➹ Cap. 35
Luego de unas horas de viaje por carretera, Klaus estacionó el auto en una estación de servicio para cargar combustible y así poder continuar hacía Nueva Orleans.
─ ¿Qué quieres que te traiga? ─ preguntó Kol a Bella mirándola.
─ Cualquier cosa comestible ─ dijo Bella.
Kol asintió con su cabeza antes de irse al kiosco que había en la estación de servicio. Bella por su parte también salió del auto para estirar un poco sus piernas al haber estado sentada por mucho tiempo.
Después de haber cargado combustible en el auto, Klaus se acercó a Bella.
─ Pronto llegaremos ─ comentó Klaus mirándola fijamente.
Bella asintió con su cabeza al escucharlo mientras mordía sus labios.
─ No hagas eso ─ pidió él.
─ ¿Qué cosa? ─ preguntó Bella confundida ya que según ella, no había hecho nada.
─ Morder tus labios de esa forma ─ dijo Klaus.
Bella tragó saliva, imaginó todo menos esa respuesta, no había hecho eso al propósito o para provocarlo, era una costumbre que ella siempre solía hacer cuando se encontraba nerviosa o no sabía qué decir en una conversación.
─ ¿Por qué, te molesta? ─ preguntó Bella mirándolo.
Klaus se acercó demasiado a Bella invadiendo su espacio personal pero ella no se alejó.
─ ¿Molestarme? más bien me tienta ─ aclaró Klaus.
Bella levantó sus cejas sorprendida al oír sus palabras, bajó su cabeza escondiendo una pequeña sonrisa en sus labios.
─ ¿De clavar dagas pasaste a seducir humanas? ─ Bella levantó su cabeza.
Klaus frunció el entrecejo al escucharla, era imposible que Bella supiera eso a menos de que alguien se lo hubiera dicho y ese alguien debía ser Kol, razón número mil para clavarle una daga apenas llegarán a Nueva Orleans, pensó Klaus.
─ ¡Volví! ─ habló Kol acercándose a ellos.
Bella se apartó de Klaus al oír a Kol.
─¿Fuiste a fabricar la comida? ─ preguntó Klaus mirándolo.
─ No, me estaba comiendo un humano ─ dijo Kol abriendo la puerta del auto.
Klaus suspiró entrando en el auto al igual que Bella.
─ ¿Qué trajiste? ─ preguntó Bella desde el asiento de atrás.
─ Comida chatarra ─ Kol le pasó una bolsa de papas fritas y la otra se la quedó para él ─ a ti no te doy porque no había más, por eso no te traje ─ miró a Klaus.
«Razón número mil uno». Pensó Klaus mirándolo.
─ Yo te comparto ─ dijo Bella a Klaus.
Bella no se iba a comer una bolsa de papas fritas ella sola al no ser un alimento saludable.
─ No te preocupes ─ murmuró Klaus retomando el camino a Nueva Orleans.
La comida no era un problema para él ya que no se iba a morir por no alimentarse.
─ Mitad y mitad ─ insistió Bella desde los asientos de atrás.
Llegar a Nueva Orleans fue satisfactorio para los tres, sobre todo para Bella quién estaba agotada por el viaje en carretera, apenas llegaron al Barrio Francés, Klaus dejó a Bella en la casa de Lily y luego se marchó junto a Kol a la residencia Mikaelson.
Al llegar a la casa de su tía Lily quién la estaba esperando ansiosamente después que le hubiera avisado de su llegada por medio de un mensaje de texto, Bella la miró nerviosa.
─ Hola tía ─ dijo Bella.
Lily se levantó del asiento abrazándola mientras suspiraba de alivio al verla bien, desde que Bella se había ido repentinamente de Nueva Orleans junto a un vampiro original, Lily había estado bastante preocupada hasta el momento de verla de nuevo.
─ ¡Bella! ─ al cortar el abrazo, Lily la miró de arriba a abajo sintiendo algo diferente.
Bella apretó sus labios con un poco de nerviosismo ante la mirada de su tía.
─ Lamento haberme ido de Nueva Orleans sin avisar antes y volver sin hacerlo hasta último momento ─ se disculpó Bella.
Lily la miró en silencio, a pesar de que no le agradó nada la forma apresurada de actuar de su sobrina al irse de Nueva Orleans sin decirle nada antes y que solo le hubiera mandado un mensaje de texto, Lily estaba tranquila al ver bien a Bella a pesar de haber estado rodeada de dos vampiros originales.
─ Siéntate, tenemos que hablar ─ dijo Lily.
─ Si, yo quería comentarte algo ─ murmuró Bella interrumpiendo a su tía.
─ ¿Qué cosa? ─ preguntó Lily al escucharla.
─ ¡Mi magia salió, puedo hacer magia! ─ contó Bella.
Lily parpadeó un par de veces al oír a su sobrina, claramente estaba sorprendida ya que no se esperó tal cosa.
─ ¿Cómo fue? ─ Lily preguntó con interés mirándola.
─ Kol se estaba peleando con unos lobos y no quería que ninguno de ellos saliera lastimado, todo fue demasiado rápido, una honda mágica salió de mí hacía ellos golpeándolos ─ explicó Bella.
Nuevamente Lily se sorprendió al saber que Bella activó su lado bruja de esa manera, siempre pensó que sería en algún momento donde ella se sintiera en peligro.
─ Eso es bueno, ya no habrá ritual ─ dijo Lily.
Bella asintió mirándola.
─ ¿Tú podrías prestarme tus grimorios? ─ preguntó Bella.
Lily sonrió asintiendo con su cabeza al escucharla.
─ Los grimorios no son solo míos, son de nuestra familia, te pertenecen y también a tu descendencia ─ explicó Lily.
Hasta ese momento, Bella no había tenido idea sobre eso.
─ Kol dijo que quería ser mi mentor, ¿no te molesta, cierto? ─ preguntó Bella.
─ Cómo tú tía me siento responsable de enseñarte pero tampoco me molestaría que él lo haga si así lo quieres, Kol sabe demasiado de magia ─ dijo Lily.
─ Podría tener dos mentores ─ tiró Bella buscando una solución para evitar problemas con alguno de ellos.
Lily asintió mirándola.
─ Luego te daré los grimorios, recuerda que debes cuidarlos, no puedes mostrárselo a cualquiera ─ advirtió Lily.
─ Entiendo ─ Bella dio un asentimiento de cabeza.
Kol también le había dicho algo parecido en una ocasión, las brujas eran bastante cuidadosas y mezquinas con sus grimorios.
─ Ve a descansar un poco ─ dijo Lily.
Bella se levantó del asiento suspirando en el proceso, necesitaba dormir unas horas para recuperar energías.
─ Si ─ susurró Bella antes de irse a su habitación dándole una última mirada a su tía en el proceso.
Después de darse una ducha y descansar por unas horas, Bella se había despertado nuevamente renovada.
Lily le había entregado uno de los tantos grimorios que tenía en su poder, para que Bella comenzará con lo básico que toda bruja sabía hacer, cómo por ejemplo: aneurisma, prender fuego, romper objetos con solo pensarlo e inmovilizar a una persona.
Cómo tenía bastante ganas de avanzar rápido, Bella había llamado a Kol varías veces a su teléfono pero él no le respondió al igual que los mensajes de texto que le envió, al principio pensó que tal vez estaba ocupado pero luego se preocupó por él al no recibir una respuesta de su parte.
Cómo ya conocía dónde vivían los Mikaelson exactamente, Bella fue a la residencia para tener noticias sobre Kol.
─ Bella ─ Elijah se sorprendió al verla ya que no pensó que fuera ella.
─ Hola, ¿están ocupados? ─ preguntó Bella un poco avergonzada de que hubiera interrumpido algo.
─ No, pasa ─ dijo Elijah apartándose de la puerta para dejarla entrar.
─ Gracias ─ murmuró Bella entrando a la residencia Mikaelson ─ ¿Kol está?.
Al escuchar su pregunta, Elijah se movió un poco incómodo en su lugar ya que Kol no estaba disponible por el momento después que Klaus le clavara una daga apenas llegaron a la casa.
─ Él no está ─ comentó el vampiro mirándola.
Bella frunció su ceño por su respuesta.
─ ¿Se tardará mucho? ─ preguntó Bella al creer que había salido al Barrio Francés.
─ Yo creo que bastante ─ respondió Elijah.
─ ¿Por qué? ─ Bella lo miró confundida al escucharlo.
─ Es complicado de explicar ─ dijo Elijah.
Bella se confundió más al oír su respuesta, no entendió qué sucedía con Kol hasta que un pensamiento pasó por su mente.
─ ¿Él está con la daga? ─ preguntó Bella temerosa.
Elijah levantó sus cejas sorprendido al saber que Bella sabía de las dagas.
─ ¿Cómo...?
─ Kol me lo dijo ─ aclaró rápidamente Bella.
Elijah suspiró nuevamente, entonces asintió con su cabeza.
─ Si, Kol está con la daga ─ respondió Elijah a su pregunta anterior.
─ ¿Klaus lo hizo? ─ aunque preguntó, Bella ya suponía cuál era la respuesta.
─ Si ─ asintió Elijah.
─ ¿Y no harás nada? ─ preguntó Bella al verlo tan tranquilo.
Aunque Kol le hubiera dicho que sus hermanos no contradecían a Klaus por miedo a una daga, Bella no podía creer que actuarán como si nada pasará.
─ No.
─ ¿Por qué?.
─ Es normal para nosotros ─ dijo Elijah.
─ ¿Le dices normal a que te claven dagas? ─ preguntó Bella incrédula.
Elijah asintió con su cabeza.
─ Para nosotros es normal, a ti te sorprende porque no estás acostumbrada a eso a diferencia de mí familia ─ comentó Elijah.
Con solo escuchar a Elijah, Bella confirmó todo lo que Kol le había dicho sobre Klaus, no podía entender cómo podía ser tan cruel en hacerle eso a su propia familia, era algo que no entendía y nunca lo haría ya que le parecía algo cruel de su parte.
─ Entiendo... Mejor me voy ─ Bella intentó salir de la residencia Mikaelson pero se detuvo a mitad de camino al darse con Klaus quién entraba al lugar.
─ Hola, amor ─ Klaus le sonrió.
─ Hola y adiós ─ Bella cruzó la puerta saliendo de la residencia Mikaelson.
Mientras más lejos estuviera de Klaus mejor, pensó Bella.
Sí le hizo eso a Kol siendo su hermano, Bella no quería imaginar las cosas que le podría hacer a ella si andaba de mal humor.
Klaus frunció su ceño confundido luego de escuchar su tono tan serio hacía él.
─ Bella sabe lo que le hiciste a Kol y antes de que empieces a gritar, no se lo dije yo, ella lo supuso ─ aclaró Elijah a su hermano.
Klaus no dijo nada, gruñó saliendo rápidamente para hablar con Bella, incluso con la daga puesta, Kol le estaba dando problemas en ese momento.
─ ¡Espera! ─ Klaus no tardó en llegar a dónde Bella iba cambiando.
─ ¿Si? ─ dijo Bella, aunque no compartía las raras costumbres de Klaus, no iba a ser maleducada con él ignorándolo.
─ Se lo que debes estar pensando, pero no es lo que crees ─ aseguró Klaus.
Bella miró su brazo donde la mano de Klaus aún la sostenía.
─ ¿No le clavaste una daga a Kol? ─ preguntó Bella.
─ Sí ─ Klaus hizo una mueca soltandola.
─ Entonces sí es lo que creo ─ dijo Bella.
─ ¡Él se lo merecía! ─ soltó Klaus.
Bella lo miró en silencio por un momento sin decir nada antes de entrar a la tienda de Vudú de su tía Lily dejando a Klaus molesto afuera.
─ ¿Qué sucedió? ─ Lily miró a Bella después de verla hablando con Klaus afuera.
─ No pasó nada ─ negó Bella alejándose de su tía para retomar su trabajo.
Lily suspiró, sabía que algo estaba pasando pero su sobrina no se lo iba a decir, entonces tenía dos opciones, la primera averiguar por sí misma lo que sucedía o la segunda, confiar en qué Bella no se metiera en más problemas.
Después de pensarlo bien, Lily fue por la opción más confiable, intentar averiguar lo qué estaba pasando.
Después de su jornada laboral, Bella volvió a la casa de su tía, Lily por otra parte se quedó en la tienda ya que cerraba de noche, entonces al estar sola, Bella tomó el grimorio que su tía le había dado para intentar hacer cualquiera de esos hechizos sola.
Buscó unas velas y las acomodó cerca una de las otras para intentar encenderlas al mismo tiempo sin llegar a quemar nada más en la habitación.
Luego de acomodarlas, Bella se puso delante tomando un respiro para tranquilizarse ya que el corazón le latía demasiado rápido en su pecho por la adrenalina que sentía su cuerpo por lo que estaba a punto de hacer.
─ Phesmatos Incendia ─ pronunció Bella correctamente mirando las velas delante de ella ─ Phesmatos Incendia ─ repitió.
Al no pasar nada, Bella se desanimó al ver que no funcionaba el hechizo por segunda vez, entonces miró el grimorio para verificar que hubiera dicho correctamente la pronunciación del hechizo y al ver que lo había dicho bien, su mirada volvió de nuevo a las velas.
─ Phesmatos Incendia ─ dijo Bella mirando fijamente las velas ─ Phesmatos incendia ─ volvió a pronunciar en voz alta sin lograr nada.
Bella suspiró cerrando sus ojos tratando de no desesperarse y así poder estar relajada, al abrir nuevamente sus ojos, Bella estiró su mano derecha hacía delante.
─ Phesmatos... ─ el toque en la puerta interrumpió a Bella ─ Incendia ─ continuó pero otro toque en la puerta volvió a sonar ─ Phesmatos Incendia ─ ignoró la puerta.
Bella se desesperó al ver que el hechizo no le salía y que además la puerta aún seguía siendo tocada, al ver que la persona del otro lado no pretendía irse hasta ser atendido, Bella salió de la habitación para saber qué quería y así poder hacer que se fuera rápido para continuar con lo que estaba haciendo.
─ ¿Si? ─ al abrir la puerta de la entrada, Bella no vio a nadie del otro lado.
Bella suspiró creyendo que alguien estaba bromeando, iba a cerrar la puerta pero la presencia de Kol se hizo presente en el marco de la puerta.
─ ¿Lista para aprender unos hechizos? ─ preguntó Kol sonriendo.
Bella lo miró sorprendida ya que se suponía que Kol estaba con una daga.
─ Creí que estabas con la daga ─ dijo Bella aún con asombro al verlo ahí.
─ Fui absuelto de mis pecados ─ aclaró Kol.
Bella sonrió inevitablemente al escucharlo.
─ Pasa ─ dio permiso Bella mirándolo.
Kol cruzó la puerta entrando en la casa de Bella al escucharla.
¡CAPÍTULO 35!
Hola aquí les dejo un nuevo capítulo.
Por fin los tres llegaron nuevamente a Nueva Orleans.
Estuve esperando esté capítulo ansiosamente para darle comienzo al romance entre Bella y Klaus sin que Edward se esté metiendo en el medio.
Bella fue a la residencia Mikaelson al no tener noticias sobre Kol, entonces descubrió que Klaus le puso la daga a Kol.
Klaus estaba bastante urgido con desaparecer a Kol rápido.
Bella intentó hacer un hechizo sola pero no le salió.
Kol: Me fui, pero volví.
Hablemos de los vampiros que son invitados en casas, la verdad estoy un poco confundida con eso, por ejemplo en la serie, Elena podía invitar a vampiros a la casa Gilbert, Jeremy también al igual que Jenna, o sea, según yo (no sé si es correcto o no) solo la persona que era dueña de la casa podía invitar a un vampiro a pasar, y por eso estoy confundida porque contradicen las cosas.
Por esa razón, decidí que Bella también podía invitar a vampiros a la casa de su tía Lily.
¿Qué les pareció el capítulo?
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