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━REUNIDOS━
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Todavía quedaba algunas horas para que fuera anochecer por esa razón me encontraba con cinco de los pecados, una vez que Gowther fue liberado al saber que él era un Mandamiento o algo así entendí.
Solo me senté con mis brazos cruzados sin saber la razón por la cual estábamos aquí.
──Vaya, esto me trae viejos recuerdos. ─habló Meliodas sentándose a un lado mío. ──Esta es la vieja fortaleza donde los ocho pecados capitales fueron encarcelados cuando estábamos bajo la sospecha de haber asesinado al capitán de los caballeros sacros.
──Oye, Merlín~, ¿por qué estamos reunidos en este lugar? ─preguntó el zorro.
──Esta mañana, el rey volvió a tener un presagio. ─los cinco la miramos. ──A plena luz del dia, la luna brilla cuando las densas neblinas se dejan llevar hacia la capital real...
Mire hacia el cielo al sentir que algo caía, Meliodas también miro a las nubes donde se apreciaba algo grande.
──En el pináculo del castillo donde nuestro destino se puso en movimiento por la traición hacia el reino. Otra luna aparecerá, cómo la calina de calor...
Por una extraña razón sentía que ya había sentido esto antes pero no recordaba de donde. Y fue en un segundo que algo enorme nos cayó encima a Meliodas y a mi.
──Los Ocho Pecados Capitales se reunirán de nuevo. ─terminó de hablar Merlín.
En cambio yo solo sentía la cabeza de Meliodas entre mis pechos sin poder movernos ninguno de los dos.
──¡Hola! ¡Ha pasado un buen tiempo! ─escuche la voz del pequeño King.
──Me alegra verlos sanos. ─les dijo Merlín.
──¿De dónde diablos salieron~? ─preguntó el zorro y nadie se ha dado cuanta de que están encima nuestros.
──¡Diane! ¡¡King!! ─escuche a Gowther seguramente por todo lo que les ha ocasionado con eso de que le borro los recuerdos a Diane.
──¡Están bien! ─solté un suspiro al saber que ni Escanor se daba cuenta de como estábamos.
──Creo que moriremos de nuevo. ─murmuré.
──Hyso jthanbeem phlo kscteo. ─dijo pero como tenía su cabeza en mis pechos no lograba articular bien las palabras.
──Tú también lo crees, ¿eso es lo que dices? ─pregunté.
──Yshi. ─creo que dijo "sí".
──Estoy tan feliz de verlos de nuevo. ─escuche a Diane hablar. ──Realmente me hace desear que el capitán y Scarlett siguieran vivos...
──Sí yo también... ─dijo King. ──Y me siento mal por como mire a Scarlett la última vez que la vi solo porque su esposo es un mandamiento.
──Mmm... estamos vivos. ─hable.
──¡¿Qué?! ─los escuche a ambos gritar aterrorizados.
──He esperado mucho tiempo para este momento. ─escuche a Bartra. ──Finalmente, parece que se han reunido...los ocho...
──¡¡¡El fantasma del capitán y Scarlett~!!! ─los dos gritaron interrumpiendo a Bartra mientras Diane se quitaba de encima nuestro.
──Los fantasma no son así de enanos y raros~. ─el zorro se rio.
──Es como dice Ban, ¡somos los verdaderos de carne y huesos! ─me extendió su mano para ayudarme a levantarme, cosa que no necesite y me levante sola. ──Para resumir las cosas, muchas cosas sucedieron y volvimos a la vida. ─dijo limpiando la tierra en su ropa como yo lo hago.
──¡¡De verdad están vivos~!! ─expresó Diane llorando.
──¡Eso fue demasiado corto! ─habló King ante el resumen de Meliodas. Su mirada se suavizó en cuanto nos miro. ──Me deje llevar y malentí muchas cosas sobre ustedes. Y dije todas esas cosas horribles. ─ladeé mi cabeza al ver su espalda. ──Lo siento...
──Oye, King... ¿qué onda con estas alas? ─dijo el capitán tocandolas.
──¡¡Son pequeñas~!! ─le siguió el zorro yo solo miraba de brazos cruzados a los tres.
──¡Te felicito! ¡Finalmente te crecieron tus alas! Parece que ya eres grande como nosotros. Te harás un buen hombre. ─lo felicitó el capitán.
──Pero estas alas parecen las de un niño~. ─dijo con burla el zorro.
──¡¡Chicos por dios!! ¡Estoy tratando de hablar en serio!
──No te pongas así, King... ─le dijo Diane. ──Además el capitán y Ban están felices por ti.
Ambos miraron a los dos que estaban en sus mundos de felicidad.
──¡Que felicidad!
──¡Hoy beberemos como nunca~!
──En... ¿en serio? ─preguntó mirando ala castaña.
──Claro que sí.
──B-bueno... si tu lo dices, Diane. ─ambos me miraron con un semblante serio como si hubieran visto en algún otro lado. ──Hola, Scarlett. ─sonrío de medio lado como si hubiera recordado algo.
──Hola, Arlequín. ─dije mirando a otro lado. ──Te dije que te ibas a cordar de mi cuando tus alas y el amor llegaran a la vez.
──Ahora que lo dices. Hay algo diferente en ti. ─dijo el capitán mirando a Diane.
──Ahh, ¿lo notaste? Bueno... es algo embarazoso decirlo... pero no sé como decirlo. ¿Tal vez mis sentimientos finalmente fueron comprendidos? O que podrían ser que han sido... ¿unidos? ─hablo King pensando que le decían a él.
──No tú, Diane.
──¡Sí! ¡Mis recuerdos han regresado! ─arrugue mi entre frente ante eso.
──¿Tus recuerdos? ─preguntó Merlín confundida mientras Gowther estaba procesando con claridad.
──¿Es eso verdad? ─preguntó Escanor.
──Eso es imposible. ─habló Gowther. ──Los recuerdos purgados no pueden regresar.
──Te equivocas, Gowther. ─negó con su cabeza. ──Los atesorados recuerdos que han sido enterrados en lo profundo del corazón. Aun si se olvidan, o si se ocultan en la niebla. ─se levantó de donde estaba incada. ──Nunca, pero nunca desaparecen. Eso fue lo que tu padre me dijo.
Entre cerré mis ojos ante eso, tanto Meliodas como Merlín nos miramos sin saber a que se refería con eso.
──Es por eso que mantendré mi promesa que hice hace 3000 años con él y contigo. ─dijo mirando a el muñeco. ──¡Vamos a recuperar el corazón que perdiste, juntos! ─extendió su mano hacia Gowther.
──¿Él corazón... que perdí? ─preguntó.
──Diane... ¿acabas de decir hace "3000 años"? ─habló el capitán con cara de menso.
──Probablemente solo estaba soñando~. ─dijo el zorro.
──No es imposible que haya pasado. ─habló Merlín. ──Lo más seguro, es que fue la técnica de regreso en el tiempo del clan de las diosas.
Yo solo baje mi cabeza. Eso sólo significa que saben que fui yo la que desobedeció mi orden de matar a el rey hada y el rey gigante por petición de Zeldris. Mientras yo acepte con la condición de que Gowther se mantuviera con vida de lo contrario lo mataría a él. Después de todo Gowther fue como un padre para mi, desde la primera vez que lo vi él me educo junto a ella, a la mujer que considere una madre. Aún recuerdo cuando ella me decía que si tuviera una hija quería que fuera como yo.
Y me siento tan mal al saber que Mael la asesino. Áun después de tanto tiempo aún no logró entender sus últimas palabras hacia a mi.
"Lo siento tanto, mi pequeña. Siento el sufrir que te haré sentir... pero es lo mejor."
──Además de eso... ella dijo "el corazón que perdió". ─la voz de Escanor me hizo salir de mis pensamientos. ──¿De qué esta hablando?
──De acuerdo a la profecía del rey... ─habló Merlín justo cuando Bartra lo iba hacer. ──El Gowther de este momento un tiempo tuvo emociones ardiendo adentro de él.
──¿Qué?... eso no puede ser. ─expresó Escanor.
──Sí. ─afirmó la hechicera. ──En otras palabras, esto significa que Gowther alguna vez tuvo un corazón.
──¡¡Ejem!! ¡Si no les importa, contaré esta parte! ─todos miramos a el rey entrar por la entrada. ──Al fin pude hacer mi entrada. ─dijo.
──¿Cuánto tiempo has estado ahí? ─preguntó Meliodas
El rey dio unos pasos mientras sacaba algo de su abrigo.
──Se usó mucho tiempo en poder buscar esto, pero... ─sacó algo. ──Ciertamente al menos se encontró. ¿Recuerdas esto, Gowther? ─preguntó mostrando un corazón.
──¿Eso es?... ─mire el corazón sorprendida.
──Bartra, ¿qué diablos es eso? ─preguntó el capitán.
Sin embargó Gowther salio corriendo dejándose caer por el castillo al ver ese corazón.
──¿Qué? ─todos mi miramos llegar a el suelo.
──¿Qué diablos le pasa? ─preguntó Escanor.
──Quizás tuvo que ir a orinar. ─musitó el capitán.
──Es un muñeco, ¿recuerdas? ─le dijo Merlín.
──Seh, probablemente se fue a cagar~. ─comentó el zorro.
──¿Están escuchando? Es un muñeco. ─les dijo King.
──Ignoralos, King. Eso es lo que hago yo siempre. ─dije dándole un golpe a los dos.
──Su majestad, ¡¿qué le mostro?! ─Bartra miro a la castaña. ──Parece que se echó a correr al momento de verlo.
──Esto es lo que una vez yació en el pecho de Gowther. Según su propio informe, esta encantado con magia de corazón.
──¡¡Un corazón mágico!! Que hermoso concepto. ¡Eso me dio una buena idea para un poema! ─expresó Escanor escribiendo en su libreta.
──¿Un corazón mágico? ─preguntó la Gula comenzando a sentir hambre sobre eso. ──Su majestad, ¿podría examinar eso por un momento?
──Claro.
──¡Oigan, deberíamos ir por Gowther! ─gritó Diane. ──Merlín, ¿podrías hacerme pequeña? ¡No puedo dejar que se vaya!
──Todos le compran una bebida al que lo atrape primero, ¿qué dicen~? ─habló el zorro.
──Qué eres un estúpido. ─golpe su cabeza. ──Solo tu pensarías en algo como esto.
──Las ocho leyes de los ocho pecados capitales... ¡numero cuatro! ─miramos a el capitán.
Y con solo eso todos saltamos del castillo, King cargaba a Diane que ya era pequeña gracias a Merlín mientras que Escanor estaba en Chastiefol.
──¡"Si uno de nosotros está en problemas, todos nos uniremos para ayudarlo"! ─expresamos sintiendo el viento golpear nuestro rostros.
──¡Sí! ─exclamó Meliodas.
Cada quien tomo su rumbo, yo por mi parte preferí buscar sola. Había tantas cosas que quería preguntar en cuanto recordé todos mis recuerdos pero por una extraña razón él no tenía recuerdos de haberme conocido hace más de 3000 años. Tenía una gran curiosidad por saber lo que significaba sus últimas palabras hacia a mi.
Era como si supiera que mi vida se fue a la mierda y sufriera, como si hubiera visto el futuro o como si el mismo hiciera algo para provocarlo.
Talvez si lo hizo y no tenga conciencia de ello. Quizás lo hizo por el rencor que le tenía a Mael por haber matado a Glariza. Pero él sabe mejor que nadie que ella no le perdonaría si causara algo que me lastimará, pues ella me consideraba como su hija. Así que no tuvo el valor de cobrar venganza matandome para hacer sufrir a Mael. Pero Gowther era inteligente y sabia que se podía sufrir incluso que ver morir a una persona que amas.
Me detuve en cuanto sentí el poder de Diane y King en la dirección del castillo, seguramente estaban peleando con Gowther.
Camine llegando encima del puente mirando a todos, al parecer Gowther había borrado sus recuerdos pero estos regresaron y gracias a Diane él regresó a lo que era antes por así decirlo, no hubo necesidad alguna de intervenir.
Cerré mis ojos dando un salto apareciendo al frente de ellos. En el momento en que Gowther me miro su semblante de felicidad cambio a uno ¿triste? Esa podía ser la expresión.
──Gowther. ─me acerque a él. ──Me alegró que ya estes bien y hayas aceptado tus recuerdos y no borrarlos.
──Scarlett. ─bajo la cabeza.
──Hay algo que tengo que preguntar. ─mi voz se volvió seria. ──De hecho he querido hacerlo desde que recupere mis recuerdos.
──¿Qué es lo que le quieres preguntar a Gowther? ─preguntó Diane curiosa.
──Tuviste algo que ver con mi sufrimiento. ─él abrió sus ojos sorpemdieonmienteas los demás nos miraban confundidos. ──Dime Gowther, ¿acaso ustedes hicieron algo para que Mael muriera? Sabiendo que estaba por traicionar mi clan para irme con él.
──No. ─miro a otro lado.
──¡Mientes! ─grité sobresaltando a todos. ──¡Tú eras el único que sabia que me iba a casar con él! ¡Y solo lo sabias porque usaste tu maldita magia en mi! Tu lo sabias... lo sabias todo. ─bajé mi cabeza. ──...lo sabias.
──Lo siento, Scarlett. Pero no puedo revelarte nada. ─apreté mi puño mirando a otro lado.
──No entiendo nada. ─habló Diane. ──No se supone que estas casada con un mandamiento. ¡No puedes gritarle a Gowther como si él tuviera algo que ver!
──¡Diane cierra la boca! ─le gritó Meliodas. ──No sabes nada de lo que ella ha sufrido.
──Solo se que ella es la esposa del demonio que lo asesino, ¿por qué siquiera le habla? No creo que sufra mucho.
──¡Diane! ─esta vez fue Merlín. ──No sigas con esto. ─yo solo la ignore.
──Solo quiero saber... ¿si las últimas palabras que me dijo son por qué él las iba aprovocar? ─mire a Gowther. ──Solo quiero saber la verdad, Gowther. Por favor, dímelo. Te lo suplicó... ¿Tuvo algo que ver? Lo hizo porqué asesino a Glariza.
──Él me pidió no decirte nada. Aunque tus palabras sean ciertas no puedes comprobarlo. ─baje mi cabeza.
──Lo entiendo. ─murmuré dando media vuelta. ──Supongo que... no me lo dirás ni aunque estuvieras por morir. ─di unos pocos pasos.
──Scarlett... ─escuche a Meliodas cuando recargue mi cuerpo en la pared deslizándome por ella mientras mordía mi labio para que el dolor neutralizara las lágrimas que querían salir.
──Fue un gustó haber pasado este poco tiempo con ustedes. Y habernos reunidos por última vez. ─me levanté quitando la sangre que caía por mi labio. ──Pero ya es tiempo de irme.
──¿Qué? ─exclamarón lo que no lo sabian.
──¡Te iras con ese demonio! ¡Nos traicionarás! ─gritó Diane.
──¡Me voy con mi hijo que esta entre la vida y la muerte! ─grité hartandome de sus reproches como si ella hubiera sido perfecta. ──¡En estos momentos me interesa más él que con su padre! ¡¿Acaso piensas que todo gira entorno a mi esposo?! ¡No, porqué soy madre y no lo entiendes! ¡¡No entiendes el sufrimiento que siento al verlo morir por segunda vez y no poder hacer nada!!
Di media vuelta alejándome de ellos, poco me importaron sus gritos. Ya no quería estar aquí ni un segundo más, ellos nunca comprenderán como me siento.
Y talvez y yo tampoco me entienda, estoy con este sentimiento de amor-odio con Estarossa. Al recordar los pequeños hermosos momentos que hemos vivido, me hace enamorarme. Pero cuando recuerdo los malos momentos me hace odiarlo.
Sinceramente mi cabeza esta por explotar si no me alejo de las personas que solo miran lo superficial y no escarbar en la verdad.
Mientras caminaba el suelo dejaba de ser concreto pasando hacer agua haciendo que mi cuerpo fuera desapareciendo de sus vistas en un pequeño charco de agua.
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