➹ Cap. 35
Elena tocó su vientre al sentir una patada, sonrió al saber que era su bebé, momento como ese extrañaba a Klaus, no lo había visto desde hace aproximadamente una semana, Kol, Marcel y Freya eran los únicos aparte de ella que sabían con exactitud a dónde se había ido Klaus.
─ ¿Algún problema? ─ Elijah la miró con un toque de preocupación al verla tan callada.
─ No ─ Elena negó con su cabeza levantando su mirada en su dirección ─ ¿Los demás? ─ preguntó.
─ Kol está con Davina, Freya aquí, Finn salió y Rebekah con Marcel ─ dijo Elijah.
Elena asintió soltando un pequeño suspiro en el proceso. Elijah se sentó cerca de ella y desabrochó el saco para estar más cómodo.
─ ¿Algún problema en el Barrio Francés? ─ preguntó Elena al verlo un poco cansado.
Elijah suspiró al escucharla, ahora que Klaus no estaba en Nueva Orleans, tenía varios problemas que resolver solo.
─ Los lobos quieren participar en la toma de decisiones del Barrio Francés junto a los humanos y vampiros ─ contó Elijah.
Las brujas eran las únicas que no formaban parte del consejo que Elijah había reunido ya que Klaus las había matado a casi todas dejando viva solo a Davina del aquelarre.
─ ¿Los lobos? ─ Elena frunció su ceño confundida inclinándose un poco en su lugar ─ Ellos están incapacitados ─ recordó.
─ Una de ellos los representará, se llama Hayley, según sé es parte de la manada del pantano y es la única que no está maldecida ─ dijo Elijah.
Elena tragó saliva al escucharlo hablar sobre Hayley, por fin la loba había llegado al Barrio Francés encontrando a su manada.
─ ¿Te agrada? ─ indagó Elena.
─ ¿Quién? ─ Elijah la miró confundido al no entender su pregunta.
─ La tal Hayley ─ aclaró la doble.
─ Tiene carácter fuerte y está bastante dispuesta a ayudar a los suyos ─ dijo Elijah.
─ No has respondido a mí pregunta ─ murmuró Elena.
Elijah levantó sus cejas al ver a Elena ansiosa por una respuesta, no había tenido la oportunidad de hablar mucho con Hayley pero le agradó en un cierto punto.
─ Es agradable ─ contestó Elijah.
Elena apretó sus labios, inevitablemente sintió un poco de celos al recordar que entre Elijah y Hayley hubo una historia amorosa.
─ Eso es bueno… ─ murmuró Elena con un poco de incomodidad.
Al ver la expresión diferente de Elena por su respuesta, al original le hubiera gustado meterse en lo más profundo de su ser para saber exactamente qué estaba pensando.
─ Supongo que sí ─ musitó Elijah. Se mantuvo en silencio por unos segundos mirando a Elena quién comenzó a caminar de un lado al otro cerca de la ventana ─ ¿Niklaus habló contigo? ─ preguntó.
Elena giró en su lugar mirando nuevamente a Elijah al escuchar su pregunta.
─ Si, me dijo que vendría pronto aunque no sé el día exactamente ─ comentó Elena.
Elijah suspiró aliviado, hace varios días que su hermano se había ido, por lo cuál, le alegraba saber que volvería pronto.
─ Me alegra escuchar eso ─ dijo Elijah levantándose del asiento en donde estaba sentado ─ ¿Quieres salir un rato al Barrio Francés para despejarte? ─ preguntó.
Elena asintió, todo el tiempo estaba metida en la mansión, por lo cuál, quería salir un rato afuera para despejarse un poco, además, su tía ya no estaba en la residencia.
─ Si.
Ambos salieron de la residencia Mikaelson en silencio al Barrio Francés, después de varios minutos caminando por el lugar, Elijah notó el cansancio de Elena por caminar.
─ Hay un bar llamado Rousseaus ¿Te gustaría ir? ─ le preguntó Elijah.
─ Si, ya me cansé de caminar ─ dijo Elena tocándose su vientre prominente.
Elijah tomó su brazo ayudándola a cruzar la calle, a pesar de que no habían brujas que amenazaran la vida de Elena y del bebé que esperaba, Elijah no se confiaba mucho.
Al entrar en el Rousseaus, se sentaron en un lugar lejos de la puerta.
─ ¿Mejor? ─ preguntó él.
─ Si, mejor, caminar tanto me cansó pero es bueno para mí bebé ─ dijo Elena.
Elijah sonrió al escucharla, después de esa pequeña conversación vino la camarera y pidieron el menú para almorzar.
Elena caminó junto a Elijah por el mismo lugar que anteriormente caminaron para así volver de nuevo a la residencia Mikaelson después de estar un rato afuera.
Elena miró de reojo a Elijah mientras caminaba en silencio, suspiró al verlo con su porte serio y a la vez elegante como siempre, Elijah era muy diferente a Klaus quién era un rebelde por naturaleza.
Los dos originales eran diferentes pero muy apasionados, Elena sabía bien ésto pues estuvo con ambos en diferentes tiempos.
─ ¿En qué piensas? ─ preguntó Elijah al verla pensativa.
─ En ti y Klaus ─ respondió Elena.
─ ¿Y de qué? ─ indagó el original.
Elena sonrió tocando su vientre, si supieras la verdad. Pensó suspirando.
─ Son unidos a pesar de todo ─ murmuró Elena sin decir exactamente lo que pensó.
Elijah suspiró asintiendo.
─ Sí, hemos pasado por muchas dificultades a lo largo de nuestras vidas pero hicimos un voto ─ dijo él.
─ ¿Siempre y para siempre? ─ preguntó Elena recordando el voto eterno que hicieron los originales siglos atrás después de convertirse en vampiros originales.
─ Si ─ asintió Elijah.
Elena sonrió sin decir nada, ambos siguieron el camino hasta llegar a la residencia Mikaelson.
─ ¿A dónde fueron? ─ preguntó Kol al verlos entrar en el lugar.
─ Al Barrio Francés ─ respondió Elena.
Elijah miró a su hermano, no sabía con exactitud qué le había pasado a Kol pero su hermano había madurado bastante después de quitarle la daga en Mystic Falls, incluso él se sorprendió por su gran cambio.
─ Cuida a Elena por cualquier inconveniente, debo irme de nuevo al Barrio Francés a resolver unos problemas ─ dijo Elijah a Kol.
─ Bien ─ Kol asintió con su cabeza.
Una vez que Elijah se fue para tratar de resolver los problemas actuales que habían en el Barrio Francés, Elena se acercó a un asiento de la sala sentándose ahí, Kol imitó su acción mirándola en silencio.
─ ¿Qué sucede? ─ preguntó Elena al notar su mirada en ella.
─ Nada ─ murmuró él, Elena levantó sus cejas sin creerle al conocerlo bien ─ bueno sí, tengo curiosidad, ¿aún te gusta Elijah o ya no sientes nada? ─ preguntó mirándola.
─ Eres un chismoso ─ Elena se cruzó de brazos al escucharlo.
─ No me cambies de tema ─ dijo él.
─ ¿Y por qué debería responder a tu pregunta? ─ preguntó Elena.
─ ¿Y por qué no? ─ replicó Kol levantando sus cejas mirándola fijamente.
─ ¡Porque no!─ contestó Elena con cierta obviedad.
─ Pero quiero saber, no le diré a nadie ─ aseguró el vampiro original.
Elena se rió con incredulidad al escucharlo, claramente no le diría nada, algunos decían que el corazón de una mujer era un mar de secretos y el suyo no era la excepción.
Aunque estaba enamorada de Klaus, no podía evitar sentir algo aún por Elijah en el fondo de su corazón, lo que había sentido por él fue algo demasiado fuerte que no podía olvidar de un día al otro de repente.
─ Iré a descansar ─ dijo Elena levantándose del asiento dejando a Kol en la sala.
El original suspiró con frustración al no obtener una respuesta de su parte, sin embargo, suponía por qué razón lo hizo.
─ Ay Nik, no te será fácil tener su corazón por completo ─ murmuró Kol.
¡CAPÍTULO 35!
Hola, de nuevo por aquí después de mucho tiempo desaparecida.
¿Qué les pareció?
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