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» 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐄𝐍


Odette estaba mirando el entrenamiento entre Lancelot y Percival mientras intentaba concentrarse en desarrollar la magia qué provenía de su padre, magia de hada, pues su magia divina seguía bloqueada.

Cerró sus ojos y dió un profundo suspiro, concentrando su energía para, primero que nada, flotar.

Tenía que dominar su técnica de vuelo en caso de emergencia, no quería caer al vacío y perder la vida como casi lo hacía dos días atrás.

Ella comenzó a sentirse ligera, su magia natural dominando y brindando una extraña paz alrededor de ella que llamaba la atención de sus amigos.

Después, comenzó a flotar ligeramente en su lugar, abrió sus ojos y sonrió levemente antes de caer abruptamente al suelo, sacándole un quejido por el dolor en su espalda baja; al menos era un avance.

Comenzó a buscar espacios con elevaciones, cada vez aumentando su altura hasta que llegó a la torre a 80 metros de distancia que Donny intentaba levantar, la de ojos turquesa sonrió nerviosa y dio un par de brincos antes de tomar aire y soltar un suspiro.

— Bien, tu puedes Oddy, siempre has podido. — se animó antes de mirar a lo lejos, Percival y Donny tenían su atención en ella, incluso Lancelot había dejado de imitar a MacDuff para poder revisarla.

Sonrió emocionada antes de dar unos cuantos pasos hacia atrás, tomó aire nuevamente antes de correr y saltar hacia la orilla y saltar, esto recordándole el momento en el que estuvieron por caer el vacío antes de que fueran capturados por los demonios.

Por un momento sintió algo de pánico al recordar aquel momento y siguió cayendo por el vacío con terror antes de recordar por qué estaba entrenando, los recuerdos del dolor físico y la ceguera provocada por el caballero del caos volvieron a su mente, las amenazas del rey Arturo aclamando que sería su esposa regresaron al igual que la advertencia del caballero negro para que tuviera cuidado en su viaje.

Los tres muchachos observaron como la pelirroja seguía cayendo antes de no verla más, se dispusieron a correr hacia la torre antes de que un fuerte viento pasara por su lado, acompañado de una risa.

— ¡Lo hice! — exclamó la chica en el aire, dando un par de vueltas antes de volver hacia donde estaba Lancelot, que la atrapó en sus brazos y dieron un par de vueltas. — ¡Lo logre!

— ¡Lo lograste! — exclamó Lancelot con una sonrisa mientras la sujetaba de la cintura, el sobrino de Howzer podía confirmar que las pocas veces que había visto tan animado al rubio era gracias a la princesa. — ¡Pero casi nos matas del susto! Por los dioses, la próxima vez se me va a salir el corazón. — se quejó el de ojos carmín mientras su novia reía y lo abrazaba.

— ¡Lo hiciste genial, Oddy! — exclamó Percy mientras se acercaba para abrazar al par alegremente, Donny soltó una pequeña risa.

— Pero Lancelot tiene razón, casi nos da un infarto. — el de ojos oscuros rascó su mejilla nerviosamente.

— ¡A mi también! — admitió la muchacha, dando una risita nerviosa antes de bajar de los brazos de su amado. — Bueno, los dejo, voy a ver a mi hermano, suerte en su práctica.

Les deseó antes de besar la mejilla de Lancelot, dejándolo un poco atontado, y se despidió de los otros dos con la mano antes de partir vuelo.

Las cosas estaban extrañamente agitada ese día, los demonios iban de un lado a otro y parecían preocupados.

Oddy se detuvo al divisar a Nasiens y Anne y los saludó con una sonrisa, ambos la miraron impresionados antes de sonreírle; la pelirroja se iba a acercar a ellos cuando sintió un cambio en la magia de Percival y de pronto, su magia salió disparada en varias direcciones, montones de percivalitos qué se unieron antes de formar un nuevo Percival únicamente echo de magia.

Oye, Lancelot, ¿te molesta si peleó en lugar de este tipo? — cuestionó el otro Percy, señalando al original que estaba en el suelo haciendo un puchero.

— Por mi bien, vamos a probar tu fuerza. — aceptó el rubio, frunciendo un poco más el ceño mientras el ser de magia se preparaba, tomando la espada del niño de pelo verde.

El percivalillo que tomó forma se acercó para atacar al príncipe de Benwick, quien atacó antes de que pudiera hacerle algún daño, pero no se esperó que el ser mágico lo atacara por detrás, venciéndolo.

No te sorprendas tanto, hermano. — el Percival mágico le dijo al de carne y hueso, jugando con su espada. — Eres mucho más fuerte y valioso que yo.

— Pero... ¿Qué cosa eres tú?

— "Zarura 'ndu", una "parte de nuestro grandioso ser".


Ya habían pasado un par de días, una presión inexplicable se implantaba en el pecho de la princesa de Liones todos los días sin falta, aunque lo ocultaba bastante bien, pues parecía ser la misma de siempre.

Todos se la habían pasado entrenando y mejorando sus habilidades, Oddy había estado perfeccionando aquella habilidad de creación qué había heredado de su clan paterno, incluso ahora podía controlar su energía mágica y crear sus propias armas.

Pero no podía soportar aquel sentimiento en su pecho.

La pelirroja se acercó a su tía de cariño, la reina del clan de los Demonios y la abrazó con bastante fuerza, cerrando sus ojos mientras disfrutaba de su materna cercanía.

— ¿Qué pasa, mi niña de ojos lindos? — cuestionó en una voz suave a la vez que su esposo se acercaba a ambas con una pequeña charola con tazas de té.

— Surgió una profecía... — comenzó con voz temblorosa. — Yo... Yo tengo miedo, tengo mucho miedo... — su cuerpo comenzó a temblar mientras la lágrimas comenzaban a desbordarse de sus ojos. — Actuaba con normalidad para no preocupar a los demás, a mi hermano, a Lancelot, pero... ¡Ya no puedo más...! — Odette sintió sus piernas fallar y junto a Gelda cayó al suelo.

La mujer acarició el cabello de la menor mientras sentía las lágrimas resbalar por su pecho.

— Ya no puedo... Cada día que pasa siento que lo que más temo está a punto de pasar, se que se acerca, lo siento justo tras de mi y me sofoca, no puedo respirar, no puedo tener una noche tranquila sin pensar en que en cualquier momento los caballeros del Caos van a venir por mi... Me van a llevar y no lo puedo evitar...

La princesa rompió en llanto mientras que el rey demonio, ante tal declaración, dejaba caer la charola y tazas, provocando un escándalo que pudieron notar los que entrenaban fuera del castillo.

Después, todo fue silencio, un horroroso silencio inundado por los sollozos de Odette mientras se aferraba al cuerpo de su tía.


Zeldris se acercó a Percival y lo envolvió suavemente en un abrazo, dando unas palmaditas a su cabeza mientras el niño abrazaba gustoso a su querido Thell.

— Bueno, Percival, supongo que dependemos de ti por segunda vez. — le confío el mayor.

El chiquillo soltó una risita. — ¡No sé qué es lo que puedo hacer, pero lo intentaré! — exclamó antes de que Gelda lo abrazara.

— Siempre eres bienvenido aquí, mi niño fuerte. — le mencionó la rubia dulcemente. Zeldris asintió de acuerdo.

— Eres el salvador de nuestro mundo, pero además, eres casi como un hijo para nosotros.

— ¡Vámonos, Percy! — Lancelot lo llamó, sosteniendo la mano de su chica mientras ella se despedía de sus tíos con la mano.

— ¡Bien!

— ¡¡Que a Percival, los Cinco Jinetes del Apocalipsis y a todos sus compañeros los bendiga la fortuna!! — exclamaban los demonios mientras el grupo avanzaba hacia las afueras del castillo donde, a lo lejos, un albión se acercaba hacia ellos.

— ¡Fuaaaa! ¡Es enormeee! — gritó Percival con sorpresa.

— ¡Que tierno se ve! — exclamó Odette, mirando a la gigante criatura regordeta frente a ellos.

Poco después se encontraban dentro de la criatura... Literalmente.

— No tenía idea de que podíamos subirnos a uno y controlarlo desde adentro... — comentó el rubio, quien justamente estaba al control del albión.

— Espera... ¡¿Por qué estas conduciendo tú?! — le reclamó Donny.

— ¡Yo quiero intentar también, por favor! — pidió el de ojos violetas con emoción.

— ¡Esperen su turno! — exclamó Lancelot. — Yo lo manejaré primero.

La de ojos turquesa soltó una risita, sentándose a un lado de Nasiens.

— De verdad lo están disfrutando... — comentó el castaño, la muchacha asintió de acuerdo. — ¿Pero no nos dijeron que podíamos ponerlo en modo automático?

— Vamos, Nasiens, ¿dónde está tu sentido de la aventura? ¿De verdad eres hombre?

— ¡Sí! ¡Díselo, Lancelot!

— ¿Mi sentido de qué?

— Ya, no lo molesten.

— Estos niños... — Anghalhad los miró fastidiada. — ¡Oigan, basta de discutir! Si se dan cuenta que Gawain aún no regresa, ¿verdad?

— ¿Es correcto que nos vayamos sin buscarla? — cuestionó Isolde, un poco nerviosa.

— ¿Por qué molestarse? — Chion habló, apoyando sus codos en sus rodillas. — Hace mucho está muerta. Quizás una de las bestias salvaje de este mundo la devoró; quizá alguno de los demonios que odian a los humanos la asesinó, o quizá el miasma de este mundo la sofocó. La protección del "Manto Sagrado" del príncipe Tristan desapareció hace mucho.

— ¡Oye! ¡¿Cómo puedes hablar así de una amiga?! — le reclamó la de cabellos celestes con molestia.

— Deberíamos considerar siempre el peor escenario...

— Hablando del "peor escenario", también existe la posibilidad de que Gawain nos haya traicionado; sabemos que los caballeros de Camelot se encuentran en este mundo, y además, ella es pariente de sangre de Arturo, ¿o me equivoco? — les recordó el de ojos rojizos mientras la princesa se cruzaba de brazos en forma de protección luego de sentir un escalofrío.

— ¡Eso también es posible! ¡Que raro que hayamos coincidido en una opción negativa! — exclamó Chion emocionado.

— Pero, ¿de verdad piensas eso? — le cuestionó el de ojos miel, curioso.

— Nah, es imposible.

— Oh.

— Es decir, hay una lista infinita de cosas de las que podríamos preocuparnos. — la pelirroja se abrazó un poco más, mirando hacia un costado. — Pero nuestra misión actual no podría ser más simple. Encontrar la puerta, irrumpir en Camelot y derrotar a cualquiera que se cruce en nuestro camino.

«Y Gawain, igual que nosotros, también es un ginete de la profecía, ella volverá, se los prometo.»

La princesa cerró sus ojos por unos segundos, dejando de prestar atención a su alrededor, algo le preocupaba, sentía una extraña energía, pero gracias a la energía negativa de Behemoth le era imposible detectarla.

Además de que les estaba estorbando en el camino, era como una niebla pesada qué no les dejaba ver nada.

— Este miasma es tan espeso... Es como cenizas flotando en el aire.

Oddy se cruzó de brazos y piernas, flotando en su lugar mientras ladeaba la cebza, formando un puchero con sus labios.

— ¿Qué pasa, Oddy? — preguntó Tristan, mirando a su hermana con curiosidad.

— Algo no me cuadra... ¿Donde está Behemoth? — cuestionó, acercándose a donde Lancelot estaba y apoyándose en sus hombros, aún flotando, y mirando a través de los ojos del albión en busca de la criatura.

— No hay un "donde", majestad. — una nueva voz se hizo presente, era aquella masa de percivalillos qué habían adaptado la misma forma, altura y complexión del verdadero Percival, quien miraba a su doble mágico con curiosidad y algo de sorpresa. — Ya estamos sobre su lomo.

— Ohh.

— Deberías saberlo. — los percivalillos hablaron. — Ya viniste aquí una vez.

— ¡Oh, es el yo saltarín!

— No me pongas apodos raros, por favor. — suspiró. — Pará el Behemoth, el albión es casi como una pulga.

— ¿Cómo una pulga? Woaaaah. — Percy y Oddy se sorprendieron, la pelirroja recargando un poco su cabeza en la de Lancelot mientras miraba a ambos Percival con sorpresa.

— ¿Entonces dices que la puerta podría estar por aquí? — cuestionó el sobrino de Howzer, algo preocupado.

— Pero... El miasma es tan denso que no podemos buscar. — titubeó Anne.

Después, la pelirroja miró hacia un costado, siendo seguida por la masa mágica con forma de Percival, quien miró hacia arriba. El rubio sonrió.

—  ¿También lo sintieron? — cuestionó con algo de molestia. — Tenemos una mosca pegada a nosotros, ¡prepárense para el impacto!

— ¿Qué- ¡¡AHH!!

Con el control mágico sobre el albión, Lancelot movió uno de los brazos del gigante e hizo que palmeara su cabeza con fuerza, provocando moviendo dentro de la criatura.

— ¡¿QUÉ CARAJO HACES LANCELOT?! — le reclamó Donny asustado al chico, quien solo soltó una risita.

— Tenemos invitados.

𝐌𝐎𝐊𝐔𝐒𝐇𝐈𝐑𝐎𝐊𝐔 𝐍𝐎 𝐘𝐎𝐍𝐊𝐈𝐒𝐇𝐈
𝑤𝑎𝑦 𝑡𝑜 𝑡ℎ𝑒 𝑛𝑒𝑤 𝑘𝑖𝑛𝑔𝑑𝑜𝑚

NIÑAS SE VIENE LA LLORADERAAAAAAAA MUAJAJAJAJAJA.

Capitulo cortito antes de la sufridera, porque si, ya están cerca los caballeros del Caos.

Lamento tanto hacerlas esperar, estas semanas de verdad estuve ocupada y tuve cierto bloqueo de escritora, ¡pero ya estoy volviendo!

Por cierto corazones, para aquellas que les guste Fullmetal Alchemist Brotherhood, estoy planeando una historia con mi hermosísimo Edward Elric, aun no tiene fecha de estreno (deah, cine o que onda-) pero ya la empezaré a escribir, tengo siglos planeandola y ya tengo algo.

Espero que les haya gustado el capítulo, lamento si es cortito, pero es todo lo que puedo hacer por hoy corazones. Gracias por su apoyo pese a lo inactiva que he estado, de verdad se los agradezco muchísimo de corazoncito😭💕

Nos leemos✨‼️

Chauuuu💐✨‼️

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