Klaus caminó por la cafetería del lugar buscando a Elena por alguna parte ya que cuando despertó no la vio en la cama y eso le preocupó bastante.

Al verla a lo lejos soltó un suspiro de alivio pero rápidamente frunció el entrecejo cuando notó que hablaba con alguien, más específico un chico.

Klaus se apresuró en caminar hacía ellos tratando de no matar a nadie en el camino ya que no estaba de buen humor en ese momento.

─ Buenos días ─ dijo Klaus llegando a ellos y mirando directamente a Elena con reproche.

Elena se acomodó mejor en su lugar al ver a Klaus llegar ahí.

─ Buenos días ─ lo saludó ella ─ Klaus te presentó a Marcos, lo acabo de conocer, es muy amable y divertido ─ murmuró.

Klaus levantó sus cejas mirando al humano que sonreía como idiota según Klaus.

─ Hola ─ le dijo ─ ¿Ustedes son...? ─ preguntó él con curiosidad.

Klaus abrió su boca para responder pero Elena se le adelantó antes de que él pudiera decir una palabra.

─ Hermanos ─ mintió Elena sin vacilar.

Klaus giró su cuello mirándola mal al escucharla, luego volvió su mirada hacía el humano.

─ ¡Desaparece ahora! ─ lo hipnotizó Klaus.

El humano se levantó del asiento y se fue al ser hipnotizado por el original, Elena lo miró con reproche al darse cuenta de lo que Klaus hizo.

─ ¿Se puede saber por qué hiciste eso? ─ le preguntó Elena.

─ ¿Y tú por qué carajos le mentiste que somos hermanos? ─ gruñó Klaus.

Elena tragó un poco saliva al verlo molesto, debía admitir que ver a Klaus así le fascinaba a pesar del miedo que en ocasiones le daba.

Elena podía parecer una loca al gustarle ver a Klaus molesto pero es que le encantaba así aunque nunca lo admitiría en voz alta.

─ Porque era lindo, no podía decirle la verdad, lo iba a espantar, ¿Qué se supone le dijera entonces? ─ preguntó Elena.

Klaus soltó de nuevo un gruñido molesto.

─ No me hagas enojar más Elena porque voy a masacrar a todos aquí y será tu culpa ─ advirtió Klaus.

Elena apretó sus labios, inevitablemente sonrió un poco.

─ ¿Estás celoso? ─ Elena le preguntó.

No sabía por qué pero le gustaba pensar que Klaus estuviera celoso por ella.

─ ¡Claro que no! ─ negó Klaus con rapidez mirándola.

Elena asintió con su cabeza aunque no le creyó mucho ya que lo conocía muy bien.

─ ¿Y por qué me llamas por mi nombre y no me dices amor cómo siempre? ─ Elena se inclinó en su asiento mirándolo fijamente.

Klaus entrecerró sus ojos hacía Elena al escucharla, internamente gruñó ya que realmente no la entendía.

La situación se le estaba yendo por las manos y Klaus lo sabía.

Él culpaba a Elena de todo ya que ella fue la que lo hizo enojar apenas despertó en ese día.

Aunque Klaus no lo diría en voz alta, él estaba celoso de ver a su doppelganger con ese humano y más cuando Elena mintió que eran hermanos.

El original suspiró echándose un poco para atrás en el asiento, Klaus no sabía bien qué hacer con su relación con Elena.

No sabía bien si ella retomaría su relación con Elijah en el futuro y lo haría recordar todo su pasado juntos o buscaría hacer otra cosa.

Klaus se sentía inseguro por esa razón ya que no quería eso, sin embargo lo más importante para él en ese momento era acabar con sus enemigos y así poder quitar todas esas amenazas de su vida para proteger a su hija en el futuro y darle la vida que realmente merecía tener.

─ ¿Klaus, estás bien? ─ preguntó Elena moviendo su mano al verlo mirándola fijamente pero sin decir nada en absoluto.

Elena inevitablemente se preocupó por él ya que aunque lo hizo molestar al propósito, Klaus le preocupaba, él era su amigo a pesar de las peleas que a veces tenían y también el padre de su hija.

─ Si ─ respondió Klaus sacando su mano debajo de la mano de Elena.

Los dos se miraron un momento con incomodidad, sobre todo Elena.

─ ¿Terminaste de desayunar?, debemos irnos pronto ─ dijo Klaus cortando el momento tenso.

Elena asintió con su cabeza.

─ Si ─ respondió el doppelganger.

─ Bien, vámonos entonces ─ le dijo Klaus levantándose del lugar.

Elena lo siguió mientras soltaba un suspiro al saber que tendrían que retomar el viaje por la carretera algunas horas hasta donde estaban los lobos que Klaus quería convertir de nuevo en híbridos.

Elena miró al frente de la ruta mientras iba en el vehículo que Klaus manejaba.

Ambos estuvieron en silencio desde que habían salido del hotel y eso había sido como una hora atrás.

─ ¿Estás bien? ─ preguntó Klaus al no escucharla hablar nada durante demasiado tiempo.

─ Si ─ contestó Elena ─ ¿Y tú?.

─ Bien ─ respondió Klaus mirando al frente de la carretera.

De nuevo el silencio se instaló en medio de ellos dos.

Elena se echó para atrás mientras cerraba sus ojos tratando de dormir un poco ya que prefería eso que no decir nada y permanecer en silencio por más tiempo.

Klaus la miró de reojo mientras soltaba un suspiro, apretó un poco el volante del vehículo con sus manos.

─ Si... ─ murmuró él.

Elena abrió sus ojos de nuevo para luego fruncir el ceño al escucharlo.

─ ¿Sí qué? ─ preguntó Elena confundida.

Klaus volvió nuevamente a soltar un suspiro mientras apretaba sus labios por un momento.

─ Si tenía celos ─ admitió Klaus.

Elena lo miró al instante de escucharlo decir eso, inevitablemente sonrió.

─ ¡Lo sabía! ─ dijo Elena feliz.

Klaus levantó sus cejas mirándola de reojo al escucharla.

─ ¿Feliz? ─ preguntó él.

─ Si ─ respondió Elena.

Klaus dejó de prestar atención por un momento para mirar a Elena.

─ ¿Por qué estás feliz? ─ Klaus preguntó intentando saber la respuesta.

Elena apretó sus labios por su pregunta, la verdad no sabía bien qué juego estaba jugando con Klaus ya que coqueteaban y luego peleaban.

Tal parecía estar en un matrimonio de años con él por la situación en la que estaban.

─ Me gusta ─ murmuró finalmente Elena.

─ ¿Qué exactamente? ─ Klaus frunció su ceño no entendiendo sus palabras.

─ Qué me celes, no lo sé pero me gusta, es raro viniendo de ti ─ dijo Elena.

Klaus después de las palabras de Elena paró la camioneta a un lado de la carretera.

Hizo el asiento para atrás para luego palmear sus piernas con sus manos mientras miraba a su doppelganger.

Elena rodó sus ojos al ver lo que pretendía que hiciera, sin poder resistirse salió de su asiento para sentarse en sus piernas con un poco de dificultad.

Klaus puso sus manos en dirección de su cintura.

Elena por otra parte llevó sus manos a su cara con lentitud, pegó su frente a la de Klaus mientras le acariciaba el rostro, le gustaba la barba que él tenía.

Los dos se miraron mutuamente y sin poder resistirse más, Klaus la besó logrando que Elena le correspondiera de inmediato.

Klaus bajó sus manos acariciando por debajo de la blusa de Elena, con lentitud desprendió su brasier y luego le quitó la blusa.

Elena gimió cuando Klaus besó y mordió su cuello y luego sus senos, momentos como ese deseó tener una cama ahí mismo.

Elena sintió su cuerpo arder en ese instante por el tacto del original en su piel.

─ Te deseo tanto, amor ─ gruñó Klaus mientras acariciaba su cuerpo.

Klaus sabía bien que lo que estaba pasando entre ellos en ese momento ya no tenía nada que ver con procrear a su hija ya que ella seguramente ya había sido procreada en la primera vez que tuvieron de nuevo juntos.

Él había metido excusas antes con Elena metiendo a su hija ya que no quería que lo que había entre ellos terminará ahí como antes.

En la otra vida que tuvieron, él y ella solamente tuvieron a Hope y nada más, nunca hubo de nuevo otra interacción sexual entre ellos.

Klaus no quería que la historia se repitiera ya que realmente le gustaba mucho Elena, le había gustado desde que pasó más tiempo con ella después de tener a Hope sin embargo nunca se lo había dicho porque ella estaba enamorada de su hermano Elijah.

El original salió de sus pensamientos cuando Elena le quitó la remera y comenzó a besar su pecho y cuello.

─ Quiero sentirte Nik ─ susurró Elena en su oído con súplica.

La mirada de Klaus se oscureció por un momento al escucharla decir eso.

¡CAPÍTULO 17!

Hola, aquí les dejo un nuevo capítulo de esta historia, espero y les guste.

¿Qué les pareció?

MI IMPERIO ROMANO ES:
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