ChΓ o cΓ‘c bαΊ‘n! VΓ¬ nhiều lΓ½ do tα»« nay Truyen2U chΓ­nh thα»©c Δ‘α»•i tΓͺn lΓ  Truyen247.Pro. Mong cΓ‘c bαΊ‘n tiαΊΏp tα»₯c ủng hα»™ truy cαΊ­p tΓͺn miền mα»›i nΓ y nhΓ©! MΓ£i yΓͺu... β™₯

πŸ’˜ ━━ π‚π€ππˆπ“π”π‹πŽ 𝟎𝟏

π‚π€ππˆπ“π”π‹πŽ π”ππŽ

π”π§πš 𝐧𝐨𝐜𝐑𝐞 𝐝𝐞 π„π¬π­π«πžπ₯π₯𝐚𝐬


Elizabeth habΓ­a contraΓ­do matrimonio cuando solo tenΓ­a 19 aΓ±os con el entonces Conde Alberth Ashforth quien le llevaba al menos unos 8 aΓ±os en ese momento, no habΓ­a sido escogido por ella y la decisiΓ³n de casarse tampoco habΓ­a sido su idea, en aquel entonces su padre y madre la habΓ­an obligado a aceptar la propuesta por el bienestar de la familia y su reputaciΓ³n. La verdad es que en la intimidad de la mansiΓ³n Ashford ambos cΓ³nyuges se odiaban con el alma, de hecho era tal la antipatΓ­a que habΓ­a entre los dos que no toleraban permanecer en la misma habitaciΓ³n mΓ‘s de unos cuantos minutos. Durante aΓ±os tuvo que tolerar, sobajarse a intimar con Γ©l por la bΓΊsqueda de su tan ansiado heredero, tuvo que soportar las crΓ­ticas por ser "una mujer inservible" de la sociedad y soportar los reproches de su familia.

Era durante los viajes de su esposo que ella podΓ­a relajarse un poco y dejar de ser la mujer perfecta que todos deseaban ver, durante casi 9 aΓ±os su vida fue un infierno en la tierra, pero ahora todo era distinto. Alberth habΓ­a muerto durante un viaje de negocios por alguna gripe que no logro curarse, durante el funeral no pudo derramar una sola lΓ‘grima y cuando todo termino, solo pudo sentirse libre. El primo de su esposo, quien habΓ­a tomado el tΓ­tulo de conde, le habΓ­a permitido llevarse consigo una considerable cantidad de dinero, lo que ella asumiΓ³ como una especie de "disculpa" por tolerar toda a la basura de su primo, tras esto, tuvo que regresar a la antigua casa de la familia Melbourne.

Los primeros meses para ella fueron sencillos y tranquilos, ya que afortunadamente su familia no habΓ­a sacado el tema de volver a casarse durante casi seis meses, en ese tiempo pudo pensar por sΓ­ misma, ser libre, pero cuando el "luto paso", ellos no habΓ­an dejado de mencionar el tema citando las frases "proteger la reputaciΓ³n de la familia es tu deber como mujer" Su madre, la duquesa Melbourne, la habΓ­a arrastrado infinidad de bailes durante la temporada social, de los cuales siempre lograba escapar perdiΓ©ndose de la vista de los "caballeros de sociedad"


SegΓΊn palabras de la duquesa, ella era una viuda joven "dolida y asustada" que no pensaba en lo que ser una viuda solitaria a su edad le afectarΓ­a tanto en el futuro, Elizabeth sentΓ­a enormes nΓ‘useas cada que ella repetΓ­a "dolor y miedo. En una misma oraciΓ³n" teniendo en cuenta lo mucho que odiaba a su difunto esposo, esas frases le asqueaban enormemente. Con otra temporada en curso, su madre la obligo a solicitar nuevos atuendos que la hicieran ver "como un vino aΓ±ejo", obligΓ‘ndola a obtener nueva joyerΓ­a, zapatos, incluso iniciar clases de idiomas que no le importaban ni un poco.

Y como era su costumbre, Elizabeth habΓ­a logrado escapar de su molesta madre y chaperΓ³n refugiΓ‘ndose en uno de los balcones mΓ‘s alejados de la fiesta, la castaΓ±a dio una mirada a la botella de vino que habΓ­a logrado robar y sonriΓ³ satisfactoriamente. Tomo el sacacorchos y destapo el agradable "Chateau d'yquem" y dio un largo trago directo de la botella. En ese momento una voz masculina carraspeo a su espalda, por un momento creyΓ³ haber sido encontrada por su molesto hermano o padre, pero para su fortuna o no, se trataba del vizconde Bridgerton. Nunca habΓ­an entablado conversaciones directamente y de hecho solo se habΓ­an visto desde la distancia durante algunos de los bailes, el hombre era muy atractivo.

- ΒΏDesea un trago, vizconde Bridgerton?

- Lo siento. PensΓ© que se trataba de mi hermana Eloise, ella debutΓ³ esta temporada y... disculpe, puede seguir con su actividad.

- Si estΓ‘ buscando a su hermana en lugares tan alejados como este significa que hace justo lo que... yo hago justo ahora - SeΓ±alo la botella de vino - Aunque por supuesto no tan feliz como yo, creo. Es normal que se vaya, debe estar aterrada ahora mismo, pero no debe preocuparse, debe estar con la seΓ±orita PenΓ©lope, en algΓΊn lugar del jardΓ­n.

- ΒΏSeguro que usted se encuentra bien, seΓ±orita?

- Elizabeth Melbourne, aunque puede llamarme solo Elizabeth, vizconde Bridgerton - Anthony hizo una mueca de horror cuando se dio cuenta de quiΓ©n era ella, probablemente no recordaba de donde se habΓ­an visto antes. - Y respondiendo a su pregunta, me encontrarΓ© perfectamente una vez que termine esta buena cosecha francesa.

- Es un Chateau d'yquem ΒΏDΓ³nde lo consiguiΓ³? - El hombre toma la botella con cierta alegrΓ­a en el tono de su voz, viΓ©ndolo asΓ­ le hizo la seΓ±a de poder beberlo. El vizconde dudΓ³ por unos segundos, pero accediΓ³ a beber un trago. - Excelente cosecha.

- Se suponΓ­a que mi hermano entrego este vino como regalo a los anfitriones, yo tome prestada esta botella solo que puede que no la regrese del todo intacta - El vizconde asiente sonriendo suavemente - Aunque pensΓ‘ndolo en retrospectiva haber tomado esta botella no saliΓ³ tan mal ΒΏO sΓ­? Ambos estamos aquΓ­, disfrutando de su contenido.

- Me siento con suerte esta noche, seΓ±orita Melbourne, digo Elizabeth.

- Yo tambiΓ©n, vizconde... digo Anthony.

Elizabeth sentΓ­a por primera vez una extraΓ±a mezcla de emociones surgiendo desde su interior y por lo que veΓ­a el vizconde tampoco era ajeno a lo que ella estaba sintiendo, quizΓ‘ era el vino o quizΓ‘s no, lo que si sabΓ­a era que deseaba sentir lo que los matrimonios con amor sentΓ­an, el verdadero calor del deseo. Durante su matrimonio jamΓ‘s logro experimentar eso y tampoco pudo convertirse en madre, asΓ­ que ΒΏQuΓ© mΓ‘s daba si disfrutaba por una vez? Con ese simple pensamiento, se acercΓ³ al cuerpo del hombre frente a ella y puso su mano sobre su pecho.

El aire se habΓ­a congelado a su alrededor o eso era lo que ambos creΓ­an, ya que con ese simple toque el cuerpo de ambos se encendiΓ³ y nada apagarΓ­a la llama que surgiΓ³ entre los dos, como una noche de estrellas se dejaron llevar... como un toque de Midas.

BαΊ‘n Δ‘ang đọc truyện trΓͺn: Truyen247.Pro