
𝟬𝟲 ━━ 𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗𝗦𝗨𝗖𝗞𝗘𝗥 | +𝟭𝟴
--solo digo que si este capítulo llega a los 50 comentarios me pongo a hacer Friends III o Clase Social II, ustedes deciden :)--
- ⚠️ ;; Smut gxg
✶ Vampire AU
٭
- NARRADOR OMNISCIENTE -
ADELINE VIVÍA EN UN PEQUEÑO PUEBLO, pero la ofrecieron al monstruo como sacrificio porque se negó rotundamente a casarse con un hombre, aún más a tener hijos como todas las mujeres acostumbraban.
La gente la tomó despiadadamente y la llevaron al medio del bosque, la ataron a un árbol mientras gritaba, ignorando por completo sus desgarradoras súplicas. Gritaba que se detuvieran y la dejaran ir, pero decidió dejar de forcejear y quedarse en silencio una vez que se fueron.
Entre las sombras, vió una figura con capa que lentamente se dirigía hacia ella. Intentó frenéticamente moverse, pero las apretadas cuerdas que la ataban al árbol hacían la tarea aún más imposible de lo que ya parecía.
La figura se acercó lo suficiente como para que un rayo de luz de luna se reflejara en ella, dejando todos los detalles de la capa a la vista de Adeline. También, podía ver que era una mujer alta, quien comenzó a ver y analizar el rostro de la más baja, al igual que su situación pero sin mirar directamente sus ojos.
La misteriosa mujer se agachó ligeramente, y en unos breves momentos Adeline sintió como su cuerpo se destensaba gracias a la repentina ausencia de las cuerdas al rededor de este.
- Uh... ¿Gracias? -susurró casi inaudiblemente y bastante nerviosa.
La rubia volvió a su lugar original, frente a la menor y negó con la cabeza ligeramente- No hay de qué. Fuiste forzada a venir a aquí, ¿cierto? -Adeline asintió-, ¿cuál es tu nombre? -su tono de voz era calmado, pero pero al mismo tiempo comandante.
- Mi nombre es Adeline... ¿Podría saber el tuyo?
- Puedes llamarme Taylor -al decir esto, la miró directamente con sus ojos azules, tan profundos que incluso podrías perderte en ellos-, ¿tienes un lugar para quedarte? -Adeline negó, entonces Taylor extendió su mano hacia ella-, puedes quedarte en mi casa.
» No creo que quieras volver a un pueblo lleno de personas que te ofrecieron como sacrificio a alguien que piensan que es un monstruo, ¿verdad? -la castaña volvió su mirada hacia abajo, dando a entender que Taylor tenía razón-, bien, entonces por favor sígueme.
Harris tomó la mano de Swift y comenzó a caminar detrás de ella, dejando que el único sonido que hubiera a lo largo del camino fueran las ramas y hojas secas crujiendo en cada paso que daban.
Una vez que llegaron al que la de ojos marrones pensaba que era su destino -una pequeña y modesta cabaña-, Taylor abrió y sostuvo la puerta de esta, dándole el paso a la menor.
Esta se adentró al lugar, murmurando un simple "gracias" debido al gesto de la rubia. Al estar dentro de la cabaña se quedó unos segundos mirándola, hasta que escuchó la puerta cerrarse detrás de ella.
Por dentro era cálida y acogedora. Había una estufa de leña en el centro y algunos sillones con un sofá gris oscuro frente a la ventana, había una pequeña cocina al lado junto con una pequeña mesa en el medio de la sala.
Taylor se acercó a una silla y se sentó, indicándole a la contraria que se sentara también. Adeline tomó asiento en el lado derecho del sofá, colocando sus manos sobre sus muslos.
Swift se quedó en silencio unos cuantos segundos, hasta que por fin decidió tomar la palabra- Te ves joven, ¿cuántos años tienes?
- Tengo veinte -sonrió amablemente-, ¿y tú?
- Un poco más de cien años -se cruzó de brazos como si lo que acabara de decir fuera normal para las dos-, pero no dejes que eso te engañe, no luzco para nada de mi edad.
- ¿Dijiste cien años? -la rubia asintió- ¿cómo y por qué?
- Mi cuerpo es distinto al tuyo, ¿sabes? Yo no envejezco.
- Pero eso es humanamente imposible.
- Es porque no soy humana, Adeline -sonrió irónicamente dejando ver sus dientes, entre estos habían dos afilados colmillos.
- Entonces... ¿Tú eras el monstruo al que me iban a sacrificar? -instintivamente, Adeline comenzó a sentirse amenazada por la presencia de Taylor, pero esta puso su mano en su hombro.
- En retrospectiva, lo soy, pero no te haré nada. Me alimento de animales para sobrevivir, no de humanos.
- ¿Debería estar más calmada?
Taylor asintió- Estás a salvo aquí, Adeline. No tienes idea de cuanta gente ha muerto gracias a que le han hecho lo mismo que a tí. Me resulta repugnante la idea de que me den a las personas como sacrificio pensando que soy un monstruo.
» Lamento que te hayan hecho esto. Incluso por la razón que sea, es ridículo -La ojiazul puso su mano sobre la de la contraria.
- Sí, lo es. Aunque... ¿Por qué todos piensan que eres un monstruo?
- Creen que soy un monstruo por mi apariencia. Los dientes afilados, la piel blanca y la forma en que me muevo. Creen que soy una vampira despiadada por lo que creen que saben... Y supongo que también me temen porque soy diferente.
- Yo creo que eres bonita. Un monstruo no creo que luzca tan bien cómo tú -la rubia esbozó una pequeña sonrisa-, por cierto, ¿esta cabaña es tuya? En mi pueblo siempre decían que los vampiros vivían en castillos gigantes y lúgubres, no en cabañas bonitas y acogedoras.
La sonrisa de la vampira se convirtió en una ligera risa- Oh, sí, es mía. No será un castillo como lo imaginas pero supongo que cumple su función bastante bien. ¿Podría hacerte una pregunta?
- No veo porqué no.
- ¿Cómo es que pareces aceptarme tan rápido? ¿No sientes miedo de mí? Quiero decir, tengo cien años y soy un vampiro, así que supongo que debería ser normal estar un poco... Nerviosa, al menos cuando me conociste por primera vez o algo así.
- Oh, claro. Lo estaba, en realidad. Pero supongo que te acepté porque a veces también me tratan un poco así, ¿sabes? Aunque bueno, claramente no soy una vampira pero... Soy una rarita en el pueblo solo por no querer seguir los ideales que me han impuesto desde pequeña -levantó los hombros-, supongo que entiendes a lo que me refiero, ¿no?
- Mhm, por supuesto. Comprendo.
(...)
Habían pasado los días, y con el paso del tiempo la confianza entre Taylor y Adeline era cada vez mayor. Pasaban la mayoría del tiempo hablando de cualquier cosa, pero la mayoría del tiempo era intercambiando datos sobre sus especies.
Claramente los de Taylor eran mil veces más sorprendentes e interesantes, pero eso no quitaba la curiosidad de esta por los humanos, ni tampoco dejaba de asombrarse incluso por lo más mínimo.
En este momento, se encontraban en una de esas conversaciones, sentadas en el mueble mientras comían galletas.
- ¡Lo tengo! Los vampiros tenemos una gran ventaja, podemos... ¿Cómo lo digo? Bueno... Podemos hipnotizarte si tenemos toda tu atención, ¿quisieras probarlo?
- ¿Me vas a matar o algo así? -bromeó, provocando una suave risa en la mayor mientras negaba-, entonces está bien, hazlo -Taylor la miró a la cara y se fijó en esta durante unos segundos, luego se concentró en sus ojos y comenzó a hablar en voz muy baja y lenta.
Adeline lentamente comenzó a perderse en la profunda mirada de la rubia, dejándose llevar por su suave voz.
- Quiero que te olvides de todas las cosas que tu pueblo te ha dicho sobre los vampiro. Sé que algunas pueden ser ciertas pero nunca quisiera que pensaras en mí como una mala persona por ser diferente, ¿entiendes? -mantuvo el mismo tono lento e hipnótico mientras hablaba.
Harris solo asintió lentamente.
- Bien, solo recuerda que yo no soy mala, ¿sí? -la castaña repitió su misma acción-, perfecto, ahora, ¿puedo preguntarte algo? -volvió repentinamente a su tono de voz normal, provocando que Adeline saliera de su trance.
- ¿Ah? Oh, sí, está bien.
Taylor soltó una risa nasal- ¿Cómo te sentiste?
Adeline pensó unos segundos- Empecé a disociar. Sabía que me estabas hablando, pero ni siquiera podía entender lo que me decías, pero acepté de todos modos. Fue muy extraño.
Taylor se quedó en silencio nuevamente por un rato- Así que sentiste que sabías lo que te estaba diciendo pero era difícil concentrarte en ello. No podías encontrarle sentido incluso si quisieras... Interesante. ¿Y cuándo empezó a desaparecer ese sentimiento? Cuándo dejé de hablar con ese tono lento, ¿verdad? -la contraria asintió, dándole la razón.
» Perfecto, entonces funcionó. Y creo que esto me lleva a otro dato que tiene un poco que ver, supongo.
- Sabes que soy toda oídos, TayTay.
Taylor sonrió ante el apodo- Bien, recuerdas cuando te mordí, ¿cierto?
Sí, Taylor había mordido a Adeline, pero claramente con su consentimiento. No sólo para tomar de su sangre, en realidad también se hace para forjar lazos más fuertes entre dos personas.
- Claro, lo recuerdo.
- La sangre que bebí en ese momento es un elemento importante para la supervivencia de los vampiros, y supongo que es algo que sabes muy bien entonces no necesito explicarlo.
» Eso me lleva a que la sangre es realmente poderosa, tiene un efecto muy fuerte. Si alguna vez tuvieras una gota de mi sangre en tu cuerpo puede hacer que te conviertas en vampiro o puede tener otros efectos muy poderosos dependiendo de lo que decida hacer con ello.
- ¿Qué podrías hacer?
Ella sonrió un poco mientras hablaba en tono burlón- Oh, muchas cosas... Podría controlar tu mente si quisiera. Podría hacer que tu corazón se acelere y tus ojos se abran con solo una gota, podría hacerte perder todo el sentido de la razón... En realidad podría hacer infinidades de cosas.
- Personalmente, eso es preocupante -respondió en el mismo tono.
Ella se rió de nuevo y luego habló con voz suave- Tal vez deberías tener un poco de cuidado conmigo después de aprender esas cosas... Después de todo, realmente podría aprovecharme de tí ahora mismo y no serías capaz de detenerme en absoluto... Entonces, ¿todavía confías en mí ahora que sabes lo que puedo hacer?
- ¿Debería huir de aquí antes de que me hagas algo? -las dos solían hacer bromas sobre esos temas de vez en cuando, burlándose indirectamente de las falsas supersticiones de la forma de ser de Taylor.
Swift sonrió- ¡Oh, algo que no te conté! En realidad una mordida no se llama simplemente mordida -dijo con obviedad-, se llama "beso de vampiro". Se llama así porque es algo realmente apasionado e íntimo, y al ser un evento poderoso que provoca un cambio en el cuerpo de la persona que lo recibe también termina siendo llamado beso en lugar de mordida o cosas así.
» Una sola mordida es todo lo que yo y cualquier otro vampiro necesitamos para volverte absolutamente loca, hacerte perder todo el control y convertirte en mi esclava.
- Ah, normal -dijo con cierto tono de ironía-, pero sí quiero -respondió con una sonrisa pícara, provocando que Taylor rodara los ojos.
- Tengo una pregunta -Taylor se removió en su lugar.
- Te daré una respuesta.
- Bien... ¿Los humanos podrían encontrar a un vampiro... Atractivo?
- Sí, claro. Nuestros sentimientos a primera vista no van mucho más allá del físico de la persona, ¿sabes?
- Buen punto. Mmm... ¿Tienes un tipo ideal con respecto al físico?
- Tú. Tú eres mi tipo -le guiñó el ojo en manera de broma.
Taylor sonrió- ¿Qué crees que podrías destacar de mí? Es decir, algo que crees que me destaque como vampira y que los humanos podrían no tener.
- Tus ojos, definitivamente. Son increíbles, los amo.
- ¿En serio amas mis ojos? -dijo en un tono coqueto.
- Por supuesto. Es difícil concentrarme cuando los veo.
- ¿Sabes? Eres demasiado amable, Addy. Pero dime, ¿qué tan difícil es concentrarte cuándo me ves a los ojos?
- Demasiado, si te soy sincera -balbuceó gracias a sus nervios.
- ¿Estás nerviosa por mí? -comenzó a acariciar su muslo suavemente con su mano derecha. Adeline solo asintió vagamente-, ¿cuánto me deseas, linda?
- No podría explicarlo con palabras -la mirada de Harris comenzó a dirigirse lentamente a los labios de la contraria.
- Si es así, ¿por qué no me lo demuestras con acciones? ¿Hm? Desmuéstrame cuanto me quieres, Adeline -solo bastó que Taylor dijera esto para que la menor se abalanzara sobre sus labios para después subirse a horcajadas sobre su regazo.
Sin pudor alguno, Swift dirigió sus manos hacia el trasero de la castaña, apretándolo como si se hubiera estado aguantando por una eternidad y por fin pudiera hacerlo.
Gracias a la inminente falta de oxígeno se separaron, pero Taylor, ni lenta ni perezosa se levantó del mueble y se dirigió a la habitación con las piernas de Adeline aún rodeándola.
Al llegar, colocó cuidadosamente a la menor en la cama para después comenzar a centrar su completa atención en el cuello de esta. Pero antes de cualquier cosa, plantó un ligero beso en la cicatriz que evidenciaba la mordida que ella misma había dejado hace días, para después pasar a dejar chupetones alrededor de esta.
Casi inaudibles jadeos se escapaban de la boca de Adeline, quien estaba intentando reprimirlos lo más posible.
- Bebé, no quiero que te resistas, ¿sí? Aquí nadie puede escucharnos -le susurró al oído, provocándole escalofríos a la castaña.
Taylor fue dejando un camino de besos desde el cuello hasta el pecho de la contraria, donde se detuvo para después mirar directamente a la humana.
Swift se bajó del regazo de Adeline y se sentó a su lado, dejándola confundida- Desnúdate -le dijo después de unos segundos de silencio.
Adeline rápidamente se irguió y comenzó a quitarse la ropa bajo la penetrante mirada de la vampira, una vez que estuvo completamente desnuda, se volvió a tumbar en la cama. Taylor también tomó su lugar inicial -el regazo de la castaña-.
Alison acarició suavemente la mejilla de la menor- Así está mejor, ¿no crees? -le sonrió, para después dejar un corto beso en sus labios-, me gusta cuando me obedeces, cariño.
La mano de Taylor pasó de la mejilla de Adeline a su cuello, al cual le dió un ligero apretón después de unir sus labios nuevamente, pero en un beso mucho más salvaje que el anterior.
Los brazos de Harris se posaron sobre los hombros de Taylor, quien ahora estaba demasiado ocupada en los pechos de esta. Estaba succionando sus pezones como si su vida dependiera de aquello.
Mientras que con su mano libre estimulaba el pezón izquierdo de Adeline, con su otra mano trazaba todas y cada una de las curvas de la menor.
Al separar su boca del pecho de la castaña, un hilo de saliva se hizo presente, cosa que, junto a su respiración agitada y su aparente fascinación por el cuerpo de la mencionada, estaba haciendo que la humedad en su zona íntima aumentara cada vez más.
- Addy, ¿quieres que sigamos? -preguntó con un tono de voz suave y comprensivo.
La mencionada asintió- Sí, Tay. Por favor... -dijo entre jadeos.
Swift bajó del regazo de Harris para colocarse entre las piernas de esta, no sin antes desnudarse por igual, solo que dejando la parte inferior de su ropa interior.
- Abre las piernas, bebé -Adeline acató la orden.
El dedo índice de Taylor comenzó a explorar los pliegues de Harris, y soltó una sonrisa burlona al sentir la humedad de la zona.
- Addy, bonita, ¿en serio estás tan mojada por unos simples besos? -soltó una carcajada irónica-, pensé que eras un poco menos... Patética.
- Ugh, Taylor, ¿podrías dejar de insultarme y solo hacer lo que tienes que hacer? -dejó caer su cabeza en la cama.
Swift tomó bruscamente el mentón de Harris, pero sin lastimarla- En este momento la que manda soy yo, Adeline, entonces lo haremos a mí manera, ¿entiendes? -esta solo giró los ojos-, ah, ¿te quieres hacer la dura, Addy? -la ignoró-, bien, si tanto quieres que te coja, entonces lo haré hasta que me supliques que pare.
Taylor soltó el mentón de Adeline y luego acercó su rostro hasta la entrepierna de esta para comenzar a estimular su clítoris con su lengua, y era sorpresivamente rápida y buena, tanto que sentía que con solo eso podría alcanzar el orgasmo fácilmente.
De su clítoris, pasó a saborear toda su intimidad y a pasarle la lengua repetidas veces como si de un helado se tratase.
Harris era un desastre de gemidos, jadeos y demás sonidos eróticos que excitaban a Swift cada vez más.
La rubia separó su cara de la intimidad de Harris por un momento, para meter sus dos dedos del medio en la boca de esta, quien comenzó a lamerlos desesperadamente, dándole una imágen extasiante a la ojiazul.
Después de tener sus dedos considerablemente mojados volvió su atención hacia la intimidad de la menor, donde introdujo los dos dedos antes lamidos sin previo aviso, provocando un grito ahogado de lo más encantador para Alison.
Los metía y sacaba mientras también movía sus caderas al mismo ritmo, simulando embestidas. Con su pulgar comenzó nuevamente a estimular el clítoris de la humana, y con su mano libre tomó las muñecas de esta y las colocó sobre su cabeza, impidiéndole el moverlas a cualquier lado, para después comenzar a chupar su seno izquierdo.
Adeline sintió como aparecía un nudo en su vientre bajo, indicándole que el orgasmo estaba cada vez más próximo, aunado a que sus paredes vaginales estaban comenzando a contraerse, pero Taylor solo aceleró aún más sus movimientos logrando volver a la castaña cada vez más loca.
- ¡Taylor, Taylor! -gimió fuertemente-, ¡agh, mierda! -comenzó a jadear incontrolablemente mientras intentaba regularse, pero los persistentes e increíbles movimientos de Swift en su vagina no le eran de gran ayuda.
Su mirada comenzó a nublarse y ya ni siquiera sabía que estaba diciendo o qué sonidos estaba haciendo, era ajena a todo lo que estaba pasando a su alrededor, solo estaba concentrada en la al parecer interminable y tortuosa actividad de Taylor en su entrepierna.
- Vamos, Addy... ¿En serio te harás de rogar? Se nota que no podrás aguantar mucho más -susurró a su oído, para después morder el lóbulo de su oreja.
- Ngh... Taylor, para, por favor... -dijo casi inentendiblemente.
- ¿Qué dijiste, bonita? -Alison aceleró sus movimientos aún más, era sorprendente como podía aguantar tanto sin que se le cansara el brazo.
- Para, Tay, te lo suplico -gimió.
- ¿Parar qué? No te entiendo.
- Agh... Para de embestirme con tus jodidos dedos, por favor... -jadeó-, creo que me volveré loca si continúas, Taylor.
- Um, pensé que aguantarías más -sacó sus dedos de la cavidad vaginal de Adeline-, ¿lo ves? Sabía que terminarías cediendo, Addy.
La menor cubrió su cara con sus manos una vez que Taylor soltó sus muñecas- Cállate -soltó un pesado suspiro.
- Dejaré que descanses un poco, princesa. La noche aún no termina.
- ¿Disculpa? -la miró indignada.
- Mhm -Taylor se acostó a su lado y pasó su brazo por la cintura de Adeline-, aún faltan unos cuantos orgasmos más.
(...)
Adeline abrió los ojos gracias a que el sol comenzaba a aparecer a través de sus párpados, intentó levantarse de la cama pero sus piernas se lo impedían rotundamente.
- Ugh... -se quejó en silencio, para después girarse y confirmar que Taylor no se encontraba a su lado, pero con el pasar de unos segundos entró a la habitación.
- Oh. Hola, Addy -le sonrió-, no pensé que estuvieras despierta a esta hora. ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? -se sentó a su lado y comenzó a acariciar su cabello.
- El dolor de mis piernas me está matando, gracias por eso Taylor -se cubrió la cabeza con la sábana.
La rubia solo sonrió- Bueno, si es así entonces me haré cargo de ti todo el día. Así no tendrás que levantarte.
- Tengo que irme a bañar, Taylor.
- Puedo cargarte, y tal vez bañarme contigo...
- ¿No crees que fueron suficientes los ocho orgasmos de ayer? -se destapó y le dedicó una mala mirada.
- Decía para ayudarte o algo así, no para eso -rodó los ojos-, malpensada.
- Mhm, por supuesto.
- Ah, en fin. ¿Quieres que te traiga algo? ¿Que haga algo por tí?
- Solo acuéstate y abrázame, ¿quieres? -la ojiazul se movió rápidamente hasta quedar del lado derecho de la castaña, a quien envolvió en un cálido abrazo-, uh, Taylor -habló después de unos segundos.
- Dime, Addy.
- Todo lo de ayer, las mordidas, los coqueteos... ¿Somos algo?
Taylor sonrió- Lo somos, linda, lo somos. Solo déjame pedírtelo formalmente, tengo algo planeado.
N/A:
No pienso decir nada, solo les dejaré esto por aquí ;)
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