━MAL PRESENTIMIENTO━

• • •

──Así que ese mocoso es tu hijo, Scarlett. ─cerré mis ojos mientras le sonreí a el zorro.

──Ban. ─abrí mis ojos a la vez que creaba una lanza de agua que traspaso su cabeza. ──Vuelve a llamar así a mi hijo y te parto a la mitad por todo un dia. ─dije con un semblante aterrador.

──Lo que digas, Scarlett~ ─dijo con su sonrisa una vez que volvió a la normalidad. ──Por cierto no las he presentado correctamente. ─dijo mirando a su hada. ──Scarlett ella es Elaine. Elaine ella es el Pecado de la Tristeza, Scarlett la Reina de los Océanos.

──Es un placer conocer a la mujer que ha logrado olvidar un poco el dolor que Ban sentía. ─dijo la hada mientras me daba y una sonrisa. ──Te lo agradezco de todo corazón, Lady Scarlett.

──Lo mismo digo. No es fácil lidiaron un zorro sarnoso. ─ella soltó una ligera risa.

──Ay, cállate pescadito~. ─tome la mano de Ezio para que no le cortara la cabeza, a él nunca le ha gustado que me pongan sobrenombres de esa manera.

──Lady Scarlett, no sabia que tenía un hijo. ─habló Jericho mirando con sonrojo a Ezio quien solo le sonreí y guiñaba un ojo a propósito.

──Creo que nadie sabe que tengo un hijo. ─dije mientras le daba un golpe en la espalda a Ezio para que dejará de coquetear con ella. ──Creo que los presentaré adecuadamente. ─cerré mis ojos unos segundos. ──Él es mi hijo, Ezio. Cariño, él tipo que tiene finta de bandido es el Pecado de la Avaricia, Ban el muerto viviente. Y ella es su amada, hermana de otro pecado, Elaine, ¿cierto? ─ella asintió. ──Y ella es un aprendiz de caballero sacro, Jericho.

──H-hola. ─dijo sonrojada.

──Pueden llamarme Lord Ezio, Príncipe de los Océanos. ─dijo con un tono arrogante.

──Solo llamenlo por su nombre. ─dije cruzando mis brazos. ──Que se le sube mucho lo de príncipe.

──Yo también te amo, madre. ─me reí un poco.

「• • •」

Al paso de las horas, todos nos quedamos aquí a esperar que se hiciera de noche para que llegará el pequeño Escanor.

──¡Permítanme presentarlos! ─hablo el zorro una vez que el león llegara. ──Él es el León del Orgullo de los Ocho Pecados Capitales, se llama Escanor.

──Hola... de nuevo. ─hablo tímido mirando a los presentes. ──Es un placer conocerlos.

──Es el hombre más poderoso que existe cuando sale el sol pero cuando se oculta se convierte en el debilucho que esta al frente a ustedes. ─les aclaró ante las miradas sorprendidas de las dos chicas.

──Señor, ¿usted es el hombre gigante que vimos antes? ─le preguntó Jericho.

──¡Me temo que así es señorita!

──¿El León de los Ocho Pecados Capitales?

──¡Discúlpeme por haber nacido! ─yo solo solté un ligero suspiro ante eso.

──Y, ¿cuál era el favor que querías pedirnos cuando nos reencontraramos? ¿Es sobre Merlín? ─le preguntó el zorro.

──Pues sí. ─dijo obvio. ──Digo, ¡no! ¿Dónde esta el capitán y los otros?

──Ay, lo siento. No los he visto desde que nos separamos de Liones. Considerando que esos demonios aparecieron, el capitán y los demás deben de estar haciendo algún movimiento. ─le comentó Ban. ──¿Y qué hay de ti, Scarlett? ¿Sabes algo de ellos?

──Pues no mucho, me separé de ellos así que no se lo que están haciendo. ─mire a otro lado sin dar detalles de lo que paso en todo este tiempo. ──Pero deben de estar bien.

──Pues ya qué. ─miramos a Escanor en el suelo susurrando.

──¿Qué te pasa? ¿No te da gusto que estén vivos? ─le preguntó el zorro.

──Pues la verdad estoy feliz de que ahora pueda regresar a los ocho pecados capitales, pero acordé de llevar un poco de alcohol a cierto lugar pasado mañana. ─nos informó mirando su almacén o lo que quedo de él. ──Sr. Ban, ¿podría ayudarme con eso?

──¡Ay que molesto es! ¿Por qué no le dices a la pescadito que te ayude?

──Porque no quiero que Lady Scarlett cargue algo tan pesado. ─le sonreí.

──Bueno, ¿pero para qué?

──¡Será mi última tarea como el dueño de 'Mi dulce Gula'! ¡Debo mantener mi promesa no importa lo que pase! ─exclamó con determinación.

──¿Eso es de verdad? ─hablaron a la vez Ban y Jericho.

──Obvio sí. ¡Talvez no lo parezca pero soy un caballero sacro! ─en eso soltó un estornudo mientras su cuerpo temblaba por estar únicamente con pantalón. ──¡Qué frio! Si sigo así, voy a resfriarme! ─ante eso lo abrace dándole un poco de calor.

──Será mejor que eso no suceda, Escanor. ─el se sonrojo cuando sintió mi brazos en él. ──Lo ideal sería que se cambiarán de ropa. Lo digo por ti también, zorro.

──S-sí... Lady Scarlett.

──¿Apenas creo que seas el caballero más poderoso? ─preguntó Jericho.

Sentí la presencia del pequeño King llegar a nuestro lado junto a Oslo.

──¡Oslo! ─habló la hada al verlo, su vista cayó en el recién llegado. ──¡Hermano!

King solo miraba sorprendido a su hermana que estaba en los brazos de Ban.

──Elaine...

──Oh, reunión familiar. ─dije ahora abrazando a mi pequeño que mataba con la miraba a Escanor. ──Esto si que es interesante.

──Sabes algo, madre. ─solo lo mire de reojo. ──Tengo ganas de conocer a mi progenitor.

──Ezio. ─me separe para verlo mejor. ──¿Por qué quieres conocerlo? Jamás tuviste la curiosidad por saber de él.

──Digamos que tengo ganas de saber la clase de hombre que es. ─me miro de reojo. ──Por lo que tengo entendido es un demonio poderoso y eso explica mi lado demonio pero... ¿por qué tengo un lado de Ángel?

──Cariño, yo no lo sé. ─confesé bajando mi cabeza. ──Mis recuerdos aún no llegan por completo.

──Bueno, eso no importa de todos formas. ─dijo con una enorme sonrisa de medio lado. ──Mientras vivía solo me concentraba en entrenar mi lado demonio. Así que no tengo problemas con ocultar ese lado.

──Prefiero tu lado tritón pero bueno. ─me cruce de brazos mirando a otro lado.

──No te ofendas, madre. Pero prefiero volar a nadar. ─lo mire mal.

──No quiero verte estar en el agua, me escuchaste Ezio. ─él solo rio al ver mi mala mirada. ──Si te veo te sacaré de un golpe para mandarte a volar de verdad.

──¡Vamos, mamá! Sabes que lo mío es más el aire que el agua. ─mire a otro lado.

──Ezio, eres adoptado ahora. ─él se hecho a reír.

──En ese caso tendré que separarme de ti en busca de mi verdadera progenitora. ─dio media vuelta dispuesto a irse.

──¿Con el permiso de quién te dijo que te podías ir? ─lo abrace para que dejará de caminar.

──Y como siempre lo sé, no dejarías que me separe de ti ni por un segundo. ─hice un mohin.

──Debo de cuidar a mi pequeño sol.

「• • •」

Miraba el paisaje que la noche nos brindaba. Llevábamos ya un tiempo desde que salimos del lugar donde estábamos antes.

Ezio estaba acostado en mis piernas mientras yo le acariciaba su cabello. Desde que se metió el sol he tenido un presentimiento para nada bueno. Como si algo fuera a pasar en el trascurso de la noche.

Cerré mis ojos para relajarme y sentir la suave brisa fresca del viento golpear mi rostro despeinando mi cabello. Intentaba ignorar la conversación entre los hermanos hadas y los ronquidos de la humana, mientras a la vez trataba de pensar en otra cosa que no fuera este feo presentimiento.

──Escanor, ¿hasta dónde más tenemos que ir para llegar a nuestro destino? ─le preguntó el zorro.

──Solo un poco más. ─dijo.

──Eso dijiste hace una hora. ─dije soltando un pesado suspiro.

──L-lo siento mucho, Lady Scarlett.

No dije nada, realmente no tenía nada que decir solo esperaba que pasara la noche tranquilamente y que este presentimiento se esfume.