Jungwon terminaba de bajar con dificultad a Jay quien estaba muy borracho y venía casi dormido, su objetivo era llevarlo a su habitación.

—Señor Park, necesito que ponga su brazo sobre mis hombros.

—¿A-ah? —dijo Jongseong con un ojo cerrado, tratando de colocarse de pie y salir del auto.

—Nada, solo venga.

Jungwon estiró sus brazos para poder alzar a Jongseong pero este se hizo hacia atrás cayendo en el asiento y con Jungwon sobre él.

Jay miró fijamente a los ojos de Jungwon para luego mirar esos rosados y apetitosos labios, que delicia.

El corazón de Jungwon latía frenéticamente, mientras veía como el mayor se acercaba, no pudo ni siquiera moverse o hacer algo cuando los labios de Jongseong chocaron con los suyos.

Su estómago sintió las típicas mariposas, nunca creyó poder experimentar esa increíble sensación.

El mayor llevó las manos a la cintura de Jungwon mientras este colocó sus manos al lado de la cabeza de este, agachando sus labios para seguir el beso.

Jungwon comenzó a ladear su cabeza al igual que Jay, quien terminó el beso y dejó un último beso en su frente.

Jungwon lo recibió con sus mejillas sonrojadas y sus ojos aún cerrados mientras su corazón seguía latiendo muy fuerte.

—Jongseong yo-

Jungwon cortó al ver que el mayor ahora estaba completamente dormido.

—Oh.

Jungwon tragó sus lágrimas, de repente sintió esas ganas de soltarse a llorar pero se aguantó y comenzó a acomodar a Jay en la parte trasera del auto, quitando su saco para taparlo y cerrar el coche.

—Buenas noches, Jongseong. —Jungwon dejó un beso en su frente cerrando la puerta para caminar hasta la puerta del patio del mayor.