con los ojos igual de fríos que esa mañana.

-Bien... -Le extendió la botella vacía y Rachel sonrió un poco, más no pudo hacerlo por mucho tiempo al ver como la botella caía al suelo y se rompia en pedazos.

Rachel bufó, molesta mientras se sentaba sobre sus talones para tomar los vidrios del suelo y llevarlos a la basura, no podía dejar alguna cosa con la que Jason pudiera hacerse algún daño. Estaba aterrada con la idea que él volvía a intentar lastimarse o peor aún, quitarse la vida.

-¿Sabes lo irónico de todo ésto? Que me gustas, me gustas mucho y ahora no se que hacer, joder.

Aquellas palabras la tomaron por sorpresa, ganándose un corte por no prestar atención a los cristales rotos en su mano al apretar un poco. Soltó un quejido.

El rostro de Jason se contrajo en un pisca de preocupación, la cual dejó clara al acercarse un poco más a Rachel para tomar entre sus manos las de ella.

-Mierda, ¿no pudiste dejar eso allí o sólo hacerlo desaparecer con un truco de magia, o algo? -le reprendió Jason, mirando un poco de sangre salir de la palma ajena.

-N-No soy una maga, Jason. -susurró, sintiéndose un poco intimidada debido a la mirada que el chico le ofrecia. Aquellos ojos verdes aqua solo llegaban a aturdirla más- ¿Jason...?

Preguntó en un hilo de voz, observando como el rostro de Jason se acercaba al suyo con los ojos fijos en los suyos, casi como si estuviera adorandola. Un deja vu se hizo presente, recordando los labios del chicos sobre los suyos. Cálidos y hambrientos por más besos.

La tensión en el lugar se volvía cada vez peor, ambos por su parte miraron los labios de cada uno y Rachel después de volver a verlo a los ojos no lo soportó.

Se lanzó a sus brazos y lo besó.

Plantó sus labios en los de Jason en un movimiento tembloroso y a la vez determinado, un parte de ella quería que aquel beso se repitiera pero siendo ella también la que correspondiera a los sentimientos que se negaba a dejar salir por el secreto que había salido a la luz esa mañana.

La mano de Jason llegó a su mejilla, inclinando con cuidado la cabeza de Rachel para profundizar el beso y responder de una manera más dulce. Su otra mano atrapó su cintura y la acercó a él en un movimiento, pegando su propio pecho al suyo mientras sentia el latido de su corazón desbordado de tantas emociones que no podría aclarar con una sola palabra.

Se separó por un momento de ella, respirando entrecortadamente.

Y sonrió, dejando un pequeño beso en la punta de la nariz de Rachel.

-Eres perfecta.

Y sus labios otra vez se juntaron en una danza, pero ahora más placentera, devorando sus labios y sintiendo las curvas de Rachel sobre su mano izquierda, la cual jugaba de vez en cuando con el filo de su camisa.

Rachel en medio del beso abrió un poco sus ojos, sintiendo la penetrante mirada de Jason en ella y el "Te quiero" silencioso que éstos le profesaban para después cerrarlos y dejarse caer en aquel abismo de pasión y amor en el que ambos ya habían caído desde un tiempo atrás.

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