
» 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐎
ella no sabía cuanto tiempo había pasado, solo que llevaba varias semanas encerrada en su habitación dentro del castillo de camelot, el propio rey de aquel mundo le otorgó una torre que era custodiada por nanashi y pellegarde, pues era con quien la princesa era más pacífica.
el sol se asomaba por la ventana, pero no era de mañana, estaba atardeciendo. sus ojos se habían quedado sin lágrimas, su hambre incrementaba, pues los últimos días se había rehusado a comer, y su energía era demasiado baja, no tenía ganas de levantarse.
pequeños toques se escucharon en la puerta, sin embargo, odette los ignoró por completo, cerrando sus ojos y ocultando su rostro en la almohada, deseando que el algodón la asfixiara.. pero eso no era posible, ella lo sabía, la falta de aire le dolía, más por la herida en su garganta.
volvieron a tocar la puerta, la pelirroja gruñó de forma casi imperceptible antes de que abrieran la puerta.
— ¿oddy? — la voz era suave y, de alguna forma, chiquita. la princesa se comenzó a sentar lentamente en su cama y miró en dirección a la voz.
ahí logró ver a ginebra, de pie frente a su cama. los ojos de la niña se cristalizaron antes de acercarse a ella con rapidez para darle un fuerte abrazo. oh, hacia mucho que no sentía calidez.
odette, quien creyó que no podría llorar más, comenzó a lagrimear mientras abrazaba a la niña de vuelta, no había pasado mucho, pero dioses, ginebra se veía un poco más grande que antes.
la de cabellos magenta gimoteó antes de sorber su nariz. — no te había visto, oddy.. te extrañé tanto. — le confesó la menor.
un ligero sentimiento de culpa se instaló en el pecho de la pelirroja, que comenzó a acariciar el cabello de la pequeña para tranquilizarla.
la consolaba a pesar de que ella también necesitaba consuelo.
— discúlpame, ginny.. — le pidió mentalmente a la niña. — es solo que... quiero volver a casa...
un pequeño y doloroso sollozo escapó de sus labios. ambas se siguieron abrazando por un rato más antes de que la pequeña se separara de la mayor.
— estas adelgazando.. — murmuró mientras se quitaba las lágrimas con cuidado. — ¿no has comido? ¿no te traen comida? — cuestionó, en su voz notándose molestia.
odette agitó la cabeza ligeramente de lado a lado. — no, no es eso.. pellegarde estuvo insistiendo en que comiera, pero no me daba hambre.. — le explicó, mirando al suelo mientras apretaba los labios. — pero ahora estoy hambrienta.. — confesó finalmente.
— ¡entonces comamos algo! vamos, oddy, ¡arriba, hermana mayor! — ginebra comenzó a insistir, jalando la mano de la princesa de liones para que esta se pusiera de pie.
odette se tambaleó ligeramente, estaba débil, y demasiado hambrienta; se mareó un poco, pero se mantuvo de pie hasta llegar a la puerta.
— ¡señor nanashi! — lo llamó la niña, el espadachin la miró y después a la princesa, se sorprendió ligeramente antes de suspirar.
— ¿todo en orden? — cuestionó de forma respetuosa, acercándose a ellas.
— ¡no! mi hermana se muere de hambre, ¿podemos ir al comedor? — pidió ginebra, sujetando la mano de la de ojos turquesa.
el hombre las observó y asintió, caminando al lado de odette para ayudarla a que no cayera. — claro que pueden, estaban esperando a que la princesa bajara. — informó tranquilamente.
la pelirroja le dirigió una mirada neutra, no ocultaba más que cansancio y tristeza, se había resignado a estar en aquella torre.
pero ginebra, pellegarde y nanashi no podían permitir que las cosas se quedarán así, odette no pertenecía a aquel mundo, ellos lo sabían, pues tenía todo lo que quería en liones, tenía a su familia, a su hermano, su querido lancelot.
¿lancelot? ¿qué habrá sido de él? quizá se había resignado a su pérdida, o quizá se había levantado a luchar también.. pero no sabía, ella no lo sabía, y odette lo extrañaba tanto...
los tres llegaron al comedor, la princesa de liones se sentó en la cabecera de la mesa mientras que la princesa de cameliard se sentaba a su lado; por su parte, nanashi se quedó a unos pasos tras de ambas, cuidando que nadie las interrumpiera.
había un montón de comida, odette sentía que se le hacía agua la boca, no pasó mucho antes de que comenzará a comer, casi con desespero, mordía una pierna de pollo antes de probar una cucharada de puré de papa, lo tragaba con algo de dificultad por el dolor en su garganta antes de beber un poco de vino, repitió este proceso un par de veces antes de tomar un pedazo de pan y añadirlo a su comida.
ginebra la observaba con sorpresa y algo de tristeza, podía sentir lo hambrienta que estaba, pero también notaba lo mucho que le brillaban los ojos ante aquella comida que, no podían negar, era deliciosa.
olvidó sus modales y comenzó a comer casi igual que su hermana mayor, después, para molestar un poquito, le lanzó un pequeño guisante verde a odette.
la pelirroja parpadeó un par de veces antes de arrojarle un pedacito de papa.
ambas soltaron una risita y comenzaron una pequeña guerra de comida, nanashi no pudo evitar sonreír de forma breve y leve ante la escena, aunque después gruñó levemente cuando un poco de puré de manzana cayó en su mejilla.
por fin estaban pasando un buen rato después de aquellas semanas de tortura que sintió odette, reía libre y suavemente, pues sus cuerdas vocales aún no estaban del todo recuperadas, pero se sentía mejor.
— pero miren que desastre. — una voz divertida interrumpió la escena, arturo observaba a ambas chicas dejar de reír poco a poco. — veo que por fin se dignó a salir, mi reina.
odette apretó los labios, arturo se estaba acercando a la mesa cuando vió un pay de frambuesa, una idea cruzó su mente. si bien, el sabía que ya no era un niño, aun había mucho de aquel adolescente que fue hace años, antes de ser corrompido por el caos.
en un rápido movimiento, aquel pay se frotó contá el rostro de la pelirroja antes de caer a la mesa, ginebra observó la escena con sorpresa antes de soltar una carcajada, pero pronto se calló cuando una tarta de manzana se estampó contra su rostro, también obra de arturo.
el rey carcajeaba libremente, ambas chicas se observaron y tomaron una tarta de mora qué ambas chocaron contra el rostro del pelinaranja, ambas riendo cuando este cayó hacia atrás, el rostro morado por el relleno de la tarta.
en ese momento, odette notó qué aquel hombre que la había capturado quizá.. quizá no era tan malo...
las risas cesaron poco a poco, el peso de aquellas semanas –que en realidad habían sido dos meses, contando el tiempo de su llegada– se iba poco a poco. la princesa de liones no recordaba reír tan libremente desde hacía un tiempo.
ginebra bostezó y se estiró un poco antes de recostar su cabeza en la mesa, quedando dormida casi al instante. oddy la observó y sonrió con ternura antes de mirar al espadachín.
— señor nanashi, ¿podría llevarla a su habitación? por favor. — le pidió al hombre, quien sin decir mucho, aceptó y cargó a la niña con cuidado.
— buenas noches, majestad. — hizo una reverencia ante el gobernador de camelot y el rubí de liones antes de retirarse con la princesa de cameliard en brazos.
la de ojos turquesa se levantó de su lugar, limpiando su rostro con una servilleta de tela antes de sentir una mano en su hombro, arturo le sonrió un poco, aún dejándose ver como aquel vulnerable muchacho de dieciséis años.
— te acompaño. — ofreció el mayor, la muchacha dudó, pero arturo la acompañó de todas formas.
HE VUELTOOOOO, WUJUUU, YUPIIII. pero, no se por cuanto me vuelva a ir, no le he tenido fácil estos días y me di cuenta que medicina no es lo mío.
pero no pasa nada, así sucede, y se puede seguir.
estaré actualizando con lentitud, y serán capítulos cortos, pues serán solo como pequeños vistazos a lo que oddy vive en el palacio de camelot.
en serio espero que les guste, lamento mucho dejarlas sin capitulo por un tiempo, de verdad estaba ocupada.
NOTA MIENTRAS ESCRIBO ESTA NOTA.
¡ATRAPÉUN RATÓN! ¡UN RATONCITO!
anyways, muchas gracias por todo, amores, de verdad que me inspira su apoyo a seguir escribiendo.
las amo💗
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