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𝟶𝟷𝟸 ¦𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔¦

Di vueltas por el mismo lugar una y otra vez ¡¿en dónde diablos se metió?! Sin perder más mi tiempo me acerqué a la señora que es gerente del lugar.

─Disculpe, por si acaso no vio a una chica de cabello largo castaño, lleva puesta un Jersey blanca y parece bobita, bueno no tanto, pero...es bonita, tiene unos ojos lindos también, son de color verde....

─ ¿No es la que esta atrás suyo joven?

Regresé a ver y en efecto ahí estaba, viéndome con una mueca en sus labios.

─ ¡¿Pero en donde diablos estabas?! ¡Casi me vuelvo loco!

Frunció su ceño

─No me grites ─dijo con su tono de voz suave, toqué el puente de mi nariz respirando y contando hasta diez─ s-solo fui a ver a los peces, me distraje, lo siento.

Solté un suspiro

─No vuelvas a hacer eso, joder, casi me da un infarto y siendo tan joven ─se disculpó con su mirada─ hora de irnos Dulce.

─Tengo hambre, ¿no podemos parar por algún lugar? ─ladeo su cabeza─ por fis.

─Ya veremos, está lloviendo, y comienza a hacer más frío, no te puedes enfermar ─mi voz salía muy tensa.

Buscamos con la mirada un lugar en donde comer, pero no había ninguno. Y no pensaba caminar para encontrar algo.

─Llamaré a Jeri para que nos venga a ver...

─Tengo que ir a ver a mis padres, Jungkook

─Son las 6 de la tarde, iré contigo

─ ¿Piensas ir conmigo a todas partes?

─Eres como una niña Dulce ─dije con mi ceja enarcada─ iré contigo ya te dije.

─Que insoportable que eres ─murmuró con los brazos cruzados. No le presté atención y esperé a que Jeri atienda la llamada.

─Jeri, puedes venir a vernos, estamos en Songpa-gu.

¿Con quién estás?

─No es de tu incumbencia, igualmente la verás cuándo llegues, apresúrate, el frío comienza a ser insoportable.

Está bien, en media hora estaré allá.

─Y tráeme un abrigo también.

Vale, nos vemos.

─Vayamos a un lugar abrigado. ─avisé a Dulce mientras cortaba la llamada.


(....)

─Te agradezco que nos trajeras ─agradeció Dulce una tercera vez, rodé los ojos, con esa mujer me hacía rodar los ojos a cada rato, debía controlarme o de lo contrario me quedaré con los ojos torcidos.

Joder, me estremecí de solo pensar.

─De nada linda, espero que pases por la casa, mi abuela desea hacer un delicioso postre para ti

─ ¡Por supuesto! Adiós ─hice un asentimiento de cabeza a Jeri y ella se fue─ ¡Ay! Que linda que es tu hermana

─Sí, como tú digas, vamos, te ayudaré con tus padres.

─ ¿Siempre eres así de amargado? ─preguntó enojada en esta vez y adelantó su paso.

Tuve el instinto de rodar los ojos, pero me contuve, eso me haría parecer un niñato malcriado.

Cuando estuvimos frente a la puerta, supe que estaba nerviosa.

─Todo irá bien, dije que te ayudaría, te doy mi palabra que siempre que necesites ayuda, estaré para ti, ¿entendiste Dulce?

─Eso suena como una orden, pero gracias.

Joder, ¡que intensa!

Ella tocó el timbre y esperamos a que abran la puerta.

Que dios se ampare de nosotros.


❮❬...❭❯

Solté un suspiro al sentir el aire impregnarse en mi rostro.

─Te agradezco tanto que me hayas ayudado ─susurró jugando con sus dedos.

─De nada, pasaré por ti mañana temprano.

─ ¿Me llevarás a la universidad? ─preguntó sonriendo, rodé los ojos sin saberlo, recibiendo un golpe suyo en el brazo, me señaló con su diminuto dedo─ no me voltees los ojos, es de mala educación.

─Sí, sí, como digas, no me gusta esperar, cuando escuches que llego, te quiero en mi auto a la de ya, ¿listo? ─ella asintió como una niña─ bueno, me voy, descansa.

─ ¡Tú también! ─gritó desde la puerta, yo ya me estaba alejando.

Aspiré el aroma del Jersey que le presté, tenía un olor dulzón, no sabía a qué, pero es agradable. Sin saberlo, sonreí, no hubo discusión alguna con sus padres, apenas la vieron le envolvieron en sus brazos. La extrañaban, al verla llorar pidiendo perdón, me sentí mal por ella, Dulce realmente es como una niña de quince años, una que recién está conociendo el mundo adulto, y no me equivoqué al decir que me recordaba a las chicas de las películas en donde su madre la sobreprotege y le cuenta que la vida es como un color de rosas.

Una niña criando a otra niña.

Ese sería el dicho para la pequeña Dulce.

Pensado en lo duró que será para nosotros, pero por fin procesando todo y haciéndome a la idea de que seré padre, cogí un taxi directo a mi casa.



(...)

─ ¿Cómo estás hijo?

─Bien papá ¿Qué haces despierto?

Después de todo me tardé más de lo que pensé, era ya media noche.

─Quería esperarte, ven, siéntate ─solté un suspiro sentándome a su lado, no sabía a qué venía todo esto, pero papá tardó en hablar ─ cuando tu madre me comentó que estaba embarazada.... Ese momento fue la peor noticia que pudimos haber tenido...

─ ¿Cómo...? ─estaba sorprendido, recordando todo, ellos nunca nos contaron esto.

─Nunca les hemos contando, Yerin solo contaba a los cuatro vientos la felicidad que nos trajeron su llegada, pero atrás de esa felicidad hubo una lucha por aceptar que seríamos padres jóvenes ─tomó de su vino─ cuando conocí a Yerin teníamos solo diez años ─sonrió─ ella había venido de Los Ángeles, era muy linda, piel pálida, su cabello cortos por los hombros con unas no muy notables ondas, yo había acabado de perder a un muy buen amigo, y entonces ella llegó toda muy tímida, nos hicimos muy buenos amigos ─sentía como su voz comenzaba a quebrarse y eso estaba siendo contagioso, quería decirle que no me cuente si no estaba preparado todavía pero mis palabras se quedaron estancadas por ese famoso nudo en la garganta y sabía que si decía algo mi voz se quebraría como el de papá ─ ninguno de los dos teníamos intenciones de hacer amistades porque sentimos que no nos hacía falta, después de todo nos teníamos el uno para el otro ─río suavemente─ pero...cuándo llegamos a la secundaria, tuvimos nuestras amistades pero lo que más amo recordar es que nunca nos alejamos, todo ocurrió sin darnos cuenta, supimos que éramos almas gemelas, estuvimos 4 años en una relación y tan sólo a los 19 años, Yerin quedó embarazada ─suspiró.

─¿Por qué nunca nos contaron su historia?

─Yo nunca pensé...─paró

─Está bien, ¿puedes seguir?

─Los padres de Yerin la echaron de la casa ─suspiró─ especialmente su padre, ese señor era como un propio hombre del servicio militar, Kyhe, tu abuela, estaba dolida por la situación, por supuesto, recuerda que en esa época salir embarazada en esa edad y sin un matrimonio, era lo peor, una deshonra a la familia ─suspiró─ ninguno de los dos quería al bebé, el padre de Yerin estaba de acuerdo a llevarla a donde una curandera para que pueda abortar, yo no podía acudir a nadie, ustedes saben que fui huérfano desde niño, fue mi tía quién me crío pero era como no tener a nadie, entonces ¿a quién podía pedirle un consejo? Kyhe se le veía indecisa en la manera que su esposo e hija querían arreglar las cosas así que intervino, gracias a ella fue que nuestra Jeri está con nosotros ─soltó una risita, podía ver como las lágrimas caían por sus mejillas.

─Puedes parar si deseas papá.

─Quiero que sepas que así como yo me sentí con tu madre, Dulce debe estar sintiendo lo mismo, conozco a la chica desde que Kyhe se jubiló del hospital, aunque no lo parezca, observo todo Jungkook, conozco a los padres de Dulce, tuvimos la oportunidad de cruzar algunas palabras, conocías a tu madre, esas ganas de llevarse con todo mundo nadie le quitaba y gracias a eso sé que Sonia y su esposo pasaron algo similar a nosotros, y es por eso que quiero que la cuides, que cuides a esa muchacha, yo estaré cuidando de ti hijo, te cuidare tal y como lo hubiera querido tu madre.

No sé en qué momento, pero me estaba aferrando a los hombros de mi padre, no he dicho nada, pero me sentía confundido, temeroso, un hijo no es como coger y criar un gatito, un bebé depende de sus padres...

─Gracias papá, todos esto...tanto para Dulce y para mi es algo...duro, ella prácticamente recién empieza los estudios y yo en este año acabo...

─No pienses en el futuro Jungkook, piensa en el ahora, debes dar paso por paso hijo, yo te guiare, tienes a tu abuela, a tu hermana, su marido llegará en estos días y presiento que se llevan bien, ¿te das cuenta? No estás solo, todo irá bien. Pero lo primero, debes llevar a que chequeen su embarazo.

─ ¿Debo ir yo también?

─ ¡Pues claro! Eres el padre, agendaré una cita para mañana, avísale a Dulce, me voy a dormir, descansa hijo.

Dejó un beso en mi frente y subió a su habitación. Pude sentirme un poco más calmado, papá por fin se abrió a su hijo. Solté un bostezo sintiéndome cansado, mañana le avisaría a Dulce de la cita médica.


ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ | ₁₅₋₀₃₋₂₀₂₂|

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

No se que tal quedó este capítulo, pero le sentía necesaria para que así Dulce y Jungkook lleven la fiesta en paz 😞





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