Relato por: _cocainepink
Canción: Boyfriend – Dove Cameron
https://youtu.be/1B-lwmzwNkE
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SINOPSIS
Gina Edevane terminó con su novio hace poco tiempo y no puede soportar verlo con alguien más, pero para su desgracia comparten grupo de amigos. Al no querer que este note su dolor, a su mellizo y mejor amiga se les ocurre la idea de pedirle a alguien que conocen, que finja ser su novio en los encuentros.
Pero, ¿qué pasaría si Kim Taehyung, a quién le piden que finja ser su novio, comienza a desarrollar sentimientos por aquella joven?
...
Gina seguía a paso apresurado a su mellizo y mejor amiga, adentrándose a la cafetería, donde Nora tomaba asiento junto a Gyles. La fémina los observó molesta, tomando asiento, mientras un joven que aparentaba ser de su edad se acercaba a tomar la orden, lo que hizo que ella relajara sus facciones y fingiese estar de mejor humor. Pero en cuanto este se marchó, volvió a observarlos molesta, aunque a ellos no parecía importarle en lo más mínimo.
—Su buen humor provoca que me irrite más el hecho de que me hayan sacado de casa —confesó cubriéndose el rostro, Gina.
—No puedes seguir encerrada por culpa de ese idiota —habló Nora, provocando que ella mirase a mellizo esperando que dijese algo al respecto.
—Opino igual, y lo sabes.
—Aún mi corazón duele.
—Y créeme que lo sabemos —volvió a hablar su mejor amiga—. Pero no puedes seguir encerrada en esas cuatro paredes. Tienes que volver a salir con nosotros.
—¿Y volver a verlo con aquella chica que...es hermosa, tan dulce, y no tengo nada que decir malo sobre ella? Eso lo hace aún más doloroso —suspiró angustiada—. No soporto verlo tan bien con ella, cuando yo sigo destrozada.
Gina al notar cómo ambos al escucharla, sonrieron de manera cómplice, los observó con temor, porque sabía perfectamente que nada bueno podría venir de eso.
Gyles y Nora juntos eran peligrosos.
—¿Qué sucede? —preguntó con temor, pero al no recibir respuesta no podía evitar desesperarse—. Lo que sea que estén planeando, Charles y Thomas no estarán de acuerdo.
—Por algo no los invitamos, hermanita —sonrió malévolo—. Son muy amigos de Namjoon, así que no pueden saber lo que planeamos porque no durarían en contarle.
—¿Ahora que planearon? Esta vez no permitiré que hagan que mi vida corra peligro —advirtió apuntándolos, por lo que estos rieron.
Gyles al igual que su hermana tenía su cabello oscuro y ondulado, pero este corto con sus costados rapados. Era de alta estatura, pasándola por una cabeza, cuerpo fornido.
En su rostro tenía esparcido pecas, sus ojos eran almendrados, nariz larga y fina, labios esponjosos rosados. A medida que fueron creciendo, sus padres fueron dándose cuenta que él era el inquieto y malévolo de los dos, tanto así, que de pequeños como de adolescentes, siempre lograba hacerla llorar y más en sus cumpleaños cuando enterraba el rostro de su melliza en el pastel, sabiendo cuánto ella detestaba mancharse.
De todas maneras, a medida que fueron creciendo, su relación fue mejorando, al punto de ahora tener veinte años y compartir hasta grupo de amigos. Se podía decir con facilidad que los mellizos eran inseparables.
Nora Murphy conoció a Gina cuando tenían quince años, desde entonces se hicieron mejores amigas, pero al invitarla a su casa y que conociese a su mellizo, sus celos aparecieron. Pues, Nora y Gyles tuvieron química al instante, lo que hizo que Gina se sintiese apartada, pero con el tiempo fue aceptando que fuesen también amigos, aunque terminaba siendo víctima de sus planes malévolos.
Nora era de baja estatura, delgada cabello castaño claro corto hasta los hombros, ojos verdes, nariz pequeña y redonda, labios delgados rosados. Siempre que la conocían creían que por su aspecto tierno era de esa manera, pero terminaban sorprendiéndose cuando se topaban con su sarcasmo y el hecho que le gustara hacer bromas pesadas.
—No es nada que ponga tu vida en peligro. Puedes quedarte tranquila, Gina
—habló divertida.
—No sé si puedo confiar en ustedes, pero si es así, entonces, ¿de qué se trata? —indagó curiosa. Estos se miraron con una sonrisa cómplice, lo que hizo que ella se desesperara aún más.
—¡Te conseguimos novio! —exclamaron emocionados.
—¡¿Qué?! ¿Dé qué rayos hablan? —preguntó completamente desconcertada.
—Bueno, en realidad, un novio falso —respondió Nora—. Eso significa que ahora vas a podes estar en los encuentros donde esté Namjoon con su novia.
—En serio, ¿qué pasa con ustedes?
—¡¿Eres tonta?! —habló esta vez su mellizo—. No respondas. Piensa, Gina, ¿cómo va a sentirse Namjoon al ver que ya no estás sufriendo? —arrugó levemente la frente—. Él me agrada, pero seamos sinceros. Namjoon disfruta de verte afectada por su rompimiento, y aún más porque está con alguien más.
—Cierto. Es un idiota, Gina.
—Si te ve con alguien más va a cuestionarse sobre si hizo bien en terminar contigo. Créeme, conozco a los hombres —aseguró, mientras el joven que los atendió dejó lo que pidieron frente a cada uno—. Además, las veces anteriores que han roto, tú sólo te la has pasado sufriendo, y él lo sabe, así que jamás se esperaría que al fin decidieras continuar con tu vida.
—Ese idiota va a arrepentirse, amiga.
—Están muy mal.
—¿Acaso no quieres recuperarlo? —preguntó Nora.
—Sí, pero no con un novio falso.
—Mira, yo no estoy de acuerdo en que quieras recuperarlo, pero sí en que le des un poco de su propia medicina —habló Gyles—. Inténtalo. No tienes nada qué perder.
—La dignidad.
—Esa no la tienes —comentaron al unísono, provocando que ella los observara indignada, mientras ellos chocaron sus manos por la coincidencia.
—Qué graciosos —habló sarcástica.
Gina no podía creerse aún lo que dijeron su mellizo y mejor amiga, por lo que quería confiar que al saber que no estaba para nada de acuerdo con su plan, entonces, lo dejarían pasar. Se olvidarían completamente de eso, y hasta se darían por vencidos con intentar animarla a que volviese a estar en sus encuentros, pero la voz la hizo salir de sus pensamientos a la vez que se sobresaltaba.
—¡Allí estás!
—¡TaeTae! —gritó Nora a la vez que se levantaba.
La pelinegra arrugó el rostro por el desconcierto y giró a ver de quién se trataba, ya que su curiosidad le ganaba demasiadas veces.
Se trataba de un joven alto con el cabello rizado y castaño oscuro, lo que llamó más su atención. Vestía un suéter negro, pantalón crema y zapatillas blancas.
Al ver a la joven rubia dejó notar su particular sonrisa cuadrada, lo cual se le hizo algo tierno a Gina. Siguió observando su piel bronceada, sus ojos cafés con largas pestañas, su nariz redonda y sus labios algo esponjosos carmesí. Se preguntaba de dónde Nora lo conocía, ya que jamás había escuchado que nombrara a un TaeTae.
—¿Cómo estás, Nonie? —preguntó divertido, mientras ella rodaba los ojos por el apodo.
—Estábamos esperándote —intervino Gyles.
—Hey, un gusto volver a verte —el castaño se acercó a este para darle un pequeño abrazo, palmeando su espalda. Gyles quiso decir algo al respecto, pero el ver a su hermana levantarse, carraspeó la garganta tensándose.
—¿Recuerdas que te hablé sobre que tengo una melliza? —preguntó sonriendo tenso, por lo que el joven lo notó y soltó una risilla por la confusión.
—Sí, algo recuerdo.
—Bueno, es ella. Se llama Gina —comentó pasando el brazo alrededor de los hombros de su hermana, acercándola.
—Oh, soy Kim Taehyung. Es un placer conocerte, Gina —habló algo tímido, conectando sus miradas.
—Lo mismo digo, supongo —dijo con algo de desinterés quitando el brazo de su hermano, para volver a tomar asiento, lo cual hizo que Taehyung se sintiese incómodo.
—¿Y bien? ¿Por qué tanto interés en vernos, Nonie? —indagó intentando que la tensión desapareciera—. Había quedado con mis amigos.
—¿Acaso yo no soy también tu amiga? —preguntó indignada.
—Vamos a tomar asiento —intervino Gyles, volviendo a su lugar.
Taehyung siguió sintiendo la mirada de indignación de la rubia, lo cual se le hacía divertido. Esta le señaló que tomara lugar a un lado de ella y Gina, lo que hizo algo inseguro, ya que pareció no agradarle a la última mencionada.
—Somos amigos hace dos minutos —comentó con una sonrisa cínica.
—¡Oye! Yo pensé que lo éramos desde hace dos meses, cuando la profesora nos juntó para hacer el trabajo grupal.
—Bien, desde allí empezamos a hablar, pero el último mes lo hicimos más seguido.
—Salimos juntos a tres fiestas, TaeTae.
—Ya deja de decirme así.
—Nunca.
—Está bien, Nonie —sonrió cínico.
—Idiota.
—Bien, dejen de pelear.
—Gyles tiene razón. ¿Entonces? ¿Vamos a hablar de lo que me pidieron? —preguntó interesado, lo que hizo que Gina se tensara.
—Yo no creo que sea un buen plan —admitió haciendo una mueca—. Ni siquiera nos conocemos.
—Tienes razón.
—Bueno, pero pueden conocerse —intervino Nora, llamando la atención de ambos—. ¿Acaso no quieres recuperar al idiota de Namjoon?
—Sí.
—Le darías en el ego si por primera vez al terminar te ve con alguien más. Te tiene demasiado asegurada, así que con esto lograrás que se dé cuenta de su error —opinó Gyles.
—Si es tan idiota, no creo que debas regresar con él...—empezó Taehyung, pero al sentir las miradas sonrió—, pero no importa lo que opino. Si quieres, puedo ayudarte.
Taehyung no podía creerse para nada que Gina haya estado con alguien tan idiota. No le hacía falta conocer a Kim Namjoon para que pudiese confirmarlo, ya que lo había hecho viendo las fotografías que le habían enseñado Nora y Gyles la vez que se vieron, donde ya parecía estar con alguien más, y además, también tenía suficiente con lo poco que le había contado la Gyles.
Detestaba ese tipo de personas, pues Taehyung podía considerarse alguien que estaba enamorado del amor, y no le gustaba para nada cómo era el moderno, donde las personas parecían olvidarse por completo del respeto, la lealtad, la sinceridad, la comunicación, y demás. No soportaba que las personas parecieran no querer demostrar como realmente se sentían por miedo, porque él era alguien que le gustaba las demostraciones de amor, no le importaba que tan intensas fuesen, para él eso era lo mejor porque le transmitía seguridad, ya que era también de esa forma intensa.
Gyles lo observó con una gran sonrisa, apretando su hombro, lo que hizo que este se la devolviera por un momento, y luego observara a la pelinegra que parecía estar debatiéndose sobre qué decisión tomar.
Sabía perfectamente que Namjoon estaba seguro de que ella aún estaba esperándolo, que quizás eso provocaba que él quisiera seguir disfrutando de conocer más personas, pero ella lo echaba de menos. No sabía qué más hacer para que se diera cuenta que hizo mal en terminar la relación, porque lo amaba intensamente, a pesar de todo el daño que le hacía.
Quizás si lo pensaba con claridad el plan de Gyles y Nora podía funcionar. Podría hacer que Namjoon se arrepintiera por completo y volviera a su lado.
El sólo hecho de pensar en volver a estar con él, hacía que su corazón brincara de emoción y quisiera sonreír. Pero al sentir la mirada del castaño, lo atento que estaba a ella, no pudo evitar tensarse, por lo que carraspeó la garganta.
—¿En verdad? —preguntó algo desconfiada y él asintió—. Pero ¿no tienes novia? ¿Alguien que vaya a ponerse celosa?
—No. Tú tranquila que puedo ayudarte
—aseguró riendo—. Además, no soporto a las personas idiotas como tu exnovio, así que cuenta conmigo.
—Gracias, en verdad —sonrió aliviada.
—Ahora sí, vamos a presentarnos bien. Soy Kim Taehyung, es un placer —dijo divertido, estirando su mano.
—Gina Edevane. El placer es mío, novio falso —sonrió estrechando sus manos, mientras que Nora y Gyles parecían emocionarse.
Taehyung no pudo evitar soltar una risilla al escucharla, mientras observaba como sus orbes almendrados algo enrojecidos se volvían más pequeños con unas arruguitas a sus costados. Su sonrisa había borrado todo rastro de tristeza, hasta veía algo diversión en su expresión, lo que hizo que hasta se sintiese un poco mejor consigo mismo, ya que no le gustaba para nada ver a las personas tristes.
Pensar en que ahora formaba parte de aquel plan, lo sorprendía, porque jamás se hubiese imaginado meterse en algo así, pero Gina al ser melliza de alguien que se le había hecho demasiado agradable y divertido, pensaba que podía ser también una buena persona. Además, no podía negar que con aquel aspecto dulce, se le hacía demasiado bonita, tanto que llamó su atención de alguna manera.
Pensaba en que aquel plan podía llegar a ser el comienzo de una linda amistad, sin importar que se sintiese algo atraído por ella, porque estaba seguro que eso se le iría pronto. Sólo quería poder ayudarla con el plan.
(...)
Una vez que Taehyung y Gina ya se encontraban en el bar junto a los demás, decidieron divertirse un poco, olvidándose de la gran tensión. Ambos estaban teniéndose más confianza respecto a la cercanía y poder hablar más, pues el día anterior estuvieron juntos. Taehyung la había invitado a un parque de diversiones, lo que hizo que ella se emocionara y aceptara. Pasaron la tarde en los juegos, divirtiéndose, y él estaba realmente sorprendido de que no fuese para nada miedosa como había pensado, al contrario, él lo fue en algunos juegos.
Luego de eso Taehyung compró helado para ambos y estuvieron paseando mientras caminaban relajados luego de tanta adrenalina, hablando sobre las dos primeras veces que vieron a Namjoon. La primera había sido en la casa de Oliver, donde la tensión había sido tanta que el castaño había comenzado a cuestionarse sobre el hecho de haber aceptado, y la otra había sido en la Universidad, ya que Taehyung había quedado en pasar por ella.
Estaban disfrutando demasiado de la compañía del otro, más que nada Taehyung, el cual no podía dejar de sonreír y mirarla por momentos, preguntándose el porqué no la había conocido antes y en otras circunstancias, porque si fuese así, quizás podría haberse enamorado de ella y hasta llegar a ser correspondido. Pues, si bien se sentía atraído por ella, por su manera de ser, pero en todo momento se recordaba que sólo estaban fingiendo estar juntos para que Namjoon se diese cuenta de su error.
—Estoy segura que Namjoon va a explotar en cualquier momento porque está dándose cuenta de su error —habló Nora, antes de darle un sorbo a la botella de cerveza.
Nora, Gyles, Gina y Taehyung se encontraban a un lado de la barra, el último mencionado apoyado en esta. Nora dejó la cerveza en la barra y observó a Gina con una sonrisa, notando como ella miraba a Namjoon que se dirigía a la pista de baile por Zaray que tiraba de su brazo.
Gyles al haber escuchado a Nora, rodeó los ojos como si no estuviese para nada de acuerdo.
—Taehyung hoy estás más atractivo que nunca —comentó Gyles, sorprendiéndolo—. ¿No crees, Gina?
—¿Qué? —preguntó confundida, volviendo su mirada a ellos.
—Que Taehyung está muy atractivo hoy
—repitió con una sonrisa, llevándose una mirada de desconcierto por parte de la rubia.
Gina observó a Taehyung que estaba a su lado. Este llevaba una chaqueta negra, una camisa blanca con detalles negros, pantalón negro con cinturón y zapatos del mismo color.
Su cabello estaba dividido y ondulado, esta vez no luciéndolo tan desordenado, el aroma a su colonia podía sentirlo aún estando a su lado, y aunque no quería decirlo, estaba comenzando a gustarle cada día más.
A Gina se le hacía demasiado atractivo físicamente, eso no podía negarlo para nada, pero eso no lograba llamar su atención lo suficiente. Había algo más que le llamaba muchísimo más la atención de él y se le hacía aún más atractivo.
Eso era el amor que parecía rodear a Kim Taehyung, al punto de volverlo alguien con mucha sensibilidad.
—Sí, te ves muy bien como siempre, Taehyungie —sonrió guiñándole el ojo, mientras este se sentía enrojecer por la timidez que le causó.
Taehyung abrió la boca para decir algo al respecto, pero ella comenzó a caminar alejándose. No sabía qué hacer, se sentía aún atónito, hasta que sintió unos golpes en su hombro y al levantar la mirada se encontró con Gyles que le sonreía divertido.
—Iré con mi novio antes que alguien se le acerque —le informó.
Este asintió intentando volver a reaccionar para así empezar a caminar hacia la mesa donde se encontraba Gina sentada en uno de los sofás.
Al sentarse a su lado, ella lo observó con curiosidad, mientras giraba la botella de cerveza entre sus dedos.
—¿Quieres bailar? —preguntó intentando parecer relajado, aunque aún recordaba sus palabras y su sonrisa. Gina pensó en su pregunta, pero observó la pista de baile sabiendo que allí se encontraba Namjoon con Zaray, por lo que no quería verlo con ella, quizás besándose, ya que terminaría afectándole.
—No. Estoy bien —respondió intentando sonreír, aunque le salió más una mueca.
—Está bien —dijo por lo bajo, aunque ella no pudiese escucharlo por el sonido de la música.
Taehyung se inclinó hacia atrás, soltando un suspiro preguntándose qué podría estar pensando ella.
En ese momento se cuestionaba por haber aceptado estar allí y rechazar a sus amigos, pero es que sintió ganas de verla, además que habían acordado algo y no estaría bien que decidiera darle un fin a ese plan.
—¿Por qué no le afecta mi ausencia? —preguntó dolida luego de unos cuantos minutos.
—¿Qué? —giró su cabeza a verla, notando que ella no dejaba de ver hacia la pista de baile.
—¿Por qué él está tan bien sin mí? —observó angustiada a Taehyung.
—¿Y por qué no le demuestras lo mismo? —frunció el ceño—. ¿Por qué no intentas divertirte un poco?
Aquellas preguntas hicieron que ella se sorprendiese, y de cierta manera, reaccionara, por lo que Taehyung al notarlo, se levantó estirando su mano.
—¿Quieres bailar con tu novio, Gigi? —preguntó divertido provocando su sonrisa.
—Vamos.
Gina le dio un último gran sorbo a su botella, acabándola, para luego tomar la mano de Taehyung. Este sonrió entrelazando sus dedos, dirigiéndolos a la pista de baile donde estaban los demás, a excepción de Nora y Patrick.
Este la hizo girar provocando su risilla, pensando en lo hermosa que se veía ante sus ojos con aquel vestido azul que llevaba y su cabello alisado. El aroma a su colonia dulce se colaba con facilidad por sus fosas nasales y sentía el impulso de acercarse más a ella, por lo que la apegó, pero una mano tomó del brazo a la fémina, provocando que ella girara a ver de quién se trataba.
Sus ojos se abrieron a la par al ver a Namjoon a un lado de ellos, observándola con sus facciones endurecidas.
—¿Podemos hablar? —Gina al escucharlo no sabía qué decir y observó al castaño como si pidiese su opinión al respecto. Taehyung quería intervenir, decirle que no, pero simplemente tragó con dificultad desviando la mirada.
—E-Está bien.
Gina volteó para comenzar a caminar y Namjoon conectó su mirada con la de Taehyung que pudo observar su sonrisa burlona, por lo que empuño las manos intentando mantener la calma.
Luego de unos minutos, Taehyung se encontraba a un lado de la barra, bebiendo cerveza porque se sentía demasiado frustrado al pensar que Namjoon y Gina se encontraban fuera del bar juntos. No quería seguir dándole vueltas a ese asunto, porque se repetía una y otra vez que no debía ser para nada de su interés, ya que fingían estar juntos para que ellos volvieran, y si estaba causando sus celos, entonces, estaba funcionando así que debía estar satisfecho.
Pero sucedía que el sólo hecho de pensar que podían arreglarse, que podían estar besándose allí afuera, le provocaba una gran incomodidad en el pecho. No le gustaba para nada pensar en eso, y tampoco quería profundizar en el porqué.
Soltó un suspiro masajeando su nuca y le dio un gran sorbo a su cerveza, sintiendo el gusto amargo y cómo refrescaba su garganta.
Al sentir una presencia, giró su cabeza para ver a su lado encontrándose con la sonrisa burlona de Gyles, lo que hizo que arrugara levemente la frente y volviera la vista hacia el frente.
—¿Cómo la estás pasando, TaeTae?
—Tú tampoco puedes llamarme así —aclaró frustrado.
—No sé de dónde lo sacó Nora, pero me gusta, así que acostúmbrate.
—Ya, cómo sea —rodeó los ojos, decidiendo restarle importancia.
—¿Y ese humor? ¿Qué sucedió? —preguntó curioso.
—Nada.
—¿Y mi hermana? —observó a sus lados buscándola con la mirada.
—Está afuera conversando con Namjoon —respondió intentando parecer desinteresado.
—Oh...ahora entiendo el porqué de tu humor —sonrió.
—¿Qué? ¿De qué hablas, Gyles? —inquirió molesto mirándolo.
—Estás celoso.
—¡Claro que no!
—Ay, tan lindo —dijo acercándose más a él, soltando una risilla—. Puedo notar muy rápido cuando un hombre está celoso, porque también soy uno. Y tú, estás celoso, TaeTae.
—No digas estupideces, Gyles —suspiró y le dio otro sorbo a la cerveza—. Además, ¿por qué lo estaría?
—Porque mi hermana te gusta.
—¿Qué? —preguntó riendo nervioso.
—Ya llevas un mes viéndola, ¿en serio puedes decirme a la cara que no sientes ningún tipo de atracción? —arrugó levemente la frente, observándolo fijo—. Créeme que me encantaría que ella pueda corresponderte y no siga detrás de ese idiota que jamás la valoró. Tú me agradas, Taehyung.
—T-Tú también me agradas, pero...
—Eres su novio falso, así que no deberías permitir que estén tanto tiempo afuera. Ve a buscarla —lo animó dándole un pequeño golpe con su codo—. Si te reclama, dile que yo te obligué. Ve.
Taehyung lo observó por un momento permitiéndole que notara su inseguridad, por lo que Gyles soltó una risilla y volvió a insistirle para que así tomara algo se valentía.
(...)
Mientras tanto Gina se encontraba fuera del bar, apoyada en la pared y Namjoon frente a ella. Aún no podía creerse para nada que este se haya atrevido a acercarse y pedirle hablar.
Por un momento tuvo la ilusión de que este llorara o al menos le dijese que estaba completamente arrepentido de lo que hizo, por lo que ella no dudaría ni un segundo en darle otra oportunidad, y podrían volver a estar juntos. Pero cuando Namjoon soltó una risa cínica, supo que nada iba a salir como ella creyó por un instante llena de ilusión y con su corazón brincando de emoción.
—¿Para qué lo trajiste? —preguntó amargo.
—¿Qué?
—¿Vas a traer a ese imbécil a cada encuentro?
—¿No es obvio?
—Lo que es obvio es que tú no me superas para nada, Gina —escupió molesto.
—Y entonces, ¿por qué estaría con él, Namjoon? —inquirió alzando una ceja, cruzándose de brazos.
—¿En verdad piensas que voy a creerme ese cuento? —soltó una risa amarga—. Tú lo que quieres es que explote de celos, pero ¿sabes qué? —dio un paso hacia adelante acercándose a ella, inclinándose un poco hacia adelante, lo que hizo que Gina tragara con dificultad. No podía evitar observar cada centímetro de su rostro, deteniéndose por más tiempo en sus labios esponjosos carmesí, en sus orbes oscuros que deseaba que pudieran verla sólo a ella, como los suyos a él—. No voy a caer en tu juego porque noto como no eres capaz de soportar siquiera su mirada. No puedes olvidarme y me lo confirmas cada vez que me ves.
—Tienes mucho ego, Kim Namjoon —dijo una voz masculina, provocando que ambos se sorprendiesen. Este giró a verlo endureciendo sus facciones, mientras Taehyung se acercaba tranquilamente—. ¿Por qué no dejas a Gina en paz?
—¿Por qué te metes en lo que no te importa? —preguntó acercándose a él.
—¿Quizás...porque es mi novia? —sonrió con cinismo—. Tu novia está buscándote. Deberías entrar antes que sepa que sigues buscando a tu exnovia. No creo que quieras problemas con ella, ¿verdad?
Namjoon al escucharlo empuñó las manos intentando contener la rabia que estaba provocándole, mientras este seguía observándolo con cinismo con sus brazos cruzados, como si no le tuviese ni una pizca de miedo a pesar de que era más alto y con un cuerpo fornido.
Pero es que desde que salió escuchando como le decía que no podía olvidarlo, confirmó que Namjoon jamás le agradaría porque odiaba las personas con un ego tan alto que parecían disfrutar de lastimar a las personas.
—Imbécil —murmuró antes de comenzar a caminar hacia la puerta.
—¡Tú también me agradas! —exclamó mientras este entraba al bar.
Rodeó los ojos y fijó su mirada en la fémina que seguía apoyada en la pared, como si aún no pudiese creerse las palabras de Namjoon, que aunque no quisiera, lograron afectarle porque tenía toda la razón. Ella aún seguía rogando un poco de su atención, un poco de su amor, aún sabiendo que estaba de novio con otra chica.
Eso era humillante.
Gina dio un paso hacia adelante sintiéndose aún débil. No podía dejar de repetir las palabras que le había soltado Namjoon.
Detestaba que este supiera todo lo que sentía, todo lo que pensaba y quería, porque no tenía cómo contradecirlo.
Soltó un tembloroso suspiro y cuando sintió una calidez sobre sus hombros, levantó la mirada, encontrándose con el rostro de Taehyung a una corta distancia, ya que estaba colocándole su chaqueta.
—¿Estás bien? —preguntó algo preocupado.
—Sí.
—¿Sabes? No te conozco demasiado, pero sé que estás mintiendo —hizo una mueca.
—Sólo...no quiero hablar de eso.
—Está bien.
—¿Y tú? —preguntó conectando sus miradas a la vez que se aferraba a la chaqueta, ya que tenía algo de frío.
—Estoy bien —aseguró desviando la mirada.
—¿Sabes? No te conozco demasiado, pero sé que estás mintiendo —repitió sus palabras con cierta burla—. ¿Qué sucede?
—No...no es nada —respondió rascando su nuca.
—Dime, Taehyungie —exigió dando otro paso hacia adelante para acercarse más a él, mientras lo observaba con curiosidad—. Puedo notar que hay algo que te molesta.
—Está bien —tomó una bocanada de aire mientras empuñaba las manos, tomando así algo de valentía—. Sé que no somos novios de verdad, ¿sí? —aclaró y ella asintió—. Pero, me molesta el hecho de que si él te pide algo, lo hagas sin dudar.
—Taehyung, hasta pareces celoso —dijo riendo.
—No. Claro no es eso —habló rápidamente—. Es sólo que...aunque esto no sea real, se siente mal quedar como al que engañan. No me gusta.
—Puede que entienda.
—Además, si estamos fingiendo que somos novios, no deberías seguir a su disposición de esa manera, ¿no crees?
—Tienes razón. Lo siento —hizo una mueca y bajó la mirada.
—¿Por qué te disculpas conmigo? —preguntó desconcertado.
—Oh, por no pensar en cómo podrías sentirte.
—Ya, no importa. Además, nunca te lo dije, pero ahora que lo hice supiste entenderme —se encogió de hombros, restándole importancia.
—Entonces, ¿estamos bien? —preguntó insegura y este no pudo evitar sonreír.
—Claro. Pero ahora quiero que tú te sientas bien —estiró su mano y ella lo miró confundida—. ¿Vamos a bailar, Gigi?
—Vamos —sonrió tomando su mano.
Taehyung y Gina entraron más relajados al bar, tomados de la mano. El castaño una vez dentro, giró a ver hacia la barra donde estaba Gyles con Oliver, y el primer mencionado le sonrió guiñándole el ojo, por lo que Taehyung sonrió tímido, ya que al estar así de bien estando con ella, acababa de confirmarle que sí le gustaba y estaba celoso anteriormente.
Los minutos empezaron a pasar y tanto como Gina, Taehyung estaba divirtiéndose bailando con ella, pues le gustaba escucharla reír o quejarse por sus torpes pasos, olvidándose de todo lo que le había afectado anteriormente. Veía su cabello moverse, su gran sonrisa, su orbes almendrados con unas arruguitas a sus costados. Se sentía embobado, lo que hacía una presión se instalará en su pecho porque sabía perfectamente que eso era incorrecto.
—No te lo he dicho, pero luces preciosa y más cuando sonríes —se atrevió a decir sorprendiéndola.
—Eso tienes que decirlo cuando Namjoon está presente —dijo riendo, sintiendo su rostro arder por la timidez.
—¿Por qué? —frunció el ceño dejando de bailar, por lo que ella también lo hizo.
—Porque él no cree para nada que somos novios. Gyles me dijo que ha visto nuestras fotografías en Instagram y tampoco funcionó —respondió sorprendiéndolo.
—¿Y qué podríamos hacer para que nos crea? —indagó dando otro paso hacia adelante, acortando cada vez más la distancia, notando como provocaba sus nervios, pero no era la única que lo estaba. Taehyung sentía sus latidos acelerarse, pero sentía perderse en su mirada almendrada.
—Quizás...quizás podrías hacerme más halagos cuando el esté en frente, y también podrías tomarme de la mano...
—Eso ya lo hicimos demasiado hoy, y aún sigue sin creernos.
—Podrías acariciar mi cabello —sonrió nerviosa. Taehyung soltó una risilla y llevó la mano a su cabello alisado y sedoso.
—Me gusta cómo te queda el cabello así.
—¿Lo ves? Esos halagos debes hacer cuando él pueda escucharnos.
—También podría acariciarte la mejilla —dijo quitando la mano de su cabello para llevarla a su mejilla, sintiendo como se estremeció ante su toque.
—Quizás...—dijo casi por lo bajo, tragando con dificultad. Gina observó por reojo que Namjoon estaba allí aún, observándolos con seriedad aunque estuviese con su novia, por lo que tomó la valentía suficiente volviendo su mirada a Taehyung—. Quizás...podrías besarme.
—¿En serio? —preguntó sintiendo como la ilusión se volvía parte de él.
—Hazlo —ordenó con suavidad.
Taehyung humedeció sus labios sin apartar la mirada de ella. Aún no podía creerse para nada que ella le pidiera eso, pero se decía que si eran novios, debían besarse aunque sea algunas veces. Pero sucedía que, el castaño no quería creer que se lo pedía por esa razón, sino que como le estaba pasando, en ese momento, Gina estaba perdiéndose en él.
También sentía ganas de besarlo, también estaba gustándole cada vez un poco más, y en algún momento, podría llegar a olvidarse de su plan.
Taehyung intentaba convencerse de eso, mientras acortaba la distancia y sus respiraciones tibias se mezclaban. De un momento a otro, los labios de él impactaron contra los de ella, en un beso suave y lento, sintiendo como su corazón brincaba de emoción, mientras que Gina se olvidaba hasta de cómo respirar.
(...)
El viernes por la noche como estarían todos libres, en el grupo de WhatsApp comenzaron a hablar acerca de lo que podrían hacer el sábado. Gina tuvo la idea de pasar el día en la playa, y Gyles planeó el acampar allí, lo que hizo que todos se emocionaran ante esa idea.
Nora agregó a Taehyung al grupo, lo cual hizo que él se pudiese sentir realmente parte y emocionó a Gina, pero cuando este se desocupó y respondió los mensajes, ya que no dejaban de llegarle, mencionó que estaría ocupado porque ya había quedado con sus amigos.
Pues, desde que aceptó el plan de Gina, había empezado a faltar demasiado a los encuentros con sus amigos, y no era tan consciente de eso, pero se lo estaban reclamando cada vez un poco más, por lo que aceptó pasar con ellos el sábado.
El hecho de que Taehyung dijese que tenía planes, hizo que rápidamente Gina le escribiese en el privado, sin saber qué eso le sacó una gran sonrisa al castaño que se había echado en la cama. La fémina empezó a reclamarle el hecho de que no estuviera con ella ese día, mientras que Taehyung sentía la ilusión de que lo extrañase.
Luego de unos pocos minutos de hablar, ignorando por completo los demás mensajes de sus amigos, como el del grupo que también le reclamaban todos, a excepción de Namjoon, este aceptó ir.
Gina no había podido evitar emocionarse y querer que ya fuese sábado porque el plan que tenían a ella le encantaba, y más sabiendo que Taehyung no la dejaría sola. Este tenía una gran sonrisa en su rostro al saber que ella estaba emocionada porque iría, pero cuando tuvo que escribir en el grupo de sus amigos que ya no podría, y empezaron a reclamarle, empezó a sentirse algo culpable.
Aún así, por más insistencia y muchos reclamos de parte de su mejor amigo, no cambió para nada de opinión, porque la verdad era que aunque pasase sólo un pequeño momento con Gina, su corazón ya se sentía lo suficientemente cálido para estar feliz todo el día.
Cuando el sábado llegó, Taehyung pasó por ella que no pudo evitar admirar por un momento como este llevaba su cabello rizado desordenado, una camisa roja floreada y bermuda negra.
Este colocó el bolso de ella en la cajuela del coche, bromeando acerca de que llevase eso para un día, pero ella no dudó en defenderse haciéndole reír.
Durante todo el camino fueron escuchando música, como también conversando por momentos. Este llegaba a tararear algunas canciones, dándole toques al volante con sus dedos y Gina llegaba a acompañarlo.
Cada día que pasaba se sentían más cómodos el uno con el otro, y Taehyung adoraba el hecho de notarlo, sólo ella no era capaz de darse cuenta de eso.
Al llegar se bajaron del coche y Gina tuvo que cargar el bolso liviano de Taehyung, mientras que este se encargó de bajar la tienda, ambos sacos de dormir y el bolso de ella. La fémina insistió en ayudarlo, pero este se negó y caminaron un poco hasta que se encontraron con los demás, que se alegraron casi todos al verlos.
Zaray no dudó en acercarse al castaño pata ayudarlo, tomando uno de los sacos de dormir, soltando una risilla al ver que se le estaba por caer. Taehyung no dudó en agradecerle, antes de caminar junto a Gina hacia donde estaban las demás tiendas, dos por armar, a excepción de la de Nora y Patrick.
Gina por más que lo intentó no fue capaz de guardarse lo que estaba cuestionándose. Pues, ella había insistido en ayudarle con lo que cargaba, y Taehyung se negó todas las veces, pero le causaba algo de molestia que a Zaray le haya aceptado la ayuda sin dudar ni un segundo.
Taehyung simplemente decidió decir que empezó a tener problemas con cargar todo al llegar, por esa razón aceptó su ayuda, para así intentar que aquella molestia desapareciera, por más que no entendía la razón. Aún así, no quería tener una discusión con ella, el sólo hecho de pensarlo provocaba que su corazón diese un vuelco.
Los minutos fueron pasando, convirtiéndose en horas. Taehyung y Gina, al igual que todos, ya tenían la tienda armada. Durante la tarde decidieron meterse al mar, divirtiéndose, Namjoon y Taehyung llegando hasta olvidarse el hecho de que se detestaban.
En ese momento eran realmente un grupo de amigos donde nada les afectaba, pero cuando Namjoon jugaba con Gina, lanzándose sobre ella hundiéndose ambos en el agua, mientras reían, ella al verlo sacudir su corto cabello, no pudo evitar quedarse observándolo deseando que este pudiese envolverla con sus brazos y la llenara de besos. Pero al contrario de lo que ella deseaba, este buscó a su novia, lo que hizo que sintiese una gran punzada en su pecho.
La fémina decidió salir del mar abrazándose a sí misma al sentir como el frío llegaba a envolverla. Se acercó a una de las mantas que se encontraba sobre la arena tomando su toalla para envolverse, y así dirigirse a la tienda.
Taehyung siguió en el mar unos minutos, divirtiéndose junto a Gyles, Nora y Oliver, hasta que empezó a pensar en el porqué Gina no estaba allí.
Por más que se decía que quizás podría molestarle que la buscara, el verla sentada en una de las mantas, ya con su vestido celeste colocado, decidió salir.
Gina por momentos levantaba la mirada observando cómo Namjoon reía, cómo miraba a Zaray, cómo la abrazaba. Un suspiro tembloroso escapó de sus labios, pensando que más que sentirse lastimada por lo que hacía, le dolía lo que no.
Lo estaba esperando, lo estaba esperando más que nada luchando contra sí misma, aunque la voz de su cabeza todos los días le repetía que quizás era hora de dejarlo ir. Pero se decía a sí misma que aún había una pequeña esperanza, que aún podían hacer el intento de funcionar.
Al sentir una presencia a su lado se sobresaltó, hasta que observó a Taehyung que llevaba la camisa roja desabotonada, su cabello húmedo rizado, algo desordenado.
Este le regaló una media sonrisa tímida que ella intentó devolverle, pero le salió más una mueca.
—¿Qué pasa por esa cabecita, Gigi? —preguntó curioso.
—¿Por qué el amor es tan complicado? —su voz salió algo débil, mientras juntaba sus piernas a su pecho y hacía dibujos extraños en la arena.
—Supongo en realidad nosotros lo hacemos complicado —respondió encogiéndose los hombros—. El amor al fin y al cabo siempre termina doliendo de alguna manera, aún en las relaciones sanas, porque algo mínimo puede afectar viniendo de la persona que amamos. Y es que cuando uno se enamora siempre tiene la esperanza de que no duela, porque el amor debería tratarse de todo menos de sufrir, pero en el fondo sabemos perfectamente que podemos salir lastimados. Y aún así, nos arriesgamos, porque, de todas maneras, el amor es lo más hermoso que puede pasarnos —explicó con suavidad, mientras ella lo miraba y escuchaba atenta—. Pero ten por seguro que el amor no es llorar casi todas las noches por esa persona.
—Con él me ha dolido tanto, más que nada las veces que me ha dejado —confesó con un nudo en la garganta, observando como este reía de lo que Oliver decía—. Siempre he pensado que cuando se iba, lo hacía para que yo lo buscara y lo confirmaba cada vez que volvíamos, pero ahora...ha pasado más tiempo de lo normal. Ahora no puedo evitar sentir que si se fue, es porque no quiere estar —observó a Taehyung, el cual la miraba consternado—. He empezado a cuestionarme qué debería hacer. Me cuestiono tanto que, a veces, siento que me ahogo con cada intento de decidir entre lo que estoy sintiendo y lo que pienso.
—¿Por qué no te pones a ti primera? —preguntó con suavidad, por lo que ella lo observó—. A veces es necesario desprenderse de ciertos vínculos, de ciertas relaciones que sólo provocan que vayas perdiéndote a ti misma, Gina.
La fémina al escucharlo sintió su corazón encogerse porque sabía que tenía toda la razón, hasta su mellizo solía decirle ese tipo de frases cada vez que lloraba por Namjoon, aún estando en la relación. Sabía que era necesario, pero no era tan fácil cuando sentía que seguía queriendo más que nada su regreso.
—¿Tú crees que la quiere realmente? —examinó angustiada observando como ella lo abrazaba.
—¿Lo sigues amando?
—Sí —respondió por lo bajo, sin notar cómo Taehyung bajaba la cabeza inhalando, intentando que eso no hiciera su corazón encogerse.
—Entonces, deberías querer que esté bien, que sea feliz, aunque eso pueda llegar a significar que sea al lado de alguien más.
Gina al escucharlo apoyó la cabeza a su lado, sintiendo como sus lágrimas empezaban a brotar. Quería que todo el dolor que sentía y la presión de su pecho, desaparecieran, porque ya no podía seguir sintiéndose de esa forma por alguien que parecía estar feliz junto a otra persona.
La fémina sorbió su nariz, lo que hizo que Taehyung bajara la mirada dándose cuenta que estaba llorando.
—Llora las veces que sean necesarias hasta que tu corazón sane, hasta que lo superes. Sé que intentas reprimirlo, pero llorar te libera y es hasta milagroso
—comentó apoyando la cabeza en la suya—. Ahora tienes mi hombro para hacerlo.
—Gracias —murmuró con un hilo de voz.
—Todo va a estar bien —aseguró dejando un beso en su cabeza.
Para la sorpresa de Taehyung, la pelinegra apoyó su brazo en su pierna, para así tomar su mano, entrelazando sus dedos lentamente, mientras se apegaba más a él.
—Me haces bien, Taehyung —confesó limpiando las lágrimas con su mano libre. Este al escucharla no pudo evitar sonreír.
(...)
Ya era de medianoche y estaban sentados frente a la fogata, mientras conversaban animadamente. Taehyung en un momento se había ido a la tienda y cuando volvió, antes de sentarse, le colocó su chaqueta sobre los hombros a a Gina, para luego sentarse a su lado, mientras ella giraba a verlo con una sonrisa. Ella estaba llegando a acostumbrarse a esa acción, porque la mayoría de veces que se veían él hacía eso y no podía evitar que le gustase.
Pues, le gustaba sentir aquella calidez y más sentir el aroma de su colonia en estas.
—¿Estás bien? —preguntó por lo bajo para que solamente ella lo escuchase.
La fémina giró la cabeza a verlo mientras él tomaba la cerveza que le pasaba Gyles, y al sentir su mirada la conectó con la de ella. Gina le sonrió como respuesta y se acercó más a él, apoyando su cabeza en su hombro, por lo que Taehyung decidió pasar su brazo por los hombros de ella, haciendo que apoyarse la cabeza en su pecho.
Ninguno lo notó, pero Gyles lo observaba con una sonrisa al igual que Oliver.
—Oh, ¡como la vez que Namjoon y Gina se perdieron en el bosque! —alzó la voz, Patrick.
—Recuerdo ese día —habló riendo, Namjoon—. Ella empezó a llorar histérica y eso me puso aún más nervioso. No era capaz de pensar dónde era que estaban —explicó sintiendo un poco la frustración de ese día, pero luego miró a Gina con una sonrisa—. ¿Lo recuerdas, Ginny?
—Jamás podría olvidarme de ese día —respondió enderezándose, lo que hizo que Taehyung la observara algo dolido, más al notar cómo le sonreía—. Sentí demasiado miedo. Creí que podría pasarnos algo.
—¡Eso es por ver tantas películas!
—¡Tú me obligabas a verlas contigo! —reprocha causando su carcajada.
—Tienes razón —asintió antes de darle un sorbo a la cerveza.
Ambos se observaban con una sonrisa nostálgica, porque no podían evitar recordar los buenos momentos juntos, y Nora al notarlo sonrió satisfecha. Todos eran capaces de notar lo que sucedía entre ellos, por lo que Gyles al ver a Taehyung y Zaray que parecía estar afectándoles, aunque él intentaba ocultarlo y empezó a beber la cerveza, desviando la mirada de ellos, decidió intervenir.
—¿Se acuerdan del viaje a Colorado? —preguntó intentando contener la risa, mirando a Gina.
—Oh, yo no fui —comentó Namjoon.
—No. Fue una de las tantas veces que terminaste con mi hermana —lo observó cínico, provocando que se formase una gran tensión entre ellos, por lo que Namjoon decidió ignorarlo dándole un sorbo a su cerveza.
—¿Qué sucedió en ese viaje, Gina? —preguntó divertido, Patrick.
Taehyung no comprendía porqué todos la miraban, mientras ella parecía haber enrojecido de la vergüenza, lo que hizo que sintiese curiosidad.
—¿Qué sucedió? —indagó curioso el castaño a su lado.
—Gina bebió de más y se subió a la barra del bar a bailar de manera sexy —contestó Gyles—. ¡Hasta estuvo a nada de quitarse la ropa si no fuese porque la vimos a tiempo!
—Creo que no la vimos tan a tiempo, cariño —dijo casi por lo bajo Oliver, antes que se le escapara una carcajada.
—¡Todo fue tu culpa! ¡Tú eres muy mala influencia! —apuntó molesta, sintiendo su rostro hervir, mientras los demás reían.
—¿Cómo que no llegaron tan a tiempo? —preguntó intentando contener la risa, Taehyung.
—¡La blusa que llevaba...!
—¡Cállate! —Gina interrumpió rápidamente a Patrick.
—Tengo el video —le dijo Gyles por lo bajo a Taehyung.
—Bueno, si vemos el lado positivo, nadie nos conocía allí, Gina —habló Nora.
Todos reían al recordar esa noche, mientras que Gina se cubría el rostro por la vergüenza, pues su cabeza había borrado aquel recuerdo, aunque ya lo estaba lo suficiente por haber estado ebria. Taehyung al verla de esa manera, cubriéndose el rostro y lloriqueando, no pudo evitar reír y pasar el brazo por sus hombros para acercarla a él, para luego depositar un beso en su cabeza.
Gina bajó las manos, observándolo avergonzada con un pequeño puchero, mientras este acariciaba su cabello. No podía evitar pensar que aquellos orbes almendrados, le hacían realmente feliz.
Sentía ganas de poder reflejarse en ellos, pero pensar que solamente otra persona lo lograba, provocaba que su corazón se encogiera.
Los minutos siguieron pasando, volviéndose una conversación más cómoda para todos allí, aunque Taehyung no participaba demasiado más que hacer algunas preguntas por lo que contaban. Este parecía estar más concentrado en Gina y la forma en la que observaba a Namjoon, aún cuando este no la miraba.
El castaño no podía evitar preguntarse cómo hacía Zaray para actuar con tanta normalidad cuando era demasiado evidente que Namjoon aún tenía sentimientos por su exnovia. La joven estaba de la mano con él, lo miraba embobada cuando este la miraba y cruzaban palabras, hasta participaba en la conversación como si nada.
Zaray parecía siquiera darse cuenta de lo que sucedía con su novio y con Gina, mientras que Taehyung estaba realmente tenso. No dejaba de pasarse los dedos por su cabello, por momentos tirando de este, hasta estaba bebiendo de más sin siquiera darse cuenta, pero es que una presión se había instalado en su pecho.
En ese momento se arrepentía más que nada de haberle cancelado a sus amigos, porque si hubiese ido, ahora no estaría detestándose por no poder controlar sus sentimientos, por haber confiado en que esa atracción desaparecería, porque ahora no sabía cómo aceptar el hecho de que acabaría con el corazón roto.
Gyles y Oliver decidieron irse a acostar, ya que ambos decían estar cansados, por lo que se despidieron. Taehyung deseaba irse a dormir, pero tenía la esperanza de que en algún momento Gina pudiese darle algo de su atención para así revivir su ilusión, aunque sea un poco.
Los escuchaba reír, cómo conversaban, pero no podía lograr entender de qué, porque no podía apartar su mirada de Namjoon y Gina, mientras seguía bebiendo acabando la botella de cerveza.
—Taehyung, ¿estás bien? —preguntó Zaray, sacándolo de sus pensamientos.
—¿Qué? —frunció el ceño, sintiéndose tenso al sentir toda la atención puesta en él.
—Te preguntaba si estás bien.
—S-Sí.
—Dijiste que no eras de beber más de una botella, pero hoy estás bebiendo mucho más —dijo riendo.
—Ya, déjalo —ordenó Namjoon, antes de darle un último sorbo a su cerveza.
Taehyung tragó con dificultad pensando en todo lo que estaba pasando por su cabeza llegando a atormentarlo, hasta que sintió una mirada. Al levantar la suya se encontró con la de Gina, la cual parecía algo preocupada, lo que hizo que se recriminara aún más por lo que sentía.
—¿En verdad estás bien? —preguntó por lo bajo con la intención de colocar su mano sobre la suya, pero Taehyung la apartó por más que no quisiera, pero sentía que era lo mejor.
—Lo estoy, Gina.
La fémina asintió decidiendo restarle importancia y se levantó provocando que este volviese toda la atención a ella, arrepintiéndose por completo de su accionar. Namjoon se levantó también dirigiéndose a la nevera para quitarle la tapa, sacando una cerveza, pero al ver a Gina como si estuviese esperando, le pasó una.
Taehyung no dejaba de verlos, como Namjoon le hablaba quitándole una sonrisa, cómo ella bajaba la mirada llevando una mechón de su cabello detrás de su oreja como si la pusiera tímida. Observó a Zaray, la cual los observaba con algo de dolor, intentando que no le afectase, pero ahora él podía notar que ella también se daba cuenta lo que sucedía entre ellos, por lo que era real y no una jugada de su cabeza para que sintiese inseguridades.
Este no podía seguir allí, observando como quizás ya no faltaba nada para que Gina le diese un final a su relación que no era más que falsa. No faltaba nada para que pudiese volver con la persona que amaba, y eso, por más que Taehyung siempre lo supo, ahora sólo causó que al imaginarlo su corazón diese un vuelco.
Con dificultad Taehyung se levantó, casi cayendo a la arena en un momento, si no fuese que Patrick que estaba levantado bebiendo, se acercó rápidamente tomándolo del brazo.
—Hey, ¿estás bien, amigo? —preguntó preocupado.
Taehyung sintió todas las miradas sobre él, por lo que giró a verlos, encontrándose con la sorprendida de Gina, y la inexpresiva de Namjoon, por lo que se soltó rápidamente del agarre de Patrick, sintiendo su sangre hervir por la situación en la que estaba.
Era humillante para él.
—Iré a dormir —dijo sin más para volver a caminar.
—¿Qué le sucede? —preguntó mirando a Gina.
—No lo sé.
—Sólo bebió de más —comentó Namjoon, restándole importancia, mientras Gina seguía observando como caminaba con algo de dificultad hacia la tienda que estaba a varios metros.
—También me iré a dormir. Estoy cansada —informó Zaray, levantándose con una media sonrisa falsa.
—¿Segura? —preguntó acercándose a ella.
—Sí. Te veo en un rato —murmuró dejando un beso sobre sus labios.
—En un rato iré.
—Está bien.
Zaray comenzó a dirigirse a la tienda de ellos, mientras que Gina no podía dejar de pensar en la manera de actuar se Taehyung. No podía evitar sentir una presión en su pecho, pues jamás creyó verlo de esa manera, y mucho menos que eso haría que ella sintiese la necesidad de saber lo que le sucedía.
Al sentir una intensa mirada, observó a Nora, la cual le sonreía con picardía, por lo que giró a ver a Namjoon, que parecía algo nervioso.
—Bien, también nos iremos a dormir porque estamos agotados, ¿no es así, mi amor? —Nora observó a Patrick, el cual parecía no comprender.
—Supongo...
—Vamos —ordenó empujándolo por lo que a este casi se le cae la botella.
—Pero aún no termino...
—Vamos dije.
Gina los observaba boquiabierta con la intención de querer hablar, pero las palabras no lograban salir. Giró observando a Namjoon, el cual masajeaba su nuca permitiéndole notar que también estaba nervioso, hasta empezaba a aparecer la tensión entre ellos.
—Bien. Nos dejaron solos de repente —suspiró y le dio un sorbo a su cerveza.
—Esto es incómodo.
—Lo es por mi culpa, ¿no es así?
—¿A qué te refieres?
—Lo que te dije en el bar...fui una idiota —hizo una mueca—. Bueno, siempre lo fui, pero me refiero a que esa noche lo fui aún más y no estuvo bien.
—Ya, ¿quién se acuerda de eso? —preguntó intentando restarle importancia porque sentía su estómago revolverse por los nervios.
—Yo...cada vez que te veo con él —confesó por lo bajo, desviando la mirada por un momento—. Te veo cada vez mejor con él, y...eso me pone feliz por ti.
—¿En serio? —preguntó sorprendida.
—Me iré a dormir. No deberías quedarte sola —intentó soreírle, pero le salió más una torcida.
Gina observó su botella de cerveza sin abrir y decidió quitarle la tapa a la nevera para volver a guardarla. Namjoon le dio un sorbo a la suya esperando a la fémina, hasta que ambos empezaron a caminar hacia sus tiendas.
Lo hacían en completo silencio, intentando ignorar la gran tensión que había entre ambos que llegaba a resultar asfixiante, como los recuerdos que atacaban sus cabezas que querían poder borrar en ese momento.
Cuando estaban a unos metros de sus tiendas, giraron a verse, permitiendo que pudieran notar sus nervios.
—Descansa, Ginny —murmuró masajeando su nuca.
—Tú igual, Joonie —dijo con una sonrisa, provocando que este sonriese con nostalgia.
Namjoon quiso decir algo, pero Gina no lo notó y comenzó a caminar hacia su tienda que estaba a varios metros, mientras este suspiró de frustración, cerrando los ojos con fuerza por un momento.
Gina mientras caminaba, se repetía que debía mantener la calma, pero es que recordaba su manera de mirarla, su forma de decirle y eso provocaba que deseara tanto volver al pasado con él.
Sabía que no debía porque cada día estaba más segura que él quería a Zaray, pero es que los momentos en la fogata, cuando se despidieron, hizo que su ilusión de volver a estar juntos reapareciera, por más que a la tarde al hablar con Taehyung, había decidido dejarlo ir.
Al abrir la tienda y entrar, vio por la poca claridad que entraba por la luna, a Taehyung recostado en el saco de dormir, lo que hizo que sintiese como los nervios aparecían. Había olvidado por completo que iba a dormir junto a él, aunque no compartieran el saco, pero aún así, eso provocaba sus nervios.
Gina tomó una bocanada de aire temblorosa, intentando así calmarse, mientras se colocaba mejor la chaqueta de Taehyung, cerrándola al sentir algo de frío aún. Una vez que se recostó y se cubrió, decidió no pensar en el hecho que Taehyung estaba a un lado de ella, a pesar que se decía que estaba profundamente dormido.
Sentía que esa noche debía ignorar por completo los pensamientos que querían atacarla, porque provocaba que sintiese que iba a desbordarse de tantas emociones. Cerró los ojos con fuerza, intentando poner su mente en blanco y así intentar dormir, pero logró escuchar cómo Taehyung se movía.
Al sentir algo de calidez, abrió los ojos girando su cabeza, asustándose por un momento al ver que este estaba observándola. Sus ojos se encontraban algo hinchados y parecía que se le dificultaba mantenerlos abiertos.
Su cercanía, el sentir como su tibia respiración chocaba contra su rostro, hizo que sintiese como un cosquilleo aparecía en su estómago, por lo que intentó alejarse sin que este lo notase.
—¿Qué haces despierto? —preguntó por lo bajo.
—E-Estaba esperándote, aunque sí me dormí —confesó con voz profunda, lo que hizo que ella se sintiese aún más nerviosa.
—¿P-Para qué?
—¿Por qué él? —preguntó frustrado.
—¿Qué...?
—Déjame hablar —la interrumpió, acercando más sus rostros, lo que hizo que ella quisiese alejarse, pero no era capaz de moverse—. S-Sé perfectamente que no soy para nada cómo él. Probablemente no puedo hacerte reír como él porque no soy tan gracioso, pero puedo ser mejor en darte seguridad. Quizás no tenga su gran físico, ni atractivo, pero haría lo que esté a mi alcance para que tu hermosa sonrisa no desaparezca. Quizás no tengo una familia perfecta como él, pero puedo ser muchísimo mejor en hacerte saber que eres la única para mí —dijo en casi un murmuro, observándola fijamente—. Sé que él tiene tanto que yo no, pero te prometo que...yo puedo ser un mejor novio que él. Sólo...sólo elígeme.
Gina no sabía cómo reaccionar, tenía sus ojos cristalinos y no había sido capaz de poder retenerlas, hasta Taehyung fue capaz de darse cuenta, por lo que limpió una con su pulgar, mirándola consternado. Ella quería decir algo al respecto, pero él la sorprendió abrazándola, escondiendo su rostro en su pecho, aspirando así su aroma.
—Elígeme —repitió en casi un murmuro inaudible.
(...)
Taehyung se despertó por punzadas en su cabeza, lo que hizo que gruñera, cerrando los ojos con fuerza. Tenía un terrible dolor de cabeza, lo que le hacía preguntarse cómo podía ser posible, hasta que los recuerdos dónde bebía aparecieron.
¿Por qué rayos había bebido así si no estaba para nada acostumbrado? Siempre con una botella o dos, ya era más que suficiente, pero esta vez había sentido ganas de poder calmar su cabeza de alguna manera.
Taehyung salió de la tienda cubriéndose los ojos por la gran claridad que sólo provocaba que quisiese desaparecer, porque no le ayudaba para nada. Al ver a todos los demás juntos, sintió algo de vergüenza por haber sido el último en despertar, pero al escuchar unos pasos, giró viendo como Zaray se acercaba a él y parecía también despertar, pues su cabello rizado estaba algo desordenado y refregaba unos de sus ojos.
—Parece que alguien se despertó con resaca —bromeó.
—No sé porqué bebí así.
—Siempre hay una primera vez para todo —soltó una risilla, palmeando espalda.
—Ven, vamos con los demás a tomar algo que te haga bien. Nada de cerveza, Taehyung —bromeó haciéndole reír.
—Gracias, Zaray —murmuró mirándola y ella le guiñó el ojo.
En ese momento se sentía algo acompañado por ella, que parecía ser la más tranquila de aquel grupo, y estaba seguro que se sentía igual a él respecto a Namjoon y Gina, aunque ella sí tenía buenas razones al ser realmente la novia de él.
Cuando Zaray y Taehyung llegaron a donde estaban los demás, llamaron rápidamente su atención y no dudaron en bromear sobre la resaca de él, el cual no pudo evitar sentirse demasiado avergonzado.
—Ten. Va a ayudarte —Patrick se acercó a él, dándole una taza de té.
—Oh, gracias.
Aquella mañana estaba siendo fresca, por lo que Taehyung subió el cierre de su chaqueta, para luego sentarse a un lado de la pelinegra.
—Buenos días, Gigi —habló con la voz algo ronca, antes de darle un sorbo al té.
—Buenos días —dijo rápidamente levantándose—. Oh, Nora, necesito pedirte un favor...
Taehyung ante su manera de actuar arrugó el rostro completamente desconcertado. Pues, no la había visto en la tienda al despertar, siquiera podía saber si había dormido allí con él, aunque por la forma en la que estaba su saco de dormir podía confirmar que sí.
Creía que estaban más que bien, pero como ella no era capaz de mirarlo, como parecía querer mantener la distancia, le hacía preguntarse qué había sucedido.
Al levantar la mirada se encontró con la de Namjoon, el cual la desvió rápidamente dándole un sorbo a su taza. Él tampoco parecía ser capaz de mirarlo, cuando siempre lo hacía dejando que notase cuánto le desagradaba, por lo que volvió a mirar a Gina, la cual conversaba con Nora, dándole la espalda a él.
Por más que no lo quisiera su cabeza empezaba a crear escenarios ficticios, todos en los que él terminaba completamente desilusionado y con el corazón roto.
Los minutos pasaron y tomaron el decisión de marcharse, ya que parecía que no tardaría mucho en comenzar a llover. Cuando estaban desarmando la tienda, Gina lo ayudaba, este intentaba hablar para así relajar su cabeza, esfumar aquellos pensamientos, pero su manera de actuar tan fría con él, provocaba que su temor aumentara.
Todos se despidieron y para sorpresa de Taehyung, Zaray le dio un pequeño abrazo, al principio no supo cómo reaccionar, pero luego acabó correspondiéndole. Quizás ese abrazo de alguna manera los ayudaba a ambos, porque se sentían comprendidos.
Pero eso no fue lo único que le sorprendió, sino el hecho de que Namjoon actuara tan tranquilo con él y le diese la mano, hasta casi parecía lograr sonreírle.
No comprendía para nada la situación de él, y lo detestaba demasiado porque quería odiarlo. Quería más que nada que siguiese actuando como un patán, para que así tuviera la razón suficiente para decirle todas las cosas que pasaban por su cabeza. Pero Namjoon parecía estar siendo agradable con él, lo que hacía que todas sus sospechas sean cada vez más seguras, porque pudo verlos despedirse, cómo hablaban y se sonreían.
Taehyung aunque había acabado de despedirse de todos y quería marcharse de una vez, poder llegar a su casa, esperó a que Gina terminara. Una vez que lo hizo, empezaron a caminar hacia su coche.
Dentro de este la tensión no tardó en aparecer, por lo que Taehyung colocó música, intentando así concentrarse en algo más.
Durante el camino empezó a lloviznar, miraba a Gina como observaba por la ventanilla. ¿Acaso ella no estaba para nada nerviosa? La fémina parecía bastante tranquila pese a la gran tensión, mientas que él apretaba por momentos el volante provocando que sus nudillos se volviesen blancos, pero es que sentía que estaba desbordándose, que en cualquier momento explotaría aunque ella tuviese que romper su corazón.
Al llegar Taehyung suspiró aliviado, porque en ese momento no deseaba seguir al lado de ella. Detestaba sentirse así, porque la verdad es que siempre buscaba la manera de estar a su lado, pero ahora estarlo...le dolía.
Gina lo observó al escucharlo suspira, quiso decir algo, pero a pesar de estar lloviznando, Taehyung se bajó para abrir la cajuela del coche para bajar el saco de dormir y su bolso.
La fémina rápidamente se bajó y quiso tomar sus pertenencias, pero Taehyung se dirigió a la entrada, sorprendiéndola.
La puerta de abrió permitiendo ver a la madre de Gina, lo que hizo que este sonriese algo incómodo.
—Pasen que están mojándose. Vamos.
Ambos obedecieron rápidamente y el castaño dejó las pertenencias de Gina sobre el sofá, para luego acercarse a la mujer que lo saludó con un abrazo que lo sorprendió, aunque la vez que la había visto pareció agradarle, lo que hizo que se relajara. Ambos habían acordado en no meter la familia en su plan, pero Gina no se encontraba bien y el había querido levantar su ánimo, sin esperarse que ella tuviera que presentarlo a su familia.
Al principio había sido algo muy tenso, pero a medida que fueron hablando durante la cena el ambiente fue tornándose cómodo para todos, más para Taehyung que fue aceptado.
—¿Cómo estás, Taehyung? —preguntó sonriente, por lo que esté dudó un poco observando por un momento a la pelinegra que estaba de brazos cruzados.
—Estoy muy bien, ¿y usted?
—Qué bueno. ¿Cómo la pasaron, cariño? —observó a su hija, la cual suspiró.
—Bien, mamá. Como siempre.
—Ay, qué humor. ¿Te quedas a comer, Taehyung? —preguntó ilusionada—. Gyles me dijo que no vendrá. Va a quedarse en casa de Oliver.
—Me encantaría, pero no puedo —hizo una mueca. Quería irse lo más pronto de allí, pues el hecho de que Stella estuviese tratándolo tan dulcemente, sólo lograba que se sintiese peor, porque sentía la intensa mirada de Gina. Eso le hacía pensar en que ella deseaba que se fuese de una vez.
—Oh, ¿por qué? Estaremos solas...
—En verdad lo lamento, pero debo irme.
—Está bien. Pero espero verte pronto, ¿está bien?
—Claro. No se preocupe —sonrió a medias.
Taehyung de despidió con un pequeño abrazo de la mujer, para luego observar con el semblante serio a Gina, la cual alzó una ceja por un momento. No comprendía para nada su manera de ser, pero sabía que quizás eso sólo era el fin, aunque no le parecía para nada que fuese de aquella mala manera.
Cuando ella le abrió la puerta salió rápidamente, volteando a ver cómo ella cerraba la puerta tras su espalda, aún mirándolo molesta.
—Adiós, Gina. Cuídate —dijo con algo de dolor, aunque intentó ocultarlo, a la vez que volteaba para caminar hacia su coche sintiendo una presión en su pecho y cómo la lluvia volvía a empezar a empaparlo.
—¡¿Es lo único que dirás?! —preguntó molesta, alzando la voz, lo que hizo que este se detuviera de inmediato. Taehyung volteó a verla arrugando el rostro, sin comprender para nada su reacción.
—¿Qué más se supone que diga?
—¡¿Qué rayos pasa contigo, Taehyung?! —inquirió acercándose, sin importarle mojarse por la lluvia.
—¿Conmigo? ¿De qué hablas?
—Oh, ¿ahora no sabes? —preguntó cínica cruzándose de brazos—. Eres tan cariñoso con Zaray. ¿Acaso se conocen desde antes y no lo sé?
—No sé de qué hablas.
—Ya, hasta hablan solos y se abrazan.
—¡¿Y tú con Namjoon?! ¡¿Acaso no has notado que ella se acerca a mí porque le duele ver como le refriegan en el rostro que no se olvidan?! —preguntó indignado, a lo que ella abrió los ojos a la par—. Ella sólo busca hablar con alguien que se supone que comprende su dolor.
—¡No es así!
—¿Sabes qué, Gina? Olvídalo.
—¿Qué? ¿A qué te refieres? —inquirió temerosa acercándose.
—¡A todo este plan! —respondió exaltado—. Ya está. Lo lograste. Namjoon está arrepentido de haberte terminado. Hasta estoy seguro de que ya volvieron y por esa manera actúas así conmigo, así que, ya no es necesario que tú busques las manera de terminar esto, porque ya está hecho —tomó una bocanada de aire, sintiendo un nudo en su garganta—. Adiós, Gina.
Este sin más volteó para caminar hacia su coche, mientras sentía un intenso dolor en su pecho y cómo sus lágrimas se mezclaban con las gotas de lluvia que caían por su rostro. Se sentía realmente mal por lo que había hecho, pero sabía que era lo mejor para ambos porque si no lo hacía él, lo haría ella, y quizás en la forma que lo hubiera hecho le dolería más.
Mientras tanto Gina lo observaba subirse a su coche, mientras sentía como un nudo se formaba en su garganta, y como las ganas de arreglar las cosas, la invadieran. Pero no podía moverse. No podía porque recordaba sus palabras durante la madrugada, como de cierta manera había confesado sus sentimientos, y el sólo hecho de pensar que los tenía por ella, provocaba que sintiese miedo.
(...)
Taehyung se sentía realmente fatal después de esa discusión con Gina, porque además que se había roto el corazón a sí mismo al acabar con lo que tenían para no volver a verla, había ignorado hasta sus mensajes que le envió durante la tarde y noche. No decían más que su nombre, preguntarle si podían hablar y que había reaccionado mal, por lo que se disculpaba. Él había luchado contra sí mismo para ignorarlos, porque en ese momento sentía que no podía escribirle sin decirle todo lo que estaba sintiendo, lo cual no era para nada una buena idea porque sabía perfectamente que no era nada correspondido, y su respuesta lo lastimaría más, así que prefería no leerla, ni mucho menos escucharla.
Taehyung se encontraba en la Universidad de Gina, la cual solamente había tenido dos clases, por lo que salió temprano. Este pensaba sobre si sería capaz de perdonarlo por cómo había actuado, y si era correcto lo que quería pedirle, pero es que hablando con su grupo de amigos a los cuales siempre les cancelaba por ella, porque debían seguir el plan, ellos le pidieron conocerla.
Pues, si bien su relación era falsa, pero eso no quitaba habían formado una amistad, ya que hablaban todos los días y Taehyung hasta había empezado a hacerle videollamadas, lo cual se volvió una costumbre para ella. Siempre durante las noches antes de dormir, solían hacerlas y este hasta le había enseñado algunos de sus dibujos, los cuales siempre le generaban algo de inseguridad y no sabía enseñarlos por esa razón, pero Gina le hacía querer contarle hasta cada secreto que guardaba.
A Taehyung le asustaba darse cuenta que, Gina cada día se volvía más especial para él.
Al ver hacia un costado donde estaba el estacionamiento a la pelinegra, estuvo a nada de sonreír mientras se acercaba, pero al ver que frente a ella se encontraba Namjoon, sus facciones se endurecieron.
Podía ver cómo conversaban animadamente, este sonreía, y su forma de mirarla provocaba que sintiese una presión en su pecho. Era miedo.
Él tenía miedo de que Namjoon pudiese arrebatársela antes que pudiese ser capaz de demostrarle que era realmente bueno para ella.
Namjoon lo notó por su intensa mirada, dejó de hablar, y Gina volteó desconcertada para ver qué era lo que observaba. Al encontrarse se quedó observándolo sorprendida por un momento. Este llevaba su cabello rizado desordenado, chaqueta amarilla, camiseta blanca, jean y zapatillas.
Taehyung al conectar sus miradas, no pudo evitar sonreír, olvidándose por completo de su enfado porque Namjoon estuviese con ella. Gina al observar aquella sonrisa cuadrada, no pudo evitar también sonreír, sintiendo algo de emoción por aquella sorpresa porque creyó que él quizás ya no quería saber nada de ella, por lo que chilló aferrándose a él.
—Lo siento. En serio lamento como actué ayer —murmuró cerca de su oído.
—Shh...eso quedó en el pasado.
—¿Estamos bien? —preguntó con algo de temor, por lo que ella se alejó un poco para ver su rostro. Taehyung la observaba fijamente buscando una respuesta a su pregunta, lo que hacía que sus latidos se aceleraran al no recibirla, pero de un momento a otro, Gina juntó sus labios en un pequeño beso que lo sorprendió.
—¿Tú qué crees? —preguntó sonriendo, aunque sus mejillas estaban sonrosadas por la timidez.
—Hola, Namjoon —habló pasando la mano por la cintura de la fémina que no era capaz de dejar de observarlo, aún com la cercanía.
—Hola, Taehyung.
—¿Q-Qué haces aquí? —preguntó curiosa por lo bajo.
—Vine a invitarte a que pases el día conmigo —respondió con una sonrisa y bajó la voz para que Namjoon no pudiese escucharlos, sin notar cómo este desviaba la mirada soltando un suspiro—. Mis amigos quieren conocerte.
—¡¿Conocerme?! —preguntó sorprendida.
—Bien. Debo irme —intervino Namjoon llamando la atención de ambos.
—Oh, está bien. Luego puedo pasarte lo que me has pedido —dijo Gina.
—Adiós, Namjoon.
—Gracias —sonrió a medias y observó a Taehyung, el cual tenía el semblante serio—. Nos vemos.
Al verlo subirse a su coche, Taehyung y Gina voltearon para comenzar a caminar.
—¿Qué te ha pedido Namjoon? —preguntó sin poder soportar la curiosidad.
—Es sólo un resumen.
—¿Y no puede hacerlo él?
—Ya, pareces realmente mi novio porque actúas como celoso —dijo riendo, mientras abría la puerta del lado del acompañante para subirse.
—No estoy celoso —aclaró una vez dentro del coche.
—Como sea. ¿Por qué tus amigos quieren conocerme? —inquirió curiosa, girando la cabeza para verlo.
—Hm...quieren conocer a la persona que provoca que cancele la mayoría de mis planes con ellos —respondió algo divertido, mirándola por un momento.
—Oh, Dios, deben odiarme, Taehyung —dijo temerosa.
—¡Claro que no! Nadie en su sano juicio podría hacerlo, Gigi.
—Pero...pero tú dices que cancelas la mayoría de planes con ellos por mí. Juro que jamás fue mi intención...
—¡Gina, tranquila! Si los cancelo es porque así lo quiero —aclaró sorprendiéndola—. Ellos saben que estoy ayudándote, así que...puedes calmarte. Esta vez no tendremos que fingir nada —sonrió a medias—. Sólo seremos Taehyung y Gina. Amigos.
—Oh...creo que será algo extraño.
—Quizás un poco.
Gina al pensar que iba a conocer a sus amigos no podía evitar sentirse nerviosa, a pesar que se decía que Taehyung y ella solamente eran amigos, así que no debía esforzarse demasiado por agradarle, pero sentía la necesidad de hacerlo.
—¿Cuántos son?
—Cuatro.
—¿Y cómo se llaman? ¿Son muy importante para ti? —preguntó curiosa lo que hizo reír a Taehyung.
—Jimin, Noah, Sophia, y...Claire —dijo casi en un murmuro inaudible el último nombre, lo cual llamó la atención de la fémina—. Jimin es mi persona.
—¿Tu persona? —arrugó levemente la frente.
—Sí. Sabe demasiado sobre ti, así que por él no debes preocuparte. Ya le agradas —sonrió.
—¿Cómo sabe mucho sobre mí? —preguntó desconcertada.
—Suelo hablarle sobre ti —confesó mirándola con una sonrisa.
Gina al escucharlo no pudo evitar sonreír, sintiendo su corazón pesado, lo que intentaba ignorar, pero el saber que Taehyung hablaba sobre ella le hacía emocionar de cierta manera. Jamás le habían dicho algo así, por lo que el hecho de que ahora le confesaran que lo hicieron y que fuese Taehyung esa persona, porque sentía su alma vibrar.
Durante el camino luego de esa conversación fueron en silencio, aunque Gina seguía algo nerviosa sólo podía pensar en lo que le había dicho él, lo que le hacía tener que intentar reprimir la sonrisa por momentos.
Taehyung aparcó el coche frente a una cafetería, la cual Gina observó por un momento y luego giró a ver al castaño.
—Oh, quedamos en vernos aquí. Vamos.
Al bajar Taehyung rodeó el coche para acercarse a Gina, cerrando la puerta una vez que ella bajó. Podía notar sus nervios, los cuales trataba de no demostrar, pero para él resultaba algunas veces fácil descifrarla
Este estiró su mano dándole a entender que podía tomarla, y ella al verlo, lo miró burlona por un momento, lo que hizo que él sintiese vergüenza y decidiera guardarla en su chaqueta, sin notar que Gina, en realidad iba a tomarla.
Él comenzó a caminar, mientras ella soltaba un suspiro pensando que no debió querer molestarlo, pero luego apresuró el paso, intentando caminar junto a el castaño, pero este entró a la cafetería. Una gran sonrisa se dibujó en sus labios al ver cómo Noah, empujaba a Jimin que reía, teniendo la intención de tomar asiento.
—¡¿Ya estás haciendo enfadar, Jimin-ah?
—preguntó burlón, llamando la atención de todos, lo que hizo que una de las féminas soltara un chillido por la emoción.
—¡Hasta que te vemos, Taehyung-ah! —exclamó el rubio acercándose con sus brazos extendidos, para así darle un abrazo—. ¡Yo les dije que no nos fallaría esta vez!
—Ya, si nosotros nos vimos ayer —soltó una carcajada al separarse, mientras este se colocaba a su lado aún con su brazo en la cintura de Taehyung. Este giró a ver hacia su otro lado, notando como Gina estaba un poco alejada observándolos con timidez—. Oh, les presento a Gina Edevane. Gina, él es el molesto de mi mejor amigo, Park Jimin, del que ya te he hablado un poco.
—¿Un poco? —preguntó indignado, pero luego miró a la femenina con una pequeña sonrisa, mientras se acercabaa a ella—. Es un gusto, Gina. Ya quería conocerte. Yo le insistí en que te presentara de tanto que hablaba de ti, pero claro, de mi habló poco.
—Dijo que eres su persona —murmuró para que sólo él la escuchara, lo que hizo que Taehyung sintiese curiosidad, mientras que Jimin soltó una risilla tierna.
—¡Ya me agrada! —exclamó sonriente, pasando su brazo por los hombros de Gina, acercándola a él, lo que hizo que ella sonriese algo incómoda, ya que no estaba acostumbrada.
—Ya, déjala, Jimin —intervino Taehyung, apartando su brazo al notar que estaba incomoda aunque fingía una sonrisa.
—Bueno, tranquilo, señor celos —murmuró burlón, provocando que este lo mirase amenazante por un momento.
—Ya, te sigo presentando —le habló con suavidad y ella asintió—. Ella es Sophie James. Es la novia de Jimin, aunque sea sorprendente que la tenga alguien tan molesto —observó a Jimin, fingiendo estar molesto, mientras el más bajo fingía indignación, llevando la mano a su pecho.
La pelinegra fijó su mirada en la rubia de cabello liso corto hasta sus hombros, de baja estatura, delgada, ojos verdes, nariz fina y pequeña, labios delgados y rosados. Se veía realmente adorable, hasta Gina pensaba que podía compararse fácilmente con un ángel.
Jimin se acercó a ella, pasando la mano por su cintura, mientras soltaba una risilla aún por el comentario de su amigo.
—Hola, Gina —dijo con una sonrisa, moviendo su mano y la pelinegra le devolvió la sonrisa. Luego se fijó en el joven que estaba al lado de ella, cabello oscuro, rapado a los costados, de estatura alta, cuerpo fornido, ojos mieles, nariz ancha y labios esponjosos.
—Él es Noah Johnson.
—Bienvenida, Gina —habló con una gran sonrisa, lo que a ella le sorprendió un poco porque se le había hecho bastante intimidante en un principio, quizás por su apariencia.
—Y ella...ella es Claire Thompson —dijo pero esta vez su voz salió algo débil.
La pelinegra fijó su mirada en aquella joven que estaba observando a Taehyung con una pequeña sonrisa en su rostro. A comparación de ambas jóvenes, ella de estatura alta, su cabello era miel y alisado, largo hasta su cintura, ojos celestes, nariz respingada, labios esponjosos y rosados.
—Es un placer, Gina —habló fijando su mirada en ella por un momento, para luego volver a observar a Taehyung, el cual carraspeó la garganta desviando la mirada.
—Bien, ¿ya ordenaron? —preguntó intentando actuar con normalidad o eso notó Gina. Pues, sentía que se había formado una gran tensión y que Taehyung parecía incómodo.
—No, también acabábamos de llegar —contestó Jimin, palmeando su espalda.
Gina observó cómo tomaban asiento y notó que Taehyung corrió la silla para que ella se sentase, pero cuando quiso dar un paso hacia adelante para dirigirse allí, ese asiento fue ocupado por Claire.
—Hola, Taehyung —habló con suavidad, inclinándose hacia su lado.
—Hey, aquí tienes un asiento, Gina —informó Noah, por lo que ella presionó los labios por un momento y se dirigió allí.
La fémina se sentía realmente incomoda al estar sentada a un lado de Noah y Sophie, mientras que Taehyung tenía a un lado a Jimin y a Claire.
No le gustaba para nada estar alejada de Taehyung, mucho menos siendo al único que conocía y con el que tenía confianza, a pesar que todos se mostraban agradables.
Observó cómo el castaño la miró sintiéndose algo culpable, pero ella no era capaz de leerlo. Simplemente, desvió la mirada mientras jugaba con las manos, intentando así calmar sus nervios porque quería encajar en el grupo de Taehyung, aunque sólo los fuese a ver esa vez.
—Buenas tardes —habló la camarera, llamando la atención de todos—. ¿Qué van a ordenar?
—Dos batidos de chocolate —habló Jimin, ordenando también para su novia, la cual le sonrió.
—Yo quiero de vainilla —dijo Noah, mientras ella escribía en su libreta pequeña.
—Dos de frambuesa —habló Taehyung, pero al sentir una mirada giró a ver a Gina—. Oh, para ella...
—Vainilla está bien —dijo ya que Taehyung no sabía qué decir.
—Oh, y patatas fritas, por favor —pidió Jimin con una sonrisa.
—Perfecto. En un momento les traeré la orden —les regaló una sonrisa antes de marcharse.
—¡Lo recuerdas! —exclamó emocionada, Claire.
—Vaya, ¡qué sorpresa! —comentó cínico, Noah.
Claire observaba con una gran sonrisa a Taehyung, el cual le sonrió a medias, pero al encontrarse con la mirada de Gina, sintió cómo la culpa lo invadía al no saber cuál podría ser su sabor favorito. Eso provocó que este evitara su mirada, mientras Claire le hablaba, por lo que Gina desvió la suya sintiendo ganas de marcharse aunque sabía que no era posible hacerlo.
(...)
Los minutos fueron pasando y Gina iba sintiéndose cada vez más incomoda, deseando que Taehyung en algún momento se levantara diciendo que debían marcharse. No le gustaba para nada que lo tuviese lejos, que él pareciera no notarla, aunque por momentos se encontraba con su mirada, pero no eran como las de siempre, porque esta vez eran pocas veces cuando sucedía y no era capaz de descifrarlas.
No comprendía porqué le dolía el hecho de no tener su atención, de pensar que no era capaz de notarla porque su concentración estaba solamente en sus amigos. Eso le hacía recordar tanto a Namjoon, aunque este no era capaz siquiera de mirarla, de integrarla como intentaba Taehyung que aunque ella estaba presente, contaba anécdotas de los dos sobre a dónde iban. Claro, evitando mencionar que todo fingiendo ser novios, pues el único que lo sabía era Jimin.
Aún así, eso no era suficiente para Gina, porque se sentía desesperada por poder tenerlo cerca, por poder verlo sonreír por ella, por sentir su tacto. No sabía qué estaba sucediéndole, pero sólo quería que llegase el momento de marcharse para poder estar completamente y solos, siendo simplemente ellos, aunque sólo estuviesen en silencio.
—¡Casi quedo calvo por tu culpa! —le reclamó Jimin a Taehyung que lo observó indignado.
—¡¿Mi culpa?! ¡Te dije que jamás lo había hecho y aún así aceptaste!
—Es cierto. Recuerdo que Taehyung se negaba, pero tú le insististe, Jimin —intervino Claire.
—Bien...pero me lo dejó demasiado tiempo. Yo se lo repetí una y otra vez.
—¿Qué color querías teñirte? —preguntó curiosa, Gina.
—Adivina —habló burlón, Noah.
—No lo sé. ¿Azul?
—No. ¡Rosa! —respondió Jimin.
—¡Mira! Tengo foto —comentó Sophie, buscando en su celular. Una vez que encontró, le mostró una fotografía a Gina, donde Jimin salía sentado con su celular y podía verse su cabello rosado.
—Te queda muy bien, Jimin —opinó provocando que él sonriese arrogante—. Yo lo máximo que me he hecho es un mechón y de azul. Admiro que te hayas animado teñirte todo el cabello de rosado.
—¡Y no sólo eso! —habló Taehyung, llamando su atención, lo que hizo que Gina no pudiese evitar emocionarse un poco porque este estuviese dándole su atención—. Jimin se ha teñido de todos los colores que puedes imaginarte, así que era muy probable que en algún momento casi quedara calvo —bromeó causando su risa—. Es más, hasta hace dos semanas atrás tenía su cabello oscuro.
—Es lo que sucede cuando alguien nace con este don de que todos los colores le queden bien —dijo arrogante.
—Pero sin dudas, el rubio es el que mejor te queda, amor —comentó Sophie.
—Tú también solías teñirte, ¿no es así, TaeTae? —preguntó Claire.
En ese momento algo se descolocó dentro de Gina, porque ese apodo solía decirle Nora a él, lo que hacía que se molestara. ¿Acaso Claire se lo había colocado?
Pudo notar fácilmente cómo Taehyung se tensó, pero luego la miró con una pequeña sonrisa.
—Sí, pero sólo azul.
—¡Mentira! Rubio también —intervino Jimin—. ¿No recuerdas que lo hicimos juntos?
—Ya había olvidado eso. No quiero recordar, Jimin.
—Te quedaba bien. No entiendo porqué siempre te cubrías el cabello con una gorra.
—Ya, olvídalo. ¿En verdad nunca te has hecho nada en el cabello, Gigi? —preguntó llamando su atención y que todos la observaran, aunque Jimin miró con una sonrisa primero a Taehyung.
En ese momento la atención se puso en Gina, la cual sintió algo se nervios, pero se encontró con la dulce mirada del castaño que la ayudó a que se relajara, además que estaba disfrutando de tener su atención.
Luego de eso siguieron conversando, Gina pudiendo sentirse más incluida, aunque a una parte de ella seguía molestándole el hecho de que Taehyung parecía darle demasiada atención a Claire, aunque ella notaba como era la de cabello miel la que lo buscaba.
El tiempo siguió pasando cuando la camarera les dio la cuenta, la cual decidieron pagar entre todos, a excepción de Gina, ya que Taehyung no lo permitió porque fue él quién la invitó. Eso provocó que ella se sintiese algo incómoda, pero él le regaló una sonrisa tranquilizadora.
Todos estaban dirigiéndose hacia la salida de la cafetería, Gina sintiéndose algo ilusionada de poder estar solamente con Taehyung, aunque aún sentía una incomodidad en su pecho que no le permitía poder actuar con normalidad con él como tanto deseaba.
Taehyung quiso apresurar su paso para salir y poder acercarse de una vez a Gina, pero lo tomaron del brazo impidiéndolo, lo que hizo que girara a ver cómo todos salían a excepción de él y Claire, que lo observaba con una sonrisa.
Gina lo buscó con la mirada al voltear, pero al ver que no estaba, observó hacia la cafetería y por la vidriera pudo divisar como Claire le hablaba con una pequeña sonrisa en su rostro, mientras él la observaba de una manera que Gina no podía descifrar qué estaba sucediendo entre ellos.
—¿Taehyung y Claire? —preguntó Noah, buscándolos con la mirada.
—Déjalos. Quedaron solos —dijo con picardía, Jimin—. Taehyung debe estar disfrutando.
—¿Por qué disfrutaría? —se atrevió a preguntar, Gina.
—Oh, te cuento...—empezó Jimin.
—Amor, no...
—Taehyung siempre estuvo enamorado de Claire —explicó con una gran sonrisa.
—Oh...
—Pero no un enamoramiento leve, de me gusta y ya, sino uno que resultaba hasta humillante —concluyó riendo, Noah.
—Bien, basta —ordenó Sophie.
—Ya, está bien —dijo por lo bajo, Jimin.
—¿Qué estudias, Gina? —preguntó curioso, Noah.
—Marketing, ¿y tú?
—Oh, yo estudio Derecho.
—Taehyung me dijo que tienes un mellizo, ¿es verdad? —habló Jimin llamando su atención.
—Así es. Se llama Gyles.
—¿Es muy parecido a ti? —preguntó asombrada, Sophie.
—Creo que un poco, pero yo siento que somos completamente distintos —respondió riendo levemente.
—Oh, allí vienen —informó el rubio.
Gina levantó rápidamente la mirada, observando como Claire salía primero intentando reprimir la sonrisa, mientras Taehyung rascaba su nuca pareciendo algo tenso.
—Bien, con Gina debemos marcharnos —habló Taehyung, buscando su mirada por un momento, pero ella la tenía en la nada mientras se abrazaba a sí misma.
—Oh, está bien. Esperamos pronto volver a verte, Gina —dijo Noah con una sonrisa, la cual ella se la devolvió.
Empezaron a despedirse, Gina notando como Taehyung era abrazado por todos cuando se despedía, y no pudo evitar desviar la mirada al ver cómo Claire murmuraba algo cerca de su oído.
Era como si su estómago se revolviera, por lo que prefería ignorar lo que sea que pasara entre ellos.
Taehyung se despidió por último de Jimin que se acercó con una sonrisa de picardía, para luego abrazarlo.
—De nada, Taehyung.
—¿Qué? —preguntó desconcertado queriendo romper el abrazo, pero Jimin no se lo permitió.
—Tu chica ahora está celosa —respondió separándose—. Prepárate porque no suelen ser nada agradables.
Taehyung lo observó extrañado y volteó a ver a Gina, que tenía el semblante serio y evitaba su mirada. Tomó una bocanada de aire pensando que Jimin no sabía lo que decía y sólo quería molestarlo, por lo que se acercó a Gina.
—¿Vamos?
La joven asintió y empezaron a caminar hacia su coche, él cómo siempre apresuró el paso para así poder abrirle la puerta, por lo que ella le agradeció casi de manera inaudible.
Al subirse encendió el motor y colocó música, sintiendo como una gran tensión se formaba, tanto así que era asfixiante.
Taehyung no podía evitar sentirse realmente mal porque nada de lo que había planeado salió bien. Sentía que no logró que Gina se sintiese bien e incluida con sus amigos, pero es que no había contado que Claire se comportara así con él, con lo que no sabía cómo sentirse al respecto.
Mientras tanto Gina seguía pensando en las palabras de Jimin y Noah respecto a Claire y Taehyung. No comprendía porqué en vez de sentirse aliviada al saber qué las palabras de Taehyung en la tienda no eran verdad, porque aquellos sentimientos eran por alguien, sólo provocaba que su corazón se encogiera.
¿Qué estaba mal con ella para que no estuviese feliz? ¿Por qué le disgustaba recordar las miradas y sonrisas de Taehyung y Claire? ¿Por qué ahora quería huir en vez de estar con él cómo tanto había anhelado desde que llegaron a la cafetería? No sabía porqué, pero estaba empezando a sentir miedo.
—¿Está todo bien? —preguntó luego de unos minutos de silencio, Taehyung.
—Sí.
—Gina...lamento si no te sentiste cómoda...
—Tranquilo. La pasé bien —lo interrumpió mientras observaba por la ventanilla a la vez que se cruzaba de brazos.
Detestaba estar comportándose de esa manera con Taehyung, pero sentía imposible controlarse. Estaba realmente molesta con él sin razón alguna, o bueno, si había una, pero estaba completamente negada a aceptarlo, porque se repetía que no debía molestarle para nada que Taehyung estuviese interesado en Claire, aunque jamás se lo haya dicho cuando se lo había preguntado en un principio sobre si había alguien en su vida. Pues, si ella lo hubiera sabido, jamás hubiera aceptado porque temía que él perdiese la oportunidad con esa persona.
En cuanto llegaron Gina se bajó rápidamente para voltear y caminar hacia su casa, pero Taehyung se apresuró a bajar para rodear el coche y casi correr hacia ella para tomarla del brazo. Estaba completamente desconcertado con su manera de actuar, porque creían que estaba bien, fue por esa razón que la invitó, pero todo parecía haber cambiado sin que él fuese capaz de darse cuenta.
Estaba demasiado preocupado que ella ya se haya cansado de aquel plan, que ella haya hablado con Namjoon y aún no se atreviera a decirle. No quería darle un fin aún sabiendo que era lo mejor para su corazón, porque no quería que acabase roto.
Sin soportar más aquel impulso que estaba sintiendo, pasó los brazos por su cintura, abrazándola sorpresivamente.
—¿Taehyung...?
—Sólo abrázame —pidió en voz baja.
Ella al escucharlo sintió cómo todo su enfado iba esfumándose, por lo que pasó las manos por su espalda, sintiendo como su calidez la envolvía y el aroma a su colonia se colaba por sus fosas nasales. Nuevamente la paz la invadía al estar con él, por lo que sonrió, cerrando los ojos.
(...)
Lo que más quería la fémina era olvidar lo que estaba sucediendo esos últimos días porque su cabeza era un desastre llena de confusiones, ya que por una parte sentía que Namjoon estaba volviendo a acercarse a ella y con gran cambio de actitud que siempre le pidió, porque era lo que necesitaba de su parte. Ahora Kim Namjoon parecía estar más tranquilo, no criticaba nada respecto a ella, al punto que podía conversar demasiado sin discutir, o que él lastimara sus sentimientos. Hasta había empezado a escribirle por redes sociales, pese a estar con Zaray, aunque sus conversaciones eran como amigos y cortas, pero era algo para Gina.
Mientras que respecto a Kim Taehyung, Gina sentía que desde esa tarde se distanciaron bastante, ya que las noches de videollamadas se acabaron, como el mensajearse todos los días y por bastante tiempo. Antes parecía que Taehyung buscaba la manera de que sus conversaciones no acabaran porque siempre tenía alguna pregunta o alguna anécdota para contar, pero ahora no pasaba más de cinco mensajes.
Gina no podía evitar preguntarse si estaba demasiado ocupado con sus estudios, o si acaso iba avanzando con Claire, la cual no salía de sus pensamientos desde que Jimin le había confesado el enamoramiento que siempre sintió Taehyung por ella. Lo que le hacía pensar más en ella es que luego de esa tarde que se conocieron, Claire la siguió por Instagram por lo que también sintió la obligación de seguirla, aunque llegaba a incomodarla demasiado.
Había stalkeado su perfil, sin poder evitar pensar en lo hermosa que se le hacía y cómo comprendía que Taehyung tuviese esos sentimientos por ella. Hasta había entrado en las destacadas encontrándose con demasiadas fotografías del castaño, como también obsequios que le hacía, lo que hizo que su corazón se encogiese.
No llegaba a comprender para nada el hecho de que no fuesen novios, porque ahora sabiendo que él siempre estuvo enamorado de ella, observando las fotografías con los detalles que siempre tuvo, donde salían juntos -las cuales notó que Taehyung sólo tenía dos, mientras ellas muchas más-, estaba segura que cualquiera pensaría que eran novios. Hasta ella lo pensaría si no fuese que los conocía y sabía parte de la historia.
Detestaba pensar en ellos dos, pero no sabía cómo sacarlos de su cabeza.
Conversando con Nora y Gyles había pensado que lo mejor era escribirle a Taehyung porque debía saber qué era lo que realmente estaba sintiendo por él. Así que durante la tarde lo hizo recibiendo una rápida respuesta y quedó en ir a verlo.
Gina estaba realmente nerviosa, hasta sentía sus manos sudar y un cosquilleo en su estómago, pero se decía que debía relajarse porque a él no parecía molestarle para nada que fuese a verlo.
Observó el cielo que oscurecía, mientras tomaba una bocanada de aire y decidió tocar timbre de una vez.
Cuando la puerta se abrió pudo observar a Taehyung con su sonrisa cuadrada, y con su cabello dividido, menos rizado de lo normal. Llevaba una camiseta blanca, jean y zapatillas.
El verlo provocó que como siempre, sonriese, le provocaba ganas de abrazarlo, de cuidar su corazón con tanta ternura para que jamás pudiese apagarse la luz sonriente de su alma.
—Pasa, Gigi —habló haciéndose a un lado.
La fémina asintió y entró, por lo que Taehyung cerró la puerta tras de su espalda. Este la observó con algo de timidez, mientras ella observaba a sus alrededores admirando el interior de la casa, que era algo pequeña a comparación de la suya.
Cuando su mirada se encontró con la de Taehyung, sintió cómo los nervios volvían a ser parte de ella pero dio un paso hacia adelante, arrepintiéndose rápidamente al no saber cómo saludarlo.
Taehyung al notarlo no pudo evitar soltar una risilla, mientras se acercaba a ella inclinándose hacia adelante, sorprendiéndola al dejar un beso en su mejilla.
—¿Quieres algo de beber? —preguntó dirigiéndose hacia la cocina.
—Creo que jugo estaría bien.
—Ven.
Gina lo siguió hasta la cocina donde él le dijo que podía sentarse en uno de los taburetes que había frente a la isla de la cocina, por lo que ella obedeció. Taehyung colocó dos vasos en la isla para luego servir el jugo, Gina mientras tanto observaba cada movimiento de él, sonriendo cuando dejó sobre la isla un recipiente de plástico con galletas.
—Tienes que probarlas. Las hice yo —comentó sentándose a un lado de ella.
—¿Son buenas?
—Con que diga que son hechas por mí, ya deberías saber que sí.
—Mucha seguridad, Taehyung —dijo divertida.
—No por nada mi mamá y hermanito siempre me las piden —sonrió.
—Entonces, debo probarlas.
Gina tomó una de las galletas observando las chispas de chocolate, se veían realmente bien, por lo que la llevó a su boca dándole un mordisco. Sentía la mirada de Taehyung sobre ella, mientras masticaba sintiendo el sabor a chocolate y como se deshacía en su boca, por lo que cerró los ojos por un momento disfrutando del sabor.
—¿Deliciosas? —preguntó divertido.
—Demasiado. Creo que podrían convertirse en mis favoritas —confesó riendo tímida.
—De hecho son las favoritas de mi hermano. Me las pide demasiado, pero nunca me ayuda —confesó riendo.
—¿Por qué? —indagó, antes de darle otro mordisco a la galleta.
—Detesta ensuciarse —respondió haciendo una mueca, pero se inclinó hacia ella observándola fijamente lo que hizo que ella desviara la mirada por los nervios—. ¿Cómo estás tú, Gigi? Cuéntame.
—Estoy bien.
—¿Y cómo va todo con Namjoon? —indagó intentando conectar sus miradas.
—B-Bien —al notar que eso no era suficiente para él, siguió hablando—. Ahora hablamos más en la Universidad, sabe buscarme...y está todo bien, hasta me sabe escribir —Taehyung seguía buscando su mirada, ya que ella no era capaz de sostenerla por más de un segundo, pero él podía notar algo de desesperación en su mirada—. Y l-la verdad...la verdad es que te extraño.
—¿Qué? —preguntó entre asombrado y desconcertado.
—Yo...siento que nos hemos distanciado y ni siquiera sé porqué...pero te extraño —confesó con voz débil.
Taehyung se levantó con una tierna sonrisa en su rostro, para luego envolverla en sus brazos, lo que hizo que ella se aferrara, escondiendo la nariz en su cuello para así poder aspirar su aroma. Podía sentir cómo la calma la envolvía desapareciendo todas las inseguridades que la habían estado atacando, hasta quería quedarse así por la eternidad, pero lamentablemente, Taehyung rompió aquel abrazo, lo que hizo que ella lo mirase algo decepcionada.
—Entonces, ¿estamos bien? —preguntó algo tímida.
—Claro que sí, Gigi. Es más, siempre lo estuvimos.
—¿Seguro? Pero me hablabas poco...
—A veces siento que te molesto, así que por eso sientes me alejé, pero en realidad no es lo que quiero para nada. Creo que esperaba que tú también demostraras el mismo interés, Gina —explicó tranquilo.
—Lo siento —murmuró bajando la mirada—. Debí hacerlo, pero me dejé llevar por mis inseguridades.
—Está bien. No te preocupes —habló con suavidad, apoyando la mano en la suya.
(...)
Para la sorpresa de Gina a los minutos llegó la madre de Taehyung junto a su otro hijo pequeño. En ese momento sintió como los nervios se volvían parte de ella, mientras que Taehyung le sonreía de manera tranquilizadora intentando así ayudarla, presentándola.
Eunji se le hizo una mujer realmente amable con la que pudo iniciar rápidamente una conversación, logrando que sus nervios fueran desapareciendo.
Hasta Gina la había ayudado a preparar la cena, mientras que Taehyung se llevó a su hermano Taeyong al living donde este empezó a mostrarle sus videos.
Durante la cena Gina se sintió cómoda, pese que con Taeyong estaba sintiendo algo complicado, ya que simplemente la había saludado y siquiera había sido capaz de mirarla. En la cena siquiera hablaba, solamente cenaba tranquilamente, lo que hizo que ella se preguntase si no le agradaba para nada, pero Taehyung intentaba incluirlo a la conversación recibiendo respuestas cortas.
—Le pedí varias a veces a Taehyung conocer a la chica que lo estaba haciendo que se arreglara tanto y sonriera más —comentó Eunji, provocando que el rostro de Taehyung enrojeciera. Gina no pudo evitar reír, aunque dentro de ella sentía una gran incomodidad al pensar que podría tratarse en realidad de Claire.
—Ya, mamá, no me hagas pasar más vergüenza, por favor.
—¿Tienes hermanos, cariño? —preguntó curiosa, antes de darle un sorbo a su jugo.
—Tengo un hermano mellizo —respondió con una sonrisa, mientras la mujer la miraba asombrada.
—Sé que lo que vas a preguntar y no son tan parecidos, mamá —habló riendo antes de que pudiese decir algo al respecto.
—¿En verdad? ¿Y quién nació primero?
—Soy la mayor por quince minutos.
—Oh, ¿en verdad no son nada parecidos? —indagó curiosa.
—No. Gyles es todo lo contrario a ella. Es demasiado extrovertido, créeme que no para de hablar. Es divertido, sarcástico, con un sentido del humor que no a muchas personas podria agradarle, pero a mí me hace reír. Tiene su lado malévolo —explicó Taehyung, al notar que Gina no sabía qué decir—. Mientras que Gina se preocupa más por los demás. Es dulce, cariñosa...bueno, ya estás conociéndola —terminó tímido, al sentir la mirada de picardía de su madre.
Taehyung sintiéndose arder giró a ver a Gina que lo observaba con una sonrisa y un brillo especial en su mirada que nunca antes había notado, lo que hizo que se olvidara por completo de sus nervios y sonriese.
Notó como ella observaba su mano que estaba sobre la mesa, por lo que este al ver que su madre estaba hablándole a su hermano, tomó la valentía necesaria para bajarla y apoyarla en la de ella que estaba sobre su pierna.
Gina entrelazó sus dedos, sintiendo sus latidos acelerarse, sin saber qué Taehyung estaba igual que ella, pero el sonido de un trueno provocó que todos se sobresaltaran. Taeyong gritó asustado cubriéndose las orejas, lo que Taehyung soltara la mano de Gina, para inclinarse hacia su hermano, apoyando la mano en su hombro, intentando calmarlo.
La tormenta parecía ser fuerte esa noche por lo que Eunji le dijo a Gina que lo mejor era que no se fuese a su casa porque podría pasarle algo, lo que hizo que la pelinegra se tensara porque eso significaba tener que quedarse con Taehyung.
Los minutos pasaron cuando decidieron levantar la mesa y Eunji subió junto al pequeño que seguía temeroso por la tormenta, por lo que Taehyung y Gina se encargaron de lavar los trastes. La fémina no quería pensar en que iba a tener que quedarse, porque el sólo hecho de quedarse junto a Taehyung en ese momento lograba alterarla, aunque tampoco era que quería dejar de verlo porque estaba disfrutando demasiado de su compañía. Eso hacía que se cuestionara más sobre sus sentimientos, porque estaba comenzando a darse cuenta que no disfrutaba solamente el que pudieran hablar con amigos, sino su contacto, el como tomó su mano por debajo de su mesa, como la miró y sonrió como si hubiera algo más.
Cuando Taehyung se encargó de guardar los trastes y utensilios, volteó a ver a Gina que tenía su barbilla apoyada en su mano, mientras estaba sentada en el taburete.
—¿En qué piensas? —preguntó curioso.
—¿Tú...tú cómo estás, Taehyung?
—¿Qué? —soltó una carcajada, ya que su pregunta había sido hacía horas atrás.
—No sé de qué te ríes —dijo con el semblante serio, lo que hizo que él dejara de reír y carraspeara la garganta, sentándose frente a ella.
—¿A qué te refieres, Gigi? —preguntó con seriedad, observándola fijamente.
—A todo...a todo en general —respondió intentando desaparecer sus nervios.
—Estoy bien. La Universidad bien, mis amigos bien, mi familia bien —contestó con simpleza, encogiéndose de hombros.
—¿Y Claire? ¿Cómo estás con ella? —indagó sorprendiéndolo.
—¿A...A qué te refieres, Gina?
—Jimin y Noah contaron que estás muy enamorado de ella, Taehyung. Nunca me lo dijiste —habló intentando parecer tranquila, mientras que él parecía tensarse.
—No...no te lo dije porque en ese tiempo llevaba más de cuatro meses alejado de ella, intentando que ese enamoramiento desapareciera de una vez —confesó por lo bajo desviando la mirada como si estuviese recordando.
—¿Por qué?
—Porque ella no me correspondía —respondió con el semblante serio conectando sus miradas.
—¿No? ¿Ni un poco? —preguntó asombrada.
—Claire...Claire disfrutaba de la atención que le daba, el hecho de que tuviera detalles con ella, que intentara complacerla siempre —explicó jugando con sus manos por un momentos, pero luego suspiró—. No voy a mentirte y decirte que no pasó absolutamente nada entre nosotros, claro que pasó, pero jamás llegábamos a nada porque ella no lo quería. Estuve dos años enamorado de ella, Gina —confesó con una sonrisa amarga—. Dos años intentando que me correspondiera, pero siempre terminaba herido. Creo que hubiese seguido así si no fuese porque Jimin me hizo dar cuenta de lo que estaba sucediendo. No me merecía eso cuando yo era capaz de lo que sea solamente para que sonriera, mientras ella se aprovechaba de eso —hizo una mueca—. No estoy diciendo que ella no sea alguien buena. Siempre voy a tenerle cariño, porque a pesar de que no me correspondía, siempre ha estado cuando la necesitaba. Simplemente, no fui correspondido de la manera que quería y ya —se encogió de hombros—. A día de hoy no siento absolutamente nada por ella, mal que un cariño de amigos. Por eso jamás te hablé sobre que había alguien, porque ya no lo había, Gina.
—Lamento que ella se aprovechara...
—Ya no importa. En verdad —le regaló una sonrisa tranquilizadora y notó cómo ella hizo una mueca—. Namjoon era así, ¿no?
—¿Aprovecharse de mi amor? —Taehyung asintió—. Sí. A veces solía pedirle que cambiara ciertas actitudes, pero jamás lo hacía, mientras que yo cambié demasiado sólo para que él dejase de enfadarse o buscar excusas para dejarme —confesó con una sonrisa de angustia—. Namjoon fue muchas cosas, pero nunca un buen novio en realidad.
—¿Y aún así quieres recuperarlo? —preguntó confundido.
—En realidad, ya no sé si quiero eso, Taehyung —admitió observándolo fijamente, notando el asombro en su rostro.
—Entonces, ¿el plan...?
—Puede haber llegado a su fin.
—Oh...
En ese momento quedaron observándose por varios segundos, Taehyung sintiendo algo de ilusión de que eso pudiese significar que tenía una oportunidad, como también con algo de temor de que podría llegar a significar que podría alejarse, mientras que Gina estaba debatiéndose sobre lo que quería hacer, sobre lo que sentía.
—Bien, como la tormenta sigue no creo que sea buena idea que te vayas.
—Taehyung, no sé...
—Puedes dormir en mi habitación, y yo dormiré en el sofá —habló mirándola de manera tranquilizadora, haciéndole saber que eso estaba bien para él.
—¿Olvidas que en la tienda dormimos uno al lado del otro? —preguntó con una sonrisa.
—La verdad es que no recuerdo casi nada de esa noche, así que si eso significa que quieres dormir otra vez conmigo, para mí sería la primera —confesó riendo.
—No dormirás incómodo, Taehyung.
—Es una buena manera de decir que quieres dormir conmigo —dijo divertido, por lo que ella desvió la mirada sintiendo su rostro arder y cómo los nervios la invadían al pensar en estar acostada a su lado.
(...)
Taehyung le había prestado ropa a Gina para que así pudiese dormir más cómoda, lo cual ella le agradeció. Le había dado una camiseta blanca y un pantalón de pijama de a cuadros blanco y negro.
Una vez que se recostaron no hablaron para nada, lo que hizo que la tensión apareciera, por lo que el castaño le dio la espalda para poder dormir ya que estando frente a frente le provocaba más nervios a ambos.
Gina suspiró también dándole la espalda, cerrando los ojos con fuerzas mientras intentaba desaparecer los pensamientos que le hacían tensarse.
Fue cuestión de pocos minutos para que ambos terminaran durmiéndose.
La fémina en un momento de la madrugada despertó asustada luego del sueño que había tenido. En el tiempo que llevaba sin Namjoon había soñado varias veces con él, pero ninguno le había provocado tanta angustia como el de ahora. Pues, era como si reviviera las discusiones que llegaron a tener, los errores que cometía que terminaban destrozándola.
Sentía una presión en el pecho en ese momento, pero al girar y ver por la poca claridad que entraba gracias a la luna, a Taehyung durmiendo, sintió un gran alivio.
Comenzaba a sentir la necesidad de acercarse a él, de sentir sus brazos envolverla, pero no quería despertarlo, ya que tampoco sabía cómo podría tomarlo. Deseaba poder dormir plácidamente cómo él, pero sentía que luego de ese sueño se le dificultaría mucho.
Un suspiro tembloroso salió de sus labios a la vez que se acercaba más a Taehyung. Tenerlo a unos centímetros de ella, sentir su calidez y su aroma la ayudaba demasiado, por lo que cerró los ojos disponiéndose a volver a intentar dormir.
—¿Estás bien? —preguntó con voz profunda al acabar de despertar, lo que hizo que Gina abriera los ojos a la par por la sorpresa.
—S-Sí —respondió con voz débil abriendo los ojos, encontrándose con su mirada.
—¿Segura?
—Sólo tuve un mal sueño.
—Ven —dijo con suavidad, por lo que ella obedeció rápidamente siendo envuelta por sus brazos—. Todo está bien.
—Gracias —dijo en casi un murmuro inaudible.
Taehyung no pudo evitar sonreír al sentir su tibia respiración chocar contra su cuello, mientras Gina se aferraba más a él sintiéndose embriagada por su aroma. Ella quería quedarse así porque en sus brazos nada le molestaba, sólo podía sentir los latidos algo acelerados de su corazón, como sus dedos acariciaban su cabello.
Kim Taehyung le daba algo que siempre deseó.
—¿Te sientes mejor? —preguntó al cabo de unos pocos minutos.
—Sí —respondió con una sonrisa levantando la cabeza para poder verlo, encontrándose también con su sonrisa. Este dejó de acariciar su cabello, para así acariciar su mejilla con el pulgar.
—¿Quieres contarme sobre lo que soñaste?
—Es una estupidez.
—No creo que lo sea. Nada que pueda llegar a afectarte lo es —habló con suavidad.
No podía apartar la mirada de sus orbes cafés que parecía que en ese momento la estaban hechizando. Esa mirada cálida y tenue la había atrapado con con facilidad, seduciéndola de gran manera.
Gina se sentía tan débil ante él y sus caricias delicadas que agradecía no estar levantada, porque estaba segura que si así fuera ya se hubiera desvanecido.
—Taehyung...—dijo en casi un murmuro inaudible bajando la mirada a sus esponjosos labios carmesí.
—¿Qué sucede? —preguntó también bajando la mirada a sus labios que estaban entreabiertos.
Este se inclinó un poco hacia adelante provocando que sus narices se rozaran, tentando así a la fémina, pero ninguno fue capaz de hacer nada en ese momento. Sólo sentían sus respiraciones volverse pesadas mezclándose, mientras la tensión aumentaba cada vez más, al igual que la temperatura para ambos.
Taehyung humedeció sus labios provocándola, lo que hizo que ella soltara un suspiro, conteniendo el impulso de poder besar de manera necesitada sus labios.
El castaño se atrevió a rozar sus labios, pero cuando ella creyó que iba a juntarlos, este dejó un beso en su barbilla, como otro en las comisuras de sus labios. Gina llevó la mano al brazo de este, ejerciendo algo de fuerza al sentir la necesidad de que la besara de una vez.
Taehyung volvió a rozar sus labios, pero sabían que ya ninguno estaba soportando aquella necesidad de más y más. Gina fue la que se permitió ceder ante él, llevando la mano a su nuca, enredando sus dedos con su cabello rizado para así atraerlo hacía ella y juntar sus labios de una vez.
Por primera vez era un beso pasional, los labios de Taehyung se movían al compás de los de ella, hasta que pasó la lengua por su labio inferior pidiéndole acceso, el cual ella dio rápidamente. Sus lenguas danzaban transmitiendo todo el deseo mutuo que tenían.
La mano de Taehyung se aferró a su cintura acercándola más a él, como si eso fuera posible, bajando la mano por la pierna de ella.
Sus cuerpos se mecían al son de la danza de sus labios, buscando sentirse más, evitando separarse aunque les estuviese faltando el aliento. Taehyung subió una de sus manos, pasándola por su cintura subiendo hasta llegar a uno de sus senos, haciéndola jadear. Las caricias iban volviéndose cada vez más obscenas, jadeos escapaban de sus labios, los roces no eran suficientes y la ropa estorbaba cada vez más.
Entre besos necesitados y caricias obscenas fueron deshaciéndose de su ropa, Taehyung quedando en bóxer y Gina con bragas y camiseta. Para la sorpresa de él, mientras se besaban, la pelinegra se colocó a horcajadas, para luego atraerlo hacia ella juntando nuevamente sus labios.
El castaño llevó una de las manos a su cintura, mientras que la otra a su nuca bajando los besos por su barbilla, llegando a su cuello donde lamió, succionó y llegó a morder robándole gemidos, mientras sus manos iban introduciéndose dentro de la camiseta, sintiendo como su piel cálida se erizaba ante su toque. Sin soportarlo más, decidió deshacerse de una vez por todas de ésta, provocando que la vergüenza la invadiese y quiera cubrirse con sus brazos.
—No lo hagas —habló con suavidad colocando sus manos en los brazos de la joven—. Eres hermosa, Gina.
Al escuchar sus palabras sintió como un cosquilleo bajaba por su vientre por lo que juntó sus labios mientras bajaba sus brazos, sintiendo como las manos de Taehyung recorrían su cintura subiendo hasta senos. Empezó a masajearlos robándole un jadeo que hizo que rompiera el beso, por lo que Taehyung volvió a llevar los besos a su cuello, lamiendo por momentos, bajando hasta atrapar uno de sus pezones, mientras con la otra mano jugaba con el otro seno.
Succionaba, lamía y mordía sacándole suspiros como jadeos. Gina tiraba de su cabello sintiendo como la excitación aumentaba cada vez más, al punto que había empezado a frotarse sobre su erección, sintiendo cómo se endurecía más. Taehyung no pudo evitar gruñir llevando ambas manos a su trasero presionándola, lo que hizo que ella se aferrara a su cabello gimiendo, siguiendo con los movimiento.
Su placer era tanto que podía sentir como sus bragas estaban empapadas de lo mucho que deseaba poder sentirlo y hasta se encontraba temblando. El castaño lo sabía, por lo que mientras sus lenguas luchaban por el dominio, bajó una de sus manos, sintiendo lo húmeda que se encontraba.
La acariciaba por encima haciendo movimientos circulares, haciéndola lloriquear porque nada deseaba más que sentirlo a él, por lo que una risilla divertida escapó de sus labios, pero luego corrió las bragas sumergiendo los dedos en su humedad. Era tanto así que con facilidad se deslizaron a su interior, provocando que ella soltara un gemido ahogado aferrándose a su cabello con más fuerza a la vez que volvía a juntar sus labios para así reprimir sus gemidos.
Los dedos de Taehyung eran hábiles, se curvaban lo suficiente para dar en el punto, convirtiendo en un lío de gemidos a Gina que se retorcía por el placer que le otorgaba, logrando que se olvidara hasta de cómo respirar. Los movimientos circulares de ella hacían que a Taehyung comenzara a dolerle la erección con la que cargaba, sentía la necesidad de estar dentro de ella, la cual podía notarlo al escucharlo gruñir, al ver cómo se mordía el labio inferior y la miraba con lujuria.
—Déjame...déjame sentirte, Taehyung —pidió jadeante en su oído. Taehyung al escucharla de esa forma cerró los ojos gimiendo por lo bajo, pero luego se separó unos centímetros para ver su rostro.
—¿Estás segura, Gina? —preguntó aunque nada deseaba más en ese momento que poder ser uno.
—Demasiado —respondió juntando sus labios.
Gina se alejó de él para que este pudiese inclinarse hacia la mesa de noche, abriendo el cajón dónde empezó a buscar los condones. Una vez que tuvo uno en la mano, se quitó el bóxer liberando así su erección que provocó que Gina tragara con dificultad.
No podía apartar la mirada de él, en cómo se colocaba el condón, hasta que sintió su mirada que le hacía saber que ya estaba listo, por lo que sus nervios aunque no quería, aparecieron, pero aún así, el deseo seguía estando allí, por lo que se quitó las bragas para luego volver a acercarse a él. Sentía su miembro rozar su feminidad, pero juntó sus labios en un beso suave a comparación de los anteriores, rodeándolo con sus brazos cuando este rompió el beso al sentir la fricción. Él dejó escapar un suspiro, calentando la piel de su cuello donde dejó un beso húmedo, mientras Gina ajustaba la postura, ladeando las caderas al mismo tiempo que él las suya, y así, su miembro se deslizó por su interior.
Un gran gemido escapó de sus labios al sentir cómo la llenaba por completo, su abdomen rozando su clítoris, mientras que él gimió echando su cabeza hacia atrás al sentir como sus paredes se abrían alrededor de su miembro apretándolo.
—Oh...se siente tan bien —gimió moviendo sus caderas, tomando rápidamente el ritmo.
—Taehyung...—jadeó tomándolo de la barbilla juntando sus labios en un beso torpe al estar cegados por el placer y este hizo un sonido involuntario con la garganta, observándola, esperando que siguiera—, me encantas.
Al escucharla no pudo evitar sonreír, para luego volver a besar su cuello, escuchándola gemir con fuerza por una embestida dura que hizo que clavara las uñas en sus hombros. Las embestidas eran más rápidas, Gina hundió sus dedos en su cabello tirando de este, por lo que él la besó, su lengua se deslizaba en su boca tomando el control por completo.
La piel de Taehyung estaba perlada en sudor, lo que hacía que Gina se sintiese aún más perdida por él porque ante sus ojos se veía aún más excitante, incluso cuando resbalaban por el sudor un tanto cuando se rozaban. Gina estaba montándolo, se movía sobre su miembro intentando reprimir sus gemidos, pero el hecho de que Taehyung tuviese sus dedos enterrados sobre sus nalgas ayudándola a mantener el ritmo para seguir embistiéndola con rapidez y algo de dureza, cómo echaba su cabeza hacia atrás, cómo su ceño se fruncía y mordía su labio inferior, provocaba que sus sentidos se dispersaran aún más.
Sus carnes chocaban, los sonidos acuosos por los fluidos resonaban en aquella habitación, como los jadeos y quejidos. Ninguno de los dos eran capaces de detenerse, estaban envueltos en un gran placer, y estaba siendo demasiado para Gina que sintió como un cosquilleo bajaba por su vientre y se encontró con el calor entre sus piernas.
El éxtasis estaba tan cerca que Gina agradeció que este impactara sus labios para callar su grito cuando sintió sus piernas temblar, porque el orgasmo llegó haciendo que sus paredes se contrajeran y que Taehyung gimiera al sentirlo. Una, dos y tres embestidas bastaron para que el castaño también llegara, escondiendo su rostro en el cuello de ella, soltando un gran gemido, derramando su semen en el condón.
Ambos intentaban recuperar el aliento aún siendo uno. Gina seguía aferrada a sus hombros sintiendo sus latidos acelerados, no era capaz de verlo al rostro, pero este se separó tomándola de la barbilla. Sus orbes se encontraron y este pudo notar la timidez, lo que le hizo sonreír con dulzura, para luego juntar sus labios en un pequeño beso.
Gina se quitó recostándose a su lado, sintiendo como este se levantaba, pero ella no era capaz de voltearlo a ver, aún cuando lo escuchó alejarse. Se cubrió rápidamente con la sábana, aferrándose a esta, dándole la espalda a donde iba a recostarse Taehyung, pero es que en ese momento estaba cuestionándose lo que acababa de suceder.
¿Había hecho bien? ¿Qué estaba sintiendo por él? ¿Por qué parecía enloquecerla de todas las maneras? ¿Por qué hacía tiempo que no podía sacarlo de su cabeza? Eran muchas preguntas que la atacaban y ella no tenía una respuesta confiable, lo cual la desesperaba de gran manera.
Al sentir cómo el colchón se hundía a su lado y el calor del cuerpo de Taehyung, cerró sus ojos con fuerza, sintiendo como la envolvía con sus brazos.
—Descansa, Gigi —dijo por lo bajo con suavidad, y ella no fue capaz de contestar.
(...)
Al otro día Gina no había sido capaz de hablar sobre lo sucedido con Taehyung, por lo que durante el desayuno decidió marcharse con la excusa de que su madre la esperaba, lo que él no creyó, pero decidió no decir nada al respecto. Antes de que se subiera a su coche, este intentó hablar, pero ella le dijo que no estaba preparada, que lo buscaría al día siguiente, lo cual él aceptó al no querer presionarla.
Ya había pasado tres días desde que estuvo con Taehyung, y no había sido capaz de escribirle, siquiera él lo hizo, lo cual sólo lograba confundirla. Por más que había pesado durante todo ese día, sólo sabía que sentía temor con cualquier decisión que tomase.
Estaba aceptando sus sentimientos, pero no era tan fácil, porque el temor seguía allí punzante y no le permitía poder avanzar.
El que Taehyung tampoco le escribiera sólo hacía que se cuestionara sobre lo que sentía, porque si bien lo que más le preocupaba era lo que él sentía, pero si no le escribía para poder hablar como acordaron y pasaron días, ¿qué significaba?
¿Acaso Gina se convenció de que sí tenía sentimientos porque le gustaba pensar en eso? ¿Qué pasaría si no era así? El pensarlo la inquietaba demasiado, por lo que intentaba distraerse lo más que podía con la Universidad, pero Namjoon estaba allí.
Estaba acercándose más a ella, hasta stalkeando su Instagram se había dado cuenta que borró las fotos con Zaray y eso la desesperaba de gran manera. Se suponía que tenía que alegrarse aunque sea un poco, porque podría significar algo bueno para ella, como el hecho de que estuviese arrepentido, pero no estaba siendo así.
Por más que había intentado hablar con Nora y Gyles, lo que ellos le decían tratando de ayudarla, no era para nada suficiente porque terminaba sobrepensando más.
Todo estaba siendo demasiado para Gina, por lo que simplemente decidió seguir el último consejo de Gyles. Debía dejar enfriar su mente, debía desenredar los miles de pensamientos creados por su manía de crearse miles de escenarios ficticios sobre todo lo que podría pasar por tomar una decisión, en las cuales en su mayoría, ella terminaba mal. Necesitaba tranquilidad.
Ahora Gina se encontraba sola en su casa, echada en el sofá, y por más que había quedado en no pensar más, había stalkeado nuevamente el Instagram de Namjoon, dándose cuenta que aún en sus destacadas tenía algunas historias dónde salía junto a ella, aunque salían también los demás. Y no sólo el de él, también el de Taehyung, dándose cuenta que había publicado una historia donde salía junto a Jimin, ambos sacando la lengua.
No pudo evitar sonreír al ver aquella sonrisa sintiendo como su corazón se encogía, porque aunque no lo quisiese se había acostumbrado a pasar tiempo con él, a hablar todos los días, y eso provocaba que lo extrañase.
El timbre pudo escucharse lo que hizo que se levantara rápidamente preguntándose de quién podría tratarse, pero al abrir la puerta, se arrepintió completamente de haberlo hecho.
Kim Namjoon se encontraba frente a ella y con mucha facilidad podía notarse sus nervios.
—¿Q-Qué...qué haces aquí? —preguntó desconcertada.
—¿Podemos hablar?
Namjoon parecía tener la intención de entrar, pero ella salió cerrando la puerta a sus espaldas, para luego acercarse a la banca que estaba allí en el pórtico. Tomó asiento y Namjoon lo dudó un poco, pero acabó sentándose a su lado.
—¿De qué quieres hablar?
—De todo, Gina —respondió por lo que ella lo miró sorprendida.
—¿A qué te refieres con eso? —arrugó levemente el ceño.
—A todo lo que ha sucedido con nosotros.
—Namjoon...
—Déjame hablar, por favor —pidió con suavidad. A pesar que Gina no quería pasar por esa situación, y de cierta manera había aprendido a aceptar todo lo que sucedió, suspiró asintiendo con la cabeza para que este empezara a hablar—. ¿Sabes? Por más que intento pensar buscando una respuesta de porqué actuaba de esa manera contigo, no encuentro alguna. Y la verdad me detesto por pensar que si no te hubiera visto con alguien más, con alguien que te saca verdaderas sonrisas, con alguien que te hace reír, con alguien casi...perfecto, yo jamás me hubiera dado cuenta de mi error —explicó frustrado, mientras que Gina sentía su premio oprimirse—. Sé que no fui para nada bueno, que rompí tu corazón incontables veces, pero algo cambió, y ese algo...ese algo soy yo, Gina.
Al escucharlo ella giró la cabeza a verlo sintiendo como la angustia la envolvía, mientras que Namjoon parecía de cierta manera desesperado porque ella pudiese creer en sus palabras.
—Namjoon...
—Sé que puede ser muy difícil para ti creerme, pero ¿acaso en este último tiempo no lo has notado? ¿No has notado algún cambio en mí?
—Sí —respondió en un murmuro casi inaudible.
—Es porque he pensado en todo lo que ha pasado, me di cuenta en todo lo que he fallado contigo —asegura mirándola angustiado—. No tienes una idea de lo que me duele verte con él y bien como yo no supe hacerte jamás. Sé que puede ser difícil para ti volver a confiar en mí, pero si tan sólo me dieras una oportunidad...yo no volvería a fallarte. Tomaría esa oportunidad para demostrarte que realmente cambié, que realmente quiero hacerte bien, valorarte como siempre debí. Te amo y quiero demostrártelo, Gina.
Gina estaba detestándose porque había esperado tanto escuchar aquellas palabras, había deseado tanto ver un verdadero arrepentimiento en sus ojos cafés intensos, y ahora que parecía estar por primera vez de verdad arrepentido, sólo deseaba que no fuese real, que no estuviese frente a ella diciéndole todo eso. No se sentía para nada bien, y eso estaba claro porque Namjoon llevó una de las manos a su mejilla limpiando la lágrimas que caía por su mejilla.
—Te amo. En verdad lo hago —al escucharlo ella quería hablar, pero ninguna palabra salía de su boca y estaba segura que si se esforzaba más, solo acabaría rompiendo en llanto, así solamente negó con la cabeza sintiendo como este se acercaba—. Si lo hago. Sólo debes darme una oportunidad para demostrártelo, Gina.
Ella bajó un poco la cabeza sintiendo cómo este iba acercándose más, la manera en la que sus respiraciones se mezclaban, mientras este acariciaba su mejilla con el pulgar. Quería que de fuese, no quería seguir escuchando sus palabras porque solamente acababan siendo dolorosas para ella, pero él parecía tener la intención de convencerla de alguna manera.
Namjoon juntó sus labios, provocando que ella sintiese de cómo se olvidaba de respirar por un momento.
Hacía tanto tiempo no sentía sus esponjosos labios sobre los de ella, y por primera vez intentando moverse con una suavidad que no los identificaba para nada. En ese momento no era para nada capaz de reaccionar porque estaba procesando todo lo que sucedía, pero un sonido hizo que ella llevara las manos a su pecho para apartarlo.
Al voltear para saber de qué se trataba sintió cómo su corazón daba un vuelco al ver a Taehyung mirando aquella situación con un gran dolor como también rabia, lo que hizo que este volteara para caminar de manera apresurada a su coche otra vez.
—¡Taehyung, espera! —alzó la voz sin dudar ni un segundo en seguirlo—. ¡Espera, por favor! ¡Taehyung!
Gina corría siguiéndolo y al estar lo suficientemente cerca antes de que llegara a su coche, lo tomó del brazo haciendo que este volteara a verla molesto.
—¿Qué quieres, Gina?
—Sólo....hablemos.
—¿Hablemos? ¿Acabas de acordarte que teníamos que hablar? —preguntó cínico y observó a Namjoon que estaba en el pórtico mirándolos atentos—. ¿Por qué no mejor vas con él? Está esperándote y por lo visto tu plan funcionó. Nosotros no tenemos nada de qué hablar, Gina.
Taehyung sentía su corazón doler, como la rabia recorría su cuerpo porque otra vez no era para nada correspondido, pero le hicieron creer que podría llegar a serlo. Volteó decidido a subirse a su coche porque no era capaz de seguir mirándola, no luego de verla besándose con Namjoon, pero ella volvió a tomarlo del brazo.
—Escúchame, por favor...
—No tengo nada qué escuchar. No quiero saber lo feliz que estás porque funcionó tu plan, no quiero saber si tan sólo me utilizaste esa noche, no quiero saber absolutamente nada —habló con sus ojos cristalinos—. Debiste decírmelo ese mismo día para que pudiese evitarme esto, pero jamás has pensado en lo que siento yo, ¿cierto?
—¡No es así! —exclamó sin ser capaz de retener las lágrimas—. Yo...no sabía...no sabía qué era lo correcto.
—Tan sólo buscaba demostrarte que yo sí podía ser un mejor novio para ti, pero todo este tiempo estuviste tan cegada por él —soltó una risa amarga y tomó una bocanada de aire intentando así poder seguir conteniendo el llanto—. Sólo has tenido cabeza para él y está bien, Gina, pero jamás debiste hacerme ilusiones, no cuando yo sí te quiero.
—Taehyung...
—Espero que esta vez él te haga bien. No te mereces a un idiota que no es capaz de valorarte siquiera un poco —habló rodeando su coche y volteó a verla con algo de dolor—. Adiós, Gina.
Taehyung por más que se reprochaba, tuvo la ilusión que ella intentase detenerlo, que le dijera que sí era correspondido, pero eso no sucedió, por lo que no le quedó más que subirse de una vez a su coche.
Al encender el motor la vio aún allí, sin ser capaz de moverse, mientras que Namjoon se acercaba a ella lo que hizo que él dolor aumentara.
Este comenzó a conducir de una vez porque no quería ver que este la abrazara, no quería ver que ya volvieron a estar juntos cuando ella jamás fue capaz de decirle que sus sentimientos no eran para nada correspondidos. Taehyung al doblar tuvo que frenar porque no podía seguir conduciendo cuando su vista se había nublado por las lágrimas.
El dolor era tanto que acabó rompiendo en llanto cubriéndose parte del rostro con una de las manos. Se preguntaba porqué otra vez no parecía ser suficiente para que fijasen sus ojos en él, pero es que esta vez sabía que tenía muchas posibilidades de que eso pasara porque no era que no sabía qué Gina amaba perdidamente a Namjoon, tanto así cómo para aceptar migajas. Aún así, no pudo evitar ilusionarse, y es que la última noche sus ilusiones se intensificaron, pero quizás debió darse cuenta cuando ella no fue capaz de hablar acerca de lo que sentía.
Esos tres últimos días él había esperado, estuvo atento a su celular deseando que le escribiera o llamara, pero no sucedió y fue perdiendo las esperanzas de que sintiese lo mismo. Decidió buscarla esperando poder hablar con tranquilidad, teniendo una pequeña ilusión, pero ahora se encontraba en su coche, llorando otra vez con el corazón roto.
Taehyung a veces se detestaba por no ser capaz de cerrar su corazón, pero es que para él no había nada más lindo que amar. No importaba cuántas veces pudieran romper su corazón, él no quería ser alguien cobarde cuando se trataba del amor.
Y es que siempre iba a preferir perder en el amor, que perder el amor porque para Taehyung no había nada más maravilloso que el poder amar. El darse esa oportunidad, ya que sabía que en algún momento llegaría la persona especial, así que no se cerraría a vivir ese momento.
(...)
Los días pasaban lentos para Gina, la cual luego de lo que había sucedido con Taehyung que dejó marchar, se abrió completamente con Namjoon. Fue completamente sincera con él al hacerle saber que su historia ya había acabado, porque sin saberlo ella fue dándole poco a poco un cierre, ya que no quería seguir en aquel círculo vicioso con él en el cual siempre acaba sufriendo.
Ya no estaba para ese tipo de relación, había logrado abrir los ojos sobre que no se lo merecía para nada. No cuando ella quería amar y ser amada con la misma intensidad, sin tener miedo que al estar un momento sin él, pudiese estar fallándole, sin tener que cambiar para que la quisieran.
No quería tener que soportar más nada, porque el amor no se trata de soportar, así que lo que había tenido con él ya no quería volver a repetirlo. Y para eso, lo mejor era darle un final.
A Namjoon por más que se le dificultó, supo comprenderla, y con sus ojos cristalinos le dio un abrazo disculpándose por haberla herido tantas veces. Gina no le guardaba rencor, sí había veces que le dolía lo que había permitido, pero también comprendía que no todo era culpa de él, sino también de ella por haberlo permitido.
No quería que quedaran mal, no luego de lo mucho que lo había amado el tiempo que estuvieron juntos.
Mientras tanto lo mejor era no volver a hablar hasta que él pudiese aceptar que ya no volvería, que ya nada sería como antes, y quizás, en un futuro podrían ser amigos.
Gina cada vez que recordaba cómo había dejado marchar a Taehyung, sentía como su corazón se encogía y quería romper en llanto, buscarlo desesperada, pero sentía que debía dejar que todo se calmara un poco. Quizás él no la dejaría hablar, explicarse, por lo que había decidido esperar para buscarlo.
Ahora se encontraba observando el atardecer frente a la casa de Taehyung, sintiendo su estómago revolverse por los nervios y sus latidos acelerados.
Le había enviado un mensaje sobre si podía salir, siendo leído a los pocos segundos por él. Rogaba que este no la dejase allí, rogaba que bajara y pudiesen hablar con tranquilidad.
Al darse cuenta que estaba apretando el ramo de flores que llevaba en sus manos, dejó de hacerlo rápidamente ya que temía arruinarlas, pero sus nervios estaban demasiados intensos.
Cuando vio a Taehyung salir, intentó sonreír sintiendo como su corazón golpeaba con fuerza como si quisiera salirse de su pecho, pero aún así intentó actuar con normalidad, aún cuando él arrugó levemente la frente al ver las flores en sus manos.
—Hola —su voz salió débil y cerró los ojos por un momento.
—¿Qué haces aquí, Gina? —preguntó intentando sonar suave, aunque su desconcierto era demasiado.
—Lo siento.
—¿Qué?
—No debí dejarte ir esa última vez.
—Gina, si quieres que seamos amigos...
—No quiero ser tu amiga —respondió rápidamente, lo que hizo que arrugara la frente porque no comprendía.
—¿Entonces?
—Me gustas. Me gustas demasiado —soltó y Taehyung abrió los ojos a la par por la sorpresa.
—P-Pero Namjoon...
—Él me buscó para disculparse, para que le diera otra oportunidad, pero...no puedo.
—Pero eso era lo que tú querías conseguir al fingir que éramos novios. No entiendo.
—Sí, era lo que quería. Era lo que quería hasta que tú empezaste a meterte en mi corazón —confesó sintiendo su rostro arder—. Taehyung, no sé qué me hiciste, pero no logro sacarte de mi cabeza, no logro pensar en algo más que no sea querer sentir tus brazos rodearme, escuchar tu risa. No logro pensar con claridad...y...y no quiero que esto acabe antes de empezar —tragó con dificultad desviando la mirada, ya que él no dejaba de observarla fijamente, sorprendido—. Y estoy muy asustada, pero quiero estar contigo...si aún no es tarde.
—Gina...
—¿Llegué tarde? —preguntó conectando sus miradas. Este se acercó rápidamente a ella llevando la mano a su mejilla, robándole un beso, lo que hizo que ella se sorprendiera y este sonriese.
—¿Eso responde tu pregunta? —inquirió alzando una ceja, pero luego soltó una risilla al notar sus mejillas sonrosadas—. Entonces, ¿ya no será tu novio falso?
—No —negó con la cabeza riendo, pero luego bajó la mirada haciendo una mueca—. Tengo miedo, Taehyung.
—Ya no tienes que tenerlo porque yo cuidaré tu corazón —dice con suavidad acariciando su mejilla—. Te quiero, Gigi
—la pelinegro hizo que tomara el ramo de flores y se aferró a él, por lo que volvió a reír—. Gracias por las flores.
—Te quiero, Taehyung.
Este al escucharla sintió su corazón brincar de emoción, mientras la envolvía en sus brazos dándole la calma que necesitaba para hacer a un lado ese miedo a ser herida otra vez. Gina sabía que él no tenía para nada la culpa de lo que había vivido en su anterior relación, porque Kim Taehyung era alguien completamente diferente, y que no había dudado en enseñarle su gran sensibilidad, lo que se le hizo realmente llamativo.
Era maravilloso para ella sentir cómo ese miedo a romperse nuevamente se iba cuando Taehyung la miraba y abrazaba, cuando le demostraba que sus sentimientos eran reales, cuando la hacía sentirse segura. Tenía miedo de amarlo, claro que sí, pero quería darse la oportunidad de poder hacerlo hasta que no pudieran más de tanto amor.
Seguía enterneciéndole saber el amor que le rodeaba, que era de quienes se emocionaban tanto hasta por los pequeños detalles, que la sensibilidad que envolvía su alma era demasiado frágil y debía ser tocada con delicadeza como una flor a punto de marchitarse. Le encantaba que recibiera con amor el amor sincero, le provocaba anhelar los más bellos momentos a su lado, y procurar cuidarlo y con demasiada ternura para que aquella sonrisa cuadrada que lo identificaba, jamás se borrara.
Era como si la ternura se derramara por sus manos al tratarse de él, de lo que sentía. No sabía cómo hacía, pero provocaba que le suspirara de manera tierna como también salvaje, que lo quisiera cada segundo un poco más, que quiera tenerlo tan cerca que su aliento endulzara sus respiros.
Taehyung lograba que dejara sus miedos a un lado, que apostara todo nuevamente por el amor. No perdería por nada nada la oportunidad de amarlo y ser amada por él.
FIN
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