━━O2
━VAIZEL━
• • •
Scartlett P.O.V.
No hay nada interesante que contar, estuve más de dos o tres años en el calabozo ya que unos humanos tomaron mi reino. La verdad no me intereso y deje que hiciera lo que quisieran con ello no es algo que me interese de todos modos.
Al ver a esa chica entrar y contarme de que esta en busca de los pecados aun cuando son los criminales más buscados. Y eso es una parta del porque me decidí a volver a mi trono, una vez que llegue a la puerta la abrí de una patada llamando a atención de todos.
Detrás mio venia el capitán junto a quien me imagino que es la princesa, también sentí el poder mágico de otros tres pecados.
Los hombres me miraron levantando sus armas contra mi sorprendidos al verme libre o al verme viva.
──¡¿Como escapaste de tu celda?! ¡Mejor dicho! ¿Como es que sigues con vida? Debiste de haber muerto desnutrida y deshidratada hace tiempo.
Ignore a el hombre y camine directamente al trono, los hombres no tardaron en abalanzarse contra mi antes de que sus espadas llegaran a tocarme fueron detenidos por guardias creados por agua protegiendome.
Yo solo seguía caminando hasta llegar a el trono donde Eliot me miraba con coraje.
──¡Como te atreves a ponerte enfrente de mi sin hacer una reverencia insignificante plebeya! ─grito.
──Quitate. Estas en mi lugar. ─dije inexpresiva.
──¿Disculpa? ─se llevo su mano al pecho indignado en la forma de que le hable. ──¡¿Es que acaso tu no sabes quien soy yo?!
──... ─me quede callada mirándolo desinteresada.
──¡Suficiente! Me arte de ti. ¡Llevensenla de aquí! ─nadie vino a su llamado. ──¡¿No escucharon?! ¡Que se la lleven! ─miro detrás de mi a sus hombres en el suelo vencidos. ──¡¡Imposible!!
──¡Guardias! ─al solo llamarlos aparecieron a mis lados llevándose a el hombre tirando lo al frente de Meliodas quien estaba junto a los demás que acababan de llegar. Me senté en mi trono cruzandome de piernas mirando a Eliot temblando al mirar a los pecados.
──Odio pelear así que... ─recargue mi mejilla en mi puño mirando a el hombre. ──Capitán, usted se encarga del hombre que ordeno llevar a su acompañante al calabozo, ¿cierto?
──Sate sate sate, ¿así que fuiste tu? ─la sonrisa del rubio cambio al verlo.
──¡No te tengo miedo niño! ─se levanto desempuñando su espada. ──¡Lamentanran esto! ¡¡Llamarada del dolor!!
De su espada salió una gran cantidad de fuego dirigida así el capitán quien sonrió para tomar su espada la cual solo era el mango.
──¡Contraataque!
Creo que no es necesario decir lo que acaba de pasar con Eliot.
──¡¡Scarlett!! ─mire a Diane correr hacia a mi. ──¡¿Cuanto tiempo sin verte?! ─como el trono estaba alto ella acerco su cabeza a mi.
──Lo mismo digo Diane, te miras igual de linda que siempre. ─le acaricie la cabeza.
──¡Oye Scar! ─mire a Ban quien sonreía sosteniendo a un pequeño con su brazo. ──¿A que no sabes quien es el? ─moví mi cabeza a un lado sin idea. ──¡Es King!
──¡Al que le quitaba su comida porque estaba gordo y no debía de comer más! ─dije impresionada. ──No te creo. ─dije entrecerrando los ojos.
──¡Es verdad! Es el gordito de King.
──¡Déjame en paz zorro apestoso! ─se alejo de el. ──Y también es un gusto volver a verte Scarlett.
──Vaya, pero si todos siguen igual. ─mire a el puerco. ──Oye Ban. ─me miro. ──Te llevas lo que quieres del castillo si a cambio me cocinas a ese cerdito.
──¡Que grosera! ¡Elizabeth dile algo!
──Pero si es un puerco que habla. Debería de tener un mejor sabor.
──¡Puerco tu castillo! ¿Acaso no sabes quien soy yo?
──...─lo mire esperando a que lo diga.
──¡Me llamo Hawk y soy el capitán de las sobras! ─dio unos pasos al frente orgullosamente.
──¿Que? Eso jamás lo he escuchado. ─recapacite unos minutos. ──¿Entonces eres un cerdo importante?
──Así es.
──Vaya, que interesante. ─trone mis dedos y guardia apareció haciendo una reverencia.
──A sus ordenes lady Scarlett.
──Quiero que limpie este lugar, saben que hacer con los que invaden el castillo. Y hoy haremos un banquete en honor a el capitán de las sobras, Hawk.
──Sus deseos son ordenes. ─desapareció en un charco junto a los cuerpos de esos humanos.
──¿Escucharon eso? Harán un banquete en mi honor.
──Sate sate sate, eso si que no lo esperaba. ─mire a el capitán y mi rostro inexpresivo cambio a uno serio.
──Bien. ─prestaron todo su atención en mi. ──¿Para que invadieron mi reino? Los escucho. ─me cruce de piernas con mis manos en los costados del trono.
La chica que si no me equivoco su nombre era Elizabeth dio un paso al frente haciendo una reverencia.
──Es un placer conocerla reina Scarlett. Mi nombre es Elizabeth, la tercer princesa de Liones. ─me sonrió. ──Disculpe. Me otorgaría su apoyo para derrotar a los caballeros sacros.
──...no.
──¡¿No?! ─gritaron todos.
──No tengo nada más que hacer así que... si ire con ustedes. ─todos suspiraron aliviados.
──Muchas gracias, Lady Scarlett. ─volvió a ser una reverencia.
──No hay nada que agradecer, mañana a primera hora podemos irnos.
──Claro, no hay problema alguno. ─hablo Meliodas.
──Quitate rojita, siempre he querido saber que se siente sentarse en un trono~. ─mire a Ban subir los escalones llegando al frente mío.
──Te sientes superior zorro. ─me levante sentandome encima de una de sus lados. El se sentó mirando a los demás su sonrisa no tardo en aparecer. ──Ahora eres el Rey... ─me sonrió arrogante. ──Del reino de los idiotas. ─me miro mal y antes de que hablará se escucho las risas de los demás.
──Mi lady. ─mire a el guardia de agua aparecer. ──El banquete ya esta servido en el comedor real.
──Enseguida vamos y una cosa más prepara cinco habitaciones para una noche.
──Entendido. ─se desvaneció.
──Bien, quien tenga hambre que me siga. ─baje los escalones con el zorro detrás mio.
──¡Mi banquete este servido! Andando puercos o sino me lo termino todo yo solo. ─dijo Hawk.
[🐬] .-días después-.
──Esa cuidad al borde de la montaña es Vaizel. ─dijo el capitán señalando a lo lejos. ──Es una ciudad mercante.
──¿Enserio es aquí? ─pregunto Hawk.
──Un hombre de la taberna dijo que ahí hay un arma tan grande que nadie es capas de empuñarla, ¿recuerdas Hawk? ─pregunto el capitán a el cerdito.
Solo lo mire comiendo de un pastel de chocolate que Ban me hizo, di un salto terminado sentandome en el cojín de King quien se hizo a un lado para que ambos podas estar.
──¿Que nadie puede empuñarla? ─pregunto Eli.
──Podía ser la de Diane. ─dijo King mirando a el capitán. ──Por cierto, y tu tesoro sagrado. ¿Donde esta, Lett?
──. . .─lo mire llevando otro bocado de pastel. ──Me lo robaron.
──Matenmen. ─dijo en su forma gorda.
──Olviden eso. ─vi a Ban llegar sin camisa, lo cual ha estado así desde que fueron a el castillo por mi. ──Ya me canse de estar desnudo.
──Cubrete con el delantal, ridículo. ─le dijo el capitán con cara chibi.
──¡Eso no es importante! ─Diane dio un fuerte golpe a la tierra haciendo que todos nos elevemos por suerte King se encargo de no dejarme caer mientras que yo seguía comiendo mi delicioso pastel. ──¡¿Porque debo quedarme a cuidar la taberna?! ─la mire, quería llorar.
──No te enojes. ─le dijo el capitán. ──Un gigante entro a un festival y le prohibieron la entrada a la aldea. Volveremos en cuanto veamos que hay, grandulona.
──¡No! ¡Me voy a aburrir! ─movió su cabeza a los lados.
──Señor, me quedare con ella. ─el rubio miro a Elizabeth.
──¡Oh! ¿Es enserio? ─pregunto la castaña.
──Es que me gustaría tener una charla de chicas. ─los presentes me miraron.
──. . .ni crean que les daré pastel. ─seguí comiendo. ──Y no soy buena con eso de "charlas de chicas". ¿Que es eso? ¿Se come o que?
──Nunca cambias. ─susurro el capitán.
──Charlas de chicas. Con Scarlett nunca lo pude conseguir. ─la gigante se sonrojo.
──Bien. Vámonos ya.
Los chicos y yo comenzamos a caminar hasta llegar a la cuidad, aunque diga caminar más me refiero a flotar ya que sigo sentada en el cojín de Harlequín mientras que el flotaba por su cuenta mirando a los lados.
──¿Esperas encontrar algo aquí, capitán? ─pregunto Ban con su delantal puesto.
──Que delantal tan ridículo. ─le dijo King.
──Pero es Ban, y todo lo que Ban usa se le mira jodidamente sexy. ─dije mientras seguía con mi pastel. ──Además con delantal o sin delantal tu hermana lo ama como nunca.
──Hablando de eso. ─Ban me miro serio. ──Scar luego hablamos a solas. ─en su mirada sabia que era un tema delicado.
──Claro, zorrito. ─al pasar por un lado puede ver a un chico de cabello verde, su rostro se me hacia familiar aunque no se de que lugar.
──Preguntemos algún vendedor. ─dijo el capitán hasta que escuchamos una voz.
──¿Buscan algo en singular? Oh han venido solo por el festival. ─miramos a un señor mayor quien estaba ebrio.
──No. Estamos buscando un arma, dicen que es gigante.
──Escuchamos que esta aquí. ─interrumpi a el capitán al ver que el anciano no se veía dispuesto hablar, el al verme se quedo embobado para después responder.
──Eso es fácil señorita. ─se veia un sonrojo no se si era por la cerveza o por quedarse viendo mis pechos. ──Esta allá. ─señalo una enorme roca donde recargada se encontraba un enorme martillo.
──¡Es Gideon, el martillo de Diane! ─el primero en hablar fue Harlerquín.
──¡Entonces si era cierto! ─comí otro pedazo de pastel, llevaba la mitad ya que comia lento para que no se termine pronto.
──¡Sin más que agregar, que el festival del torneo de Vaizel! ¡¡Comience!! ─dijo un enano más enano que mi capitán con un trapo rojo tapandolo junto a un casco. No se tardo en escuchar los aplausos y gritos del publico. ──¡El uso de armas esta prohibido! ¡Quienes usen sus puños antes de hablar deben inscribirse!
──Ya escuchaste Kinkin, tu no te puedes inscribir. ─el solo me miro mal por como lo llame a lo que le di un poco de pastel. ──Di... ¡ah!
──No lo haré.
──Aquí viene el avioncito... ─moví el tenedor a los lados llegando a sus labios, el termino por abrir la boca.
──¡El ganador se llevara diez monedas de oro! ¡Y como premio especial un arma de gigante! ─dijo el enano de casto.
──Es un festival barbanico, ¿verdad capi...? ─miramos a el capitán y a Ban.
──¡Nos inscribiremos, ¿verdad que si capitán~?!
──Veamos quien es el mejor.
──Yo paso. ─dije comiendo. ──Pero estaré dándole porras.
El capitán tomo del gorro arrastrando a King mientras que el cojín lo seguía y yo arriba comiendo.
──¡Oigan nos inscribiremos! ─grito el capitán.
──¡¿Pero yo porque?! ─se quejo King.
Un tipo grande musculoso tomo a Meliodas de su ropa subiendolo.
──¡No es un festival para niños! ¡Lárgate!
──Lo siento. ¿Pero no veo cual es el problema? ─le dijo el rubio.
──¡Oye tu idiota! ─le grite. ──Quieres bajarlo antes de que te golpee. ─lo apunte con mi tenedor.
El solo me miro de pies a cabeza y en un momento soltó a el capitán para acercarse a mi.
──Hola hermosa. ─me dio una sonrisa.
──Si fuera tu seria mejor que te fueras lejos de ella. ─le dijo King no muy amigable acercándose a un lado mío.
──¡Tu cállate enano y no te metas en esto!
──Oye, no arruines la diversión. ─un tipo que se me hacia conocido llego. ──Es un festival. ─este gruño.
──¡Metiche! ¡Recuerda que soy Taizoo tres veces ganador de este festival! ─se fue.
──No es como si preguntaramos. ─musite comiendo un poco.
──¿Se encuentra bien señorita? ─mire a el chico quien me miraba sonrojado.
──¿Por qué? No debería de encontrarme bien acaso. ─comí un pedazo de pastel.
──Creí que ese sujeto la estaba acosando.
──Descuida no es nada interesante. ─el sonrió un poco para después mirar a un lado.
──¡Mi trabajo no me había permitido entrar! ¡Mi sueño de pelear aquí por fin se hizo realidad! ─exclamo feliz yo solo lo mire mientras comía. ──¡Oigan, hay que pasarla bien! Nos vemos señorita. ─al decir eso se fue.
──¿De donde lo he visto antes? ─pregunto King.
──No lo se pero es lindo. ─sentí sus miradas clavadas en mi no muy felices. ──No más que ustedes. ─miraron a otro lado, a decir verdad ellos son protectores conmigo no me molesta pues son unos grandes amigos con los cuales cuento siempre. ──Será mejor que se apuren.
Dicho eso los tres fueron a el centro donde había muchos participantes, yo me quede sentada en el cojin de King disfrutando de mi delisioso pastel.
──¡La ronda del festival comenzara ahora! ¡Participantes, al cuadrilátero!
──Suerte chicos, yo le echaré porras mientras como.
──Ojalá me hubiera quedado con Diane. ─dijo King mientras subía a el cuadrilátero.
──¡Bien ya estamos aquí, recuperemos el tesoro de Diane! ─escuche decir al capitán mientras que Ban sonreía y King tenia cara de "porque a mí".
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro