❝TAL VEZ, SEA MI CULPA POR ESTAR ROTA Y YA NO PERMITIRME AMARTE❞

┏━━━━━━━━━━━━━━━┓

CAPÍTULO NUEVE

FIESTA DE HALLOWEEN

┗━━━━━━━━━━━━━━━┛

El mes de octubre estaba por acabar terminar, siendo notorio en el ambiente de la ciudad siendo llenado por las calles de hojas secas de diferentes tonalidades del otoño acompañado de la llegada del Halloween. Una celebración esperada para aquellos amantes del terror y suspenso, que solo buscaban divertirse en día de brujas o en algunas ocasiones disfrazarse para pedir dulces. Aquella festividad era una de sus favoritas de Alyssa le agradaba pensar en lo aterrador que podría ser el Halloween en estos días. Una noche al año en la cual se la pasaba con sus amigos organizando una noche de películas de terror o salir a alguna fiesta de disfraces, llegando a dejar a un lado los malos momentos y preocupaciones que llegaba a tener en el trabajo o en su vida cotidiana, y más ahora después de aquella llamada de Jason que la mantenía en alerta todas las noches sin olvidar también sobre sus sentimientos sobre Spencer y como no quería que afectará su relación que tenían.

Sin embargo, este año ninguno de ellos pudo planear algo para el 31 de octubre gracias a sus trabajos, en el caso de Alyssa y Erick debido a un reciente caso en Oregón apenas regresaba tras varios días inesperados. Penélope decidió organizar una fiesta para cuando regresaran, esta vez no sería una fiesta muy grande como la mayoría de veces planeaban, pero eso no significaba que no sería importante.

En la noche Alyssa apenas terminaba de vestirse para ir a al departamento de García el silencio de su departamento era notorio a la falta de presencia de su amiga Daphne a la cual deseaba contarle sobre sus sentimientos por Spencer, pero más ante la amenaza de Jason. Con solo recordar su voz a través del teléfono sentía una combinación de tristeza y ira, llegando a pensar que aún pese a que se fuera de New York, siendo la sargento en la unidad de víctimas especiales y dejar a un lado su familia y amigos como también con una relación que llego a creer que era perfecta, por un momento Jason fue todo lo que ella quería, pero ya no quería volver a ese infierno que se volvió la relación lo que logro mantenerse alejada de sus amigos como la última vez. Nunca se sintió tan feliz hasta que conoció ese día en la cafetería a Spencer, volviendo a creer nuevamente en el amor a pesar de que aun temía confiar en su corazón.

Pero ahora ella temía miedo de perder todo lo poco que había construido en este poco tiempo que llevaba en la UAC donde logro conocer a personas maravillosas mas a un joven doctor que logro entrar a su corazón en tampoco tiempo, llegando a sentir una sensación de esperanza por la posibilidad de que pueda amar y ser amado. Pero al mismo tiempo, hay un toque de miedo y nerviosismo por la posibilidad de que la relación fracase y que todos esos sentimientos bonitos terminen en un corazón roto. Es una sensación emocionante y a la vez aterradora, pero también puede ser una experiencia hermosa e inolvidable.

Sus ojos se posaron en el reloj de su sala, Erick llegaba diez minutos tarde por lo que le daba aun tiempo de cepillar su cabello y colocarse sus aretes que le regalo García, estos eran unas calaveritas lo que le gusto mucho por que quedaba con su atuendo, Alyssa se había vestido de una manera ligera, pero no demasiado reveladora. Usaba una blusa negra sin mangas y una falda del mismo color. Completó el look con unas botas altas negras mientras que el maquillaje era mínimo, pero aun así la hacía verse bien para la fiesta de Halloween. Se acomodo su collar de dos llaves (el collar consistía primero de una pequeña llave en forma de corazón y la segunda llave formaba parte de la misma cadena en donde estaban ambas) para que quedara en medio de su pecho, su anillo de flor que le regalo Erick en su ultimo cumpleaños y por último sus pircings de su oreja derecha.

Al fin estaba lista justo cuando el timbre de su puerta sonó, camino hasta la puerta para abrirla encontrándose a Erick con un linda camisa de manga larga negra y un pantalón de mezclilla del mismo color acompañado con una gabardina de abrigo negra y unas botas de cuero. Era raro para la castaña que su amigo usara una gabardina, pues este nunca había sido fan de estos.

—¿Estas lista? —le preguntó entrando al departamento, la puerta se cerró tras suyo.

—Ya estaba pensando, que me dejarías que me fuera sola. —expresó fingiendo estar molesta, mientras caminaba hacia su habitación.

—Si dejo que te vayas sola, Daphne me mataría. —bromeó esperando frente a la puerta principal.

Alyssa salió de su habitación con su bolsa colgando en su hombro, pasando por la sala hasta llegar a la cocina para abrir el refrigerador y sacar una gelatina que había comprado antes de llegar a su departamento.

—Déjame que te ayude. —agregó tomando la gelatina de las manos de la castaña. —Ahora, si serías tan amable de abrirme la puerta. Aun no domino el poder de cruzar las cosas.

—Y yo creyendo que ya lo habías logrado. — respondió Alyssa divertida, caminando a la puerta para abrirla.

Ambos salieron del departamento, Erick espero por un momento a Alyssa quien se le había olvidado la fotos que iba a llevar para ponerla en el altar que le comento García que pondría en su departamento. Una vez que se aseguró que no se le olvidaba nada bajaron hasta el estacionamiento del edificio.

García estaba en la cocina preparando los últimos detalles para la comida cuando varios golpes llamaron la atención de la rubia y de los presentes, camino emocionada para abrir la puerta, cuando la abrió se encontró a Alyssa y Erick.

— ¡Hola, pasen, pasen!— exclamó con alegría, al ver que al fin habían llegado. —Pensé que ya no iban a venir.

—Lo siento por la tardanza, tuvimos que pasar por algunas cosas. —se disculpó, entregándole una gelatina decorada con ojos comestibles.

—Whoo Penélope, tu casa es tan única como tú.—alagó Erick entrando al apartamento. —En lo que llevó de conocerte, jamás había venido.

—Muchas gracias. —agradeció tomando la gelatina de la manos de Alyssa.

García camino para dejar la gelatina en la barra y luego tomar dos copas de Champagne acompañadas de decoraciones de ojos, volvió con ambos jóvenes.

—Aquí tienen.—decía entregándoles a cada uno su respectiva copa.

A los pocos segundos el timbre volvió a sonar, Erick estaba más cerca de la puerta fue el que la abrió encontrándose a Hotch.

—Pensé que no podrías venir.

—Bueno, a Jack lo han invitado a pasar la noche en el último minuto así que espero que este bien. — preguntó Hotch entregando.

—Si, claro, por supuesto. —respondió García acercándose con otra copa en mano para entregársela a Hotch. —Y feliz casi cumpleaños. —susurró para que solo ambos escucharan. —No diré nada

—Gracias. —agradeció cerrando la puerta, para luego tomar la copa que le ofrecía García.

—Atención, supongo que es hora de empezar. —anunció teniendo la atención de los presentes. —Quiero darle las gracias a todos, por hacer esto conmigo, y me siento muy afortunada por tenerlos a todos aquí. Así que empezaré yo.

Todos se acercaron al altar en la mesa de la esquina de la sala, decorado de muchas velas y de lgunas flores amarillas como tambien varias diferentes comidas que llenaban casi la mesa. García observó la foto que sostenía en su mano con cariño antes de hablar.

—Estos son mi madre y mi padre. Los hecho de menos. —explicó colocando la foto en el altar, abajo de esta estaba otra foto. —Y este es mi gato, Simba y su tazón habitual de refresco, era un gato raro.....¿Quien es el siguiente?

Al ver que ninguno hablaba JJ decidió hablar primero, sacando una foto junto con un llavero de la torre Eifel.

—Esta bien. —decía colocando en algún espacio libre en el altar.— Está es mi hermana Roslyn, siempre soñó que algún día viviría en Paris pero no sucedió.—agrego con la voz entrecortada. —Pero pensé que esto le haría feliz.

—El cabo de primer clase Darryl lenson. —decia colocando la foto en un pequeño lugar en el altar juntos con dos entradas. —Le perdimos durante una ofensiva terrestre.

—¿Qué son esas entradas? — preguntó Morgan, al ver que Rossi dejaba dos entradas en el altar.

—El primer partido de la próxima temporada, Wrigley justo detrás del banquillo local. Janson era un gran fan de los Cubs.

—Que bonito. —mencionó Morgan levantado su copa, con una sonrisa en su rostro.

—Mi madre. —siguió Blake de igual manera colocando su foto en el altar. —Ella fue la que me aficionó a los crucigramas y no me dejaba borrar lo que hizo que me interesara por la lingüística.

El altar Lucía más hermoso ahora con las imágenes que iban poniendo los miembros, Spencer sacó dos imágenes de su maletín.

—Dijiste que podríamos traer más de uno, ¿verdad? —preguntó Spencer.

—Si, donde caben uno, caben todos en el altar.

—Es Nikola Tesla. —explicó dejando la foto en el altar, junto con otra imagen de Eisten.—Pensé que probablemente este inventando cosas en el otro lado, así que, con suerte,nos traerá alguna.

—Creo que es mi turno. —habló dejando una foto de un ultrasonido.

Los miembros notaron como los ojos de Alyssa se llenaron un poco de lágrimas prefirieron no decir o preguntar nada. Pero sabían lo mucho que le dolía a Alyssa con ver esa foto, Erick la abrazó por encima del hombro antes de dejar una foto de sus padres y su hermano. Spencer la miro asombrado pero también con tristeza jamás pensó que Alyssa hubiera estado embarazada, ese tema no había lucido en sus anteriores conversaciones.

—Supongo que me toca. —mencionó Morgan. —Esta bien, he traído a mi abuelo, era un gran aficionado a los puros. —añadió colocando su foto.—Y, Rossi, también era un gran fan de los Cubies. Así que he pensado que quizá el y el cabo Jensen puedan ir al partido juntos.

—pueden resolver eso,cuando vuelvan aquí . —bromeó con una sonrisa Morgan.

—Bueno, supongo que esto demuestra positivamente que los antepasados no son del todo malos. — comentó Rossi.

—¿Que les parece un brindis por nuestros 30 o 40? —preguntó García. Todos los presentes alzaron sus copas para brindar al mismo tiempo.

Ya habían pasado algunas horas desde que la reunión había comenzado, cada quien estaba hablando por su parte con algún miembro del equipo. Alyssa miraba a Spencer hablando con JJ y Blake desde la barra de la cocina en donde estaba recargaba, la copa en su mano tocó sus labios fingiendo que tomaba de esta. Sentía que Spencer era la luz que casualmente necesitaba que iluminara su vida pero su oscuridad era demasiada que temía apagar esa luz que lograría salvarla, al fin y acabo los ángeles como Spencer no volaban junto con los demonios como lo era Alyssa, en eso se convirtió luego de sentirse rota y sucia. No importará las tantas veces que se lograra bañar o fingiera que estaba bien con una sonrisa en su rostro, ¿Quien querría a una persona como ella? Que tuvo que usar una máscara para ocultar lo que realmente sentía, la soledad de no poder formar una relación amorosa y estable como las demás personas que veía por las calles viviendo un romance como ella lo había soñado desde pequeña, creyendo que los príncipes azules existían y no se convertían en bestias que solo tomarían su corazón y cuerpo para destruirlo las veces que fuera necesario para llenarse ellos mismos.

Durante sus años de vida observaba a jóvenes de su edad que vivían la vida como ella lo soñaba, pero creciendo en un mundo en donde estaba rodeada de crímenes llegó a desconfiar en las personas y más en los hombres que alguna vez la llegaron a acosar en el metro o en el trabajó. Era por eso que cuando se enamoró profundamente de alguien como Jason confió ciegamente que el era la excepción más no la regla sin pensar que terminaría perdiendo en el último año y nuevamente volvería a perderlo, pero de eso se trataba ¿no? Así era el amor, dar un salto de fe en el cual no sabes si perderás o ganarás. Pero nadie le aseguraba que si volvía a jugar en el amor podría ganar o ser la perdedora como la última vez que lo fue. Creyendo que encontraría a una persona que amara a sus demonios.