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𝆺 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈 𝆺

Retrouvailles, era el nombre de un pueblo humilde y sencillo que se encontraba muy al sur de la capital del reino de Fiore, Magnolia. Según cuentan algunos, este lugar tenia una especie de...¿magia o hechizo?, pero no era uno que traía desdicha y tristeza a las personas, no, era todo lo contrario. Todos los que se separaban de las personas que mas amaban en este mundo, decían algunos que se volvían a encontrar en ese lugar; ya que aquella peculiar palabra significaba "la alegría de reencontrarse con alguien después de mucho tiempo".

¿Por que ese lugar se llamaba así?, abundantes eran las dudas para los habitantes que vivían allí, algunos de los ancianos decían que el pueblo se nombraba así por causa de una bella historia de amor que se origino hace ya mucho tiempo atrás.

- Ne~,mamá - decía una niña que se encontraba mirando por una ventana contemplando un peculiar panorama que la atraía mucho,era simplemente hermosa aquella vista, era tanta que sus lindos ojos color chocolate parecían haberse enamorado por su peculiar brillo que mostraban, un cielo estrellado - si Lucy, ¿que pasa? - respondió con una delicada voz.

- Las estrellas son muy hermosas - repetía sin apartar aunque sea por un segundo su mirada de la ventana - lo se Lucy, lo se... - respondió con dulzura - pero no puedes quedarte aquí,tienes que irte ya a la cama ¿entendido? - dijo ella logrando que la niña por fin se alejara de la ventanilla donde había permanecido desde que empezó el anochecer para contemplar los astros, se dirijo a su cama acomodándose entre las sabanas intentando buscar algo de calor.

- Ne~ ,mamá, ¿podrías contarme una historia?

- Esta bien, pero debes prometer que cuando termine de contarla deberás dormirte ¿vale? - Dijo Layla, ella sabia perfectamente que Lucy no podría dormir, o no esa noche sabiendo que era capaz de todo por ver ese cielo estrellado - esta bien - respondió.

- Veamos... ¿que historia quieres que te cuente?

- La de la aldea - su madre se sorprendió ante su respuesta, por lo general ella quería historias donde hablaban de los astros o simples cuentos pero en esta ocasión pidió algo distinto de lo habitual y en especial de una que antes no sabia de su existencia - ¿por que la de la aldea? - dijo con algo de curiosidad.

- Es que... , cuando fui al pueblo con el señor Jack para comprar fresas, escuche a unos niños hablar sobre las historias que contaban los ancianos, que eran muy bonitas, en especial cuando les hablaban de la historia del pueblo - en eso una sonrisa se dibujo en su rostro - dijeron la contaban con mucha emoción y... realmente... quería escucharla - dijo con entusiasmo.
Layla se sorprendió nuevamente ante el entusiasmo de la rubia y latino a responder con una cálida y sincera sonrisa - bien, te lo diré.

- Hace tiempo existieron dos jóvenes, el hombre se llamaba Zeref y la mujer se llamaba Mavis.

-Que bonitos nombres - pensó la chiquilla cubriendo su boca con las sabanas dejando solo a la vista su nariz y ojos - el chico era una persona de corazón frió y cerrado, algunos creían que no tenia sentimientos pero lo que en realidad no sabían es que el era así por temor a lastimar y ser lastimado; casi todos se alejaban de el porque decían de que estaba maldito,que si te acercabas a el te iba a arrebatar la vida de alguien preciado para ti.

-No puede ser- dijo casi saltando de la cama dejando a un lado las mantas que la cubrían,con un tono de preocupación y lastima - no le pueden hacer eso mama - exclamo - primero hay que escuchar la historia Lucy - la volvió a acostar y nuevamente acomodo sus sabanas - ¿donde me quede...? Ah cierto.

-Poco a poco la gente lo aparto de sus vidas hasta el grado que Zeref se fue de su supuesto "hogar", comenzó a viajar por muchos lugares con la esperanza de una nueva oportunidad pero donde se que fuera el resultado el mismo, y el... se rindió, perdió lo único que tenia consigo.

Como dicen algunos, la esperanza es lo ultimo que se pierde, sin embargo se olvidaron de que algunas cosas se pueden recuperar en el difícil camino de la vida.

-Un día mientras se bañaba en un lago que se encontraba en medio de un bosque, se le apareció en frente una joven de cabellos dorados largos, ojos esmeraldas y una tierna pero pequeña estatura; se había acercado al lago para llevar agua.

-¿Ella es Mavis?

- Si, así es, esa chica era Mavis.

-Al ver a Zeref se acerco pero el se alejo, todavía tenia miedo de hacer daño a otros, pero a pesar de haberse distanciado de la muchacha esta se volvió a acercar y por primera vez en su vida alguien fue amable con el, no mostró miedo, sintió la calidez humana otra vez, recupero lo alguna vez creyó perdido, la esperanza y abrir su corazón una vez mas.
Ella le ofreció un lugar donde quedarse, le dio todo lo que necesitara , sus días de caminatas largas se volvieron en bellos momentos felices, ya no se sentía solo, sin embargo... no era el único.

-¿No era el único?¿que quieres decir con eso mamá? - dijo con curiosidad, ella se limito a sonreír.

- Mavis, Lucy, también se sentía sola, era una esclava de un gremio que al igual que Zeref no tenia una familia, pero aun así seguía siendo feliz porque le dijeron que si lo lograba podría ver lo que siempre quiso ver, un hada.Al conocer a Zeref sus días se volvieron agradables en su compañía y pasaban las tardes leyendo un libro juntos cada vez que lograba conseguir uno de la biblioteca del gremio, ya que le gustaba mucho y por eso sabia muchas palabras.
Y... un día invadieron el pueblo donde estaban ellos, mataron y se llevaron a muchos entre ellos Mavis fue tomada como prisionera, Zeref intento evitarlo pero no lo consiguió y termino inconsciente, cuando despertó la chica ya no estaba y solo había escombros y cuerpos por todos lados.

En eso Layla pudo ver como Lucy se asusto un poco al escuchar esa parte así que se detuvo por un momento para tranquilizarla diciéndole que todo iba a estar bien, luego de pasados unos minutos continuo con la historia.

-Desde entonces Zeref paso día y noche intentando encontrar a Mavis, quería estar con ella otra vez pero esta vez iba a ser para siempre porque descubrió que aquella pequeña chica se robo su corazón. Pasaron los meses y seguía sin rastro de ella; fue un día cuando se encontraba caminando y pudo ver una silueta desde lo lejos haciéndole familiar y al divisarlo mejor vio que era ella, corrió hasta llegar donde estaba para abalanzarse en sus brazos y Mavis acepto su abrazo diciendo "Retrouvailles" declarando su amor en ese mismo lugar junto a un beso, el tiempo paso y Zeref le pidió matrimonio a Mavis, se casaron, vivieron en ese mismo lugar donde se volvieron a ver para mas adelante tener dos hermosos hijos, fin.

-Wow~, fue muy bonito mamá- dijo como si estuviera desbordándose de alegría.

- Bueno ahora si debes acostarte, recuerda que ese fue el trato - dijo depositando en su frente su beso de las buenas noches

- buenas noches mama

- Buenas noches hija - dijo mientras apagaba la vela que alumbraba la habitación para posteriormente retirarse.Aunque a pesar de lo que le dijo su madre no se fue a dormir sino se volvió a poner frente a la ventana para contemplar el cielo estrellado antes de caer rendida al sueño.

- Lo siento mama - menciono la pequeña sin apartar su rostro del vidrio - pero... quiero verlas por mas tiempo - fue lo único que pudo decir, las palabras no salían de su boca, no era capaz de hacerlo al menos no en esa ocasión todavía quería que ver mas.

Una mujer se encontraba caminando por un pasadizo acompañada con una pequeña vela que era la única fuente de luz que tenia para poder abrirse paso entre la oscuridad de la noche que la rodeaba, se paro enfrente en una de las puertas previamente para abrirla, dirijo su mirada al lecho pero no había nadie allí, solo se encontraban las mantas revueltas a un costado, dirijo su vista al otro lado de la habitación para darse cuenta de la situación. Allí estaba ella, se había quedado dormida en una posición sentada, apoyando su cabeza y brazos sobre el pedazo de madera de la ventana.

-Sabia que no podrías dormirte Lucy - se acerco a la cama para poder acomodarla, luego fue donde estaba la rubia para cargarla entre sus brazos, la coloco suavemente y con delicadeza sobre el colchón cubriéndola muy bien para que no sintiera el frió de la noche, se levanto y antes de salir del dormitorio clavo sus ojos en el azul cielo.

-Pero... creo que yo tampoco lo hubiera podido hacer - fueron las ultimas palabras que salieron de sus labios, y cerro la puerta.






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