EXTRA
4 meses después.
Jungwon ahora oficialmente era Park Jungwon, habían pasado dos meses desde su boda con Jay, y no podía estar más que contento. Ambos estaban demasiados felices de estar el uno con el otro, convivir diario y sus rutinas de cariños.
Jay había sido el más emocionado al saber que Jungwon ahora era su esposo y por ende un Park, no dudó en repetírselo a cada persona de la empresa, presentándoles a Jungwon quien en todo momento estuvo sonrojado.
Ambos habían cambiado sus nombres en sus redes sociales, Jungwon cambio de Yang a Park, mientras que Jay puso en su estado civil, casado con Park Jungwon, demasiado orgulloso.
Sus familias se habían conocido en la fiesta después de la boda, Jungwon agradeció que se llevaron tan bien.
Estos 4 meses a lado de Jungwon su bebé, habían sido demasiado maravillosos, dejandolo desesperado y emocionado por estar todo una larga vida con ellos.
( ☕️ )
Jungwon se encontraba camino a la oficina de Jay, de visita, quería verlo, lo extrañaba mucho.
Tocó dos veces la puerta y escuchó el pase de su esposo. Lo vió trabajando e hizo un puchero para luego soltar un sollozo.
Alarmando a Jay quien dejó todo de lado y se acercó a Jungwon, llevando una de sus manos a la espalda baja de el menor y otra mano en su cabeza, apoyándolo en su pecho.
—¿Qué pasó, amor? —Jay preguntó besando la frente de Jungwon quien aún sollozaba afianzandose a su saco. —Tranquilo.
—M-me estoy poniendo f-feo. —Jay dejó salir el aire retenido, penso algo peor.
Las hormonas de su bebé estaba alborotadas ahora, el doctor les había comentado eso.
—¿Quién dijo semejante mentira? —Jungwon se apuntó a si mismo haciendo un puchero. Jay levantó de mentón el rostro de su esposo, besando sus labios castamente, viendo las mejillas rojizas de Jungwon. —Pues estás totalmente equivocado, ¿por qué pensarías que eres feo? mírate, eres un hermosura de hombre.
—E-estoy gordo y-y con m-muchas estrias, t-te daré asco en p-poco tiempo. —Jay lo acercó a su pecho.
—Nunca me causarás asco, nunca lo harás, las estrías puedes reducirlas con crema, yo mismo iré a comprartela más tarde, y respecto a tu pancita. —Jay acarició la mejilla Jungwon quien lo miraba fijamente. —¿Recuerdas que tienes a mi princesa ahí? Nuestro pequeño tesoro está descansando en tu pancita. —Jungwon asintió sonriendo cuando Jay se agachó hasta llegar a su vientre, besándolo por encima de su suéter de lana color lila.
—¿T-te sigo g-gustando? —Jungwon preguntó recargando cabeza en el pecho de Jay quien asintió besando su cien.
—Me gustas más de lo que ayer me gustabas. —Jungwon reprimió una sonrisa entre sus labios, Jay siempre lo ponía tímido. —¿Quieres que vaya a casa contigo?—Jungwon asintió.
—Yo hoy quería tomar te, pero me di cuenta que no estabas en casa, y me puse a llorar.—Jay rió besando los labios de Jungwon una vez que terminó de hablar.
—Bien, iremos a casa, tomaremos un poco de té, te daré unos ricos masajes en sus pies y nos recostaremos a dormir un poco ¿te parece? —Jungwon asintió contento con las manos en su vientre.
Jay fue por su saco y se lo colocó, tomando las llaves de su coche para ponerlas en su bolsillo, se acercó con una sonrisa de Jungwon tomando su mano, viendo el relucientes anillo en su dedo anular, entrelazó sus manos antes de salir.
—¿No te haz sentido mal? Mi princesa es muy chiflada. —Jungwon rió pegando su mejilla al brazo de Jay aún con sus manos entrelazadas.
—No he vomitado pero me sentí triste por no tenerte en casa. —Jungwon dijo sintiendose tonto por su capricho.
—Ahora estaré más en casa, quiero cuidarte en tu embarazo y después de que nuestra bebé nazca. —Jungwon asintió.
—¿Me puedes dar un besito? —Jungwon pidió deteniéndose en la entrada de la empresa.
—Tus deseos son mis órdenes. —Jay dijo antes de tomar el mentón de Jungwon, sintiendo las manos de su esposo ir a su cuello, enredandolas ahí, para luego unir sus labios en un cálido y gentil beso, lleno de amor como el primer beso que se dieron.
( ☕️ )
Jungwon y Jay estaban sentados en el sofá, viendo una película romántica, mientras comían algunas galletas, Jungwon tenía su cabeza reposada en el hombro de Jay con sus manos entrelazadas.
Jay tenía su mano libre en el vientre de Jungwon, dando leves caricias y sintiendo los moviemientos de su princesa.
Hace 2 semanas se habían enterado que su pequeño fruto de amor era una niña, una niña totalmente sana y fuerte. Jungwon lloró esa vez pero Jay fue el ganador, todo el día estuvo pegado al vientre de su esposo, repitiendole lo genial que era saber que sería una niña, que creceria en un ambiente cálido y acogedor.
Jay volteó a ver a Jungwon quien sintió la mirada de su esposo y volteó a verlo él también, sintiendo sus corazones palpitar con fuerza, con una mirada bastaba para decirse lo cuánto se amaban.
Jungwon colocó su pequeña mano en la mejilla de Jay, acercándolo para unir sus labios, acariciando su pómulo suave, mientras este se volteaba completamente para abrazarlo por la cintura, aún con sus labios unidos, dónde sus lenguas se encontraron, ambos sentía esa necesidad de besarse cada vez que se miraban, eran un pareja joven pero eso no implicaba que no estuvieran enamorados, porque de verdad lo estaban.
Jungwon se separó con sus mejillas pintadas de un rojo carmesí, Jay miraba el destello brillante en los ojos color miel de su esposo, quien cerro los ojos cuando dejo un beso en su frente, se apego a el, disfrutando de esa olor a cítricos que tanto le encantaba, y que lo había atrapado desde el primer instante en que sus fosas nasales lo percibieron.
—Hoy has estado más hermoso que otros días. —Jay halagó a Jungwon quien sonrió besando su barbilla. —Eres lo más importante de mi vida, junto a nuestra princesa. —ambos rieron. —Te amo demasiado, que podría hacer cualquier cosa para protegerte, para poder hacerte feliz por el resto de nuestras vidas, por ver crecer a nuestros hijos, hasta hacernos unos viejitos, unos viejitos totalmente enamorados. —Jungwon hizo un puchero.
—¿Estás romántico porque quieres hacer el amor? —Jungwon preguntó, poniéndose tímido de su propia pregunta, pero sabía que era verdad, y no le molestaba para nada.
—¿Sabes? Sería un buen inicio para marzo.—Jay se acercó uniendo sus labios en un beso más necesitado y candente. —¿Qué opinas?
—Opino que es una genial idea. —Jay sonrió levantando a Jungwon estilo princesa con mucho cuidado, para llevarlo a su habitación, y problemente hacer lo que nunca se cansaría de hacerle a su esposo. Hacer el amor.
Por fin sentía su otra mitad, se sentía completo, su vida era otra desde que conoció a esa chico, el chico de sus sueños.
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Gracias por leer 🤩
Y a la escritora original por permitirme adaptar la obra <3
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