Pedido de: @_Owlbert_ ¡Ojalá te guste! 💛

El reloj marcaba las 3:47 de la mañana cuando Alex sintió que alguien le sacudía el brazo con insistencia. Medio dormida y algo confundida, se quitó la almohada de la cara solo para encontrarse con Daniela, de pie junto a su cama, vestida con una sudadera enorme, shorts y un brillo en los ojos que solo presagiaba caos.

─── ¿Qué haces aquí? ──── Susurró Alex con voz ronca, medio pegada a la almohada.

──── Donas. ──── respondió Daniela con total seriedad.

──── ¿Qué?

──── Quiero donas. Vamos por donas.

Alex parpadeó un par de veces, procesando lentamente lo que su hermana acababa de decirle.

Dany, su hermana mayor, había irrumpido en su habitación en plena madrugada para sugerir un atraco a la tienda de donas más cercana.

──── ¿Estás loca? Son las 4 de la mañana, Daniela. ──── murmuró Alex, volviendo a cerrar los ojos.

──── Por favor, linda. ──── dijo Dany, arrastrando la palabra dramáticamente mientras se sentaba a los pies de la cama ──── Necesito azúcar. Y no quiero ir sola. Anda, Alex.... Será divertido.

El dramatismo de Daniela terminó por despertarla por completo. Alex se incorporó, mirándola como si le hubieran ofrecido una misión secreta.

──── Si me llevan presa, le diré a mamá que fue tu idea. ──── Amenazó

──── Prometido. Ahora, ¡levántate!

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4:05 AM
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Daniela y Alex subieron al coche, ambas con aspecto de fugitivas. Daniela iba al volante con una sonrisa triunfante y Alex llevaba una gorra que le cubría el rostro.

──── Espero que la tienda esté abierta, si no, te abandono en la carretera. ──── bromeó Alex.

──── Abierta está. Vi que tienen horario 24 horas ──── respondió Daniela muy segura, como si llevara semanas planeando esta expedición.

──── ¡¿La buscante antes por internet, Daniela?! ──── Grito Alex escuchando la risota que Dany soltaba

Cuando llegaron, el lugar estaba desierto, salvo por un empleado con ojeras y cara de “quiero renunciar”.

Las hermanas entraron, examinando la vitrina llena de donas como si estuvieran eligiendo joyas preciosas.

──── Me llevaré dos cajas. Una de chocolate y otra surtida. ──── dijo Daniela con decisión.

──── ¿Dos cajas? ¿Para quién son? ──── preguntó Alex mientras tomaba su propia caja.

──── Para mí, obvio. El hambre es real, hermana.

Salieron de la tienda con las cajas de donas apiladas, cada una con una dona en la boca como si fueran trofeos de guerra.

Daniela no paraba de reír y Alex intentaba que no se le cayera el azúcar glas en la ropa.

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4:45 AM
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Entraron a la casa en silencio, haciendo su mejor esfuerzo para no despertar a nadie. Daniela avanzaba con las cajas como si fueran botines robados, mientras Alex luchaba por cerrar la puerta. Pero cuando llegaron a la sala, congelaron el paso al escuchar una voz.

──── ¿Se puede saber qué hacen ustedes dos?

Alex y Dany se giraron lentamente, como personajes de dibujos animados pillados en el acto. Allí, iluminadas por la tenue luz del pasillo, estaban Alejandra y Paulina, sentadas en el sofá con caras de incredulidad. Detrás de ellas, su madre Mony y su padre Luis las observaban, ambos con pijamas y café en mano.

─── ¿Son donas? ──── preguntó Mony, entornando los ojos.

──── ¿A las 4 de la mañana? ──── añadió Paulina, cruzando los brazos.

Alex, aún con la dona entre los dientes, intentó hablar:

──── Esh culpa de Dany... ──── murmuró con la boca llena.

Daniela, en un intento de defenderse, levantó una de las cajas.

──── Nos despertó el antojo. ¿Quieren una?

El silencio se prolongó un segundo más antes de que Luis soltara una risa contenida, seguido de un suspiro de Mony.

──── Dios, estas hijas mías... ──── murmuró su madre, negando con la cabeza.

──── ¿Y nos trajeron? —preguntó Ale con un toque de sarcasmo, aunque sus ojos brillaban ligeramente al ver las cajas.

──── Si las comparten, no diremos nada. ──── agregó Paulina, dándose por vencida.

Las hermanas se sentaron en la sala, pasando las cajas de donas como si nada hubiera pasado, disfrutando juntas del improvisado festín.

──── No vuelvan a despertarse así por donas. ──── dijo Mony, aunque su boca traicionera ya tenía una dona de chocolate.

──── No prometemos nada. ──── respondió Daniela con una sonrisa cómplice hacia Alex.

──── La próxima vez avísenme, yo también quiero donas. ──── añadió Luis, riendo bajo su bigote.

Las cuatro hermanas se miraron entre sí, compartiendo una de esas extrañas pero divertidas anécdotas familiares que, sin duda, recordarían por mucho tiempo.

Y así, a las 5 de la mañana, con las cajas de donas vaciándose rápidamente, Alex no pudo evitar pensar: Todo esto es culpa de Dany. Pero valió la pena.

NOTA:

Heyyyyy! ¿Como están? Espero que muy bien 💛

¿Que tal estuvo el capítulo? Me divertí escribiéndolo JAJSJ

Hoy no hay pedido de capítulos ya que tengo varios y atrasados más encima 😞☝🏻 Pero x, ya pronto voy a actualizar más seguido

Atte: Gabi;)