ㅡPrometo que la vigilaré... eso también... ㅡJisoo está al teléfono con Lisa, Roseanne la llamó diciendo que se quedaría en casa y mañana estaría temprano en el hospital.

Es bastante obvio que eso no le cayó nada bien a la tailandesa, pero ya no se trata de su amiga sino de su paciente y debe respetar su decisión. ㅡ¿Realmente crees que dejaré que algo malo le pase a Rosie?

La nombrada sonríe divertida por la pequeña discusión entre el par y la forma en que la mano derecha de Jisoo va directamente a su cadera haciéndola lucir como una madre enojada. Sin embargo, su sonrisa cae cuando la expresión de Jisoo se torna algo triste y termina la llamada.

Sosteniendo el teléfono con fuerza la mayor acerca a ella, suspirando una vez la tiene de frente, Rosé solo la hace entrar al marco que hace con sus piernas y la abraza con fuerza. Si esta es la última noche que su corazón le dará a Jisoo debe hacerla valer.

ㅡ¿Que dijo la idiota de Manoban?

ㅡNada de importancia, solo para que debo estar al pendiente tuyo y asegurarme que no cenes pesado. ㅡJisoo peina el cabello que ha perdido su suave color lila y ahora solo luce rubio.

Recuerda el desastre que consiguió en el baño cuando Rosé lo tiñó, hubieron manchas violetas en el lavado por una semana. Fue todo un suceso que ahora la hace sonreír con melancolía a pesar de que las palabras de Lisa todavía repican en sus oídos.

«Le has hecho daño y lo sabes. No te hagas la inocente ahora.»

El daño que Jisoo le ha hecho a Rosé es completamente ajeno a aquel que florece en el pecho de la menor. O al menos eso cree. Haber guardado importantes secretos durante toda su vida y que Rosé merece saber es ese daño causado, pero ya no importa lo que oculta. Nada importa desde que flores comenzaron a crecer entre ellas.

ㅡ¿Que pasaría si llego a olvidarte por completo? ㅡen medio del dulce silencio que se había formado la pregunta de Rosé hace que Jisoo tome su rostro con rapidez para que la vea a los ojos. ㅡPrometí ser quien te recuerde todo si algún día llegas a olvidarlo, ¿pero que pasaría si yo soy quien nos olvida?

Para Jisoo es una pregunta hipotética, para Rosé es una posibilidad.

En su consulta con Lisa esta mañana la morena se dispuso a explicarle todo lo que sucedería después de la cirugía. Nauseas, dolor de cabeza y pecho, incomodidad al respirar y más, pero eso solo en el lado fisiológico, en el emocional y mental pasarían cosas muy distintas; podría sentirse triste por un tiempo, todos los sentimientos que tenga por Jisoo serán arrancados de raíz de su corazón por lo tanto no podrá amarla otra vez, puede que recuerde lo que sentía por ella como puede que no. Pero la situación a la cual más le teme Rosé es que por la intensidad de su amor por Jisoo y porque eso es lo único que ha sabido sentir por ella desde niñas, es posible que cuando arranquen las raíces arranquen los recuerdos de la pelinegra también.

No le importa olvidar sus sentimientos pero olvidar a alguien tan importante para ella es un riesgo que no puede tomar.

ㅡNo sabría que hacer, en realidad. ㅡla honestidad de las palabras de Jisoo golpean el rostro de Rosé junto a su aliento. ㅡEres una ancla para mi, si te sueltas yo quedaré a la deriva.

En ambos pechos una incómoda molestia empieza, Jisoo se ha acostumbrado estos últimos días mientras que Rosé es familiar con el. Aunque para la menor es un poco distinto esta vez, siente calor irradiar desde el centro de su pecho y como su respiración se vuelve cada vez más profunda pero es poco el aire que llega a sus pulmones, aunque no es tan grave para preocuparla.

ㅡSi no sabes que hacer, ¿Podrías recordarme todo lo que hemos hecho juntas hasta esta noche?

Rosé se está despidiendo, se despide del amor de su vida que nunca fue vivida, se despide de la forma tan hermosa en que ha visto a Jisoo durante todos estos años que han estado juntas. Le está diciendo adiós a algo que se quedó en la puerta esperando su oportunidad de siquiera haber tenido un saludo.

Y Jisoo entiende qué hay una partida entre todo esto, así que suelta el rostro de Rosé y deja que la chica se vuelva a esconder en su pecho. Ninguna de las dos quiere ver a la otra mientras sus corazones se sienten romper más y más.

ㅡNos conocimos siendo unas niñas...

Solía burlarme de tu raro acento y tú de mi patética forma de hablar inglés, habías llegado solo un par de meses antes a Corea y entre nosotras ya había una fuerte amistad. Una que todavía trece años después sigue intacta.

Crecimos en el jardín de tu padre, mi mano se volvió el refugio de la tuya y tu corazón mi lugar favorito en donde estar. Vi como tus piernas se volvieron largas y tu cuerpo una vista sorprendente, tu estuviste cuando todos comenzaron a nombrarme la más bonita del lugar, pero a mi solo me importaba que me lo dijeras tú al igual que a ti solo te importaba que yo fuera la única que adulara tu cuerpo.

Travesuras, aventuras, golpes y una que otra herida. Crecimos viviendo las mejores experiencias tomadas de manos y todavía sigo buscando la tuya cuando algo importante va a pasar.

Te vi enamorarte de otras personas, yo también conseguí a otros a quienes contarle mis secretos, aunque solo nosotras sabemos realmente lo bonito y lo feo de nosotras. Me enamoré infinidades de veces de personas que solo fueron pasajeras mientras tu te quedaste a mi lado antes, durante y después de ellos, y siempre fuiste mi lugar al cual huir cada que un amante se despedía de mi...

ㅡHas estado conmigo en las noches más oscuras y en los veranos más felices. Quiero que recuerdes todo eso, que jamás lo olvides. ㅡuna lagrima cae desde los ojos cerrados de Jisoo hasta llegar al desnudo hombro de Rosé. ㅡTe pido que no me olvides y que sigas a mi lado para que sigamos creando recuerdos que tendrás que refrescarme cuando esté vieja.

Pequeños sollozos son amortiguados por la tela de la camiseta de Jisoo, pero las piernas de Rosé aprietan su agarre y la acercan más a ella. Un par de segundos pasan hasta que la mayor siente como la lluvia de tristeza y melancolía que ha caído sobre ella riega sus propias flores.

ㅡTe pido que sigas amándome.

Mañana Rosé se quedará con la chica pero no con los sentimientos, es lo mismo que haberle dicho que la amaba y que está no la hubiese aceptado. Cómo esta es la última noche ya no hay miedos que interfieran, más que el de olvidarla. Esa si sería la pérdida absoluta.

ㅡMe enamore de alguien que me hizo tragar mi enorme orgullo con unas amargas amarilis, me tuvo pidiendo con camelias, guardando secretos dentro de hermosas gardenias manchadas de sangre, me dio el amanecer con su sonrisa y un ramo de tulipanes amarillos, la adoré con clematides e intenté mostrarme con rosas blancas. ㅡcon cada flor que Rosé nombra su puño se cierra con más fuerza alrededor del trozo de la camiseta de Jisoo que ha apretujado.

El dolor de su pecho ha empeorado, ya no sabe si llora por la tristeza del momento o por la sensación de que su caja torácica está a un segundo de reventar. Pero no se detendrá ahora. ㅡLe di unas enfermas anémonas, me decepcionó con claveles amarillos y con claveles rojos me hizo sentir peor, paso de darme amaneceres a darme oscuridad con pequeñas begonias, me resigné en medio de ciclamenes, su sombra me dio unos hermosos jacintos que todavía no entiendo y aunque intente despedirme con unas asclepsias... todavía sigo aquí.

Un ataque de tos violenta contra Rosé quien se sostiene con más fuerza de Jisoo, cada expectoración es más fuerte que la anterior y sus músculos intercostales apretándose alrededor de sus pulmones y corazón no lo hacen mejor.

Jisoo hace que la menor se separe de ella para ver su camiseta con una mancha de sangre y sangre saliendo de las comisuras de Rosé quien la ve con la sombra de una sonrisa ladeada. Todo lo que la menor acaba de decir se borra de su memoria en medio del pánico que la abarca en el momento.

ㅡIremos al hospital ahora mismo, tendrás esa cirugía en cuanto antes. ㅡla pelinegra intenta alcanzar las llaves del auto que están sobre el mesón pero el fuerte agarre de Rosé no la deja. ㅡRosie, por favor. Tenemos que ir.

El llanto que Jisoo había retenido en su intento de ser la imagen fuerte ahora corre en lágrimas libres por sus mejillas y llena la habitación de desesperados sollozos. Sin embargo, Rosé sigue serena, escupiendo sangre al suelo y manteniendo su dulce sonrisa.

Si es la última noche, si es el último adiós... Debe hacerlo bien, aunque su pecho se esté abriendo en el intento.

ㅡ¿Te has enamorado como me he enamorado yo? ㅡla menor sostiene la cintura de Jisoo con dominancia, restándole importancia a la sangre que brota de su boca.

ㅡNo es momento para tus preguntas, debemos ir al hospital antes de que sea tarde. Por favor.

ㅡEntonces respóndeme e iremos, me sacarán estas patéticas flores y olvidare todo lo bonito que ahora siento. Pero debes responderme primero.

Si la terquedad fuera una buena cualidad, Rosé sería la mejor en ello. No puede ver el desespero en el rostro de su mejor amiga, tampoco el miedo de sus lágrimas, quiere que le termine de romper el corazón para que la puedan sacar de él sin arrepentimiento alguno.

ㅡSi me enamoré de alguien, de esa misma forma que tu. ㅡJisoo grita sus palabras a la enfermiza paz de Rosé. ㅡPero ella no me da flores, Seulgi me ama igual o más de lo que yo la amo a ella.

Eso era justo lo que Rosé quería escuchar. Una jodida verdad a medias que raya en la mentira, lo suficientemente creíble para hacer que dentro de su pecho un tallo se convierta en una fuerte rama que brota desde sus pulmones.

El desgarrador dolor llega a niveles nuevo junto el ardor de sus músculos, la sangre no para de salir pero justo cuando Jisoo finalmente se logra soltar del agarre de Rosé y toma las llaves del auto, un espantoso sonido sale de la menor que vomita en el suelo. Pequeñas flores azules de centro amarillo están esparcidas en el suelo, sobre la blusa de Rosé, los pies de Jisoo y crean el más triste púrpura y opaco naranja en su mezcla con la sangre. Son nomeolvides, que flor tan oportuna para la situación.

Jisoo apenas puede con el peso del cuerpo que ha caído sobre sus brazos. Rosé se ha debilitado tanto que ni siquiera su espalda es capaz de soportarla, cae a los brazos de Jisoo quien fallidamente intenta levantarla.

Los gritos y sollozos de la mayor crean una marea alta de lamentos que chocan con violencia contra la resignada costa de Rosé. Morirá esta noche y está segura de ello, le dio su corazón a Jisoo y sin saberlo esta lo rompió. Tanto la idealización de el como al verdadero conjunto de fibras musculares en el medio de su pecho.

ㅡNo puedes hacerme esto, Roseanne. ㅡotra vez, la pelinegra intenta levantarla solo para que las dos caigan al suelo. El abdomen de Jisoo amortigua el golpe de Rosé. ㅡCariño, vamos. Tenemos que irnos.

ㅡ¿A donde me llevarás, Sooya? ㅡson balbuceó lo único que sale de la boca de Rosé, entre cada palabra una pequeña nomeolvides se cuela.

ㅡTe llevaré al hospital, estaré allí cuando salgas de la operación, te compraré tu comida favorita y cuando puedas salir te llevaré directo al jardín botánico. ㅡJisoo prácticamente está rogándole a Rosé que siga con vida. ㅡPero debemos levantarnos primero, ¿Puedes hacer eso por mi?

ㅡHe hecho de todo por ti, amor mío...

Otro ataque de tos y todo queda en silencio.

El cuerpo encima del de Jisoo deja de tener violentos espasmo, ya no caen flores al suelo y el tiempo parece detenerse.

ㅡRosé... Rosie... ㅡa la pelinegra se le hace más difícil moverse debajo de Rosé ahora que su peso completo ha caído sobre ella. ㅡCariño... ¡Roseanne!

Finalmente logra voltear a Rosé hacia al suelo y de inmediato toma el pálido rostro de la menor. El tiempo retoma su curso cuando un ramillete completo de nomeolvides florece dentro de la boca de la pelimorada.

Un jardín puede albergar cantidades infinitas de flores hasta que tiene tantas raíces que comienzan a salir por encima de la tierra o hasta que las demás flores comienzan a morir. Dentro del pecho de Rosé no había más espacio para más flores así que la más hermosa de ellas, Roseanne misma, comenzó a morir.

Jisoo ha subido los muros de negación dentro de su cabeza. No es el cuerpo inerte de su amiga el que está en el suelo, no es sangre ni flores lo que hay alrededor. Así que aunque todavía gritando y sollozando toma su teléfono y marca a quien sea que pueda ayudarla. Debe llevar a Rosé al hospital y eso hará, deben salvar a quien le recordará todo, a quien espera pueda pasar el resto de sus días en esta vida.

Pero al verla en el suelo, con sus ojos cerrados y boca llena de flores, su corazón no puede resistir tanto antes de hacerla doblegar a sus rodillas.

Un amor no es correspondido mientras no se sepa la existencia de dicho amor, no hay forma de saber que puede sentir alguien si no se habla al respecto. Tal vez por eso esta despedida dolió más de lo que debería, Rosé nunca tuvo una oportunidad para decirle a Jisoo como sonríe más brillante gracias a ella, como desde niñas ha pensado que es ella quien pone las estrellas en el cielo, nunca pudo decirle cuánto la ha amado por miedo a perderla sin saber que de una forma u otra igual lo haría.

Jisoo nunca supo de amores no correspondidos, pero ahora que ese corazón que tanto quería para ella ha dejado de latir y se encuentra de rodillas frente a ella... un limpio narciso se escapa en medio de sus sollozos. Ama a Seulgi, eso sin duda; pero ama más a Rosé aunque se haya dado cuenta de eso muy tarde.

ㅡVamos Rosie, levántate. ㅡcon delicadeza Jisoo pone la cabeza de Rosé en su regazo, a la espera que la ambulancia llegue. ㅡMira, ㅡtoma el narciso cerca del rostro de la menor. ㅡahora tengo flores al igual que tú, ahora realmente me he enamorado como tú.

El roto grito que retumba desde el pecho de Jisoo y hace temblar todo a su alrededor crea grietas que las nuevas raíces que la llenan aprovechan para inocular. ㅡestas son mis flores para ti.

Pero Rosé no se levanta, de hecho, no está segura de que Roseanne siga respirando. La pelimorada había jurado no dar su vida por Jisoo, pero...

¿Era realmente suya después de todo?

Mis Flores Para Ti - Chaesoo
Hwasahoe

Jejejeje salu2