➤ Nota: En este especial había que inventar una aventura del trío de oro + un personaje adicional. Nos tocó Luna Lovegood, y esta aventura/misión riesgosa, trata sobre ellos cuatro. Algunas partes tienen que ver con los libros o películas, el resto es producto de nuestra imaginación uwu

El trío de oro + Luna Lovegood = Nargles.

1 de mayo de 1998:

Días de guerra... eran días de guerra en el gran mundo mágico. Los bandos eran los mismos que la última vez, hace aproximadamente 17 años; los mortífagos, dirigidos por Lord Voldemort y, el bando "bueno" que podría decirse que eran los miembros de la orden del fénix, los del ejército de Dumbledore y toda esa gente que estaba en contra de los ideales del señor tenebroso acerca de exterminar de una vez por todas a los de sangre impura.

Había solo una forma de destruir al señor tenebroso, y esa era destruyendo todos sus horrocruxes. El problema era que... ¿Dónde se hallaban? Y más importante aún, ¿cómo los destruían?

Luego del fallecimiento del mejor director de Hogwarts, Albus Dumbledore, las cosas se habían puesto más feas. Pues la gente ya no se sentía segura ni siquiera en el castillo, por ese motivo varios padres decidieron no mandar a sus hijos a dicha escuela, por falta de ese director que les inspiraba tanta confianza y seguridad.

Por otra parte estaba el famoso niño que vivió... Pues él tenía una misión muy importante por dicho director y ese era destruir los horrocruxes de Voldemort, el problema fue que no tuvo mucha información al respecto, pero gracias a sus buenos amigos: Ron y Hermione, pudo al menos conseguir dos horrocruxes más.

Les costó mucho, sí. Casi mueren varias veces, sí. Pero eso no les impidió seguir adelante con todo lo sucedido. Y ahora llegaba la parte más importante de todas, en la que irían al castillo de Hogwarts para encontrar el ante último horrocrux, que tenía que ver con la casa de Ravenclaw.

Y allí fueron, se dirigieron con cautela al castillo apareciéndose primero en el pueblo de Hogsmeade pero lo único que lograron fue alertar al resto y eso los obligó a esconderse. El hermano del profesor Dumbledore los ayudó a llegar al castillo en dónde se encontraron a sus amigos en la sala de los menesteres.

Harry les explicó a sus amigos y compañeros que necesitaban encontrar algo pequeño, difícil de encontrar y que sea de Ravenclaw. Muchos le preguntaron que para que era y así les explicó que sería necesario para destruir de una vez por todas a Voldemort. Ante esta confesión por parte del joven Gryffindor, los chicos se entusiasmaron y se llenaron de adrenalina, con miedo, claro, pero aun así querían contribuir para detener al señor tenebroso.

Desgraciadamente a ninguno que no sea de Ravenclaw se le ocurrió nada... salvo a una estudiante con cabellos rubios y mirada soñadora.

-Quizás se refiere a la diadema perdida de Rowena Ravenclaw -dijo aquella chica, más conocida como Luna Lovegood.

-Pero esa nunca nadie la ha visto, es imposible encontrarla -dijo Cho Chang.

-Pues entonces solo hay que buscarla en su sala común, ¿no? Podría estar allí -se le ocurrió a un Gryffindor.

-O podría estar por cualquier otra parte del castillo -dijo otro.

-El castillo es inmenso, las posibilidades de encontrarla son escasas...

En fin, se hizo un enorme debate sobre dónde podía estar dicha diadema y al final solo llegaron al acuerdo en que deberían buscarla todos por el inmenso castillo. Aquello sería muy difícil, pues justo en esos momentos, Lord Voldemort junto a sus seguidores habían entrado en el castillo a la fuerza, iniciando así una gran batalla en Hogwarts.

La pequeña Ravenclaw, por su parte, les pidió al trío de oro que la acompañaran, porque tenía una idea de a quiénes pedirles ayuda para encontrar dicha diadema. Ellos la miraron un tanto incrédulos pero aun así, Luna los convenció de que la acompañaran a un lugar: El bosque prohibido.

Lo que no se esperaban era encontrar la diadema enterrada justamente debajo de un árbol, ¿cómo lo supieron? Pues el trío de oro no supo decir porqué, pues la rubia solo se había dejado guiar por sus "instintos" y había descubierto en dónde estaba dicho objeto.

Con mirada soñadora se la entregó al trío de oro, y ya con la diadema encontrada solo faltaba unos pasos más: destruir los horrocruxes. Necesitaban la espada de Godric Gryffindor, pero no tenían ninguna idea de dónde podía estar, así que no sabían qué hacer en ese momento, pues necesitaban magia muy poderosa para destruir dichos objetos. Hasta que de pronto a la rubia se le ocurrió algo.

Caminaron con sigilo y rapidez por el bosque, sabían o intuían que estaba resguardado por los mortífagos. El trío de oro iba liderado por Luna, al parecer conocía un lugar con el tipo de magia que ellos buscaban, porque sus preciados nargles adoraban también esos lugares, para cuidar a aquellos inocentes que se toparan con esa magia tan potente. Lo que no esperaron es que de un momento a otro Luna se echara a correr.

-Pero, ¿qué...? -soltó Ron totalmente perplejo, ellos se miraron entre sí y caminaron veloces tras ella.

-¡Expelliarmus! -escucharon gritar a la rubia, y luego de eso miles de luces salieron de sitios distintos, al parecer ese lugar estaba demasiado protegido.

Los hechizos y maldiciones comenzaron a llover contra Luna, y los leones creyeron lo peor para su amiga, pero al llegar al claro donde se desarrollaba todo, miraron con absoluto asombro como pequeños puntos invisibles la rodeaban desdibujando su imagen y la protegían a la vez. ¿Sería posible...?

-¡Everte Statum! -gritó Hermione saliendo de su escondite para ayudar a su amiga, y los mortífagos arremetieron contra ella también y los muchachos.

-¡Harry! ¡Harry! -gritó Luna- ¡Es aquí, es aquí!

Harry Potter corrió hacia donde estaba su amiga y atravesó el extraño campo de fuerza.

-¿Dónde estamos, Luna? -dijo el niño que vivió observando al rededor la calma que contrastaba el ruido de la batalla externa.

-Son los nargles, Harry, protegen el lugar, y ahora se extenderán para proteger a Ron y Hermione también. Atontan a los mortífagos y a la vez dan seguridad invisible a los chicos, ¿no son fascinantes? -expresó la muchacha con su usual voz calmada y soñadora.

Harry, contra todo lo que pensó, esbozó una sonrisa, jamás habría pensado que los nargles realmente existieran y los ayudaran de esta manera precisa y sorpresiva.

Volvió su atención a lo que correspondía, Luna le enseñaba en una roca algunas especies de runas. Él no sabía de runas, pero Hermione sí.

-Hermione debe leerlas, yo no sé runas antiguas -explicó el ojiverde.

-Estas son runas inversas, como las que mostró papá en El Quisquilloso. Como runas normales de una parte del hechizo y como runas inversas dan la parte final. Son runas de poder, incrementan cualquier hechizo o poción al máximo, o eso me explicó la Dama Gris.

Harry corrió por Hermione mientras encargaba a Luna descifrar las runas inversas. La Ravenclaw apareció pluma y pergamino para escribir lo que requerían.

Harry, Ron y Hermione volvieron en el preciso momento en el que la rubia terminaba su parte. Ron llevaba en sus manos la copa de Hufflepuff, y Harry miraba tenso a sus amigos. Hermione terminó lo más rápido que pudo la traducción, y Luna convenció a los muchachos de poner protección alrededor de ellos.

-Los nargles no soportarán demasiado sin nuestra ayuda, son seres fantásticos pero tienen un límite de resistencia también.

Así que se pusieron a ello mientras Hermione acababa de juntar ambas partes del hechizo.

-¡Ya está listo! -gritó con júbilo.

-Será mejor que todos hagan el hechizo si quieren que funcione aún mejor, porque es muy poderoso y uno solo sería peligroso.

Los tres Gryffindors se pusieron en círculo mientras Luna observaba curiosa el lugar.

Harry sería el encargado de destruir los horrocruxes mientras que los otros tres serían los encargados de darle más poder a su hechizo, fue por eso que se pusieron en marcha para dar comienzo con el plan que tenían.

El elegido se puso frente a la diadema y a la copa, que por cierto la diadema estaba dentro de esta, o al menos una parte. Sus otros tres amigos se pusieron alrededor de los objetos, lo suficientemente cerca para poder lanzar los hechizos, solo bastaba con la señal de Hermione y ahí fue cuando actuaron.

-¡Dinistro katastrofi! -gritó el elegido de pelo azabache viendo como un destello de luz azul salía de la punta de su varita para dar de lleno a los objetos.

-¡Faateleina pouvoir uasmheid! -gritaron los otros tres también a los objetos, y de sus varitas salieron destellos de luz rojos brillantes, dándole así más poder al hechizo que había hecho el elegido para eliminar a los horrocrux de una vez por todas.

Justo cuando las cosas parecían ir mal debido a que los nargles se iban debilitando, los hechizos funcionaron y los horrocruxes se desvanecieron en el suelo poco a poco. El elegido sintió un fuerte dolor en su cabeza y se puso de rodillas en el suelo, pues era obvio, ya que él tenía cierta conexión con Lord Voldemort, sentía lo que el otro sentía, incluyendo la destrucción de sus horrocruxes.

Y así, con ayuda de su excéntrica amiga y de la inverosímil pero real existencia de los nargles, el trío de oro logró acabar con los horrocruxes dejándolos más cerca de derrotar a Lord Voldemort de una buena vez por todas.

Bueno espero que les haya gustado! XD pronto subiré mas :'v

Bч: ᥒoᥣxᥒgᥱrhᥙmᥲᥒ 🌺 ч Mιlα Scαмαиdεя 💛