— Escuchen. — Lancelot los llamó. — Pasaremos la noche aquí y nos iremos a Dalmary mañana. Desde allí, iremos por nuestros propios caminos, pero hay una alta probabilidad de que el enemigo ya esté cerca, ¡así que estén atentos! — ordenó a sus amigos y compañeros.

Dentro de Wallnack había un ambiente muy cálido y festivo, era muy vivo parecía un festival.

Y efectivamente, era un festival, el festival anual de los muertos. Cuando caía la noche, el pueblo encendía antorchas y rezaban para que los muertos encontraran descanso en la otra vida.

Jade comentó que Chion, Isolde y él habían visitado una vez Wallnack por el festival y después Tristan confesó que siempre quiso ir con ellos, pero después Lancelot los interrumpió diciendo que no era momento para esas cosas y que debían buscar donde quedarse esa noche.

Siguieron buscando y al poco tiempo encontraron una posada, se llamaba Gogmagog, era linda.

— Vaya, vaya... ¡Pero si son el príncipe Tristan y la princesa Odette! — habló el gerente de la posada con alegría. — ¿Han venido a ver el festival de los muertos?

— No, por otros asuntos. — respondió el de cabellos blancos. — Once personas, por favor. Si es posible, sería de gran ayuda si dos habitaciones grandes estuvieran disponibles.

Gawain comenzó a quejarse, no estaba de acuerdo en compartir habitación con los demás a menos de que estuvieran Isolde y Odette en ella.

La princesa sintió como su novio se removia un poco, parecía inquieto y eso la incomodaba un poco, pues ella comenzaba a inquietarse también.

— Lance, ¿qué ocurre? — le preguntó confusa. — Estás muy inquieto.

— ¿Hm? No, es solo que hace tiempo siento algo extraño. — respondió el joven, mirando hacia arriba. La muchacha ladeó la cabeza confundida.

— Mis más sinceras disculpas. — habló el dueño de la posada con algo de pena. — Tenemos disponibles la habitación 101 para tres personas, 205 para cuatro personas y 207 para tres personas. Eso dejaría la habitación de dos personas solo para uno de ustedes.

— ¡¿Tenemos que compartir habitaciones?! — cuestionó Anne, un poco exaltada.

A su lado, Isolde miró al príncipe. — Señor Tristan, ¿deberíamos buscar otra posada...? — cuestionó, sintiendo como Gawain le respiraba en la nuca.

El muchacho negó amablemente. — No... Estoy agradecido de que haya habitaciones para quedarnos, todas las otras posadas están probablemente reservadas debido al festival. — recordó.

Percival y Donny salieron de la posada, exclama do que estaba bien dormir on quien fuera.

Isolde y Odette mostraron su disconformidad al tener que compartir habitación con otras personas, algo apenada, pero sería lo mejor.

— Un harem... ¡¡No, una habitación de cuatro personas está bien para mi!! ¡Lady Isolde, lady Odette, lady Anghalhad y yo! Ya está, ¡está decidido! — exclamó Gawain con emoción, lanzando besos a las dos primeras.

— Supongo que está decidido... — Oddy miró a Anne con una sonrisa nerviosa.

La jovencita de Sustana suspiró. — Si, tienes razón. Ya que somos chicas, debería ser más agradable.

La pelirroja caminaba por el pasillo de la posada en busca de la habitación que compartían Percival, Lancelot y Chion. Ella ya había dejado sus pertenencias en su habitación designada con las demás muchachas y ahora exploraba un poco.

Tocó la puerta de la habitación 101 antes de que el pequeño niño cabello verde abriera la puerta.

— Oh, ¡Oddy! — exclamó el chiquillo con una sonrisa, dejándola pasar.

— Hola, Percy. — saludó la chica, entrando a la habitación mientras escuchaba a Chion reclamarle a su pareja sobre algo, probablemente Tristan.

— Ugh... Deja de quejarte, ese tipo fue quien dijo que un juego es un juego, por eso eligió compartir habitación. — se quejó el muchacho de Benwick, mirando por la ventana de la habitación mientras estaba recostado en la cama.

— ¿Qué pasó antes, Lancelot? — cuestionó Percival, acercándose de la mano con Oddy, quien miraba Chion con una pequeña sonrisa nerviosa.

— Algo extraño. Estaba buscando alrededor para ver si había enemigos, por si acaso, pero desde que llegamos a esta ciudad, es difícil leer la mente de los demás. — explicó el muchacho, sentándose en la cama.

La pelirroja puso su dedo e su mejilla, pensativa. — Ahora que lo dices, es cierto... Tampoco se puede percibir mucho la presencia de los demás, cómo si algo lo evitará. — comentó, cruzándose de brazos.

— ¡¡AHHH, NO SOPORTO PENSAR EN ELLO!! — comenzó a quejarse su primo nuevamente, provocando un susto en la princesa de Liones. — ¡¡¿Y SI HAY ALGÚN DESGRACIADO BUSCANDO RESCATE O ALGÚN TRAFICANTE DE PERSONAS SIN CONTROL ALOJADO EN LA HABITACIÓN DEL SEÑOR TRISTAN?!!

— ¡Ya se! Ya que somos compañeros de cuarto, ¡¡juguemos todos a un juego!! — exclamó Percival de forma animada.

— ¡¡¿JUGAR?!!

— Bien, entonces, ¿por qué no vamos juntos al festival?

— ¡¡¿VAMOS?!! — un pequeño silencio se hizo presente y Odette sonrió un poco al ver a Chion dudar. — De... ¡¡DE ACUERDO!!

— Cielos, que drama... — suspiró la de ojos turquesa, observando como el de cabellos oscuros salía de la habitación luego de unos minutos para ir a ver como se encontraba Tristan.

— ¿Tú no iras a ver a tu hermano? — le preguntó Lance con curiosidad y la chica negó con la cabeza.

— Tris estará bien por su cuenta, además probablemente Chion, Isolde y Jade lo acompañen. — ella se encogió de hombros y caminó hacia la ventana para mirar a través de ella.

Observó hacia abajo, las personas comenzaban a juntarse para comenzar el festival y eso la hizo sonreír un poco.

— No es mala idea ir al festival... — Murmuró ella, recostando sus brazos en el marco de la ventana y mirando esta vez al cielo con nostalgia. — ¿Tu irás, Lance?

— Tal vez después, Oddy. — respondió el rubio tranquilamente, observando a su novia desde donde el estaba sentado.

— Como gustes. Vamos, Percy. — el niño celebró poder ir al festival y junto con la princesa salieron de la habitación luego de despedirse del príncipe de Benwick para reunirse con sus demás amigos.

Al poco tiempo, también se unieron Gawain y Lancelot, quien al final aceptó ir para cuidar de la princesa.

La mayoría del grupo llevaba antorchas, caminaban en conjunto con las demás personas y rezaban por sus familiares fallecidos, Donny Y Anne rezaban a sus madres mientras que Odette a ambos.

El ambiente era triste, pero se sentía realmente reconfortante gracias a la calidez de las antorchas y todas las presencias que se reunían a pedir por sus seres amados.

Pronto, el tema de conversación pasó a Tristan, quien había ido con una mujer al festival, levantando algunas sospechas. Ante la preocupación de Isolde y Chion, el grupo decidió separarse, a excepción de Gawain y Lancelot, que andarían por ahí mientras los demás buscaban.

Isolde, Odette y Anghalhad fueron por una parte, Nasiens, Donny, Percival y Chion iban a otra.

Durante su búsqueda, pudieron sentir como el poder mágico de todo el pueblo era perceptible, fue demasiado impresionante pues anteriormente las presencias eran casi nulas, como si de un pueblo fantasma se tratara, además de que habían dos presencias desconocidas qué mantenían alerta a la pelirroja.

— Princesa... — la joven sintió un escalofrío y miró hacia un callejón con susto, su corazón comenzó a latir con fuerza.

Pero no había nada, y seguro no era nada.

— Es solo mi imaginación... — se dijo a sí misma para tranquilizarse, después miró hacia el frente y sus amigas ya no estaban. — Ay, cielos... — puso su mano en su mejilla antes de debatir entre si debería o no entrar al callejón.

Estaba curiosa por la voz, pero no quería entrar, mucho menos estando sola.

— Ugh... Odio mi curiosidad algunas veces... — se quejó de si misma antes de alumbrar su camino con la antorcha que llevaba del festival.

Comenzó a entrar en aquel callejón, era pequeño, pero lo suficientemente espacioso para que al menos una o dos personas pasarán juntos.

— Qué sofocante...

Odette caminaba a un paso tranquilo y cauteloso, no escuchaba ningún ruido pero había una extraña tensión en el aire y no sabía si lo estaba imaginando.

De pronto se escucharon un par de pasos, solo dos, frente a ella. La de ojos turquesa miró al frente y pudo observar a un hombre frente a ella, alto, complexión media, musculoso, de cabello oscuro y con una presencia muy extraña.

— Mira que me vine a encontrar, el rubí de Liones en persona. — habló el hombre y la princesa se detuvo a mitad del camino, sosteniendo la antorcha frente a ella mientras su suave mirada se volvía aguda y hostil.

— ¿Quién eres? — cuestionó con seriedad, apretando un poco el mango de la antorcha. — No creo haberte visto antes.

— Oh, por supuesto que no, querida, así que me presentaré ante usted. — El hombre realizó una breve reverencia bajo la fría mirada de Odette. — Soy Sir O'Halloran, caballero del relámpago al servicio del rey Arturo.. — los ojos de la chica se abrieron con sorpresa mientras el hombre sonreía con cinismo.

Fue cuando ella notó algo.

Sintió un escalofrío y su piel se erizó, dió un paso hacia atrás antes de dar otro, y otro y otro antes de que un relámpago cayera en donde ella se encontraba, lanzándola con fuerza hacia atrás y haciéndola caer de espaldas.

La joven se quejó en un volumen bajo, sentándose de lado en el suelo mientras se recuperaba de ser aturdida. Abrió sus ojos y después parpadeó un par de veces pero veía solo oscuridad, eso la asustó.

— No... No, no, no... — ella talló sus ojos un par de veces pero al abrirlos lo único que veía era nada, solo nada. Puso sus manos en su rostro con horror antes de escuchar unos rápidos pasos frente a ella, luego sintió un golpe en su cabeza con algo duro que a hizo chocar contra una pared.

Oddy comenzó a sangrar de su frente en el lado izquierdo.

Su respiración se agitó y sus sentidos se nublaron, escuchaba pasos rápidos qué se acercaban pero no tenía idea de dónde provenían, lo que le hacía entrar en un estado de pánico.

Después sintió que la sujetaban del brazo y la elevaban con fuerza para después hacerla caer abruptamente contra el suelo, quitándole el aliento. Tosió un par de veces, tratando de recuperar su respiración antes de que nuevamente la levantaran y le dieran una vuelta antes de soltarla contra otra pared, nuevamente quitándole el aliento.

La pelirroja cayó al suelo, tratando de recuperar su respiración antes de sentir que la jalaban del cabello hacia atrás y puso sus manos sobre el brazo de su atacante con fuerza para no dejarlo ir.

— La princesa no es tan valiente como decían, usted no es nada sin sus amigos, majestad. — se burló O'Halloran, jalando más su cabello y sacándole un pequeño quejido.

Odette apretó los labios y fortaleció su agarre en el brazo del caballero.

— Empor us ozarb. — recitó agitada antes de que un destello se hiciera presente, proveniente de sus manos.

Cuando el destello desapareció, la de ojos turquesa se encontraba en el suelo, acariciando su cuero cabelludo mientras el caballero del caos reía como loco.

— ¡Así que este es el poder oculto del que tanto hablaba mi rey! — O'Halloran exclamó con diversión. — ¡¡Será una santa del clan de las Diosas y la raza de las hadas, pero dentro suyo está la misma maldad y destrucción del clan de los Demonios!! — reía el hombre elevando su mano.

El brazo del caballero estaba completamento rotó y torcido por donde lo vieras, era un horror verlo pues realmente su brazo y ante brazo estaban completamente desfigurados.

— Ese es el poder que busca mi rey en usted, destrucción y creación, ¡¡es maravillosa!!

— ¡¡Cierra la boca de una maldita vez!! — la joven realizó un círculo en el aire, que pronto se volvió un aro de luz y le lanzó una esfera de magia. — ¡¡Resplandor divino!!

Una pequeña explosión se hizo presente, la chica sintió el aire mover su cabello y acariciar su rostro de forma agresiva por el impulso.

Después, escuchó una pequeña risa tras de ella y se giró rápidamente, poniéndose de pie.

— Tranquila, majestad, no pienso llevarla conmigo, aún. — el de cabello negro sostuvo el rostro de la princesa con su mano, sometiendo un poco de fuerza en sus mejillas. — Es una pena, sería mejor llevarla en esta condición, pero no pienso aprovecharme, además, no le sirve así a mi rey.

El hombre soltó las mejillas de la princesa, dejándola pasmada en su lugar antes de darse media vuelta. — Por cierto, una cosa más.

— ¿Qué? — Murmuró la pelirroja antes de que, nuevamente un rayo la lanzará lejos de donde estaba, haciéndola chocar contra un edificio y dejándola inconsciente.

Corría lo más rápido que podía, evitando chocar con los estrechos muros a su alrededor buscando aquella presencias que eran parte de su vida.

Pero faltaba una.

Odette se resbaló en un pasillo, pero logró mantenerse de pie antes de detenerse rápidamente al sentir las presencias de sus amigos frente a ella.

— ¿Jade? — murmuró suavemente al no sentir su presencia. — ¿Y Jade? ¿Dónde está?

— Oddy... — Nasiens se acercó a ella y pudo ver sus pupilas contraidas, eran muy pequeñas y su vista viajaba a diferentes puntos.

— Nasiens. — ella lo sujetó del brazo. — ¿Dónde está Jade? No puedo sentir su presencia, ¿donde está?

— No se preocupe, majestad. — habló Chion, acercándose a donde estaban su mejor amigo y su amiga de cabello rosado. — Percival, rápido, cura a Jade.

— ¿Está herido...? — murmuró con preocupación la princesa, sintiendo como Percival aumentaba su magia.

— Está completamente muerto. — habló uno de los Percivalillos. — A pesar de haber curado sus heridas, sigue muerto.

La princesa puso sus manos sobre sus labios con horror, las lágrimas se juntaron en sus ojos.

— No... No es cierto....

— Lo siento...

— Lo menos que puedes hacer es devolverle a vida. — le dijo Chion al niño.

— Ni siquiera los Percivalillos pueden ha ser eso...

— ¿Haces esto porque peleamos contigo cuando llegaste al reino? — cuestionó el de cabellos oscuros con burla, pero cuando Percy le dijo que era imposible, lo tomó del cuello se su capa y lo elevó, estaba furioso. — ¡¡MENTIRA!! ¡¡¡HACE NADA ESTABAS MUERTO, PERO VOLVISTE, ¿NO?!!! ¡¡TRÁELO DE VUELTA...!!

Odette e Isolda se soltaron a llorar, el niño de la profecía también comenzó a derramar lágrimas con desespero.

Después todo pasó muy rápido, Chion invocó a Vívaro, un espíritu de fuego que persiguió a Macduff hasta incinerado vivo, Tristan llegó poco después y observó a sus amigos heridos y uno muerto. Después descubrieron que Odette pasaba por una ceguera temporal, probablemente sería unos días.

Volvieron a la posada, estaban destrozados lo mostrarán o no.

Le pelirroja estaba sentada a un lado de la cama, sosteniendo una de las frías manos de Jade para sentirlo por última vez mientras ocultaba su rostro entre las sabanas, no podía verlo pero podía sentirlo... El ya no estaba más ahí.

Isolda comenzaba a culparse, entre lágrimas, por la muerte de su amigo quien decidió protegerla. Anne a su lado evitó que se culpara e inculpo a una de los responsables, la mujer que los había atacado con animales.

Chion tomó el guante qué Macduff tenía puesto cuando pos atacaba y se lo puso, este aumentaba la fuerza 25 veces más y con ello le dió un golpe a la mujer que estaba en la esquina.

Un pequeño animal en una habitación llena de buitres.

El primo del príncipe de Liones iba a volver a goloearla de no ser por Tristan, quien lo detuvo al hablar, tomando a culpa de lo sucedido, aquella mujer con la que había ido al festival era su manera de entrar en Camelot, obtuvo información sólida pero a un costo muy caro.

Y eso le molestaba demasiado a Nasiens, no estaba para nada contento, habían obtenido información, si, pero costó la vida de uno de sus compañeros y eso no tenía precio.

— ¡¡Le arrebataron todo su futuro a Jade, ¿o no?!!

¿Futuro? ¿Realmente tenían futuro?

𝐌𝐎𝐊𝐔𝐒𝐇𝐈𝐑𝐎𝐊𝐔 𝐍𝐎 𝐘𝐎𝐍𝐊𝐈𝐒𝐇𝐈
𝑤𝑎𝑦 𝑡𝑜 𝑡ℎ𝑒 𝑛𝑒𝑤 𝑘𝑖𝑛𝑔𝑑𝑜𝑚

SOY LÁGRIMAS BASTAAAA😭😭😭😭

JADE TE AMO AUNQUE HAYAS SALIDO TAN POQUITO Y TE DESVIVIERAN, TE AMO PRECIOSOOO😭😭💔💔💔💔

ME REGALARON UN DIBUJITOOOOO‼️‼️‼️‼️‼️✨✨✨✨

Me lo regaló Naniz_Bomb ¡¡muchas gracias corazon, de verdad está hermosoo!!

No puedo dejar de verlo, estoy impresionada y de verdad me encanta, ¡muchísimas gracias! ❤️❤️❤️

Espero que les haya gustado el capítulo, YO TAMBIÉN SUFRÍ 😭

En fin, tengo más tarea aún, me tomé un descancito para actualizar, espero que hayan llorado tanto como yo.

Las amooo💕

Chau 😭💔