━━O10
━TEMBLOR━
• • •
Regresé junto a Merlín, era mejor estar aquí que en la taberna. No tenía ganas de nada solo quería que los pocos días pasaran para ir recordar mi vida pasada. Una gran parte de mí me dice a gritos que es la mejor opción pero la otra parte teme que me convierta en otra persona por lo que recuerde.
──Has estado callada desde que llegaste. ─la voz de Merlín me saco de mis pensamientos. ──Se puede saber, ¿qué fue lo que paso esta vez?
──Nada que te interese. De eso estoy segura. ─comenté indiferente mirando por una pequeña ventana.
──Aunque no lo digas estoy segura que tiene que ver con el capitán. ─no dije nada solo me quede en silencio ignorando sus palabras. ──Lo suponía.
Cerré mis ojos unos segundos tratando de relajarme pero no fue posible porque escuche voces acercándose. No tuve necesidad de abrir mis ojos para saber de quienes eran los dueños. Y como si no estuviera permanecí en silencio observando como Merlín encadenaba a Vivian en una mesa. De cierta forma sabia que ella era la acosadora, era la única obsesionada con estar con el pequeño Gil.
──Lady Scarlett, no sabia que usted se encontrara aquí. ─mire a el pelirrosa.
──Puedo estar en varias partes y probablemente nunca te darías cuenta. ─me acerque mirando a Vivian inconsciente. ──Y como mis sospechan eran ciertas. Tu aprendiz acosaba a uno de mis pequeños. ─mire de reojo a la pelinegra.
──Me disculpo por ello. ─mi vista fue a parar a su aprendiz que estaba por despertar.
──Gil... ─balbuceo mientras abría sus ojos lentamente.
──¿Te encuentras bien, Vivian? ─ante la pregunta de él, ella despertó por completo.
──¿Q-qué es esto? ─preguntó desconcertada al darse cuenta que estaba encadenada.
──Cadenas para sellar monstruos. ─le contestó Merlín.
──¡Maestra! ─se sorprendió de verla.
──Me impresiona que te dieras cuanta, Merlín. Al igual que tú, Scarlett. ─comentó el capitán.
──Bueno, después de todo, ella es de mis estudiantes. ─confesó la mujer a mi lado.
──Cuando se trata de uno de los tres, era más que inevitable darme cuanta de ello. ─el pequeño Gil se sonrojo un poco.
──Ahora, con respecto a como lidiaremos con... digo castigar a Vivian, dejaremos que Sir Gilthunder lo decida. ─aclaró el Pecado de la Gula.
──¿Qué yo decida? ─preguntó un poco asombrado.
──Estas en todo tu derecho pequeño. Después de todo tu sufriste en manos de esta humana. ─él me miro unos segundos.
──Como robo diez años de tu vida, ¿te gustaría que la envejezca diez años? ─le preguntó Merlín.
──¡No, por favor! ─la pelinegra ignoro sus gritos.
──¿O mejor la convertimos en un horrible sapo y la dejamos fuera? ─Gilthunder sudaba ante las palabras de la mujer.
──¡No! ¡Eso no! ¡Yo solo...! ¡Yo solo quería estar al lado de Gil para siempre! ¡Es lo único que necesito para ser feliz! ─gritaba mientras lloraba.
──¿Y tu crees que Gil quería estar contigo? ─esta me miro. ──No, ¿cierto? Le quitaste diez años a por personas que sufrían por dentro y solo por una estupidez. ─cree una lanza de agua que se acercaba a su garganta. ──Si por mi fuera ya estuvieras muerta. ─acerque más la lanza ejerciendo presión en su garganta dejando ver una leve gota de sangre caer. ──¿Qué dices pequeño Gil? ¿Quieres que termine todo de una vez?
──¡No... por favor! ¡No! ─gritaba muy a penas ya que la lanza no le ayudaba.
──Te perdono. ─no me sorprendí al escucharlo.
──No has cambiado en nada. ─susurre deshaciendo la lanza.
──Si te arrepientes de lo que le hiciste a Margaret desde el fondo de tu corazón. ─solté una pequeña risa.
──Hasta crees. ─dijimos los tres a la vez, Gilthunder nos miro pues sabia que era la verdad.
──Aun así, cuando pienso que Vivian hizo todo esto únicamente motivada por su afecto... no puedo.
──Pero... Gil. ─comenzó a llorar.
──Vivian, promete una cosa. ─Gil se acerco más a ella. ──A partir de hoy te olvidaras de mí por el resto de tu vida.
──¡No!
──¡Ya ves! ─dijo el capitán mirando a el pelirrosa.
──Bien, te liberaré ahora, tal como lo desea Sir Gilthunder. ─una luz morada comenzó a salir de la mano de Merlín. ──Así que... ¡Compromiso maldito!
Una aura rodio tanto a Vivian como a Gilthunder.
──¿Qué ¿Esto qué es? ─preguntó un poco asustado.
Las cadenas se rompieron y Vivian quedo sentada en la mesa mientras en su dedo un anillo se formo con la luz que antes los rodeo.
──¿Pero qué...? ¿Qué esta pasando? ─preguntó desconcertada.
──Querido Sir Gilthunder, diga la palabra "remada". ─pidió Merlín.
──Sí. Re-remada. ─tartamudeo un poco.
Pero eso no prohibió que un dolor enorme se hiciera presente en la mano de Vivian a la vez que una marca salía y ella se restregaba de dolor en el suelo.
──¿Qué? ¿Qué le hice? ─pregunto mirando a Merlín.
──Eso es un anillo con un compromiso maldito que ahora controla a Vivian. Esa palabra activa su poder demoníaco, mismo que le hará sentir varias cuchillas atravesandola. ─informó. ──Si Vivian intenta hechizar de nuevo a Sir Gilthunder, sentirá eso que ustedes ven.
Los gritos de ella dejaron de escucharse a la vez que miraba su mano con una marca en su mano.
──Esa marca se esparcirá por todo tu cuerpo cuando portes ese anillo y una vez que cubra todo tu cuerpo, morirás. ─aclaró lo que es más que obvio para mi. ──Y, para que lo sepas, es imposible quitarselo.
──Eres horrenda. Eres... ¡un monstruo! ─me reí ante lo que muchos sabíamos de ante mano.
──Estúpida. ¿Y apenas pudiste verlo? ─su mirada hizo que la chica temblará del miedo.
──¡Qué miedo, ¿no?! ─dijo el capitán mirando a otro lado mientras que Gil pasaba saliva.
──He visto peores... ─murmuro Gil mirándome de reojo.
──Como mi alumna sabes que estuviste a punto de cometer un crimen imperdonable. ─la pelinergra se acerco a su alumna. ──Hendrickson te incitó para participar en la resurrección del Clan de los Demonios y los Siren. ¡No tienes idea siquiera de lo que son capaces de hacer!
──¡Eso no es verdad! ─comentó con una sonrisa. ──Prácticamente terminamos con nuestra investigación de los Demonios Rojos y era cuestión de tiempo para averiguar más sobre los Demonios Grises. Al igual que hicimos con los Tritones de Plata y Bronce. ─mi vista se volvió sería ante eso. ──Aunque volvieran con vida a nuestro mundo, teníamos armas para contraatacar. ¡El Ámbar de Diosa y El Coral de Ángel eran dos de ellas!
──¿Y dime quién fue la que los creó? ─preguntó Merlín.
──Usted lo hizo, Maestra...
──Entonces, recibe una advertencia de mi parte. ─me cruce de brazos mirando todo en silencio. ──El Ámbar de Diosa puede capturar Demonios Rojos y Grises, como máximo. Al igual que El Coral de Ángel con los Tritones Plata y Bronce.
──¿Qué? ¿De qué esta hablando? ─preguntó confundida por eso. ──¿No solamente hay demonios Rojos y Grises en el Clan Demonio? ¿Y no solo existen los Tritones de Plata y Bronce en el Clan Siren?
Moví mi cabeza negando a Merlín de que hablará sobre mi clan.
──Los demonios Rojos, de hecho... Incluso los demonios Grises no son más que peones del Clan de los Demonios. ─informó. ──Ese Clan contiene demonios con rangos muchos más altos que ellos. ─a este paso Vivian estaba temblando. ──Los más tenebrosos son los Diez Demonios que sirven a el Rey Demonio. Son una extraordinaria orden conocida como los Diez Mandamientos. Si llegan a resucitar, su único objetivo sería controlar Britannia.
──¿Y qué sucede con los del Clan Siren? Ellos podían ser nuestros aliados... después de todo Lady Scarlett es la actual Reina. ─me reí de la estupidez.
──Esto es lo más gracioso que he escuchado. ─mire a la chica. ──Los Tritones Plata y Bronce son los guerreros más débiles, son los rangos más bajos. Arriba de ellos se encuentran los Trinones Dorados, son los más ruines y despiadados encargados de proteger a los las altos mandos, en este caso hablo de los Diamantes. Mejor conocidos como Las tres Lunas, ellos servían a la Reina Sirena. De todos los Tritones los tres eran los peores. ─la chica paso saliva ante tal cosa. ──¿Cómo crees que reaccionaran en cuanto se enteren que asesine a todo el clan? Te aseguro que no muy bien.
Vivian se agarró a llorar al darse cuenta de lo ingenua y estúpida fue al pensar que podían controlar lo que creían.
──La están asustando. ─dijo el capitán.
──Solo le compartimos los hechos. ─le aclaró Merlín. ──Ahora, querido capitán... Ya que sí cumpliste mi misión... ─rodé mis ojos ante eso.
「• • •」
Cerré mis ojos escuchando los gritos eufóricos de todos los hombres al verme a mi y a Merlín en este uniforme ridículo.
──¡Auch! Creo que nosotras perdimos. ─dijo Diane al vernos en estos uniformes.
──¡Lady Scarlett, Srta. Merlín, eso les luce muy lindo! ─halago Elizabeth.
──No lo sé. ¿Quizás es porque son mujeres maduras? ─hablo Howzer.
──Sin duda. ─murmuró Griamore.
──Sí. ─dijo Gil. ──Aun así, me es difícil mirar a Lady Scarlett.
──Estamos acostumbrados a verla usar pantalón en lugar de falda. ─los tres me voltearon a ver.
──¿Se les perdió algo chicos? ─pregunté cruzando mis brazos.
──¡No, nada! ─negaron girando su cabeza a otro lado.
──Porque reaccionan así, no comprendo. Esto no es muy diferente al atuendo que suelo usar. ─comentó Merlín mirando a los clientes mirar a nosotras.
──Talvez están más embobados mirando a Scarlett. ─sentí las miradas de ellas observandome de pies a cabeza. ──Me es muy difícil procesar como se mira.
──Que bien se ven, Srta. Scarlett, Srta. Merlín. ─ambas miramos de reojo a el capitán.
──¿Se supone que debo de aceptar ese cumplido alegremente? ─preguntó la mujer aun lado mío.
──¡Sí, obviamente! ─me miro. ──¿Qué hay de ti, Scarlett? ¿Te gusta tu uniforme?
──Si la blusa fuera más corta y la falda fuera un pantalón... sería más que perfecto. ─comenté.
──Puedo arreglar algo para que te sientas mejor. ─alce una ceja ante esas palabras.
Para cuando me di cuenta el ya había desabrochado mi blusa haciendo un nudo al tope de mis pechos dejando los botones abiertos mostrando mi tatuaje de delfín.
──¿Qué opinas ahora? ─preguntó "acomodando" la blusa.
──No es lo que esperaba. Pero tampoco esperaba mucho de ti. ─dije alejándolo de mi.
──¿Y eso? ¡Esos dos se ven demasiados cariñosos! ─escuche la voz de Hawk encima del hombro de Elizabeth. ──Alguien sentirá mucha envidia, ¿cierto Elizabeth?
──¡Hawk, cállate! ─le gritó esta.
──Pero debo recordarte que tu siempre te veras mejor, Elizabeth. ─la miro acercándose a ella.
──A pues, se lo agradezco mucho. ─dijo toda roja ante ese cumplido.
──Por ahora solo deben cantar y bailar como las chicas de la portada como el Boart Hat. ─ante eso Merlín y yo nos miramos. ──¡El negocio va a prosperar tanto! ─exclamó para si mismo.
──¿Cómo que bailar y cantar? ─preguntó Hawk.
──Mi querido capitán. ─Merlín le sonrió. ──Estoy segura de que no me incorporarse en esa rutina de baile y canto a mi también, ¿cierto?
──¡Claro que sí! Es evidente que tú y Scarlett están dentro.
──También es evidente que renuncio en este instante. ─dijo saliendo de la taberna.
──Ay, Merlín. No tienes porque ser tan radical.
──En este caso no cuentes conmigo, capitán. ─dije quitándome la blusa dejando ver mi típico top.
──Pero Scarlett, no puedes abandonarme así como así. ─lo escuche mientras subía las escaleras.
──Pues mira como lo hago. ─ignore sus llamados y entre a la habitación donde duermo con Gowther, Ban y King.
Me quite la odiosa falda junto a la maya terminado por sentarme en la ventana observando las estrellas junto a la enorme luna.
──Mañana es un nuevo dia, ¿verdad? ─cerré mis ojos sintiendo la brisa golpear mi rostro.
「• • •」
Por lo que tenía entendido mañana nos iba a dar una medalla por haber salvado a el Reino de Liones. Así que según escuche tenemos que ir presentables y con ropa nueva, así que aquí me tiene con una ropa un poco diferente a la que acostumbro a usar.
Baje las escaleras escuchando un gran escándalo afuera sobre la ropa nueva que estamos usando.
──¿Por qué hay tanto ruido? ─pregunté bajando por completo las escaleras saliendo de la taberna donde estaban todos.
──Lady Scarlett, se mira linda en su nueva ropa. ─yo solo me encogí de hombros ante el cumplido de Elizabeth.
──Pues no cambia mucho de lo que usaba antes. ─comentó el cerdito.
──Pero es Scarlett. Y todo lo que usa se le ve bien. ─ante lo dicho por el capitán King le dio la razón.
──¡Ay, Scarlett! ¿Cómo le haces para seguir tan delgada aún comiendo más que todos nosotros? ¡No es justo! ─la gigante hizo un mohin desprendiendo su envidia ante eso.
──No lo sé. No es algo que no me interese de todos modos. ─me cruce de brazos.
──¿Por qué tanto escándalo? ─todos miramos a la puerta de la taberna donde se miraba a el zorro salir con su típica vestimenta.
──Ban también tiene uno nuevo... ─Diane se quedo en silencio al mirarlo mejor. ──¡Y el nuevo! Ban, ¿qué le paso a tu atuendo nuevo! ─le gritó.
──¿Atuendo? ¿Te refieres a eso en mi habitación? ─preguntó sin darle tanta importancia.
──¡Ban no seas ingrato! ¡King y yo lo escogimos para ti! ¡Grosero! ─la gigante termino por hacer un mohin.
──Cálmate grandulona, me lo pondré después. Pero primero tendré que ver que no luzca horrible, ¿entiendes?
──Que desconsiderado. ─le dijo King.
Yo por mi parte no le di mucha importancia a su pelea.
──¡Haber, haber, haber! ¡Atención! ─nuestra atención fue a caer en el capitán. ──La ceremonia es mañana. ¿Qué tal sí celebrábamos por adelantado?
Sople un mechón de mi cabello que estaba cubriendo mi cicatriz. Algo dentro mío me dice que mañana será un gran día.
「• • •」
Ignoraba el hecho de ser el centro de atención al estar a punto de recibir una estúpida moneda. No es algo que me sea necesaria, de hecho tengo un castillo hecho de oro y diamante, ¿por qué tendré necesidad de tener un pedazo de plata? Tenía en mente no venir pero el capitán me obligo hacerlo. Ahora que me doy cuenta ni el zorro y el pequeño hada se encuentran aquí.
──Hawk, por favor no olvides que estas enfrente de su majestad. ─le riño Merlín a el cerdo que comía sus sobras.
──¡Ay, está bien, a mi no me molesta! ─solo me limite a verlo de reojo.
──Me alegra de que haya regresado a su forma original. ─comentó el capitán. ──Gracias a ti, Scarlett. ─solo lo mire unos segundos para mirar al frente.
──¿Me preguntó porqué sera que Ban y King aún no han llegado? ─preguntó Gowther.
──¿Qué tanto estarán haciendo? ─esta vez preguntó Diane.
Ignore el hecho de que las personas hablarán mal a nuestras espaldas. Al fin de cuentas no vivo de las personas incluso me atrevería a decir que ellos viven de mi en ocasiones. Sabia que el capitán no lo dejaría pasar.
──Los Ocho Pecados Capitales junto a la Orden de las... ─Elizabeth le susurro algo. ──Y la Orden de las Sobras. Hoy los condecoraré por sus actos heroicos al proteger a nuestro reino. Den un paso al frente al escuchar su nombre...
──¡Objeción! ─dijo el rubio. ──¡Esas medallas no deberían ser otorgadas!
──¿Por qué?
──¿Por qué, Sr. Meliodas? ─preguntó lo mismo que el rey.
──Es lo que algunos en el publico morían por decir. ─dijo mirando a las personas de atrás. ──Si tienen algo que decir, ¡diganmelo en mi cara! Los voy a escuchar. ─nadie dijo ni hizo nada.
O eso fue hasta que tres hombres comenzaron a caminar.
──Juraría que escuché a más gente murmurando entre ustedes. ─dijo mirando a los tres al frente suyo cruzado de brazos. ──Supongo que solo hay tres personas honestas. Bueno, ¿díganme?
──Quisiéramos presenciar de primera mano el poder de los caballeros legendarios que salvaron a nuestro reino del mal y de los traidores. ─hablo un hombre de cabello largo color lila. ──¿Le parece bien, Capitán de los Ocho Pecados Capitales, Sir Melidas?
Un caballero llego corriendo a un lado nuestro.
──¡Deathpierce! ¡Estamos ante Su Majestad!
──Tuvimos la mala fortuna de estar asignados a un puesto remoto, por los traidores que se hacían llamar grandes maestros. Así que no podemos aceptar este resultado hasta que veamos el poder que tanto presumen ante nuestros propios ojos.
──Bien, como gusten. ─hablo el rey.
──¿Qué? ¿Pero papá? ─le hablo Elizabeth.
──Es muy generoso, Su Majestad. Muchas gracias. ─dijo el tipo de nombre raro.
──Señores yo empezare. ─el tipo más alto de los tres dio unos pasos hacia adelante.
──¡Esperen! ─ellos miraron a Hawk al igual que nosotros. ──Magia: 290. Fuerza: 470. Espíritu: 100. Nivel de Poder: 860. ─dijo mirando a el hombre.
──Haber cerdo... ¿por qué eres grosero? ─dijo arrodillandose al frente de Hawk.
──Es un mal educado. ─dijo el capitán.
──¡Oye no es malo! ─dijo Hawk. ──Pero tristemente no eres contrincante para mí. Meliodas tú vas a pelear por mi, ¿entendiste? ─alce una ceja ante eso.
──De hecho planeaba hacerlo desde un principio. ¿Pero qué fue eso? ─preguntó mirando el pendiente que seguramente Melín le dio.
──El nuevo pendiente que el capitán de las sobras usa es el Ojo Mágico, ¿no? ─preguntó Gowther a la pelinegra.
──Así es. Fue un regaló de mi parte. ─mire a los dos. ──Fue un regalo por salvar a el reino.
──Patético. ─dije mirando a otro lado.
──¡Empecemos de una vez! ¡Sr. Héroe!
Al final de todo los tres hombres se fueron una vez que el capitán destrozo a el tipo, tampoco es como si me hubiera importado la estúpida pelea. Más aparte tengo que soportar a el cerdo hablar de los poderes de todos como en el caso del capitán que gracias a Hawk descubrimos que tiene 400 de magia, 960 de fuerza, 2010 de espíritu, sumando un nivel de poder de 3370.
──¡Solo están huyendo! ¡Parece que el nivel de poder de Meliodas y el mío los asustaron! ─dijo el rosado.
Después de eso Gowther le dijo que el también lo tiene cosa que lo desconcertó pero después comenzó a leer su poder.
──Magia: 1300. Fuerza: 500. Espíritu: 1300. Nivel de poder: 3100. ─la verdad no es nada de que sorprenderse.
──Capitán de las Sobras. Magia: 0. Fuerza: 25. Espíritu: 5. Promedio... ─no termino ya que Hawk se le avalanzo.
──¡Maldición Gowther! ¡Cómo te atreves a superar mi nivel de poder cuando eres tan tímido! ¡Qué escondido lo tenias! ─le reclamó.
──De hecho sería más difícil caer más bajo que tu nivel de poder de 30 capitán. ─el cerdo hizo oído sordo.
──¡Es 3000! ─le "aclaró".
──Haber, haber, ¿qué esta pasando? ─preguntó Diane al verlo tan alterado.
──¿Tú también, Diane? ─miro a la castaña. ──Magia: 900. Fuerza: 1870. Espíritu: 480. ¡Nivel de Poder: 3250! ─parecía que le iba a dar algo. ──¡Pero que locura!
──No debería sorprenderte. ─le dijo Gowther. ──Nosotros ocho tenemos niveles de poder que superan los 3000.
──Significa, ¿que Mérlin también? ─cuando la miro sudo frio. ──Magia: 3540. Fuerza: 70. Espíritu: 1110. Nivel de Poder: 4710. ¡No, no, no puede ser! Es bastante superior a mi nivel de 3000.
──Si sigues así te dará un paró. ─dije mirándolo de reojo.
──Dime que tu no tienes más de 3000, Scarlett ─me miro y comenzó a temblar. ──E-e-esto es imposible... supera a Meliodas y a Merlín. Magia: 1500. Fuerza: 2390. Espíritu: 980. Nivel de Poder: 4870 ¡Realmente eres sorprendente!
──Y eso que no tiene su tesoro sagrado. ─comentó Diane.
──Por cierto, Scarlett. ¿Dónde está Toraidento? ─preguntó Merlín.
──Donde debe de estar. ─dije sin más.
「• • •」
Después de perder minutos en esto de las medallas por fin nos fuimos de ahí. También nos enteramos que el zorro y King se fueron algo que no me interesa ya que sinceramente siento que este dia sucederá algo.
──¡Wow, todo el pueblo, todo el mundo y todas las razas admiran la increíble medalla de Sir Hawk mientras camino!
Lo patee antes de que chocara contra uno de mis pequeños no tan pequeños. Por la mirada de él y los otros dos sabia que estaban aquí para hablar algo serio.
──¿Qué hacen aquí, chicos? ─pregunté.
──Sr. Meliodas. ─miro a el enano. ─Quiero agradecer por lo que dijo de mi padre. De corazón.
──Lo único que hice fue decir la verdad. Pero escuche los rumores, Howzer. ─miro a el nombrado. ──Mientras peleabas con él, Dreyfus te provoco una herida mortal y asesino a otros miembros de los Rugidos del Alba. ¿Eso es cierto? ─le preguntó.
──Es cierto. ─dijo mirando a otro lado.
──¡Eso tiene que ser error, Howzer! ─gritó el moreno. ──Mi padre peleo para proteger a la princesa Elizabeth. Para derrotar a Hendrickson. Y luego él... ¡murió!
──¡Me encantaría poder creerlo eso! Pero eso fue lo que en verdad sucedió. ─le dijo.
──Por un lado huyo después matar a un aliado. Y por el otro, arriesgo su vida para salvar a otro. Es cierto no es consiente. ─comentó Merlín. ──Al menos al tratarse de un Gran Maestro.
──Lady Merlín. ─ella floto mirando a los tres.
──Cuando las historias no tienen sentido, debes recorrer todo en reversa para entenderla. ─con su magia creó una paloma. ──Y cuando le da sentido a una acción que parece antinatural obtienes una respuesta totalmente distinta. ─la paloma cambio a más formas mientras pasaba a los alrededores.──La sinceridad se vuelve desprecio. Las verdaderas circunstancias son una farsa. Lo que no tiene sentido gana valor.
──¿De que habla? ─escuche que le preguntó Howzer sin entender el idioma de Merlín.
──Sólo piénselo. Y ustedes mismos podrán descubrir la respuestas. ─ella apareció justo donde la mariposa. ──Cuando los humanos dejen de pensar, todo terminará. Es hora de irnos, capitán.
──Mmm, claro. ─caminamos a la par de él y al igual que los tres no entendimos lo que dijo la pelinegra.
──¡Hasta luego, Howzer! ─se despidió Diane.
──¡Oigan, no lo piensen demasiado!─les gritó el capitán.
──No hagan nada estúpido trío de problemáticos. ─dije mirándolos con una pequeña sonrisa. ──Después de todo no estaré para salvar a mis pequeños protectores de un castigo. ─hable caminando sin voltear a verlos.
──Niveles de Poder: 1910, 1520 y 1970. ─Hawk leyó sus poderes y se los dio a saber. ──Todavía son novatos, ¿eh? ¡Bueno tienen que esforzarse más! ─negué al verlo caminar. ──Yo gané, y no fue por débil. ¡Es que el poder de Scarlett y los demás es ridículo! ─rodé mis ojos ante eso, ahora no se callara nunca.
Solté un ligero suspiró e inconscientemente sonreí, eso no paso desapercibido para todos.
──¿Te encuentras bien, Scarlett? ─preguntó Diane.
──¿Por qué la repentina pregunta? ─la mire de reojo.
──Es que te veo sonreí y eso es algo inusual. ─regrese mi vista al frente.
──Solo siento que algo bueno pasara. ─dije sin más.
──¿Algo bueno? ¿Cómo qué? ─preguntó el capitán.
Antes de contestar, en ese preciso momento un gran temblor sacudió a todo Liones. Ignore los gritos de mis compañeros mientras mis ojos se oscurecía escondiéndose entre mis cabellos.
Pues comencé a sentir presencias de miembros del Clan Siren. Pero una en especial me dio escalofríos y sabia que era mi hermano, aquel a quien no recuerdo y ni memoria alguna tengo de él.
Pero... había otra que me hacia ir directo a el lugar donde se siente. No sabia como explicarlo pero sentía como si una parte de mi hijo estuviera ahí.
Cosa que es imposible.
──Son ellos. Ya lo sabia. ─escuche a el capitán susurrar con su mirada oscurecida mientras apretaba sus puños.
Mi vista se dirigió a el azul cielo, cerré mis ojos unos segundos al sentir una pequeña punzada.
Solo un poco más... Scarlett.
Abrí repentinamente mis ojos, mire a mis lados al escuchar una voz. Pero no había nadie cerca mia para hablarme y aunque no recuerde de quien es esa voz juro que la he escuchado antes.
¿Quién eres? ─pregunté observando las nubes.
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Hola, hola!
¿Cómo están? Bien, pues que chingon.
Solo para decir que no estoy actualizando seguido en esta y en las otras porque estoy trabajando en otra historia en borradores es sobre este mismo anime.
Les daré una probadita.
¿Les gusta? En algún tiempo lo podrán leer.
Y bueno eso es todo. ;-;
Pd: Creo que me enamore de los edits que acabo de poner en el apartado de "mi pecado".
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