━━O39
━ÉL━
• • •
Cerré mis ojos mientras sentía mi cuerpo caer por el aire. La isla flotante fue destruida y ahora todos caímos.
A diferencia de los demás no tenía ganas de hacer hago para evitar una muerte segura. Para mi ahora morir y despertar dentro de un mes era mejor que recordar como volví a perder a mi hijo.
Volví de nuevo a esas pesadillas que jamás me dejaban dormir.
Nadie de los presentes entenderán el inmenso dolor y sufrimiento que siento justo ahora. Y si alguno me sale con su estupidez de que perdió a alguien especial lo golpearé. Porqué perder ese "alguien especial" no se compara con perder a tu hijo.
Al ser que despejó mi tristeza y me trajo alegría cuando estaba sola, sin nadie a mi lado...
Sin recuerdos algunos de quien era.
Aún puedo recordar cuando lo sostuve entre mis brazos después de esperar pacientemente durante nueve meses.
Esos nueves meses que sufrí.
Era demasiado inquieto y pateaba mucho. Era muy antojado y me hacía comer todo lo que se me viniera a la mente para después de un bocado ir corriendo al baño a desecharlo. A pesar de que sufrí tantos cambios de humor, dolores y mis lloriqueos de todos los días por verme gorda en el espejo... fueron mis nueve meses más hermosos de toda mi vida y juro que volvería a tener otros nueves meses sin dudarlo por tener a otro pequeño entre mis brazos.
Otro nueve meses.
Ahora que lo recuerdo él siempre me pedía un hermano para jugar pero luego recapacito y decidió que lo mejor sería tener una hermanita para que ningún hombre le quite a su madre.
Pero eso ya no importa.
Ya nada importa.
Lo vi morir una vez y me partió el alma haciéndome pecar siendo maldecida de la peor forma para una madre.
Y entonces, lo volví a perder de nuevo frente a mis ojos, y de nuevo no pude hacer nada. Solo me quedé de pie mientras me salvaba como siempre lo hacia.
¿Por qué lo hizo? No se supone que las madres somos quienes salvan a sus hijos de cualquier peligro. Las que ahuyentan los monstruos del armario antes de dormir, las que siempre los abrazaba para protegerlo de los truenos y se preocupaban de verlos correr pensando que en cualquier momento se puede caer raspando su rodillas.
Se supone que yo debía cuidarlo hasta que deje de respirar. Pero él siempre termina por salvarme a mi hasta dejar de respirar.
Me había estado preparando mentalmente para cuando llegará su momento. Pero no creí que fuera tan repentino, aun le quedaba pocas horas y... quería que conociera a su verdadero padre.
El mismo que acabo con su vida.
Se que no lo hizo consciente, pero aún así me duele en el alma haberlo presenciado en primera fila.
No... no me duele... me quema el alma.
Estaba tan sumida en mis pensameintosnque olvidaba todo a mi alrededor.
O simplemente me daba todo igual.
Sentí unos brazos estar a punto de tomarme pero una lanza lo alejo de mi inmediatamente mientras un par de brazos me tomaban cargandome.
Al mirar al dueño de ellos me encontré con el rostro de King más adulto acompañado de un gran copete y unas grandes y coloridas alas.
──¿King? ─pregunté sin tanto interés, las personas podía ver la tristeza total en mis ojos.
──Scarlett, no vuelvas a caer en la tristeza. Tienes que volver a enfrentarla para volver a ser tú.
──Jamás la he enfrentado. ─aclaré mirando el cielo. ──Simplemente la oculte mientras aprendía a vivir con ella.
──Se que la repentina muerte de tu hijo te afecto más de lo que pensaste. Pero tienes que seguir adelante. También perdí a Oslo y se que eso no se compara para nada con perder a un hijo por segunda vez.
──Entonces cállate y déjame caer.
──Si hago eso su muerte será en vano. Y se que a él no le gustaría ver como su madre cae de nueva cuenta en esa tristeza que él despejó antes. ─simplemente lo ignore. ──Ezio te pidió algo antes de protegerte, ¿no? ─solo me quedé en silencio mirando el sol. ──Te pidió que salvaras a su padre.
──¿Para qué? ─pregunté. ──Merece sufrir.
──No eres tú la que esta hablando es la tristeza la que esta tomando tu cuerpo. No te dejes envolver por ella, Scarlett. Despierta y has que la muerte de tu hijo tenga sentido. Se que aunque intentaras odiar a Mael te será imposible. ─cerré mis ojos al saber que era cierto. ──Scarlett. Es el momento de salvar a tu esposo.
A pesar de esas palabras solo quería caer y dejar que la tristeza me envolviera por completo. Al final ella era la única que ha estado conmigo desde siempre.
──Mael... quizás no te conozca bien. ─King aún no me soltaba y aún así comenzó a pelear con él. ──Puede que nos digas que nos parecemos en muchos aspectos. Pero tú perdiste tiempo valioso y has perdió lo que atesorabas. Las cosas que se pierden, nunca más pueden a regresar a cómo eran antes. ─abrí mis ojos al escuchar con atención esas palabras. ──Aún así, somos capaces de avanzar y vivir para proteger lo que atesoramos ahora. Seguramente, tú tienes algo que aprecias, como a tu esposa, ella te importa desde lo profundo de tu corazón.
Sus palabras se clavaron en lo profundo de mis corazones. Sabía que en ellas encontraría la salida a esta estúpida tristeza que me invadía. Tenía que levantarme y olvidar lo que paso, a pesar de que no lo haré por completó, solo aprenderé a vivir con él.
Tenía que cumplir con lo último que mi hijo me pidió. Salvar a su padre y decirle sus últimas palabras.
──La venganza solo trae odio y nada más. Es por eso que no te mataré... sí todavía no puedes asumirlo, entonces, te enfrentaré las veces que necesites... ¡Yo el Rey Hada, Harlequin!
Talvez no sea yo quien salve a Mael pero sí seré la que este a su lado como en los viejos tiempos. Cuando todo esto termine ambos volveremos estar juntos y talvez las cosas serán un poco distintas, pero estoy segura que el amor que ambos sentimos sera inquebrantable, a pesar de todos lo que hemos sufrido, estoy segura que nos levantaremos nuevamente y como siempre debe ser... juntos.
Sentí como la marca del silencio en mi pecho se destruía mientras me reincorporará haciendo que King me sostuviera de mi cintura con una de sus manos. Por un momento se me olvido que no había tierra donde pisar.
Justo miré como Gowther saltaba cayendo en encima de Mael usando su magia en su cabeza.
──¡¿Qué vas hacer, Gowther?! ─preguntó Diane.
──¡¡Salvaré a Mael!! ─dijo y gracias a su accion Mael dejo de volar y ambos comenzaron a caer.
──Por favor, Gowther. Cuento contigo. ─dije mirando a los dos.
──Pero... si esto continua, ¿se estrellaran contra el suelo?
──Si se detiene ahora, el sello continuará. ─hablé tomando fuerte los hombros de King al sentir el viento golpear con fuerza mi rostro por estar volando directo ellos.
──Además el cuerpo de Mael esta apunto de colapsar. ─aclaró King. ──¡Vamos a confiar en Gowther!
Y entonces una luz cegadora nos nublo la vista. Para cuando volvimos a ver nos asustamos a ver como Gowther caía y no estaba muy lejos de la tierra.
──¡¡Gowther!! ─gritó King intentando ir más rápido.
──Yo me encargó. ─me solté de su agarre cayendo. Usé mi látigo de agua tomando su cuerpo para atraerlo. ──¡King, sujetalo! ─sentí como paso de mi lado llegando a los abrazos del hada.
──¡¡Scarlett!! ─gritaron al verme ahora a mi cayendo lejos de todos.
Yo simplemente cerré mis ojos sintiendo el viento golpear mi espalda.
Cerré mis ojos.
Todo terminará en unos segundos. ─pensé recordando a la pequeña sirena que era antes. ──Todo terminará.
Pero...
Abrí mis ojos al sentir un par de manos cargarme al estilo nupcial. Mis ojos se conectaron con los suyos, ahora esta segura de que él era el verdadero.
Cerré mis ojos al sentir su frente recargarse con la mia.
──Lo siento tanto, princesa. ─susurró.
──Un lo siento no arregla nada, Mael. ─abrí mis ojos mirando los suyos. ──Nada hará que tus errores se arreglen.
──Asesinar a mi hijo no fue un simple error y merezco la muerte por ello. ─podía sentir la culpa en su voz.
──Morir sería rápido y sin dolor. ─aclaré. ──Tú mereces vivir sufriendo. Ambos merecemos eso. ─acaricie su mejilla. ──Tenemos que salir adelante juntos y aprender a vivir con ello. Podremos hacerlo si permanecemos juntos, Mael.
──¿Aun me amas? ─preguntó con temor de mi respuesta.
──Nunca me cansaré de amarte. ─cerré mis ojos mientras movía mi nariz con la suya. ──Siempre te amaré.
──Te amo. ─abrí mis ojos mirando los suyos.
──Te amo más. ─una linda sonrisa se posó en sus labios.
Para después sentirlos unirse con los míos lentamente temiendo a que los rechace. Alce más mi cabeza para terminar por unirlos por completo moviendo estos despacio disfrutando de esta sensación que sentía en mi cuerpo.
Disfrutando volver a sentir sus labios besarme con tanta delicadeza, temiendo a que me rompa si hacía un movimiento brusco.
Siendo justo lo contrario a como me besaba Estarossa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro