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𝄞⨾ ✦֢ᜒ . ﹕𔘓 veintisiete ; 𓏲࣪ 𖤐 ּ ֗ ִ

Luka caminó rápidamente por las calles hasta llegar a la casa de ____, el sonido de la lluvia golpeando suavemente el suelo acompañaba sus pensamientos. Se sentía inquieto desde la llamada, algo en la voz de la italiana le había dejado una sensación de urgencia. Cuando llegó frente a la puerta, la duda lo detuvo por un momento, pero al escuchar gritos provenientes del interior, supo que no podía esperar más. Tocó la puerta, deseando no empeorar lo que parecía ya un ambiente tenso.

Desde adentro, se oía una voz masculina alzándose con tono severo. Luka no distinguió todo, pero captó fragmentos como “consentir” y “vagancia”. Otra voz, más suave, intentaba calmar la situación. La madre de ____.
El oji-azul tragó saliva, sus dedos tamborilearon nerviosos sobre el marco de la puerta, y cuando por fin se abrió, se encontró cara a cara con un hombre alto e imponente.

Los ojos dorados del hombre lo golpearon como un reflejo helado. Eran los mismos que los de ____, pero llenos de frialdad. Su cabello oscuro, salpicado de canas, estaba perfectamente peinado, y su rostro mostraba una seriedad casi impenetrable. El joven sintió cómo su garganta se cerraba por un momento.

—¿Qué necesitas? —preguntó el mayor con voz firme, casi intimidante.

Luka, visiblemente incómodo, respondió con rapidez.

—Vine a ver a ____... habíamos quedado en hablar.

El hombre lo miró de arriba abajo, evaluándolo como si quisiera decidir si merecía estar ahí. La tensión en el aire era palpable, y Luka tuvo que luchar para no dar un paso atrás. Por suerte, la madre de ____ apareció detrás de su marido, con una expresión apurada y amable.

—Oh, él es Luka, un amigo de ____. Puedes pasar —dijo con un intento de sonrisa conciliadora mientras se apartaba ligeramente para dejarle espacio.

Pero antes de que Luka pudiera moverse, el hombre levantó una mano, deteniéndolo en seco.

—No. No pienso seguir permitiendo que ____ se encierre como si no tuviera obligaciones. Esto ya es suficiente.

Dio media vuelta y empezó a subir las escaleras, llamando a su hija con una voz que resonaba como un trueno.

—¡____! Baja ahora mismo.

Desde arriba no hubo respuesta, solo un silencio tenso. Luka dio un paso adelante, queriendo intervenir, pero la madre de ____ lo detuvo suavemente, colocando una mano en su brazo.

—Por favor... no lo hagas más difícil —susurró con una tristeza evidente.

El peliazul miró hacia las escaleras, impotente. Escuchó un crujido mientras el hombre abría la puerta del cuarto de ____. Al principio no se oían más que palabras amortiguadas, pero rápidamente la situación se intensificó.

—¡Levántate de una vez! —gritó el señor Bianchi, y luego se escuchó la voz de ____, débil, tratando de replicar algo.

—Papá, estoy cansada... por favor, solo dame...

—¡Nada de excusas! ¡Ya basta de esta actitud!

Los pasos pesados del hombre resonaron con fuerza al bajar las escaleras, y el guitarrista sintió cómo su corazón se aceleraba al ver que sostenía a la chica del brazo y la jalaba de manera brusca. Ella estaba aún en pijama, con el cabello desordenado y el rostro visiblemente cansado, pálido.

—Papá, suéltame, me estás lastimando —protestó la menor con un tono bajo, casi suplicante, mientras intentaba soltarse del agarre.

—¡Tal vez si salieras de tu cuarto más seguido no estarías tan débil! —gruñó él, soltándola con brusquedad frente a la puerta. ____ tropezó un poco, pero logró mantenerse de pie.

Luka apretó los puños al ver cómo la trataba, cada fibra de su cuerpo quería golpear esa puerta, gritarle que no tenía derecho a tratarla así. Pero algo en la mirada de ____, ese brillo apagado de resignación, lo hizo detenerse. No era el momento de empeorar las cosas.

La puerta se cerró de golpe, dejándolos a ambos bajo la llovizna que seguía cayendo con suavidad.
Al señor Bianchi no le importaba si Luka o ____ seguían mojándose, solo quería que su hija saliera de una vez por todas. Ya ni siquiera era por su "preocupación", sino que solo buscaba desquitarse.

La pianista, sin mirar a Luka, se frotó los ojos y suspiró profundamente.

—Perdón… no quería que vieras eso —dijo en voz baja, su tono cargado de vergüenza y cansancio—. Papá llegó más temprano de lo que esperaba.

—No tienes que disculparte por nada —respondió Luka, luchando por mantener la calma. Dio un paso hacia ella, inclinándose ligeramente para intentar captar su mirada—. ¿Estás bien?

Ella asintió débilmente, aunque no podía ocultar el temblor en sus manos.

—Estoy acostumbrada… pero no te preocupes. Mejor vámonos de aquí, ¿sí? No me gusta mojarme.

Luka asintió, pero por dentro sabía que esta escena no iba a salir de su cabeza tan fácilmente. Se prometió a sí mismo que haría todo lo posible por estar ahí para ella, porque claramente necesitaba a alguien que la apoyara, incluso si no lo decía en voz alta.

Luka caminaba junto a ____ en silencio mientras el sonido de sus pasos se mezclaba con el leve golpeteo de la llovizna. Ambos estaban empapados, pero ninguno parecía preocuparse por ello. El guitarrista la observó de reojo; la menor mantenía la mirada baja, con las manos metidas en los bolsillos de su pijama, como si quisiera desaparecer del mundo. Luka no pudo evitar notar lo vulnerable que se veía en ese momento.

Al llegar a un pequeño local abandonado, con un techo que los protegía de la lluvia, el mayor se detuvo. Se pasó una mano por el cabello mojado y, tras un instante de duda, rompió el silencio.

—____... —empezó, su voz suave pero cargada de preocupación—, ¿qué pasó allá dentro? Quiero decir... ¿siempre es así con tu padre?

Ella tardó en responder, como si estuviera decidiendo cuánto quería compartir. Finalmente, suspiró y se encogió de hombros.

—Siempre ha sido así —murmuró, con una amargura que no logró ocultar—. En realidad, hoy hasta se contuvo... probablemente porque tú estabas ahí.

La confesión golpeó a Luka más fuerte de lo que esperaba. Sus manos, que había metido en los bolsillos de su suéter para calentarse, se apretaron en puños. No podía entender cómo alguien podía tratar así a su propia hija. Miró a ____, buscando alguna señal en su expresión que le indicara si estaba bien, pero ella evitaba su mirada, fingiendo que la llovizna era más interesante.

—Eso no está bien —dijo finalmente, su tono firme pero con una calidez que intentaba consolarla.

Ella soltó una risa seca, casi sin humor.

—No está bien, pero... ¿qué puedo hacer? Mientras lo ignore, no pasa nada. Así ha sido siempre.

Luka se quedó en silencio por unos segundos, procesando sus palabras.
No podía evitar comparar.
Su relación con su propio padre era completamente distinta, pero igual de complicada.
Él había crecido sin saber quién era su padre. Durante años, había sentido un vacío, una ausencia que lo acompañó en cada cumpleaños, en cada recital donde veía a otros niños ser abrazados por sus padres. Y cuando finalmente descubrió que su padre era Jagged Stone, una leyenda del rock, todo había cambiado. Jagged, aunque excéntrico y algo torpe, había intentado desde entonces ser parte de su vida, apoyarlo, y aunque aún estaban aprendiendo a construir su relación, Luka sabía que su padre lo quería.

Sin embargo, ____ tenía un padre que estaba físicamente presente, pero emocionalmente ausente. Cruel, agresivo, alguien que claramente no sabía cuidar de ella. Luka no podía imaginar cómo debía sentirse cargar con esa realidad todos los días. Y no quería ni pensar como había sido cuando ella estaba en Italia, sola, incluso más aislada.

Suspiró profundamente, sus pensamientos pesados. Finalmente, decidió hablar, con un tono más suave esta vez.

—Si alguna vez... no te sientes segura en casa —dijo, eligiendo cuidadosamente sus palabras—, puedes venir a la mía. Siempre serás bienvenida.

____ levantó la mirada, sorprendida por la oferta. Durante un momento, solo lo miró, como si intentara descifrar si hablaba en serio. Sus labios se entreabrieron para responder, pero las palabras tardaron en salir.

—No tienes que preocuparte tanto por mí —dijo finalmente, con una sonrisa débil y cansada—. De verdad, estoy bien. Mientras lo ignore... no me hará nada.

Luka negó con la cabeza, frunciendo ligeramente el ceño.

—No se trata solo de ignorarlo. Nadie debería vivir así. No tienes que conformarte con eso.

Ella apartó la mirada de nuevo, visiblemente incómoda. Sus manos jugaron nerviosamente con los bordes de su pijama, y Luka se dio cuenta de que quizás había tocado un tema demasiado personal.

—Perdón —dijo rápidamente, levantando las manos en un gesto de disculpa—. No quiero meterme donde no me llaman. Es solo que... me preocupa.

La chica no respondió de inmediato. Por un momento, el único sonido fue el de la lluvia cayendo alrededor de ellos. Finalmente, respiró hondo y lo miró, con una sonrisa pequeña pero sincera.

—Gracias... por preocuparte. En serio. Pero... hay cosas que son más fáciles de soportar que de cambiar.

Sus palabras dejaron un nudo en el estómago de Luka, pero no quiso presionarla más. En su lugar, asintió ligeramente, aunque no podía quitarse la sensación de impotencia. Quizás no podía cambiar la situación de ____, pero sí podía asegurarse de que supiera que no estaba sola.

La castaña rompió el silencio, levantando la mirada hacia Luka con una pequeña sonrisa de agradecimiento.

—Gracias por preocuparte, Luka… de verdad. Pero estaríamos mejor en mi habitación. Me siento un poco mareada, como si la luz me estuviera afectando.

Luka rió suavemente, cruzándose de brazos mientras la miraba con cierta diversión.

—Bueno, al menos no está soleado como para deslumbrarte. Aunque supongo que después de estar encerrada, cualquier luz parece una tortura, ¿no?

La sonrisa de ____ se amplió un poco, pero no duró mucho. Luka se fijó en su rostro: pálido, con ojeras que resaltaban bajo sus ojos. Parecía mucho más frágil de lo habitual, y la preocupación volvió a instalarse en su pecho.

—____, ¿te aislaste otra vez? —preguntó de pronto, con un tono suave pero directo.

Ella parpadeó, claramente sorprendida por su observación.

—¿Otra vez? ¿Cómo sabes que no es la primera vez?

Luka se quedó helado. Había hablado sin pensar, y ahora no sabía cómo explicarlo. Claro, él sabía sobre los episodios de la italiana porque había ido a animarla como Viperion en el pasado, pero no podía decirle eso. Tragó saliva, buscando una excusa rápida.

—Bueno... Marinette me lo mencionó alguna vez —dijo al final, rascándose la nuca y evitando su mirada.

____ alzó las cejas en señal de sorpresa, pero no dijo nada al respecto. Solo dejó escapar un pequeño “oh” mientras bajaba la mirada hacia sus pies, como si aquello le hubiera recordado algo que prefería olvidar.

—¿Estás bien? —insistió el apellidado Couffaine, acercándose un poco más a ella. Su tono estaba cargado de preocupación genuina, y aunque no quería presionarla, tampoco podía quedarse de brazos cruzados viendo cómo se deterioraba.

____ suspiró profundamente, cruzando los brazos mientras apoyaba la espalda contra la pared del local vacío.

—No lo sé. Estoy... estresada, supongo. Y... emocionalmente no estoy bien. No sé cómo arreglar las cosas con Marinette, pero sé que definitivamente no quiero hacerlo pronto.

Luka se quedó en silencio, escuchándola atentamente. Había algo en su tono, en la forma en que hablaba, que revelaba más dolor del que estaba admitiendo. ____ parecía estar cargando más de lo que podía soportar.

—Y son... muchas cosas —continuó ella, sacudiendo ligeramente la cabeza, como si quisiera adelantarse a cualquier malentendido—. Se trata de mí, de cómo me duele verte herido, de mis propios sentimientos, de cómo lastimé personas estando akumatizada... Marinette rompió una promesa importante, y lo único que hace es disculparse, pero no me da una explicación real. No me dice por qué lo hizo, ni intenta arreglarlo de verdad. Solo se disculpa, como si eso fuera suficiente.

Luka apretó los labios, sintiendo cómo el enojo de ____ se mezclaba con tristeza en sus palabras. Era evidente que no solo estaba dolida, sino también desilusionada, y eso hacía que el asunto fuera mucho más complicado. Sin pensarlo mucho, extendió la mano y tomó la de ____ con suavidad.

—No tienes que sentirte mal por eso —dijo, con una voz que parecía casi un susurro—. A veces necesitamos tiempo para procesar las cosas. No tienes que arreglarlo todo de inmediato. Solo... no te encierres tanto, ¿sí? Sal un poco, distrae tu mente. No puedes cargar con todo sola. Si vine fue para hacerte compañía, para que salgamos a hacer algo divertido y distraerte.

____ bajó la mirada hacia sus manos unidas, sintiendo el calor de Luka y el sonrojo que comenzaba a invadir su rostro.
 
—Luka, no sé si lo has notado, pero sigue lloviendo —murmuró, intentando ocultar su nerviosismo detrás de un comentario sarcástico.

Él rió, pero no soltó su mano. En cambio, dio un paso hacia adelante, tirando suavemente de ella.

—¿Y qué con eso? La lluvia nunca nos ha detenido antes, ¿verdad?

Antes de que la morena pudiera responder, Luka la guió con una sonrisa traviesa. Ella lo siguió, algo confundida.
Finalmente, después de caminar un poco más durante algunos minutos, lo entendió cuando llegaron a la entrada de la pista de hielo local.

—¿En serio? —preguntó ella, sorprendida.

—¿Por qué no? —respondió el guitarrista, mirándola con una mezcla de desafío y diversión.

____ no pudo evitar reír, aunque sacudió la cabeza.

—Estás loco.

—Tal vez. Pero si tú no piensas patinar, entonces tendré que obligarte. ¿Te animas?

Y aunque ella dudaba, algo en la mirada de Luka la convenció. ִ
La pista de hielo estaba casi vacía. El tenue reflejo de las luces amarillas del atardecer en el techo de cristal se mezclaba con los destellos blancos del hielo, creando un ambiente tranquilo y mágico. ____ y Luka se deslizaban lentamente, sin prisa, dejando que el momento fluyera. La italiana estaba todavía torpe, agarrándose del borde o del brazo de Luka cada vez que sentía que iba a caer.

—Vamos, ____ —dijo Luka, sujetándola con firmeza mientras ella trataba de estabilizarse—. Si quieres patinar, tienes que dejar de pensar que te vas a caer.

—Fácil para ti decirlo —murmuró la menor, frunciendo el ceño mientras daba un paso inseguro hacia adelante—. Creo que naciste sabiendo cómo mantener el equilibrio.

Luka rió suavemente.

—No te preocupes, si te caes, estoy aquí.

____ levantó la mirada hacia él por un momento, su expresión se suavizó, aunque pronto la desvió de nuevo hacia el hielo.

—Gracias por eso. Siempre estás ahí cuando siento que voy a caer...

El tono en su voz hizo que Luka la mirara con más atención.

—¿Estás bien? —preguntó con suavidad, deteniéndose en medio de la pista.

La chica suspiró, dejando que su peso descansara en el borde mientras bajaba la mirada hacia sus patines.

—No lo sé, Luka. Juro que estoy tratando de pasarla bien, pero... no puedo dejar de pensar que todo está mal. Mi pelea con Marinette, lo que hice mientras estaba akumatizada, mi papá... siento que estoy arruinando todo lo que toco. Y cuando siento que todo en mi vida va bien, todo se desmorona...

Luka negó con la cabeza, dando un paso más cerca.

—No estás arruinando nada. Todos cometemos errores, y todos pasamos por cosas que nos superan. Pero eso no significa que todo esté perdido.

Ella lo miró, sus ojos dorados llenos de culpa.

—Pero no lo entiendes. Marinette era tu novia, y yo... yo solo fui egoísta. Me akumatizaron porque no podía lidiar con todo lo que sentía. Ni siquiera puedo enfrentarme a mi papá sin desmoronarme. ¿Qué tipo de persona soy?

Luka se quedó en silencio por un momento, pensando en cómo responder. Finalmente, alzó una mano y la colocó sobre el hombro de ____ con delicadeza.

—Eres una persona que está luchando. Y eso ya es suficiente.

Ella soltó una risa amarga. 
—¿Es suficiente? No parece suficiente. Siento que solo estoy en medio de todo. Que no pertenezco a ningún lugar.

Luka frunció el ceño, su agarre en su hombro se hizo un poco más firme.

—Eso no es verdad. Claro que perteneces. Eres importante para muchas personas, y eso incluye a Marinette, aunque ahora estén peleadas. 

—¿Y tú? —preguntó ella, en un susurro apenas audible.

Luka parpadeó, sorprendido por la pregunta directa, pero no apartó la mirada de ella.

—¿Yo? Claro que también eres importante para mí. Más de lo que probablemente te das cuenta.

La morena sintió un nudo formarse en su garganta, pero antes de que pudiera responder, Luka continuó.

—Mira, no voy a mentirte. Mi ruptura con Marinette... duele. Pero también sé que la vida sigue. Hay muchas melodías esperando ser tocadas, y no puedo quedarme estancado en una sola canción.

Las palabras de Luka resonaron profundamente en ____. "Muchas melodías esperando ser tocadas". Su mente se llenó de un pensamiento tan claro que casi le dolía: Quiero ser yo esa nueva melodía.

Ella respiró hondo, tratando de contener las emociones que amenazaban con desbordarse.

—Luka... sé que tal vez no puedo hacer mucho por ti, pero si alguna vez necesitas... no sé, alguien con quien tocar esas nuevas melodías, quiero que sepas que estoy aquí. 

Luka sonrió suavemente, agradecido por sus palabras.

—Lo sé, ____. Y eso significa mucho para mí.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, el mundo a su alrededor parecía detenerse mientras el aire entre ellos se llenaba de emociones no dichas. Luka fue el primero en romper el silencio, extendiendo una mano hacia ella.

—¿Sigues queriendo patinar, o prefieres que tomemos un descanso?

Ella lo miró, una pequeña sonrisa asomando en sus labios.
 
—Vamos a seguir. Aunque tenga que apoyarme de ti todo el tiempo.

Luka rió, tomando su mano con confianza. 
—Siempre puedes apoyarte de mí, ____. 

Y con esas palabras, volvieron a deslizarse por el hielo, dejando que el tiempo pasara, mientras en el corazón de ____ una nueva melodía comenzaba a surgir, esperando ser tocada algún día.

𝄞⨾ 𓏲ּ ᥫ᭡ ₊ 𝄃𝄃𝄂𝄂𝄀𝄁𝄃𝄂𝄂𝄃 𝄢⊹ ˑ ִ

Cuando el atardecer comenzó a teñir el cielo de naranjas y rosados, ambos decidieron que era hora de volver. Luka, atento como siempre, se aseguró de que ____ llevara bien ajustado su suéter (que le había prestado una vez más) mientras caminaban de regreso bajo un cielo despejado y fresco, con las calles aún húmedas por la lluvia reciente.

Al llegar frente a la casa de la italiana, ambos se detuvieron. Había un aire de tranquilidad entre ellos, aunque también algo cargado de emociones no dichas. El joven la miró, su mirada suave iluminada por la luz tenue de los postes de la calle.

—¿Estás segura de que quieres entrar? —preguntó en voz baja, como si temiera romper el frágil momento de calma.

Ella asintió, aunque con duda. 

—Sí... No puedo seguir huyendo de esto, Luka. Pero gracias por hoy. Significó mucho para mí. Creo que lo necesitaba más de lo que me di cuenta —dijo ____, jugando con las mangas del abrigo mientras evitaba su mirada.

Luka inclinó la cabeza hacia un lado, observándola con esa calidez característica en sus ojos.

—No tienes que agradecerme nada. Me alegra verte sonreír de nuevo.

Ella rió suavemente, aunque pronto volvió a bajar la mirada, como si estuviera sopesando algo importante.

—¿Sabes? A veces siento que todo está tan... desordenado. Pero cuando estoy contigo... es como si las piezas se acomodaran, aunque sea por un rato.

El mayor se quedó en silencio, sintiendo cómo esas palabras lo golpeaban en el pecho, haciéndolo consciente de una calidez que se extendía por su interior. Dio un paso hacia ella, inclinándose ligeramente para poder mirarla directamente a los ojos.

—____, siempre puedes contar conmigo. Cuando las cosas se sientan caóticas o cuando simplemente quieras salir... estoy aquí.

Ella levantó la mirada, encontrándose con la sinceridad en los ojos de Luka, y por un instante el mundo pareció detenerse. Había algo en ese momento, en la cercanía entre ambos, que hacía que el aire se sintiera más pesado, pero en el mejor de los sentidos.

—Gracias... —susurró ____, sintiendo cómo sus mejillas se calentaban—. Y lo mismo digo. Si alguna vez necesitas alguien con quien hablar o... no sé, tocar guitarra y piano al mismo tiempo, estoy aquí.

Luka rió suavemente, pero su mirada no se apartó de la de ella. Con cuidado, levantó una mano y la colocó sobre su cabeza, revolviendo un poco su cabello de forma juguetona.

—Me lo tomaré en serio, ¿eh? No vayas a arrepentirte.

Ella rodó los ojos con una sonrisa, aunque no pudo evitar reír.

—No lo haré, guitarrista.

Se quedaron en silencio por un momento más, hasta que Luka finalmente dio un paso atrás, aunque con cierta renuencia.

—Bueno, mejor entra. No quiero que te congeles aquí afuera —dijo, con una sonrisa que parecía esconder algo más.

—Sí, claro. Buenas noches, Luka. Y... gracias de nuevo.

—Buenas noches, ____. Descansa.

Luka esperó hasta que ____ cruzara la puerta y la cerrara detrás de ella antes de darse la vuelta. Se quedó parado por unos segundos, mirando hacia el cielo y soltando un suspiro que llevaba una mezcla de emociones que ni él mismo entendía del todo.

____ dio los primeros pasos dentro de su hogar.
El ambiente dentro de la casa era sofocante. Apenas cerró la puerta detrás de ella, la voz de su padre resonó desde la sala.

—¿Por fin decides aparecer? —dijo con un tono cargado de sarcasmo y desdén.

—Fui a despejarme un poco —respondió con voz neutra, casi apagada.

Carajo, si fuiste tú quien me obligó a salir, ¿por qué te quejas...?

—¿Despejarte? —repitió él, levantándose del sillón con una expresión severa en el rostro—. ¿Eso es lo único que haces últimamente? Despejarte, perder el tiempo, en lugar de hacer algo productivo y útil con tu vida.

La menor cerró los ojos un momento, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en su pecho.

—No estoy perdiendo el tiempo —dijo en un tono más firme, girándose para enfrentarlo—. Solo... necesito un respiro.

—¿Un respiro? —espetó su padre, cruzándose de brazos—. La vida no te da "respiros", ____. La vida es trabajo, esfuerzo, disciplina. Y tú, en cambio, decides encerrarte en tu habitación, ignorando todo y a todos. ¿Qué crees que lograrás con esa actitud? Si no te sacaba yo, seguirías allí de vaga.

La rabia comenzó a burbujear dentro de ella. Sus puños se apretaron a los costados mientras lo miraba directamente.

—¡Tal vez si dejaras de exigirme tanto, podría respirar sin sentir que estoy ahogándome todo el tiempo!

La intensidad en su voz hizo que su padre se detuviera por un segundo, sorprendido. Pero pronto su expresión se endureció aún más.

—No te exijo nada que no sea razonable. Esta familia tiene estándares. Si no puedes cumplir con ellos, es tu problema.

____ dio un paso hacia adelante, su corazón latiendo con fuerza.

—¿Estándares? ¿Como el hecho de que nada de lo que hago parece suficiente para ti? ¿O el hecho de que cada vez que fallo en algo, te aseguras de recordármelo como si fuera el fin del mundo?

Su padre frunció el ceño, su tono volviéndose frío y cortante.

—¿Eso crees? ¿Que soy el malo aquí porque intento que seas alguien de provecho en lugar de un fracaso?

La palabra "fracaso" golpeó a ____ como una bofetada, pero esta vez no retrocedió. Su cuerpo temblaba, pero no de miedo, sino de una mezcla de rabia y algo más… algo desconocido.

—¿Sabes qué? Tal vez prefiera ser un "fracaso" en tus ojos que seguir sintiéndome como si nada de lo que hago importara. Ojalá desaparecieras de mi vida.

El silencio que siguió fue ensordecedor. Pero ____ no esperó a escuchar una respuesta de su padre. Dio media vuelta y subió las escaleras rápidamente, cerrando la puerta de su habitación con un golpe firme.

Su respiración era agitada mientras se apoyaba contra la puerta, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. La discusión aún resonaba en su mente, pero algo era diferente esta vez.

Por primera vez, ____ no se sintió completamente derrotada. Claro, estaba agotada emocionalmente, pero también había una chispa de algo más en su interior. Había dicho lo que llevaba tanto tiempo guardando, y aunque el miedo y la culpa seguían ahí, también había una extraña sensación de alivio.

Se dejó caer en la cama, mirando al techo. Pensó en Luka, en cómo le había dicho que todos merecen encontrar nuevas melodías en su vida. Una pequeña sonrisa se asomó en sus labios mientras cerraba los ojos.

Quizás, por primera vez, había dado el primer paso hacia algo nuevo.

𖤐⭒๋࣭⭑ notitas. ✦֢ᜒ 𓏲࣪  ּ  ֗ ִ

ˏˋ°•*⁀➷ nuevo canal de difusión ¡! estaré subiendo mayormente dibujos, pero también habrán edits y avances de mis fanfics incluido este, de hecho ya hay un pequeño spoiler allí 👀.

ˏˋ°•*⁀➷ también les recuerdo que hay un grupo de whatsapp donde hablamos de mis fics y otras cosas variadas como videojuegos, animes, series, recomendaciones de historias y otros temas. también allí doy avances de mis historias y spoilers <3

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