Relato por: JENNIE-DIAMOND
Canción: boyfriend — Ariana Grande, Social House

https://youtu.be/XvR3ThfoLg8

¿Porque amarse y no poder ser pareja es tan común? Yo era una de esas personas que no creía en que cosas tontas podrían detener un amor verdadero... pues me di cuenta que de verdad es muy difícil.

En la secundaria conocí a un chico que se volvió mi obsesión y mi único amor, pues todo en el era muy original, no se podía comparar con los demás, todo morían por él, igual que yo. Pero a diferencia de las demás, yo si pude tener una relación muy hermosa con él.

Actualmente tengo veintitrés años y el veintiséis, yo soy una estudiante de diseño de moda y él pues, es modelo.

Eran las diez de la mañana y me encontraba llegando al salón cuando de repente escucho a mis compañeras muy felices y chismoseando algo entre ellas, voy corriendo a ver de que se trata.

—Hola bellas, ¿de que hablan con tanta emoción y no me cuentan? -hago berrinches interrumpiendo su conversación y con mucha alegría se voltean a saludarme-

—¿Puedes creerlo? ¡Tendremos un día en una sección de modelaje con modelos famosos! -me sorprendo mucho y ellas aún siguen con mucha adrenalina de la noticia-

—Y no es todo, no solo vamos a observar, también ¡amaremos y organizaremos sus outfits! -tiramos un grito y nos paramos a abrazarnos entre las tres y a brincar de emoción-

Hoy como es debido nos dieron todas las indicaciones adecuadas para ese momento que tanto nos emociona, pues era justo mañana que haríamos eso. No nos habían avisado antes porque fue muy imprevisto, habían cancelado los vuelos a algunos de los encargados y nuestro profesor es amigo de uno de ellos, y él le ofreció nuestra ayuda para también tener experiencia.

Y él día esperado... llegó. 31 de diciembre 8 de la noche, pues teníamos que armar sus outfits de la noche de año nuevo para diferentes eventos. Y justo estábamos ahí, en Hybe esperando nuestras indicaciones y con cual modelo de la agencia nos tocaría trabajar.

Y como por obra de magia y como me lo presentía, lo vi. Ahí de pie hablando con algunos compañeros mientras su sonrisa iluminaba el lugar, su cuerpo delgado y su cara bien perfilada como su fuera creada por los mismo dioses, sintió mi mirada y volteó a verme, nos sonreímos y se fue porque lo estaban llamando.

Rato después hay un pequeño problema con un modelo que se quería agregar a los modelos participantes y al final lo aceptaron.

—Oye Yuna, tu puedes encargarte de él, yo iré con la modelo que te tocaba. -asiento con la cabeza un poco confundida ya que él maestro nunca se agregaba a nuestros trabajos fuera del salón- En el camerino número 3 te está esperando, no lo hagas esperar. -y sin más se va-

Voy corriendo al lugar y al entrar, efectivamente estaba él ahí. Intento concentrarme, hago reverencia y mientras lo maquillan y peinan voy buscándole la ropa que habían dejado anteriormente buscada, solo tenia que ver el orden y llevarle la ropa. Es un trabajo fácil. Puedo hacerlo.

Cuando me doy la vuelta ya la de maquillaje y peinado no están.

—¿Me estás evitando? -me mira fijamente a los ojos sentado aún en la silla frente al espejo. Mi corazon se detiene por unos segundos y mi respiraciónse acorta.-

Esa forma de hablar... ese tono de voz lo reconozco, se siente mal. O triste.

—¿Por qué tendría que evitarte? -respondo quitando la mirada de él y mirando los papeles en mis manos-

—Mírame. -volteo a verlo lentamente y se está poniendo de pie, para luego empezar a caminar hacia mi, mis nervios comienzan y me quedo estática pues tampoco puedo moverme- Te amo. -y justo ahí mi alma quiso salir de mi cuerpo. Me abraza y me pega de su cuerpo apretando su abrazo para quedar más pegada a él, y suspira profundamente en mi cuello-

—Hoseok, sabes que no podemos hacer esto, y menos aquí. Por favor. -digo con la voz cortante y mi corazón a mil-

—Aún late igual que antes, me encantaba tenerte así. Tan nerviosa, tan enamorada... y yo tan loco por ti. -me suelta un poco para poder mírame- y te sigues sonrojado de la misma forma, de esa que no me puedo resistir -me sonrojo más y no encuentro que hacer- De esa forma que me encanta... me encantas. -me susurra y el silencio invade el lugar y esas palabras rebotan en mi mente una y otra vez-

Y tocan la puerta.

—¿Señor Jung? ¿se está cambiando? ¿la señorita yuna esta ahí? ¿Ya ella salió? -y nosotros con la mirada fija uno en el otro-

—Si me estoy cambiando. -sin quitar la mirada de mí respondió-

Y me pude sacar de su agarre pero no insistió y de verdad se puso a cambiarse de ropa en un pequeño vestidor que hay dentro del camerino.

Y se preguntarán qué es lo que no nos permite estar juntos, pues, él es ídolo y no se le permite tener pareja, lo mantienen monitoreado todo el tiempo para asegurarse que no haya ninguna persona con la que se relacione amorosamente.

Aunque... no quiero que esté con nadie más.

~ Flashback:

—Entiendo que tuvimos que romper, pero ¿Quién es ella? ¿No que no podías tener pareja? -mi hipocresía se lució ese día en mi forma de hablar-

Pues nos encontramos en una cafetería por coincidencia y él esta tomando café con una chica, y yo tuve una salida con un amigo a tomar café.

Los dos nos mirábamos directamente a los ojos desde nuestras mesas, hasta que él me hizo seña para que fuera al baño, para encontrarnos en el pasillo.

—¿Y por qué me cuestionas cuando andas con ese tipo que siempre estuvo interesado en ti? ¿Crees que no me daba cuenta? -un poco enojado me hablaba pero sin subir el tono de voz porque no podía dejar de tratarme bien aún estando enojado-

—No porque yo si estoy consciente que solo es una salida de amigos, y sé perfectamente que esa chica anda detrás de tu amor. -intenté justificarme porque claramente ese chico anda enamorado de mi pero solo somos amigos-

—Es una excompañera de la universidad. -respondió de forma incrédula-

—Ajá, ¿y qué hace un ídol bebiendo café en un café público con una excompañera? -respondí de la misma forma pues ya me estaba haciendo enojar-

—Yo al menos sé que no va a pasar nada más, pero no quiero que andes con ese tipo, te puede hacer algo malo. No confío en ese para que ande contigo. -dijo observando desde lejos a mi acompañante- ve y di que tienes que irte. -ordena. Amo cuando me habla así, tan dominante- Al final sabes que siempre será la única en mi corazón. Tu me vuelves loco... -me susurró al oído para luego irse-

Fin del flashback. ~

Eran las 11 de la noche y me encontraba recogiendo las cosas de Hoseok para subirlas a su cuarto y por fin irme a mi hogar.

Entre a la suite de Hoseok a la que había entrado anteriormente con su tarjeta que me dejaron a mi para que continuará con mi trabajo.

—Hey linda... -Me llamo en voz baja desde atrás de mi-

—¿Si? -Me volteó para verlo y el desgraciado me beso, fue un simple roce, un pequeño choque de labios, pero en vez de seguirlo o algo, sólo me alejo muy alarmada, puesto que, me asuste- ¿¡Hoseok mierda crees qué haces!?

Me enfrenté a él, enfadada, Hoseok sólo sonreía cómo un imbécil, y eso me contagió a mí, eliminando mí enojo, terminé por sonreír junto a él pero mí sonrisa se borró, en cuanto note que me estaba por volver a besar. Involuntariamente me acerqué, cómo si mí cuerpo no me obedeciera y se mandará solo.

Y nuestros labios se tocaron comenzando un ligero beso. Sentí el sabor al soju recientemente consumido, al alejarme sentí cómo me sacaron de un buen sueño. Busco mí mirada y al encontrarla, me dedico una sonrisa pícara.

Incapaz de soportar no sentirlo cerca, quería más, quería sentir que me tocará. Hobi era esa fruta prohibida que no se debía tocar, sin embargo; me encanta correr riesgos.

Deslicé mí mano izquierda a la parte posterior de su cuello, dejando una leve caricia, sin apartar mis ojos de los suyos, guiándolo para que me besara de nuevo. Sin embargo, está vez el beso fue más fuerte, iba en aumento a medida que sus manos recorrían mí cuerpo, enviando escalofríos en todo mí ser.

Cómo fugitivos nos escabullimos a la habitación de la suite.

Una sonrisa ganadora brillo en sus ojos cuando obtuvo lo que quería, mí concentración y completa atención hacía él. Su rostro se perdió en el hueco de mí hombro, repartiendo besos escurridizos, mientras que una de sus manos se perdió en mí abrigo, buscando los botones. -Uno, dos, tres, cuatro, cinco. -Era una cuenta exacta, el abrigo cayó por mis hombros, dejándome tan solo con mí vestido. Levantó el dobladillo del vestido en broma y acaricio mí vientre con el pulgar.

Me recostó suavemente sobre las sábanas blancas de la cama.

Se encima sobre mí, y de repente estaba en todos lados; su rodilla sujetando mí pierna, sus labios cálidos besando mí cara, una de sus suaves manos acariciando mí espalda, su otra mano bajo descaradamente hacia mí muslo descuento, sólo tapado por las medias red negras.

Lo que provocó qué un escalofrío recorría por mí espina dorsal, entrelace mis dedos en su cabello, aferrándome a él, cómo si fuera a escapar.

Perderlo significaba perder una parte de mí.

Su mirada lujuriosa recorrió cada centímetro de mí cuerpo.

~

Continuó bajando hasta llegar a mí intimidad, tomó con fuerza mí cintura, sus dedos tiraron de mi media rejilla hacia abajo poco a poco dando a conocer mí ropa interior.

~

Me muerdo mí labio inferior, para evitar gemir alto, y así no ser descubiertos. Al llegar a mí ansiado orgasmo.

-Eres hermosa... -dijo en medio de todo- Te quiero...

~

Y continuó con su sonrisa socarrona mientras me metía más dentro de mí, dentro y fuera sin cesar. Una de sus manos estaba a un lado de mí cabeza, mientras que la otra en mí muslo apretandolo.

Cada vez iba más rápido con sus movimientos pélvicos, era una sintonía perfecta cómo la melodía "Para Elisa" de Beethoven.

-¡Mierda! -Solté cuándo Hobi mordió mí cuello antes de darle una pequeña succión.

Luego de unos segundos escuchamos los murmullos provenientes de la sala. ¡Mierda!

-Espera... -Beso mí cuello y nos quedamos en silencio, escuchamos cómo la cuenta regresiva había comenzado- ¿Vamos a llegar al mismo tiempo de inflexión? ¿Quieres intentarlo? -Asentí sonriente, Hoseok retomó su labor con más fuerza y velocidad, golpeándome en el lugar correcto. Estaba haciéndome perder el control de mis poco sonidos, sostuvo mis manos a un lado de mí cabeza, sentí una ola inmensa de calor y con ella vino la cuenta, tres... dos... uno... y perdí el conocimiento largando todo mis fluidos como un tsunami, cómo nunca antes. también logré sentir algo caliente esparcirse por mí interior dándome a entender que él también había llegado. Lo único que escuche es a Hobi susurrar a mí oído;- Feliz año nuevo, guapa. -Solo volví a besarlo con locura-

No podemos estar juntos... pero dejar de amarnos tampoco.

Fin...