— 𝐍𝐄𝐖 𝐘𝐎𝐑𝐊 𝐂𝐈𝐓𝐘, 𝐍𝐄𝐖 𝐘𝐎𝐑𝐊

UNAS SEMANAS DESPUÉS...

—𝗿𝗲𝗮𝗹 𝗹𝗶𝗳𝗲

Llamada grupal FaceTime. Esto era lo favorito de Valerie en ese momento, ya que todo lo que hacía era FaceTime con Kendall, Madelyn y Madison. Estarían en FaceTime constantemente, incluso si simplemente estuvieran sentados en silencio, estarían en FaceTime. Ella haría lo mismo con Drew, pero durante las últimas 6 horas él no contestó el teléfono.

—¿Qué pasa si está muerto...?—los ojos de Valeries se abrieron como platos—¡Mads o Bails tienen que controlarlo!

—Vals, por favor relájate—la voz de Madison apareció a través de la pantalla, y Kendall y Madelyn también estuvieron de acuerdo—Probablemente solo esté durmiendo.

—Valerie, te amo, pero no tienes nada de qué preocuparte—la voz de Madelyn salió esta vez, Valerie miró la pantalla y vio que se estaba poniendo una mascarilla.

—De acuerdo—dijo Kendall, leyendo un libro mientras comía uvas—Una relación sin confianza es una relación sin nada. ¿Es esa la frase correcta?

—Ustedes tienen razón—Valerie suspiró de acuerdo. Salir de la cama y caminar hacia la cocina con vista a la ciudad. Amaba la ciudad de Nueva York. Aunque su apartamento principal estaba en Los Ángeles, el apartamento que le dio su equipo era bonito y espacioso, lo cual era perfecto porque ese era el tipo de apartamentos que le encantaban—De todos modos, hablaré con ustedes más tarde. Voy a cenar ahora. Avísenme si tienen noticias de Drew. Las amo chicas, adiós.

Las tres se despidieron y colgaron. Justo cuando Valerie colgó, alguien llamó a su puerta.

—Qué carajo—Valerie susurró para sí misma, un poco asustada de quién podría estar llamando a su puerta a esta hora de la noche.

Cuando Valerie no abrió de nuevo, hubo otra serie de golpes fuertes que esta vez hicieron que Valerie jadeara con fuerza.

Valerie respiró hondo y decidió no abrir la puerta. Pero cuando el pomo de la puerta empezó a moverse, fue cuando empezó a asustarse.

Valerie se encargó de esconderse detrás de los mostradores de su cocina cuando escuchó que se abría la puerta. Esto fue todo. Ella iba a morir. Ni siquiera se despidió de su familia, de Drew, de los modelos exteriores...

—Y aún así me gritas por guardar mis llaves debajo de la alfombra. 

Valerie instantáneamente se disparó ante el sonido de esa voz.

—¿Drew?—Valerie exclamó mientras salía disparada de detrás del mostrador con los ojos muy abiertos. Sin importarle que hace dos minutos pensaba que iba a morir—¿Qué carajo?

—¿Ni siquiera un beso de bienvenida?—Drew puso los ojos en blanco juguetonamente mientras colocaba su maleta, cruzando los brazos frente a su pecho—¿Viajé durante 4 horas para conseguir un 'qué carajo'?

De repente, Valerie se dio cuenta de que se trataba de Drew. Una gran sonrisa apareció en el rostro de Valerie, corriendo hacia él, le puso las manos sobre los hombros mientras él envolvía sus brazos alrededor de su cintura, levantándola y girándola lentamente.

—Te extrañé—Drew habló por su cabello, sin apartarse del abrazo. Estaba bastante seguro de que nunca iba a alejarse.

—Yo también te extrañé—Valerie finalmente se apartó, lo que provocó que Drew se quejara—Creo seriamente que tuve problemas de apego porque cuando no respondiste tu teléfono durante las últimas 6 horas y 23 minutos, me estresé. En serio, creo que Kens, Mads y Bails están molestas porque hago preguntas.

—¿Cuándo no hablas con ellas?—preguntó Drew, con su maleta a su lado.

—Cuando estoy hablando contigo—Valerie le guiñó un ojo al chico.

Justo cuando Drew estaba a punto de darle un beso, Valerie le golpeó el pecho. 

—¿Por qué fue eso?—Drew pareció desconcertado.

—Por asustarme—Valerie se encogió de hombros, haciendo sonreír a Drew—No entiendes lo asustada que estaba.

—Bueno, estoy aquí ahora para que no tengas que tener más miedo—Drew sonrió antes de inclinarse para darle un beso una vez más, pero esta vez Valerie no intentó defenderse.

Valerie se derritió en su toque mientras se besaban. Ella se perdió esto. A él. Todo sobre él y ella estaba tan feliz de que él estuviera aquí, frente a ella.

Rompiendo el beso, Valerie miró a Drew a los ojos. 

—Te extrañé—su voz apenas era más que un susurro.

—Lo sé, yo también—Drew se rió entre dientes mientras le sostenía la cara—Ya dijiste esto.

Valerie frunció el ceño.—¿Y? ¿No puedo decirle a mi novio que lo extraño después de no comunicarme con él durante 6 horas y... 26 minutos?

—Puedes mostrarme cuánto me extrañaste...

—Está bien, te estoy interrumpiendo allí mismo—Valerie hizo una mueca y puso los ojos en blanco. Agarrando la mano de Drew y guiándolo a la cocina—Vamos, debes tener hambre después del viaje en avión.

—Super hambriento—expresó Drew mientras se sentaba en el sofá de la sala de estar—Mierda, tu apartamento es bonito—dijo mientras miraba por la ventana para ver una vista increíble de la ciudad.

—Gracias—Valerie sonrió mientras le traía un plato de fresas que estaba a punto de comer—Entonces, ¿Podrías decirme cómo diablos lograste venir a la ciudad de Nueva York sin que yo lo supiera?

—Bueno, Kendall, Madelyn y Madison me ayudaron—Drew comenzó, dándole un mordisco a una de las fresas—Me dijeron cuando estabas libre y cuando debía venir y todo.

—Es por eso que no me interrumpieron cuando seguí hablando de que no me respondías los mensajes de texto.

—Supongo que sí—Drew se encogió de hombros mientras mordía otra fresa—Vine aquí y luego me di cuenta de que no tenía llave, lo cual fue una mierda porque quería asustarte.

—Qué romántico.

—Pero luego miré debajo de tu alfombra y adivina qué—dijo Drew mientras sacaba un par de llaves y las lanzaba hacia la cara de Valerie—Encontré estos.

—Bueno...—Valerie le dio a Drew una sonrisa culpable—No puedo salir de esto.

—Ahora no puedes gritarme por hacer lo mismo—Drew levantó las cejas en señal de victoria haciendo que Valerie frunciera el ceño.

—Sí, puedo. Está bien cuando lo hago yo, pero no cuando lo haces tú.

—Esa es una gran razón, Vals—Drew dejó escapar una carcajada.

—Lo sé—Valerie respondió, sonriendo mientras se movía el cabello con confianza—Soy increíble.

—Está bien...—Drew se calló, indicando que no se lo creía, lo que hizo que Valerie lo golpeara juguetonamente en el costado.

»—¡Tranquila, estaba bromeando! Eres la persona más asombrosa en la historia de las personas— Drew dijo, lo que hizo que Valerie le sonriera ampliamente y le diera un beso rápido.

Drew se levantó de repente haciendo que Valerie tarareara confundida. 

—¿Puedes esperar aquí un segundo? Tengo algo que mostrarte.

—Esta bien—Valerie respondió, mordiéndose el labio confundida.

Drew se levantó y fue hacia donde estaba su maleta, justo al lado había una bolsa que Valerie no notó al principio. Se agachó para agarrarlo antes de regresar a la sala de estar.

—¿Qué es?—Valerie preguntó mientras intentaba mirar dentro de la bolsa en la que Drew la puso detrás de él.

—Sin mirar—Dijo Drew, manteniendo la bolsa detrás de él—Adivina.

—No tengo ni idea...

—No me importa. Al menos una suposición.

—Bien—Valerie resopló molesta y se cruzó de brazos frente a su pecho—¿Un perro?

—¿Qué? No—Drew farfulló—¿Esto te parece un perro?

—No. Sólo quiero saber qué hay dentro.

Drew gimió exasperado antes de reírse, luego abrió la bolsa y dentro había una versión actualizada de la caja que sacó solo un par de semanas antes.

Eran un montón de vinilos de sus artistas favoritos actuales, sus libros favoritos actuales que estaban firmados, CD de sus últimas películas favoritas porque Valerie le dijo que no le gustaba que 13 pasara a 30 ya que lo veía demasiadas veces.

Valeria no podía creerlo. No podía creer que alguien pudiera prestarle tanta atención. Y puede parecer una idea extraña de regalo reutilizado, pero para Valerie significaba todo.

—¿Estás llorando?—Drew frunció el ceño con preocupación mientras rápidamente intentaba ver el rostro de Valerie.

—No... no en el mal sentido—Valerie sollozó y algunas lágrimas corrieron por su rostro—Es solo que... no puedo creer que hayas hecho todo esto por mí. Quiero decir, ¿Cómo conseguiste que te firmaran todos estos libros?

—Eso es un secreto—dijo Drew, secándole un par de lágrimas—No llores, bebé.

Drew abrazó a Valerie con fuerza y ​​la abrazó con fuerza.

—Me encanta—Valerie susurró después de alejarse del pecho de Drew.

—Y yo te amo.

Valerie sonrió ante las palabras de Drew y su mirada se detuvo en su rostro. En ese momento, sintió que una ola de consuelo la invadía. Era el tipo de consuelo que se obtenía al saber que se apoyaban mutuamente, sin importar lo que la vida les deparara. Los desafíos que enfrentaron durante el año pasado le recordaron a Valerie la cantidad de cosas por las que pueden pasar y seguir juntos. Mientras miraba a Drew, supo que no estaba dispuesta a abandonar lo que habían construido juntos.

—¿Qué estás pensando?—Drew tarareó, volviéndose hacia Valerie.

—Sobre nosotros—Valerie admitió—Es una locura cómo hemos pasado por tantas cosas y todavía encontramos la manera de volver a estar juntos.

Drew sonrió ante las palabras de Valerie. Han pasado por muchos obstáculos durante el año pasado e incluso en su relación, pero al final sabían que eran el uno al otro. Cada desafío sirve para fortalecer su vínculo.

—Sí, tenemos...—comenzó Drew, tomando la cara de Valerie—Pero no lo querría de otra manera.

—¿Eso significa que todavía querías 'besar' a Olivia?— Valerie arqueó las cejas en broma.

—Eres muy divertida hoy, ¿no?—Drew gimió, echando la cabeza hacia atrás.

—Supongo que sí.

Drew puso los ojos en blanco juguetonamente antes de sonreír e inclinarse para colocar sus labios sobre los de Valerie, sabiendo que sin importar lo que ella era su chica y no iba a ninguna parte.

Ambos sonrieron durante el beso, sabiendo que lo que tenían nadie podría romperlo.

Incluso cuando un alguien comete hasta un pequeño error.