Saben la emoción que se siente ver a tus hijos? ¿Ver que un pedacito de ti y de la chica que amas en una persona chiquita?

Mi historia con Bae Dulce no empezó como toda una pareja normal, mi conciencia todavía se sentía inquieta por la forma en que la traté hace tiempo, la humille de la forma más cruel y soy consciente que nunca le pedí las debidas disculpas.

Solté un suspiro frente a la puerta de su habitación, todos estaban atrás mío susurrando algo que no quería oír o mejor dicho no podía porque mi cabeza susurraba cosas. Esperamos un tiempo mientras le hacían los chequeos correspondientes después de la cesárea, fue una larga espera, pero por fin la vería.

─Jungkook ¿puedes abrir la puerta por favor? ─mis manos se abrían y cerraban con ese cosquilleo nervioso─ Quítate, yo quiero ver a las niñas ─Jimin me empujó hacia un lado y abrió la puerta, inquieto, todos entraron como una estampida de toros, la enfermera nos dejó entrar a todos solo por unos minutos.

A Jimin se le formó un puchero cuando se dio cuenta que las niñas no estaban todavía con Dulce.

─ ¡Mi niña! ─gritó Seung, se acercó a ella todo emocionado, mis ojos recorrieron todo el lugar hasta quedar en ella, Dulce tenía la mirada brillante, me veía expectante, sus ojos llenos de vida me veían solo a mí, todo parecía que quedó en segundo plano mientras nuestras miradas se decían miles de cosas.

Se comunicaban como nunca antes, verla ahí acostada sin ese vientre hinchado me parecía extraño, me había acostumbrado a verla así, de repente ella sonrió, sí, ella sonrió tan feliz, bajé la cabeza algo tímido, joder.

Dulce acaba de ponerme tímido, mis labios se estiraron en una sonrisa genuina, me acerqué más a ella, eché a un lado a Jimin tomando su lugar quedando cerca, muy cerca de Dulce.

─Somos padres ─susurró, su voz tan suave y melódica.

─ ¡Sí que lo son! ¡Y de dos princesas! ─gritó Jimin, todos rieron, quería que se vayan, no es por ser malo, pero quería estar solo con mi chica, que toda su atención esté solo en mí.

─No grites Jimin, estamos en un hospital ─reprendió mi padre.

De repente sentí que la habitación estaba muy pequeña para todos nosotros.

─Es tan bonito saber que dentro de poco estarás con tus niñas ─Suli se acercó a ella tomando su otra mano.

─Ya quiero verlas ─susurró.

─Niña, todos queremos ver a tus hijas ─dijo Yoongi.

La madre de ella no decía nada, todos hablaban como si no se les acabara la pila.

─Seré la tía preferida ─comentó Gigi riendo emocionada.

─Para tu información, seré yo ─respondió Jimin, Yoongi estaba sentado con su brazo en los hombros de Jimin, este tema ciertamente es el que siempre se toca cuando nace un bebé.

No sé cuánto tiempo pasó, Dulce dormitaba agarrada de mi mano, una enfermera había hecho salir a todos de la habitación, yo me quedé con ella, por fin solos. Estábamos en silencio, pero un silencio cómodo, ella estaba algo exhausta.

La puerta fue abierta en segundos, dos enfermeras entraron, cada una con un bulto en sus brazos.

─Señorita Bae, le entregamos a sus bebés

Dulce con mi ayuda se reincorporó un poco haciendo una mueca, el tiempo parecía detenerse, fue en cámara lenta, las enfermeras ayudaron a que Dulce agarre entre sus brazos a la primera, yo sostuve a la otra, mi respiración se descompuso, ella tenía sus ojos cerrados dormía plácidamente. La puerta fue cerrada luego de unos segundos.

─Míralas, son muy bonitas ─susurró Dulce, las niñas estaban envueltas en unas mantas que yo había traído.

─Serán iguales a ti, mira ella tiene la nariz igual a ti ─murmuré sonriendo, me senté con cuidado a su lado, sentía que si me movía mucho la rompería.

─Ella tiene unas pestañas largas y finas como las tuyas ─regresé a verla, su cabello alborotado era gracioso. Nos mantuvimos hablando durante unos minutos hasta que Dulce finalmente se durmió abrazada a una bebé.

─Tengo un nombre perfecto para ti y tu hermana ─susurré caminando de un lado a otro, sus ojitos estaban abiertos, no hacía berrinches, el día estaba acabando con un cielo despejado y muchas estrellas ─ eres muy educada Blair.

─Y Luna será una bebé inquieta ─regresé a verla, sonrió tímidamente. ─ ¿Te gusta ese nombre para ella?

─Me encanta ─regresé a su lado, Luna se movía inquieta en sus brazos.

─C-creo que tengo que darle el pecho ¿no cierto? ─sus mejillas se sonrojaron, mi cuerpo se tensó.

─Debe tener hambre ─afirmé, de pronto me sentía incómodo ─ yo esperaré por acá ─Dulce asintió dejando un mechón de su cabello detrás de su oreja.

Meneaba a Blair en mis brazos, un llanto se escuchó en la habitación, Dulce miraba a Luna con nervios ─Nena no te preocupes, solo dale el pecho.

─N-no se... ─me acerqué a ella rápido, esto estaba siendo complicado.

─Te ayudo sosteniéndola un momento hasta que te acomodes ─el llanto de Luna se iba haciendo más fuerte, Blair soltaba unos murmullos moviéndose en mi brazo, tenía los dos ocupados y tenía miedo que una se me caiga.

─ ¿Vas a verme? ─su pregunta inocente me sacó una sonrisa.

─Tenemos dos hijas Dulce ─ella tenía entre sus dedos el camisón.

─Me da vergüenza ─susurró.

─Dulce, Luna quiere comer ─quería que se sienta cómoda, sin vergüenza a nada. Ella asintió y abrió el camisón con su rostro completamente rojo, contuve mi respiración regañándome internamente, va a dar de comer a una de nuestras hijas Jungkook.

─Dámela ─estiré mi brazo, Dulce cogiendo a Luna y acercándola a su pecho. Hizo una ligera mueca cuando Luna comenzó a succionar su pecho ─ se siente extraño.

─Si ─susurré sin prestar atención, mi vista estaba en Luna. Pestañee sintiendo mis ojos picar ─ ¿harán muchas travesuras cuando crezcan?

─Espero que no ─reímos.

─Te amo Bae Dulce ─me vio sorprendida, lamí mis labios, nervioso, por fin lo dije.

─Yo también Jungkook ─susurró con una sonrisa magnífica─ y mi respuesta a tus preguntas en esa carta será un sí, no tenía que pensarlo dos veces, yo ya sabía lo que quería.

─Perdóname Dulce, perdóname por lo que te hice ─mis disculpas debían ser así, sinceras mirándole a los ojos, a esos preciosos ojos.

─Ya te perdoné Kookie ─sonrió.

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De: Jungkook
Para: La chica más noble y hermosa que he conocido.

Sabes, mi vida siempre fue tan normal, tenía rutinas y costumbres que casi nunca se diferenciaba a nada, mi madre de niño me decía que algún día encontraría a una mujer que ponga mi mundo de cabeza, a la que amaría por siempre, y le llenaría de besos toda su cara, yo solía hacerle muecas y ella solo reía mientras me repetía lo mismo sabiendo que me molestaba, y cuando ella murió me olvidé por completo esa broma especial que ahora, en este momento lo recuerdo. Porque sé que esa mujer a la que mi madre siempre soñó conocer es nadie más que tú, la que mi madre envió para que ponga mi mundo de cabeza, para que llene su rostro de besos. Nunca pedí sufrir de este problema de ira, mi conciencia se vuelve pesada cuando por esa razón hiero a alguien, ya sea con palabras o físicamente.

No soportaría lastimarte a ti, más de lo que ya hice, mi niña, descubrí algo, ¿sabes cómo se siente descubrir que alguien te gusta? Mi pecho se llenó de calidez verte y sentir esta plenitud, te amo Dulce Meg, te amo tanto que me duele no poder estar contigo los últimos días de tu embarazo, me duele tener que separarnos por mi culpa.

Deseo tenerte siempre para mí, atenderte como la diosa que eres, estaremos juntos muy pronto, te lo prometo Bae Dulce, y quiero que estemos juntos siendo una pareja, de esas que caminan de la mano, las que se quedan juntos hasta viejitos, que comparten miradas cómplices, y se visten iguales, estoy seguro de que tendremos días malos como buenos, pero de lo que estoy seguro es que quiero que tus hermosos ojos los hereden nuestras niñas. Y quiero que seamos esa pareja de las que se dicen palabras de amor.

¿Dulce, desearías ser mi novia? ¿Te gustaría intentar algo conmigo? ¿Te gustaría ser la mejor pareja de todo el jodido mundo?

ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ | ₀₂₋₀₄₋₂₀₂₂|

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