Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

━━O36

TÚ ERES...

• • •

En un hermoso y desolado prado se podía ver a un pequeño platinado caminar solo sin ninguna dirección en especifico.

──¿Qué estas haciendo aquí solo, cariño? ─se giro en cuanto escucho esa dulce voz de nuevo. ──Déjame adivinar. Te peleaste con tu hermano de nuevo, ¿cierto?

──¿S...carlett? ─preguntó sin reconocerla, pues ella sonreí con amor mientras lo miranda. ──No todos estaban diciendo que soy un cobarde que no puedo matar ni una sola mosca.

──¿Y eso te molesta, amor? ─pregunto acariciando su cabeza recostandola entre sus pechos.

──Pero es verdad, soy una decepción para mi hermano mayor. ─dijo abrazando con fuerza a la pequeña pelirroja, no sabia si era un sueño, pero estar así con ella era una maravilla.

──¡Woof! ─ella se separó de él en cuanto se escucho a un perro ladrar.

──¿Qué es ese perro? ─preguntó al ver a la chica cargarlo.

──Estaba herido e incapaz de moverse. ─dijo mientras el perrito le lamia su mejilla.

Me acuerdo de esta parte. Si el nombre del perro era... ¿cuál era...? ─se preguntó en su mente.

──Sabes que siempre te querré en la forma que eres. Después de todo en esa forma fuiste capaz de salvarme. ─dijo la pelirroja mirándolo.

¿Salvarla? ¿Yo? No lo recuerdo... ¿por qué?

──¡Me volveré más fuerte! ¡Quiero apresurarme y poner un fin a esta estúpida guerra entre el clan de las diosas y el clan demonio! Y algún dia...

Eso es verdad... siempre he... siempre he amado a Scarlett desde la primera vez que la vi.

• • •

Había logrado asesinar algunas diosas, estaba agotado pero quería saber lo que mi hermano pensaba de mi.

──Bien hecho como esperaba de mi pequeño hermano. ─dijo con una sonrisa orgullosa mirando a las diosas muertas.

──Algún dia... ¿podré ser como tú hermano?

──Te lo aseguro. ─dijo.

Al paso de los años entrenaba y me esforzaba por ser alguien fuerte. Pero entonces mire esa escena, una que me desgarro.

Era ella preguntando con preocupación que te sucedía, hermano, mientras tú te mirabas triste pero en cuanto ella te abrazo para consolarte, una sonrisa maliciosa apareció en tu rostro y en un segundo solo miraba como la besabas mientras ella se quedaba sorprendida por aquel acto.

Y ahí comprendí, que no quería ser como tú.

Yo quería ser tú hermano.

• • •

──No, yo soy Meliodas. ─entre cerré mis ojos al verlo cruzar sus brazos ahora en su modo asalto. Sus ojos se cruzaron con los míos. ──Oh... ¿qué es esto, Scarlett? ¿Viniste a verme? ¡Yo también te extrañe! ─dijo con una sonrisa.

──¡¡Lady Scarlett!! ¡Póngase detrás de mi! ─Howzer apareció al frente mio

¿Qué pasa conmigo? ¿Por qué no puedo recordar ningún recuerdo de Estarossa? ─pensé al solo ver imágenes borrosas.

Abrió sus ojos en cuanto miro a Derieri.

──¡¿Derieri?! Es verdad. He venido para robar tu mandamiento. Si absorbo todos los decretos y supero a mi hermano entonces yo... ─se quedó en silencio pensando lo que dijo. ──Yo... yo soy Meliodas.

──¡Creo que ha perdido su maldita mente! ─dijo Derieri. ──El mismo Monspeet dijo que cualquiera que no sea Meliodas o Zeldris que intentara absorber otro mandamiento aparte del suyo sería destruido por ellos. ¡He incluyendo los mandamientos de Monspeet y Galand, él ya ha absorbido tres!

──Dame tu mandamiento... S...car...lett... ─comenzó a balbucear mi nombre mientras caminaba a mi dirección.

──¡Su mente se ya ido! ─dijo uno de mis pequeños mientras le lanzaba un ataque a Estarossa.

──Howzer, no debes luchar contra él. ─dije intentando alejarlo.

Sin embargó él no me escucho y lanzo otro ataque.

──¡¡Quédate atrás...!! ¡¡No te acerques más!!

──¡¡Howzer, detente!! ─gritó Diane logrando hacer una pared de tierra al frente nuestro.

──¡Un grandulon aturdido como tu no es Meliodas! ─exclamó King usando su lanza sagrada directo a él pero la lanza se desvío de algún modo cayendo en Derieri.

──¡Derieri! ─grité al verla retroceder poe el tremendo impacto

En eso el pilar que Diane hizo se destruyo haciendo voltear al ver el culpable para solo ver como lanzaba a Howzer lejos de nosotros.

──¡Howzer! ─exclamé envolviendo su cuerpo con mi agua curandolo.

Tamriel y Sariel llegaron intentando cortar a Estarossa pero este solo los mando lejos suyo mal heridos.

──Scarlett, esta muy ruidoso aquí. Vayamos a un lugar más tranquilo. ─dijo mirándome. ──O simplemente puedo hacerlo más tranquilo.

Diane y King estaban por lanzarse a atacarlo pero lo evite creando dos guardianes atrapandolos.

──Haré lo que quieras solo si prometes ya no herir a nadie más. ─los presentes se sorprendieron de las palabras de una asesina.

Él solo sonrío tomando mi cintura pegándome a su cuerpo mientras se inclinaba un poco para dejar su rostro al nivel mío.

──Ay un lugar al que quiero ir contigo. ─dijo.

──¡¡Scarlett!! ─gritó Hawk junto a Elizabeth.

──Escuchen, estaré bien. ─dije sin despegar mi mirada de la de él. ──Lo más importante, quiero que cuides a Derieri y a Ezio, Elizabeth cuanto contigo.

Y con esas palabras él me sostuvo con fuerza para volar lejos de todos ellos.

Llevábamos sobrevolando los cielos ya por unos minutos y no tenía ni la menor idea de a donde me llevaba.

──Me puedes decir, ¿a dónde carajos me llevas? ─pregunté con mi semblante serio.

──Al lugar donde siempre vamos cuando queremos alejarnos de todo el mundo.

──No puede ser... nadie más que Meliodas, Elizabeth, yo y... ─lo mejor es no decir su nombre. ──Conocíamos ese lugar.

──Correcto. Es un secreto de ella y nuestro.

──¡Tú no eres Meliodas! ¡Eres Estarossa!

──¿Esta...rossa? Incluso aunque sea el hijo del rey demonio, mi hermano pequeño ni siquiera tiene el poder de la oscuridad... él solo es un inútil, uno con suerte al ser el elegido para casarte contigo.

Para cuando me di cuenta él había perdido su consciencia dejándome caer, la buena suerte era que estábamos cerca del lugar, así que solo cree un camino de agua por donde me resbale hasta llegar a el lugar.

Estarossa cayo al suelo, probablemente sin consciencia. Me dedique a mirar el lugar pero no logre mi cometido sentir una mano aferrarse a mi cuello fuertemente.

Mis pulmones me comenzaban a pedir aire que no podía darle, por más que intenta quitar su mano este ejercía más presión. Intente tomar mi daga pero para mi sorpresa no las tenía conmigo.

──S...carl...rlett... ─balbuceo mientras la oscuridad lo estaba consumiendo haciendo que se pierda en si mismo.

No puedo morir. Si lo hago, dejaré a Ezio solo sin poder estar con él cuando llegue su tiempo. Y no moriré... no hasta que mi pecho sienta el buen presentimiento que he tenido desee hace días.

Y en un rápido movimiento giré en mi propio eje levantando mi pierna para darle una patada lanzando lejos de mi. Inhale una gran cantidad de aire mientras tosía y tomaba mi cuello con ambas manos, sabia que dentro de poco se pondría morado por la fuerza

Me repusé mirando todo el lugar, al hacerlo me llenaba de nostalgia.

──Tal y como pensé. El lugar si era el mismo. ─me dije a mi misma al mirar alrededor. ──Es el resto de lo que queda del teatro del cielo.

Como era un lugar antiguo nadie se acercaba. Habíamos comenzado a venir cuando ya no podíamos seguir estando a solas en aquel lago, y en una de esas nos encontramos con Meliodas y Elizabeth. Eso paso hace más de 3000 años, cuando estabas conmigo.

──Yo lo recuerdo. ─lo escuche hablar. ──Yo siempre estaba mirando. Siempre estaba mirándote a ti, Scarlett.

En eso varias imágenes me llegaron a mi mente recordando un poco sobre él.

──También recordé algo sobre ti. Siempre estabas solo con una expresión triste y solitaria... cuando te acercabas a mi yo me alejaba porque tenía nervios de hablar con personas. ─cerré mis ojos al comenzar a pensar que eso era muy similar... ¿a algo? No logro recordarló. ¿Similar a qué? ...no tengo idea.

──El hijo del rey demonio que no poseía el poder de la oscuridad. Un debilucho incapaz de matar ni un solo insecto. ─dijo con un tono triste. ──Siempre se reían a mis espaldas. Las únicas dos personas que no se rieron de mi fueron mi hermano y tú, aunque no te acercabas lograba escucharte defenderme de tus hermanos y los demás. Pero lo único que en tu mirada se fijaba fueron en dos personas, Meliodas... pero más en ese arcángel.

──Por favor, Estarossa. No comiences con eso. ─dije mientras me agachaba y acariciaba su cabello. ──Por favor, deja esto de lado y evita que Meliodas se convierta en el rey demonio.

──Incluso en un momento como este, ¿todavía te preocupas por mi hermano? ─detuve mis caricias. ──Estoy seguro de que mi hermano habría podido utilizar el poder de los mandamientos como propio sin ninguna dificultad. Meliodas es realmente fuerte altivo y confiable...nadie lo pensaría dos veces antes de confiar en él. Tan lleno de confianza.

Lo mire al no comprender por donde quería llegar con esta conversación.

──Y más importante, él siempre me protegió. Nunca me abandono. "Sean cual sean los problemas o preocupaciones que tengas, puedes decirme cualquier cosa", decía. ¡Es cierto! ─me aleje en cuanto gritó. ──Por eso confíe en él... sobre mis sentimientos hacia a ti ya que él era el único al cual le hablabas. Y fue entonces cuando dijo esto... "Trataré de arreglar las cosas por ti... entre tú y Scarlett" y te vi, rechazando su amor y eso me alegro pero... ¡Te vi con ese maldito arcángel".

──Él jamas diría algo así. Porque lo había rechazo al igual que lo hice con él. Estoy segura que tu memoria esta equivocada. ─dije negando a creer en eso.

──¡Lo hizo! ¡Él mintió! ─gritó mientras la oscuridad se expandía.

──¡¿E-estarossa?! ─grité al ver como su oscuridad lo envolvía.

──¡Él me mintió! ¡Incluso después de todo lo que le dije!

Cubrí con mis brazos el viento que comenzaba a crearse por culpa de los mandamientos que estaban rechazando su cuerpo.

──¡Los tres decretos que absorbiste están siendo rechazados! ─grité para que me escuchará.

Ayúdame... mi princesa. ─esa voz... imposible. Me pide ayuda desde el fondo de Estarossa.

──¡Estarossa tienes que vomitar esos mandamientos ahora mismo!

──Her...mano... ─balanceaba.

──¡Concentrate! ¡Mantén tu conciencia! ─grité pero él no me escuchaba. ──¡Por favor, escucha! ¡De lo contrario serás tragado por los mandamientos!

──¡¡¡SCARLETT!!!

A los segundos solté un grito al sentir la materia oscura tomarme mientras me elevaba a unos metros y de poco me iba envolviendo, no podía mover mi cuerpo por más que lo quería.

──Si tu vas hacer robada por ese arcángel... serás devorada por mi en su lugar. Y cómo debió de haber sido siempre desde el principio... ¡Tú serás solamente mía!

Lo mire, él no era Estarossa... ya había perdido la cordura o estaba por hacerlo. A veces me pregunto que hubiera pasado si Mael no hubiese muerto...

Mael... ─entre cerré mis ojos intentando recordarlo pero no podía. ──¿Por qué... no puedo recordar tu rostro? ¿Por qué...? ¿Qué sucede? Nunca olvidaría el rostro de la persona que amo.

Caí en la oscuridad por completo y aunque no recuerde tu rostro, se que era uno dulce y tierno...

Mael... te extraño tanto mi sol...

Cerré mis ojos cayendo en otra segunda oscuridad mientras intentaba con gran fracaso recordar su rostro.

Estarossa... estoy segura de que Meliodas jamás te diría algo como eso. Tu mismo lo dijiste, lo rechace y por esa razón él sabría que haría lo mismo contigo y él no haría algo para lastimarte.

Jamás haría algo para lastimar a sus hermanos pequeños.

──¿Así que ahora vienes a mi pidiendo ayuda para salvar a Zeldris y a Gelda? ─pregunté sentada en las escaleras mirando el cielo. ──No me lo creo. ¿Qué ahora te preocupe tu hermano? Creo que Elizabeth tiene mucho que ver, ¿no?

──No digas eso, Kale. Se que Zel te considera más hermana a ti que a mi. Pero a diferencia de ti, Zeldris después de todo es mi único hermano.

¡¿Qué... significa eso...?!

Entonces...

¿Qué hay de Estarossa...?

¿Con quien me casé?

¿Quién es el padre de Ezio?

──Todos dicen que soy un debilucho cobarde que no podría ni matar a una mosca.

──¿Y eso te molesta, cariño?

──Bueno. Es verdad, estoy manchando el nombre y la reputación de mi hermano.

──¡¡Woof!!

──¿Qué ocurre con ese perro?

──Estaba herido y no podía moverse.

──¿Tiene nombre...?

──¡¡Estarossa!! Es un nombre genial, ¿verdad amor? Meliodas me lo recomendó.

No puede ser verdad... Estarossa, ¿era el nombre de un perro?

Entonces... ¡¿QUIÉN ES?!

──¿Qué te pasa...? No pongas esa cara celosa solo porque mencione su nombre.

Algo sucedía, su rostro y ropa se iba distorsionando.

──Sabes mejor que nadie...

N-no... puede ser...

─Qué tu eres la única persona a la que amo. Y a la que le debo mi vida...

Esa forma...

No puede ser... tú eres...

Mael / ¡¡MAEL!!

──Creo que es un nombre fabuloso, mi princesa.

「• • •」

Abrí mis ojos mirando el duro suelo procesando lo que en mi mente acaba de pasar.

Todo este tiempo, todo lo que vive, la persona que odie, con la que me casé y tuve un hijo... siempre fue él.

──Yo... yo soy...

──Ésa es su forma original. Mael de los cuatro arcángeles.

──Esto... ¡no puede ser!

──¡¿Eres tú Mael?!

──¿Yo estaba... teniendo una pesadilla? Mi cabello... ¿por qué esta...?

Solo podía escuchar las voces de todos, por más que intentará pararme mi cuerpo no correspondía. Quería llorar pero no podía hacerlo. Mi cabeza estaba cada vez que aclaraba una imagen quería explotar, al saber que odie por un tiempo a la persona que jure amar.

Escuche su gritó, estaba al frente mío pero no podía mover mi cabeza siquiera un poco para verle y abrazarlo y nunca soltarlo. Necesitaba tocarlo, hablarme, decirle que estoy bien y deje de sufrir...

Me necesita... lo necesito...

Nos necesitamos.

Pero mi cuerpo no me respondía y mi voz tampoco.

──Esto... no es una pesadilla. Aún persiste en estas manos. ¡La sensación de haber matado a ciento de mis compañeros! ¡El sentimiento de incinerar gente inocente y plebeyos! Y lo peor... ¡¡¡Haber lastimado y hecho sufrir a mi princesa!!! ─mi cuerpo tembló y de a poco logre levantar mi cabeza mirando su espalda. ──¿Quién...? ¿Quién ha hecho esto...?

──Toda la responsabilidad me pertenece. ─esa voz... es Gowther. ──Así qué... destrúyeme.

¿Por qué, Gowther? ─pensé intentando levantarme.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro