
𝟎𝟎𝟏 ; 𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄
Era de dia, un dia calido caluroso a decir verdad.
Los niños jugaban con desganas, con sudor por todo el rostro.
Los hombres regresaban del trabajo o salian de sus casas despues del almuerzo.
Las mujeres, estaban sentadas afuera de sus casas observando a sus hijos, paseando, regresando de compras, quien sabe.
Todo parecia ir bien, pero como saben, donde hay luz y diversion, siempre hay algo de oscuridad y terror. Y esto no era muy lejos de hecho era al otro lado de la ciudad, en aquel enorme burdel.
— ¡SUELTENME! ¡¿ACASO NO ENTIENDE?! —exclamo la pelinegra, quien aparentemente era la elegida de aquella noche.
La mujer estaba siendo jaloneada por un hombre, quien tenia prendas muy finas y tenia apareciencia de viejo de ¿48? o mas aparentemente. Ella logro safarse del agarre y mantenerse firme, el hombre aparentemente ya harto no dudo en tirarle una bofetada que la tumbo al suelo con algo de sangre, ¡ LE HABIA ROTO EL LABIO !
— ¡ ESCUCHAME, NO ES CUESTION DE QUE TU QUIERAS, YA PAGE POR TI !
Mas golpes se escuchaban desde arriba, las jovenes empezaron a temblar del miedo, ¿y el hombre pedia por otra mujer? El miedo de ser seleccionadas era enorme, bueno, dependiendo. Pero lo peor era en la noche, de eso no habia duda.
— Dios mio... a este paso, el la matara —dijo una pelirroja.
— No podemos hacer nada, y lo sabes... —iba a continuar pero se vio interrumpida—
— Traigan el maldito botiquin —ordeno una chica con la voz algo calmada hacia las mas pequeñas— y preparen la cama de la chica, la voy a curar
Las pequeñas, 1kiohakus, fueron rapidamente a la cama de la joven que habia sido obligada a ir a atender a aquel cruel hombre e incluso pusieron a calentar su baño.
— _____ , ¿que estas haciendo? —le pregunto la pelirroja mientras se acercaba a su cama, en cuanto llego se sento.
— Pensando...
— ¿En que? Has estado asi desde ayer
De hecho habia estado asi durante toda la semana. Preguntandose: ¿Que hare cuando me elijan?. La idea la llenaba de asco, dejar de alguien que no amaba la tocara o le hiciera algo le disgusto. Ella queria casarse por amor, tener a alguien a quien amar... pero claro, el destino no tenia buenos planes para ella, ¿o si?. El destino era misterioso y ante los ojos de ellas, era su muerte.
— ¿Aló? ¡ Tierra llamando a ....
Se abrio la puerta y lanzaron a una pelinegra, tenia su ropa rajada y varias parte del cuerpo golpeadas. Incluso tenia señales de que fue golpeada con un latigo. ¿Ese seria mi destino si me rehuzo a tratar bien a los "clientes"?
La pelirroja, tsuko, se acerco y le toco el rostro.
Se levanto y lo unico que dijo.
— Ya no sufrira mas.
— ¿esta muerta? —preguntó una de las niñas
— Esta en un lugar mejor ahora... —finalizo la conversacion.
Estabamos bañando al cuerpo de la chica, su nombre era Yukasa. Era apenas una chica de quince años creo... y habia muerto. Le pase la esponja por su brazo, el cual tomaba un color palido y su piel era fria. No pude evitar soltar una lagrima, ¿es este mi destino tambien? Me rehuzaba a terminar asi a pesar de todo.
— Termino el baño, debemos ir a cambiarla —dijo tsuko mientras dejaba la esponja a un lado.
Ella llamo a unas jovenes, y todas cargamos el cuerpo hasta su cama, donde le empezamos a secar el cabello y el cuerpo. Todo... estaba golpeado, tenia rasguños, mordidas... Acaricie sus mejillas.
— ______ , calma, ella ya no sufrira mas. Alegrate —
— Espero que encuentre el camino de regreso de donde vino.
Al terminar nuestra labor, fui a nuestro armario, tome el vestido mas decente que habia. Se los entrege a tsuko, ella la cambio. Cuando terminamos, era el momento de rezarle al cuerpo.
Todas nos reunimos, y nos arrodillamos a orarle. Con la esperanza que descansara en paz. Se volvio a abrir la puerta y todas nos paramos. Era el dueño, nos empujo y vio a yukaza.
— Mierda, estas perras últimamente no aguantan nada —
— ¿Y si te lo hacemos a ti? Los hijos de perra como tu, capaz son iguales. ¡ PROBEMOS! —comente emocionada mi maravillosa idea
Caí al suelo, me dolía mi mejilla. Toque con mi palma de mi mano y ardía. Me habia abofeteado, alce mi mirada furiosa, ya harta de todo, me levante y agarre un florero y le rompi en la cabeza. Me abalance sobre aquel hombre tras el acto anterior. Sin control de mis emociones empece a golpearlo. Mis colegas, empezaron a hacer lo mismo, aquel hombre pedia clemencia...
— ¡ ESPOSO ! —Grito su mujer con voz quebrada— ¡AYUDA, GUARDIAS!
El hombre perdió el conocimiento. Fue cuando señale a su esposa, la agarramos entre todas. La usaríamos como rehén para cuando llegaron los guardias.
— No den un paso mas... —advirtió tsuko con su voz cantarina, tenia uno de los vidrios del florero en el cuello de la esposa del patrón.
Una gota de sudor recorrio las frente de los guardias, el patron inconciente y su mujer de rehén... no tenian muchas opciones en ese momento, ellos hicieron paso.
— Primero las niñas... —al ver que nadie se movio, fruncio el seño— ¡Niñas, si quieren irse caminen!
Ellas temblorosas, empezaron a caminar, con lentitud pero lo hacian tenian miedo de que aquellos hombres y ese lugar tan ancho pero a la vez cautivador. Ellas cuando se alejaron empezaron a alejarse y correr. Despues salimos las mayores, caminando aun pero como tsuko estaba con la mujer, ellos empezaron a acercarse.
— _____ , llevalas a casa. —me ordeno tsuko.
¿Se iba a quedar? ¡HABIAMOS LLEGADO MUY LEJOS! No iba a dejarla aqui, sabia que eso traeria consecuencias. Mi cuerpo empezo a temblar, empeze a caminar, pero me detuve las demas empezaron a irse corriendo.
— Nos iremos juntas —afirme.
Levante otro vidrio del suelo. Y no dude en acercarme a los guardias. Dos de ellos me agarraron de los brazos. Me resisti y golpe a uno, y al otro le enterre el vidrio en el ojo. Tsuko empujo a la mujer del demonio, quien nos hizo la vida imposible. Para tomarme de la mano y tratar de hui, pero me resbale porque alguien me agarro de la pierna derecha. Yo le golpee la cara con mi pierna izquierda, y me levante para seguir a tsuko.
— ¡¿ A DONDE CARAJOS SE FUERON LAS DEMAS ?! —dije mientras soltaba aquel vidrio.
— ¡TESORO, ellas huyeron para salvarse! Cualquiera lo haria en su sano juicio —dijo con su vos Arisca.
— ¡ Genial, tomemos ese punto la proxima que estemos en grupo !
Mis piernas no tenian mucha resistencia, estaba temblando aun por el daño que le hice a aquel guardia, me desconocía. Tsuko no sabia a donde ir pero se guio por la musica, en pijama entramos a un camerino. Aqui nos preparan para entregarnos a aquellos hombres asquerosos, no dude en tomar un kimono, sin ponérmelo bien, abre la ventana. Estábamos en el segundo piso, mire el monton de ropa que habia y no dude en empezar a tirarla, eso mortificaría mi caida.
— ¡Ven, saltemos!
Tsuko estaba callada, y nego la cabeza. ¿Que le pasaba? ¿no queria irse o que?
— Vete sin mi, no valgo la pena. Me voy a morir de todas formas —me confeso.
— ¿Eh? ¿DE QUE MIERDA HABLAS? —Le interrogue, mientras me sentaba en la ventana.
— Tengo una enfermedad por la transmisión sexual... estoy infectada después de todo.
— No me ire sin ti, podemos curarte en algún hos... —
No pude seguir porque sentí que me empujo. Nunca olvidaría ese rostro repleto de lagrimas. Aquel empujón me recordó cuando mis padres me dejaron sola en aquellas calles junto con mi hermano mayor, Nisutora.
Y este desapareció una noche, diciéndome que se iría al distrito rojo. Estaría sola de nuevo, ¿asi serán las cosas? Deje de pensar y me puse a correr tras aterrizar en aquella montaña de ropas. Amarraba mi kimono adecuadamente, estaba algo grande y acogedor. El sol se estaba ocultando, empecé a correr por aquellos lugares abandonados y oscuros sin dirección hasta llegar a un puente, logre visualizar personas y a gritar pidiendo ayuda, mientras me acercaba a una pareja de hermanos.
— ¡PORFAVOR, LES PIDO AYUDA! ¡ME VAN A MATAR! ¡SE LOS PIDO! —empecé a derramar lagrimas, y captaba miradas de gente.
— Esas prendas...¿ no es del prostíbulo de la ciudad? —preguntó uno de los hermanos mientras la alejaba.
Me di cuenta de que nadie de ahi me ayudaria. ¿Que mierda pasaba con esta gente? ¿Acaso no ven mi estado?
— ¡DETENTE AHI MISMO! ¡ATRAPENLA!
Entones segui en la persecución, aprete mis labios por la situación en la que me encontraba. Pase por el mercado, no dude en arrojarles cosas a los guardias mientras me iba perdiendo con la multitud de aquella gente. Cada vez escuchaba sus voces muy a la distancia. ¿acaso estaban atrás? empece a disminuir la velocidad, mientras recobraba el aire. Ni bien me recompuse, segui corriendo, vi a mucha gente pasar, con telas finas y bien vestidos. Miraba a todos lados.
PENSAMIENTOS DE ______ :¿A donde voy ahora? ¿Dónde me escondo?
Vi un callejón oscuro solitario, ahí iría. Pero antes mi instinto femenino me advirtió, no tenia otra, empecé a caminar, alejándome de toda la gente. Aquel lugar estaba en terribles condiciones. Estaba viejo, maloliente y sobre todo el suelo estaba mojado. Mi respiración estaba agitaba, comenze a dudar de haber elegido esto.
La joven caminaba, mientras sus pies pisaban el agua fria. Tomaba el aliento muy rapido, sus pisadas empezaron a sonar mas fuertes pero se dio cuenta de que no eran las suyas, empezo a correr tras esto, mientras corría podía ver a un tipo de monstruo con 3 ojos, piel pálida, cabello largo, uñas largas y con manos demás.
— Tu... ¡ERES UN MONSTRUO, ALEJATE! ¡DEJAME EN PAZ! —le grito.
Ella tomo otro callejón, que para desgracia no tenia salida. Ella se dio la vuelta y no tardo en ver a aquel feroz monstruo. ¿Así iba a terminar? No lo podía creer, el monstruo abrió su lengua y parecía querer sujetarla con esto.
Ella le mordió la lengua con todas sus fuerzas, tanto que esta la lanzo al suelo. Mientras ella recobraba el aliento. ¿Ahora que? No tenia tiempo para idear un plan, este el era el final. Cerro sus ojos y puso su sonrisa mas gentil que tuvo, lista para que el monstruo la devorara.
— Segunda postura: NIEBLA DE OCHO CAPAS —dijo una voz gélida.
Alce la mirada y vi como un pelinegro con katana, perforo a aquel monstruo. Su cabeza cayo a mi lado. Vi como empezaba a desvanecerse, hacerse cenizas. ¿Qué diablos era esto?. Desconcentrada y con mas terror que antes, vi al joven.
Tenia la tez blanca, cabello largo y negro con un desgradado de color menta y verde. Sus ojos olor menta también como su cabello, lo que hacia que se viera frio y distante.
Mi respiración era agitada, el no dejaba de mirarme con una cara neutral. Me levante con algo de dificultad y quedar algo lejos del joven.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro