❝NO ENTIENDO COMO TODAVIA NO SALES CON EL❞

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CAPÍTULO SEIS

DAPHNE WILSON

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Esa mañana era medio día y no tenía mucho que Alyssa volvía de un caso por lo cual se sentía cansada luego de lo sucedido, por lo que se sintió aliviada al tener un fin de semana sin trabajó que la pudiera agotar. Sin duda agradecía de que Spencer estuviera en ese momento en que se sentía mal y con tan solo un abrazó de el se sentía a salvo por un momento en sus brazos, se podría decir que una parte de ella extrañaba aquel joven Doctor con el cual tenía una conexión difícil de explicar, pero por el cansancio que le generó aquel caso su mente se apagó por unos momentos intentando no volver a pensar en el pasado tan doloroso para ella. Una vez que llego a su departamento de inmediato se dirigió a su gran habitación, no se había molestado en cambiarse antes de poderse mete a su cama.

No supo cuánto tiempo paso sentía como una persona se metía a su cama por lo cual pensó que era su imaginación o tal vez era Erick, este tenía llaves de su departamento por cualquier cosa algunas veces venía a verla para salir. El aire caliente de su aliento golpeo su oreja no antes la persona tomo demasiado aire cuando un. - ¡¡Despiértate!! - resonó en su oído derecho provocando que se callera de la cama.

Daphne echó un vistazo al suelo, donde su amiga se encontraba. - Al fin, la bella durmiente ha despertado. - declaro con una divertida sonrisa en su rostro, Alyssa la fulmino con la mirada levantándose del suelo frio.

- ¡Dios! Qué manera de despertar a la gente.- respondió sobándose su oreja.- Gracias a ti, ya no podre escuchar nada.

- Así es como recibes a tu mejor amiga. - decía indignada llevando su mano en la frente. - Al menos di "Te extrañé Daphne" ya que hace tiempo que no te veo.

- Lo siento. Te extrañé mucho pero porque no me avisas te que llegaría hoy, hubiera ido por ti. - respondió tallando sus ojos para tomar asiento en su cama junto a Daphne

- Quería darte una sorpresa. - confesó. - Pero sobre todo, tendría la oportunidad de hacerte la broma.

- ¿Como entraste? - preguntó Alyssa volviéndose a meter adentro de su cama.

- Con las llaves del gruñón de Erick. - respondió sonriente enseñándole las llaves en su mano. Daphne noto lo cansada que estaba Alyssa coloco su mano sobre el hombro de la castaña. - Puedo ver que algo te sucede, Aly. Sabes que puedes contármelo, ¿no?

- Lo sé. - suspiró cansada. - ¿Quieres algo para desayunar?

- Aunque me encanta tu comida. - confesó metiéndose entre las cobijas. - Esta vez el desayunó no sera preparado por ti.

Antes de que pudiera contestar Erick entro al cuarto quedándose en el marco de la puerta en sus manos traía unos Hotcakes junto con unos cafés.

- ¡Traigo el desayuno! - exclamó. - ¿Interrumpo algo?

En el rostro de Alyssa por primera vez se dibujó una verdadera sonrisa de felicidad al tener a ambos chicos con ella, sin duda que tenerlos cerca la ponía de buen humor eso necesitaba después de los sucesos del caso. La última vez que vio a su amiga fue cuando tuvo que cambiar todo de si misma dejando su cabello largo atrás junto con su actitud amorosa y sociable a una más cerrada. - No claro que no. - respondió Alyssa observando a su amigo, se mantenía apoyado en el marco de la puerta. - Pero que haces los dos a... - observo el reloj de su mesita de noche. - E,s más de medio día.

- Por lo que veo, después del caso no has estado bien. Así que venimos a hacer que bañes y te alistes. - decía observando a su amiga, sin duda Alyssa no tenía un ben aspecto.- Los tres vamos a divertirnos y ponernos al tanto de todo.

- Y no quiero un no por respuesta. - dijo en tono amenazante Daphne.

Alyssa sabía que cuando Daphne decía algo en ese tono era mejor no discutir con ella, y era eso lo que más extrañaba de su amiga nunca la dejaría que se sintiera triste, sabía que sus amigos la cuidaban más de lo usual luego de lo de Jason, por lo que no había otra opción, una parte de ella extrañaba y le emocionaba volver a pasar una tarde juntos pero aun así no era lo mismo sin Alaric. Además de que la relación entre ellos no había cambiado a lo largo de un año, parecía que seguían siendo los mimos desde la última vez que estuvieron juntos.

- De acuerdo, solo dame unos minutos.

- Eso quiere decir que le des una hora. - contestó Erick divertido, a cambio recibió una mirada de enojo por parte de la castaña. - No dije nada.

- Pero antes, te tengo una noticia. - comentó Daphne con suma alegría en su voz. - Me tendrás demasiado cerca diría yo. - informó la rubia haciendo una pequeña pausa. - De hecho trabajaré en la casa Blanca como Agente secreto, bueno ya no es tan secreto.

Alyssa soltó una risa ante el ultimo comentario de su amiga. - Es una suerte para mi tenerte cerca. Pero ¿Dónde te quedarás? - preguntó confundida.

- Yo he..pensaba... - agregó Daphen con duda en su voz. - si podría vivir contigo por un tiempo indefinido.

- Sabes que si, tu sabes que mi casa es tu casa.

- Tendré a mis dos personas favoritas cerca. - Comentó Erick emocionado.

- Por cierto. - agregó Alyssa con suma alegría. - tengo un regalo para ti. Una persona me ayudó a escogerlo, aunque debo de admitir que no le gusta mucho estos gustos, pero apreció su gesto por su interés. - una sonrisa se dibujó en su rostro al recordar ese día en la tienda de vinilos con Spencer.

- ¿En quién piensas? - Preguntó extrañada al ver cómo la castaña había cambiado su rostro de uno triste a uno contenta. - No será, aquel chico que me ha contado Erick ¿Verdad?

Alyssa abrió los ojos como platos, dios se le había olvidado que cada pequeño movimiento sería observado por su mejor amiga, se maldijo así misma sin duda alguna descubriera que se sentía nerviosa al lado de su compañero Spencer con quien pasó un tiempo no dejaría de molestarla y haría bromas al respecto.

- Ehh...claro que no - mintió, parándose de su cama yendo directo a su armario.

- Aja si, supongamos que te creo. - contestó dirigiendo a su mirada a Erick, quien solo se cruzó de brazos asintiendo con la cabeza.

- Se llama Spencer... - dijo en un susurró solo para que ambos pudieran oír.

- Suena lindo su nombre. - admitió la chica con una ligera sonrisa. Erick también sonrió, el corazón de su amiga poco a poco se estaba abriéndose ante lo que sería un nuevo amor.

Verla de esa manera negándose y poniéndose nerviosa, los ponía asombrados de ver como su razón tenía nombre y apellido y ese era Spencer Reid. Alyssa salió del armario con una bolsa en su mano, negando ver el contenido en esta

Daphne tomo la bolsa poniéndola en sus piernas, al sacar su contenido pudo ver un disco de vinilo sobre Taylor Swift pero no cualquier disco su favorito "LOVER", dejo el disco a un lado parándose de la cama para atraer a su amiga a un abrazó el cual fue correspondido.

- Es bueno tener a ambas juntas. - mencionó Erick.

- Bueno, iré a bañarme. - dijo rompiendo el abrazó para dirigirse al baño que estaba a lado de su habitación, la verdad necesitaba darse una larga ducha y dejar que sus pensamientos por un momento se desvanecieran. Mientras que Daphne y Erick se dirigieron a la sala para poder hablar de un tema importante sin que la castaña pudiera oírlos.

-¿Qué sabes sobre Jason? - Preguntó serio Erick sentándose en el sillón largo café.

- Él sabe que Aly está trabajando en Virginia. - Respondió Daphne tomando asiento a un lado de su amigo. - Alaric me lo dijo, es por eso que vino hace unos días para ver cómo estaba.

- No debemos de decirle nada a Alyssa, si sabe que Jason descubrió que está aquí, va a quererlo matar. - dijo observado serio a Daphne. - Tú y yo sabemos que si cruza esa línea ya no va a hacer la misma.

Suspiró Daphne mirando el techo blanco. - Tarde o temprano ella lo sabrá. Y no podremos dejar que el la termine por destruir más de lo que hizo. Ella no puede permitirse amar por culpa de ese idiota.

No tardo mucho en arreglarse Alyssa, había optado por usar una blusa negra de mangas largas junto con un pantalón claro en donde parte de las rodillas estaba roto, una chaqueta de color negro que combinaba con las botas de tacón bajo, un collar que llevaba de adorno una llave plateada que hacía juego con sus aretes de cruz del mismo color, acompañado con su cabello un tanto despeinado pero luciendo de manera perfecta sin maquillaje.

Al salir de su habitación se dio cuenta de que ambos chicos pararon su conversación cuando la escucharon acercarse. Tenía el ceño fruncido no era normal que ambos hicieran eso pero no le tomó importancia solo quería pasar un tiempo con ellos.

Se habían quedado hablando como al rededor de las 8 de la noche, durante ese tiempo las risas, bromas y unas cuantas anécdotas llenaron de buen humor a los tres jóvenes que están sentados en el piso junto con unas copas de vino, pero no duró mucho su tiempo juntos Erick recibió una llamada importante por lo cual tuvo que retirarse.

- Y nos quedamos ambas.

-Sí, deberíamos de salir. - sugirió levantando los trastes sucios.

- No te importaría que salgamos a otro lado.

- ¿A dónde? - preguntó curiosa la rubia.

- Me invito Penélope a su departamento, para una noche de chicas. - añadió. - Se había retrasado por todos los casos que hemos tenido estos días pero como tenemos un tiempo libre sugirió que fuera hoy.

Daphne termino accediendo no antes cambiarse de atuendo, unos veinte minutos se la paso probándose algunos atuendos que quería usar para esta noche para acompañar a su amiga a cenar al departamento de Penélope una amiga de Alyssa con la que se había vuelto cercana todos estas semanas.

- ¡Aly! - gritó Daphne moviendo sus brazos para captar la atención de su amiga.

-¿Qué pasa? - preguntó dirigiendo su mirada a Daphne, quien la observaba con atención.

- ¿En qué estás pensando? -respondió con otra pregunta, alzando una ceja y los brazos cruzados mientras su tacón sonaba en el piso.

- En nada. - murmuró intentando no ver a su amiga.

- Te conozco desde hace mucho tiempo. - le recordó Daphne. - Dime o empieza mi interrogatorio.

Alyssa puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos, estaba lo suficiente cansada como para pelearse con su mejor amiga.

- Bien, el chico del que te habló, Erick.- confesó sintiendo un leve sonrojo en sus mejillas, en sólo pensar en Spencer.

- ¡Oh dios mío! - exclamó la rubia contenta. - Estas enamorada de él.

- No, claro que no. - negó tomando un trago de café que estaba a lado de su mesa, intentaba ocultar la sonrisa que se formó en sus labios, era la única respuesta que necesitaba saber Daphne.

- Qué mentirosa eres, se nota en tu rostro. Tienes un brillo en los ojos cada vez que dicen su nombre lo cual no tenías con Jason. - dijo mirándola con una sonrisa burlona. - Sólo no entiendo como todavía no sales con él, por lo que me ha contado Erick, suena que es un chico con el cual quedas encantada.

Alyssa rodo los ojos ante su comentario ella ya sabía la respuesta que tendría por parte de su amiga, Daphne le decía que al menos tuviera un sexo ocasional o saliera a divertirse pero ella prefería quedarse en casa y ver películas de Tim Burton, su favorita era el cadáver de la novia cuando la vio por primera vez amo la película y había decidido decir los mismo votos cuando se casara.

El teléfono de Alyssa comenzó asonar, logrando que Daphne no siguiera hablando de Spencer. Saco su teléfono de su bolsillo trasero, pudo ver en la pantalla quien le estaba hablando era su mama.

- Hola mamá.

- Hola cariño. - respondió en tono dulce al escuchar la voz de su amada hija. - ¿Cómo te ha estado yendo estos días cielo?

- Muy bien, me encontré a Erick trabaja conmigo en la UAC. - dijo acostándose en la cama.

- Erick Mongomery, hace un tiempo que no sabía de él. Lo bueno es que tienes a alguien para no estar sola.

- También está Daphne, se quedará a vivir conmigo. - su voz era suave pero aun así se escuchaba emocionada.

- Eso es bueno, los tres juntos solo falta Alaric para que los cuatro estén juntos como antes a excepción de... - El tono de su voz cambio ante la última oración, le tomo unos segundo cambiar su tono antes de volver a hablar.- Bueno, te mandan saludos tus tíos, Munch, Tutola y Gragen.

- Decirles que le mandó saludos mamá, y que extraño mucho las bromas del tío Tutola. - El tono de su voz se convirtió en dulce. Alyssa pudo escuchar como llamaban a su madre.

- Tengo que colgar cielo.

- Claro mamá, saluda papá de mi parte. - lamentó con tristeza, pero eso pasa por tener padres tan buenos como detectives, Olivia Benson y Eliot Stabler trabajan en la UVE desde antes que su hija menor empezara a trabaja en donde ellos estaban,fue ahí donde ambos se conocieron y formaron una familia en la cual adoptaron a Alyssa junto con sus cinco hermanos, la castaña era la menor de sus hermanos. Entendía que al ser su hija el trabajó impedía que pudieran visitarla hasta Washington, Dc pero de todas maneras cada momento que pasaba juntó con su familia se convirtia en un momento inolvidable.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su madre. - Alyssa recuerda tu padre y yo estamos muy orgullosos de que estes en UAC y de que este bien. Te amamos. - escuchó como colgó su madre, recostada en su cama pensó en lo que le había dicho su amiga tal vez no estaba equivocada pero el miedo que tenía al comenzar una relación le abrumada no quería salir lastimada otra vez, pero con Spencer era diferente estos últimos días que había estado con el notaba que la ponía nerviosa lo cual era raro para ella, por lo general Alyssa no sentía eso con ningún exnovio pero aquel chico era tan distinto a sus ex parejas cualquier persona podría decir que ambos eran polos opuestos.

La noche habia caído, ambas chicas se dirigían al departamento de Penélope en el carro de Alyssa que conducía Daphne, en el camino estuvo lleno de risas y cantos junto con algunos temas sobre la vida de ambas chicas luego de haber pasado tiempo sin hablar. Daphne revisó el retrovisor varias veces más para asegurarse que nadie las siguiera, tenía un presentimiento sobre Jason, el era del tipo de persona que no se detendría a hasta conseguir su objetivo por lo que Daphne temía por su amiga.

Y apenas llegaron, ambas bajaron al mismo tiempo, con su mirada recorrió la calle analizando que el ambiente estaba bien, al asegurarse que todo era seguro le entregó las llaves a su amiga para poder entrar al edificio. Cuando el sonido del timbre sonó haciendo presente su llegada, una Feliz Penélope abrió la puerta recibiendo a ambas chicas con una cálida sonrisa.

- Hola, cariño.- saludó Penélope con un abrazo a Alyssa.- Llegan justo a tiempo, por favor pasen.

- Espero que no te moleste que haya traído a mi amiga Daphne.

- Entre más chicas seamos mejor preciosa.

- No las eh presentado. - recordó.-Daphne Wilson ella es la fantástica Penélope García, Penélope García ella es mi mejor amiga Daphne Wilson.

- Mucho gusto, Penélope García. - saludó atrayendo a Daphne para un abrazó el cual fue correspondido, no duró mucho para que el abrazó se rompiera y ambas se separarán. - Cualquier amiga de mi chica hemosa, es mi amiga.

Ambas chicas fueron dirigidas hasta el comedor, era la primera de ambas jóvenes estado en el departamento de García, este era lleno de colores y diferentes texturas sin duda era único como lo era García pensó Alyssa con una sonrisa formada en su rostro, nunca se imaginó que aquel departamento le pudiera ocasionar una vibra de tranquilidad. Penélope las guió hasta el comedor donde se encontraba JJ tomando un poco de vino mientras esperaba.

- Blake no pudo venir, estaría con su esposo este fin de semana. - comentó Penélope yendo a la cocina.

Ambas chicas tomaron asiento, sus narices fueron inundadas por el aroma proveniente de la cocina, lo que fuera que estuviera cocinando García olía de maravilla.

- Una noche sin chicos, perfecto. - soltó Daphne.

- De vez en cuando se necesita una noche chicas. - respondió JJ

- Lo siento, no me he presentado. - se dirigió a JJ. - Soy Daphne Wilson.

- Mucho gusto Daphne. -

- ¿A que te dedicas Daphne? - preguntó Penélope a la chica, dejando una charola llena de comida en el centro de la mesa.

- Soy agente del servicio secreto, antes era detective en la unidad de víctimas especiales donde trabajamos un tiempo Alyssa y yo. Pero luego me fui a Chicago para unirme a inteligencia donde trabajé este último año. - respondió Daphne.

- Supongo, ¿Qué que conoces a Erick Mongomery? - preguntó ahora JJ.

- Si, los tres nos conocemos desde la infancia. - contestó.

- Bueno, ya podemos empezar a comer. - avisó Penélope.

Al poco rato el ambiente se volvió lleno de risas junto con felicidad y se lo debían al alcohol en su sistema.

- Te dijo que Derek los vio, a ambos dos muy cerca. - comentó Penélope tomando un poco de su vino.

- Lo cual es raro, Spencer no deja que lo toquen. - comentó JJ dirigiendo una mirada de asombro a la castaña.

- Ah, ¿A qué te refieres? - preguntó extrañada Alyssa.

- El es germofobia.

Se preguntó Alyssa así misma ¿Por qué Spencer había permitido que lo tocará? Una parte de ella sintió algo indescriptible por dejar que fuera la única persona que lo tocará, no pudo evitar pensar en los sucesos que habían vivido ambos ¿Tal vez su corazón se está abriendo ante aquel chico de ojos avellana? Desde que habló con él nunca se imaginó que alguna vez llegara a enamorarse de él.