𝄞⨾ ✦֢ᜒ . ﹕𔘓 diecinueve ; 𓏲࣪ 𖤐 ּ ֗ ִ
____ permaneció un rato más en el barco de los Couffaine, insistiendo en ayudar a Luka y Juleka a limpiar tras la fiesta. Aunque ambos trataron de convencerla de que no era necesario, argumentando que era su cumpleaños, ella no aceptó un "no" por respuesta. Finalmente, Luka accedió con una sonrisa resignada y prometió acompañarla a casa una vez terminaran.
Cuando ____ sacó la última bolsa de basura, Luka tomó los regalos que ella había recibido y se despidió de su madre y su hermana. Les avisó que volvería más tarde, para asegurarse de que la menor llegara bien a su casa.
El trayecto fue tranquilo, iluminado por la suave luz de la luna llena. Luka, cargando la bolsa de regalos con facilidad, rompió el silencio después de un rato.
—Perdón por no decirte lo de la fiesta desde el principio —dijo con un tono sincero.
____ negó con la cabeza, esbozando una pequeña sonrisa.
—No hay nada que disculpar. Fue un lindo detalle. Gracias por pensar en mí.
Luka le devolvió la sonrisa, pero parecía no querer dejar la conversación ahí.
—¿No tienes curiosidad por saber cuál es mi regalo para ti?
Ella lo miró con sorpresa antes de reír ligeramente.
—No tienes que darme nada más, Luka. Ya hiciste suficiente.
Luka soltó una risa suave, sacudiendo la cabeza.
—Bueno, tengo algo, pero quería guardarlo para el final de la noche.
____ levantó una ceja, intrigada, pero no insistió. Continuaron caminando, dejando que la charla fluyera hacia temas más ligeros. Hablaron sobre lo hermosa que estaba la luna, lo mucho que ambos adoraban los arándanos y si ____ debería o no hacerse una perforación.
Cuando finalmente llegaron a la puerta de la casa de la chica, Luka dejó los regalos con cuidado junto a la entrada. Antes de irse, se detuvo, como si algo lo retuviera.
—Gracias por acompañarme —dijo ____, sonriendo con sinceridad—. Y, de nuevo, gracias por la fiesta. Fue una sorpresa muy especial.
El guitarrista asintió, sonriendo de vuelta, pero su mirada parecía esconder algo más. Era evidente que aún no había terminado con su plan para esa noche.
Luka sonrió con calidez al mirarla.
—¿Lista para tu regalo? —preguntó, su tono tranquilo, pero con una chispa de emoción.
____, nerviosa, asintió tímidamente, sintiendo su corazón latir con fuerza. Mientras él se inclinaba ligeramente hacia ella, su mente comenzó a divagar. ¿Y si...?
Imaginó el escenario perfecto: Luka se acercaba, cada vez más cerca, hasta que sus labios se encontraban en un beso suave, cargado de todo lo que nunca habían dicho. Su rostro se calentó al pensar que, tal vez, este era su "final feliz". ¿Podría ser real? ¿El chico que le gustaba tanto le estaba dando un beso de cumpleaños?
—____.
La voz de Luka la sacó de golpe de sus pensamientos. Parpadeó rápidamente, volviendo a la realidad. Él seguía mirándola, esperando pacientemente su respuesta.
—¿Todo bien? —preguntó Luka, con una ligera inclinación de la cabeza.
Ella asintió con nerviosismo, sintiéndose un poco tonta por lo que acababa de imaginar.
—Sí... sí, todo bien.
—Perfecto —dijo el peliazul con una sonrisa, y luego añadió—. Ahora, extiende tus manos.
Ella obedeció, observando cómo él sacaba una cajita cuidadosamente envuelta con un moño rosa. Era elegante, del tamaño justo para despertar curiosidad. Cuando ____ la tomó, sintió que algo tintineaba dentro al sacudirla con suavidad.
—¿Puedo abrirlo ahora? —preguntó, con una mezcla de emoción y nerviosismo.
—Por supuesto —respondió Luka, con las manos en los bolsillos y esa tranquila sonrisa que parecía iluminarlo todo.
—... Creo que lo abriré dentro.
____ estaba a punto de quitar el moño cuando él extendió una mano hacia su cabeza, despeinándola suavemente.
—Feliz cumpleaños, ____ —dijo Luka antes de darle la espalda para marcharse.
Ella, aún sonrojada por el gesto, no pudo evitar sonreír. Lo observó mientras se alejaba hasta que desapareció por la calle. Luego entró a casa, llevando consigo la pila de regalos que había recibido, aunque el que más le intrigaba era, sin duda, el de Luka.
—¡Ahí estás! —exclamó su madre al verla entrar—. ¡Feliz cumpleaños!
____ rió al ver la emoción en el rostro de la mayor.
—¿Qué tal estuvo la fiesta? ¿Tomaste fotos? ¿Me trajiste algo?
—Mamá... calma —respondió ____ entre risas, mientras buscaba en una de las bolsas—. Aquí tienes, pastel de fresas.
La mujer tomó el traste con una sonrisa de satisfacción y señaló el sofá.
—Siéntate y cuéntamelo todo. Quiero detalles.
____ se dejó caer junto a su madre, empezando a relatar lo ocurrido. Mencionó las risas, la música, los regalos y el momento incómodo al llegar en pijama.
—¿Y ese regalo? —interrumpió su madre, señalando la cajita que ____ había dejado en la mesa.
—Oh, este es de Luka —respondió, su tono un poco más suave.
Los ojos de su madre brillaron de curiosidad.
—¡Ábrelo ya!
La mano rió ante la insistencia y tomó la cajita. Al desatar el moño y abrirla, sus ojos se llenaron de sorpresa y calidez.
—Es... precioso —murmuró, sosteniéndolo con cuidado.
Dentro había un collar plateado, con una cadena delgada y elegante. El dije, en forma de la clave de la nota sol, tenía pequeñas piedras incrustadas que brillaban suavemente bajo la luz de la habitación.
—¡Es divino! —exclamó su madre, llevándose las manos al pecho—. Ese chico tiene buen gusto.
____ no pudo evitar sonrojarse mientras su madre le ayudaba a colocarlo. Al mirarse en el espejo de la sala, tocó el dije con delicadeza.
—¿Crees que significa algo? —preguntó ____, su voz apenas un susurro.
Su madre le sonrió.
—Significa que eres especial para él. ¿No es eso suficiente?
Ella miró el reflejo una vez más, sintiendo una calidez inesperada en su pecho. Por primera vez en días, sonrió con sinceridad.
—Sí... creo que lo es.
____ volvió a abrir la cajita, y allí, al fondo, descubrió algo más: una pequeña púa de guitarra negra con su inicial, en un vibrante color rosado en el centro. Sus mejillas se encendieron de inmediato.
—¡Oh, vaya! Esto es adorable —murmuró, pasando sus dedos suavemente sobre el grabado.
Su madre, quien seguía observándola con una sonrisa traviesa, soltó una ligera risa.
—Ese Luka... sabe cómo ganarse tu corazón, ¿eh? —comentó con tono pícaro, provocando que la joven se ruborizara aún más.
—¡Mamá! No es lo que piensas... —protestó, aunque sabía que no podía ocultar del todo sus sentimientos.
Con cuidado, guardó la púa en la cajita nuevamente, como si fuera un tesoro invaluable. No quería arriesgarse a perder algo tan especial. Después, bostezó profundamente.
—Creo que necesitas descansar, querida —dijo su madre, poniéndose de pie y tomando algunas de las bolsas—. Vamos, te ayudo a subir todo a tu cuarto.
Ya en su habitación, ____ se cambió rápidamente a otra pijama porque la que traía puesta estaba ya sucia. Mientras se acomodaba en su cama, su mirada recayó en el peluche de serpiente que había recibido.
—Bueno, Viperion, parece que tú serás mi compañero esta noche —susurró con una sonrisa melancólica mientras lo abrazaba contra su pecho.
Acostada, contempló los ojos de botón del peluche. Sus pensamientos volvieron, inevitablemente, a Luka.
—¿Cómo se supone que olvide lo que siento por él? —murmuró al peluche, como si este pudiera responderle. Cerró los ojos, aferrándose a Viperion como si fuera un ancla.
Por primera vez en días, su mente se sintió un poco más ligera. Aunque los sentimientos persistían, la calidez del día anterior y el cariño de quienes la rodeaban le dieron un poco de paz. Finalmente, se quedó dormida, abrazada al peluche.
A la mañana siguiente, el sol se colaba por las cortinas de su habitación. ____ despertó sintiéndose más descansada que en mucho tiempo. Lo primero que hizo fue revisar su teléfono, y para su sorpresa, tenía un mensaje de Luka.
"¿Te gustó el regalo?"
Sonriendo, respondió rápidamente.
"¡Me encantó! Es precioso. Gracias, de verdad."
No esperaba una respuesta tan rápida, pero el sonido de su teléfono la alertó. Era Luka nuevamente, quien le envió una foto de su muñeca. En ella se veía una pulsera plateada con el mismo dije de clave de sol que tenía su collar.
—¿En serio...? —susurró, riendo para sí misma.
"Eso es lindo. Ahora tenemos un conjunto. ¿Lo consideramos un símbolo de amistad?"
Luka respondió con un simple:
"Exacto. Me alegra que te haya gustado."
Con una sonrisa en el rostro, ____ puso a cargar su teléfono y se levantó para prepararse. Una ducha rápida y ropa cómoda marcaron el inicio de su día.
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En clase, todo parecía volver a la normalidad. La tensión de los días anteriores había desaparecido, y sus compañeros, animados, se acercaban a hablar con ella como si nada hubiera pasado. Comieron juntos durante el receso, compartiendo risas y anécdotas. Sin embargo, ____ no pudo evitar notar que Lila estaba más distante que de costumbre.
Aunque ella no lo sabía, Lila estaba furiosa. Su plan para desacreditar a Marinette no había salido como esperaba, y ahora todos parecían más unidos que nunca. Sin embargo, observando a ____, sonrió para sí misma.
De los errores se aprende, y Lila aprendió que ____ era realmente un blanco fácil.
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Una semana más tarde, ____ decidió pasar al taller de música para buscar a Zyan. Habían quedado en salir por helado, y ella estaba ansiosa por relajarse un poco.
Esperó algunos minutos fuera del aula, tarareando una melodía mientras revisaba su teléfono de vez en cuando. Cuando Zyan finalmente salió, su expresión parecía distante, como si estuviera perdido en sus pensamientos.
—¡Zyan! —lo llamó la pianista, acercándose rápidamente y tomándolo del brazo con entusiasmo—. Vamos, invito yo.
Zyan parpadeó, sorprendido por la calidez en su voz y el gesto inesperado. Su expresión se suavizó, dejando atrás cualquier preocupación que lo hubiera aquejado.
—¿Helado, eh? No puedo decir que no a eso —respondió con una sonrisa, dejando que la menor lo guiara fuera del taller.
Mientras caminaban juntos, ____ no pudo evitar sentirse agradecida por tener a alguien como Zyan en su vida, alguien con quien pudiera relajarse y disfrutar de momentos sencillos.
En la heladería, mientras saboreaban sus helados, el ambiente era ligero pero con una pizca de tensión contenida. Zyan, jugueteando con su cuchara, finalmente rompió el silencio.
—Oye, ____, quería preguntarte algo —dijo, mirándola de reojo antes de enfocarse en su postre—. Escuché durante la fiesta lo que pasó con tu diario.
El rostro de ____ se tiñó de rojo de inmediato. Su corazón dio un brinco de nerviosismo.
—¿Lo... que pasó? —balbuceó, temiendo que Zyan hubiera leído algo de las páginas o, peor aún, que alguien más lo hubiera hecho y hablado de ello.
Casi como si leyera su mente, Zyan levantó una mano con una sonrisa tranquilizadora.
—Tranquila, no sé qué había en él ni quiero saberlo —aseguró—. Solo escuché que alguien lo tomó sin permiso.
____ dejó escapar un suspiro aliviado y asintió, revolviendo su helado con la cuchara.
—Sí, fue... un mal rato. Pero ya no quiero pensar en eso.
Zyan inclinó la cabeza, observándola con una mezcla de curiosidad y algo más, como una preocupación genuina.
—Estuve pensando... Quería regalarte un diario nuevo por tu cumpleaños, pero no sabía si sería algo apropiado después de lo que pasó.
____ levantó la mirada, sorprendida. Luego, una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
—¿Un diario nuevo? Me encantaría, en realidad. ¡Ya estoy sufriendo porque no tengo dónde escribir! —exclamó, su entusiasmo sincero iluminando su rostro.
Zyan sonrió también, aliviado por su reacción.
—En ese caso, ¿qué te parece si vamos ahora mismo a comprar uno que te guste?
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Poco después, tomaron un taxi hacia una tienda de variedades cercana. Una vez dentro, ____ caminó de un pasillo a otro, inspeccionando detenidamente cada estante. Sus ojos brillaban mientras tomaba algunos cuadernos, evaluándolos cuidadosamente antes de colocarlos en una canasta.
Zyan la seguía de cerca, sonriendo ante su entusiasmo.
—¿Ese de rayas? Muy simple para ti. ¿El de corazones? Demasiado cliché. ¿Qué tal ese de las flores? —sugirió, señalando uno con una cubierta floreada en tonos pastel.
____ lo tomó entre sus manos, acariciando la textura de la portada.
—Es perfecto —dijo con una sonrisa, asegurándose de que no tuviera defectos antes de colocarlo en la canasta.
Zyan lo pagó en la caja mientras ____ lo observaba con gratitud. Una vez fuera de la tienda, ella se giró hacia él y, sin pensarlo demasiado, se puso de puntillas y le dio un suave beso en la mejilla.
—Gracias, Zyan. En serio, esto significa mucho para mí.
Zyan se sonrojó visiblemente, llevando una mano a la mejilla mientras sonreía tímidamente.
—No tienes que agradecer. Me alegra que te guste.
Sin embargo, su sonrisa parecía ocultar algo más. Una sombra de preocupación seguía en su expresión, pero ____, demasiado emocionada por su nuevo diario, no lo notó.
Zyan la acompañó hasta su casa. Tras despedirse en la puerta con una sonrisa, ____ subió a su habitación. Con cuidado, desempacó sus cosas y se sentó en su escritorio, ansiosa por comenzar a personalizar su nuevo diario.
Con stickers, dibujos y su mejor letra, empezó a crear una portada que reflejara su personalidad. Pero justo cuando estaba dibujando un pequeño diseño en una de las esquinas, el tono de su celular la sacó de su concentración.
Frunciendo el ceño, tomó el dispositivo y vio un número familiar. Era Luka.
Contestó.
—¿Hola? —dijo, un poco sorprendida.
La voz de Luka sonaba tranquila al otro lado de la línea, pero había un matiz de incertidumbre.
—____, ¿tienes tiempo para hablar?
Ella parpadeó, extrañada por la llamada inesperada.
—Eh... bueno, sí, supongo. ¿Ocurre algo malo?
—No, no es nada grave —respondió él rápidamente—. Solo... necesito hablar con alguien sobre algo.
La menor sintió una pequeña punzada de preocupación, pero también curiosidad.
—Está bien, puedo ir. ¿Dónde nos vemos?
Luka le indicó un lugar cercano al Sena, uno de sus sitios favoritos para relajarse. ____ aceptó y, tras colgar, dejó a un lado el diario y se levantó.
Tomó un suéter, calzándose rápidamente antes de salir. Mientras caminaba hacia el punto de encuentro, no podía evitar preguntarse qué sería tan importante como para que Luka la llamara directamente. Sus pensamientos giraban en torno a las posibilidades mientras el sol comenzaba a ponerse en el horizonte.
𖤐⭒๋࣭⭑ notitas. ✦֢ᜒ 𓏲࣪ ּ ֗ ִ
ˏˋ°•*⁀➷ capítulo relleno pq no quise que marinette y luka rompieran tan rápido, al menos gracias a la magia de la escritura hice un timeskip de una semana muejejeje.
ˏˋ°•*⁀➷ ya subí mi fic gei de marinette. vayan a dejarle apoyo.
ˏˋ°•*⁀➷ ya me estoy quedando sin capítulos en borrador, así que posiblemente a partir del lunes ya no suba diario, además de que regreso a clases y las actualizaciones tal vez se hagan semanales. Peeero, lo bueno es que no estamos muy lejos del final, y es feliz.
ˏˋ°•*⁀➷ los tqm.
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