Después de que Davina fuera sacrificada voluntariamente por la última anciana viva de la cosecha, el poder que había acumulado meses atrás de las chicas sacrificadas, salió de ella al ser la última en morir.

Marcel, Elena y los Mikaelson estuvieron en primera fila junto a las otras brujas mirando todo atentamente.

Después que Agnes matará a Davina siguió repitiendo unas palabras pidiéndole a los ancestros para que las chicas sacrificadas volvieran nuevamente a la vida al completar el ritual, finalmente cuando Davina despertó después de unos minutos, las hermanas Deveraux fueron en dirección de la tumba donde se encontraba Monique ya que ella también volvería a la vida al igual que las otras chicas, el resto de las brujas se quedaron ahí mirando todo.

─ ¡Lo hicimos! ─ mencionó Agnes sonriendo por completar el ritual ya que ahora en adelante serían más fuertes que antes y por lo tanto podrían contra los vampiros que dominaban actualmente Nueva Orleans.

─ No vivirás lo suficiente para disfrutarlo, maldita ─ dijo Kol antes de romperle el cuello a Agnes de un movimiento.

Después de matar a Agnes, Kol tomó a Davina entre sus brazos con cuidado y salió del cementerio dejando a más de uno sorprendido por su acción repentina.

El resto de los Mikaelson se miraron mutuamente al ver lo que Kol había hecho segundos atrás, a Klaus no le molestó lo que hizo, sino todo lo contrario, Kol había acelerado el proceso de muerte de Agnes quién de igual manera iba a morir ya que él no la hubiera dejado viva por mucho tiempo al ser una amenaza para Elena

Viajar a Nueva Orleans habían sido bastante agotador, sobre todo al no conocer el lugar, Jenna no tenía la menor idea dónde estaba viviendo su sobrina actualmente, tenía miedo de preguntarle a alguien por el paradero de la familia Mikaelson al suponer que ellos no tenían buena fama ahí, además, no quería arriesgarse a que algo malo le pasará solo por preguntar por los originales.

Después de caminar con rumbo desconocido, Jenna había llegado a un bar llamado Rousseau's, allí pidió un café y luego se quedó mirando por el vidrio como esperando ver milagrosamente a algún Mikaelson o a Elena.

Llamarla hubiera sido una mejor idea en ese momento pero había perdido su teléfono en medio de su viaje al salir apresurada de Mystic Falls y como no tenía agendado el número de su sobrina en una libreta, no podía llamarla desde un teléfono público.

─ Aquí tienes tu café ─ Camille, la camarera del lugar se acercó a dónde estaba Jenna sirviendo su café.

─ Gracias ─ agradeció Jenna suspirando.

─ ¿Algo más? ─ preguntó Camille mirándola atentamente.

─ No ─ negó Jenna entonces Camille asintió intentando irse pero se detuvo cuando Jenna volvió a hablar ─ espera sí ─ le dijo.

─ ¿Qué más necesitas? ─ preguntó Camille prestándole atención.

Jenna tragó saliva sin saber si lo que estaba a punto de preguntarle estaría bien o se metería en problemas.

─ ¿Por casualidad sabes dónde viven los Mikaelson? ─ susurró Jenna mirándola.

Camille frunció un poco su ceño al oírla antes de asentir con su cabeza y escribir en un papel la dirección anterior donde vivía Marcel.

─ Viven aquí  ─ Camille le pasó un papel a Jenna con la dirección.

─ Gracias ─ dijo Jenna suspirando aliviada.

Camille asintió sonriendo antes de irse dejando a Jenna sola, luego de tomar el café que había pedido, Jenna dejó dinero en la mesa y se fue con rumbo a la dirección que la camarera le dio.

Mientras iba en dirección a dónde se encontraba su sobrina viviendo, Jenna pensó en la situación de ésta. Para ella fue difícil aceptar que Elena estaba embarazada del hombre que la sacrificó en un ritual y que además se fuera a vivir con él como si nada hubiera pasado. Después de pensarlo por algunos días, decidió que debía apoyar a Elena en todo eso, era lo que Miranda le hubiera gustado que hiciera.

Jenna había hablado de ese tema con Jeremy quien ya se le había pasado el coraje que al principio sintió, sin embargo no pudo ir con ella a Nueva Orleans por causa de algunos problemas que habían en Mystic Falls, Jenna estaba preocupado por esa situación ya que últimamente las cosas iban de mal en peor en ese pueblo, incluso pensó en mudarse con Jeremy antes de terminar muertos por algún ser sobrenatural.

─ ¿Jenna?

Una voz masculina cerca de Jenna la hizo salir de sus pensamientos dándose cuenta de la presencia de Elijah.

─ ¡Elijah! ─ Jenna suspiró al verlo ya que sería más fácil de dar con Elena si Elijah la llevaba al lugar donde vivían.

─ ¿Qué haces aquí? ─ preguntó él aunque ya se imaginaba el por qué.

─ Vine a ver a Elena, me dieron la dirección donde ustedes vivían ─ dijo Jenna pasándole la dirección que tenía anotada.

─ Voy justamente para ahí ─ mencionó Elijah mirándola.

Elijah volvía de la Iglesia abandonada después de ir a ver a su hermano Kol quién había llevado a Davina a ese lugar luego que ésta volviera de la muerte.

─ ¡Genial! ─ Jenna sonrió ya que le ahorraba tiempo de andar buscando la dirección.

Elijah asintió antes de retomar su caminata para ir a la residencia de su familia. Jenna lo siguió en silencio tratando de recordar las calles del lugar para saber cómo llegar ahí.

─ ¿Elena está bien? ─ preguntó Jenna cortando el silencio entre ambos.

─ Si, todo está bien con ella ─ respondió Elijah mirándola de reojo al escucharla.

─ Menos mal ─ suspiró Jenna.

─ ¿Y cómo va todo por Mystic Falls? ─ preguntó está vez Elijah.

─ Mal en peor ─ contestó Jenna con una mueca.

─ ¿Por qué, qué sucedió? ─ Elijah la miró con curiosidad.

─ Mystic Falls está infectado de seres sobrenaturales, a veces creo que estoy teniendo una pesadilla y que algún día despertaré y todo será normal ─ dijo Jenna.

A pesar de no gustarle inmiscuirse en lo sobrenatural al ser una simple humana, Jenna trataba de seguir el ritmo de lo sobrenatural para no vivir en la ignorancia como lo había hecho mucho tiempo hasta que su sobrina le dijo la verdad. Prefería enloquecer con la verdad que fingir vivir una vida tranquila.

─ Debe ser difícil para ti todo ésto, tu sobrina es sobrenatural a pesar de ser humana y ahora está embarazada de Niklaus, además, tienes un novio cazador de vampiros, lo sobrenatural te rodea de alguna manera Jenna ─ comentó Elijah.

Jenna lo miró al escucharlo mientras seguía caminando con él a su lado.

Elijah tenía razón, de alguna manera lo sobrenatural la rodeaba a pesar de ser una humana del montón.

─ Bueno, tienes razón en casi todo ─ dijo Jenna.

─ ¿Casi? ─ preguntó Elijah levantando sus cejas al escucharla.

─ No tengo un novio cazador ─ aclaró Jenna con incomodidad ya que no le gustaba hablar mucho de su vida personal con un vampiro.

─ ¿Terminaron? ─ asumió Elijah al oír sus palabras.

─ Si, algo así ─ contestó Jenna.

Elijah asintió con su cabeza entendiendo que tal vez se tomaron un tiempo.

─ Llegamos ─ informó él entrando en la residencia de su familia.

Al entrar en la residencia, lo primero que Jenna vio fue la planta baja del lugar la cuál era bastante grande, luego levantó su mirada viendo el resto de la mansión.

─ ¡Tía Jenna! ─ Elena se sorprendió al ver a su tía allí al no esperar su visita.

─ ¡Elena! ─ Jenna se acercó al doble abrazándola al verla nuevamente después de que ella se hubiera ido de Mystic Falls.

Klaus con quien Elena había estado hablando momentos atrás, le dio una mirada a Elijah antes de salir del lugar dejándolas solas para que hablarán.

─ ¿Jeremy vino contigo? ─ preguntó Elena con ilusión. Jenna negó con su cabeza al escucharla ─ ¿Sigue molesto?.

─ No, de hecho quería venir pero se presentaron algunos inconvenientes en Mystic Falls ─ le dijo Jenna.

─ ¿Qué inconveniente? ─ preguntó Elena sentándose al igual que su tía.

─ Algo sobre un tipo loco ─ comentó Jenna sin saber mucho sobre ese tema.

Elena tensó su cuerpo al suponer de quién estaba hablando su tía Jenna, debía evitar de alguna manera que Jeremy siguiera en Mystic Falls al saber cómo terminaría.

─ Tienes que sacarlo de Mystic Falls ─ pidió Elena a Jenna ya que ella no podía irse de Nueva Orleans, Klaus no la dejaría irse y tampoco podía correr el riesgo de morir sin antes tener a su hija.

─ Si, estaba pensando en eso… ─ comentó Jenna.

─ Debes hacerlo rápido, Jenna ─ suplicó Elena.

Elena no quería que Jeremy muriera ya que no creía que pudiera ser revivido como antes, Bonnie le había hablado sobre eso, ella no iba a sacrificarse nuevamente por todos en Mystic Falls y Elena la comprendía, Bonnie quería hacer su vida al lado de la persona que amaba y con la cuál no pudo hacerlo antes ya que Stefan lo mató.

─ Ya sé que ésto es muy peligroso pero no puedo hacer todo a las apresuradas e irme, además, no sé qué pensará tu hermano ─ dijo Jenna al conocer lo testarudo que era Jeremy.

Elena pasó sus manos por su cara con frustración, sabía que Jenna tenía razón, convencer a Jeremy sería difícil.

─ No importa lo que Jeremy piense, es menor de edad aún y tú eres su tutora, debes sacarlo de Mystic Falls antes de que algo malo le pasé ─ mencionó Elena.

─ Lo haré, lo prometo ─ aseguró Jenna, planeaba hacer eso apenas volviera de nuevo a Mystic Falls ─ ¿Cómo estás tú? ─ preguntó cambiando de conversación.

Elena suspiró bajando su mirada, tocó con sus manos su vientre.

─ Bien ─ contestó la doble.

─ A tu madre le hubiera gustado poder verte embarazada ─ dijo Jenna.

─ A papá no ─ contradijo Elena con diversión al imaginar a su padre cazando a Klaus por dejarla embarazada y por ser un vampiro.

─ Si Grayson estuviera vivo, Klaus tendría una estaca en su…

─ ¡Tía Jenna! ─ Elena la interrumpió al oírla.

Jenna se rió inevitablemente, podía ser una adulta pero seguía teniendo su espíritu de adolescente.

¡CAPÍTULO 33!

Hola, aquí les dejo una nueva actualización de está historia. Espero que les guste.

Kol cumplió la promesa que le hizo a Davina y mató a Agnes.

¡Kol es un hombre que resuelve!

Jenna llegó a Nueva Orleans y se encontró con Elijah.

¿Qué les pareció?

Acepto sugerencias para la historia.