— Te dije que no te quiera ver cerca de Gio — Una voz femenina llamó mi atención, además que me tomó bruscamente del brazo.

— ¿Qué te sucede ahora loca? — Miro a Andrea y me intento sacar de su agarre.

—Te lo dije Mariana, no te quiero ver cerca de Gio — Andrea apretó sus uñas en mis manos.

— ¡Auch! — Me quejé.

— ¡Suéltala Andrea! — Volteo a la dirección donde proviene dicha voz y me encuentro a Gio — ¿Estás bien? — Gio me separó de Andrea y me miro preocupado.

— Estoy bien, gracias — Murmuró.

— ¿Qué es lo que te pasa? La estabas lastimando Andrea — Gio la miro serio y parecía enojado — Fui claro contigo cuando te dije que no quería nada más contigo, entiende eso terminó, fue un error involucrarme contigo —

— Tú lo terminaste porque quisiste, nunca me preguntaste que es lo que quería Gio. Yo te sigo queriendo — Andrea intenta acercarse a Gio, pero él se hace a un lado.

— No quiero que vuelvas a molestar a Mariana y no te tiene que importar si ella está conmigo, ella está conmigo porque yo quiero, espero lo entiendas Andrea —

— Esto no se va a quedar así — Andrea me mira — No te voy a dejar el camino fácil —

Gio se coloca a mi lado, Andrea, furiosa, sin más se aleja de nosotros.

— Lo lamento Mariana, no quería que esto pasará ¿Estás bien? Necesitas ayuda —

— Gio tranquilo, estoy bien, solo... gracias por defenderme —

— Siempre estaré para cuidarte Mariana, no iba a dejar que te hicieran daño, jamás me lo perdonaría — Sonreí viéndolo, jamás nadie me había dicho tales palabras.

— ¡Hija! — La voz de mi madre se hace presente — Ya veo porque no, nos avisaste sobre tus salidas a cenar —

— Mamá — Me quejó — Gio ella es mi madre, Alexandra Roberts —

— Es un gusto, señora — Gio saluda de manera educada a mi madre.

— Oh dime Alexa, el gusto es mío Giovani aunque te he visto ya varias veces en el club —

— ¿Gio? Que sorpresa verte por aquí — Mi padre llega con nosotros.

— Y él es mi padre, ya debes de conocerlo, Adrián Díaz — Los presento.

— Sí, nos hemos visto ya varias veces — Noto a Gio nervioso.

— Que sorpresa verte aquí con mi hija, vamos a cenar ¿Nos acompañas? — Menciona mi padre.

— Oh sería un placer, pero... —

— La familia Díaz no acepta un NO por respuesta Gio, vamos, estoy segura de que a mi hija le encantaría que aceptarás ¿Verdad, cariño? — Mi madre me mira esperando una respuesta al igual que Gio.

— Ahhh sí — Respondo — Vamos, quédate — Sonrío mirándolo.

— Entonces sí, acepto su invitación —

Mi padre y Gio entran primero a casa, ellos mantienen una charla, mientras que junto a mi madre vamos a la cocina a pedir que ponga un lugar más en la mesa.

— Me gusta Gio como tu pareja, cariño —

— Mamá — La miró sorprendida — Únicamente somos amigos, además recién nos conocimos —

— Hija, se nota la conexión que ustedes dos tienen, además se ven lindos juntos y a tu padre le agrada, tiene un punto a su favor —

— No mamá, no estoy lista para tener novio —

— Tornerías cariño, eso decía cuando conocí a tu padre y mira como terminamos. Gio es un buen chico, además me gustó que te defendiera de esa chica —

— Tú lo viste... — Mi madre asintió.

— Y tu padre, mañana hablará con el presidente del Tottenham y decirle lo que vio —

— Mamá, por favor... —

— La mesa está lista, señora — Una de las muchachas que trabaja en la casa me interrumpió.

— Gracias Teresa, no me gustó cómo te trato esa chica Mariana, cualquier otro problema que tengas con esa chica dímelo —

— Está bien lo haré — Mi mamá asintió.

Fuimos al comedor y mi madre fue quien llamó a Gio y mi padre que estaban en el estudio hablando.

Gio se sentó a mi lado y siguió charlando con mi padre, cosas del equipo que yo no entiendo y mi madre tampoco o eso parecía.

— Bueno Adrián, dejemos de hablar de fútbol, que tu hija y yo nos aburrimos — Reí levemente por las palabras de mi madre — Gio cuéntanos, cómo conociste a mi hija —

Gio me mira — Esté... por una sesión de fotografías, había escuchado cosas buenas de ella en el club y necesitaba unas fotografías, así que le pedí ayuda a su hija y déjenme decirles que tienen un ángel de hija, además que es buena en la fotografía —

Miro a Gio y algo dentro de mí se mueren de amor al escuchar esas palabras.

— Mi hija tiene un talento maravilloso, empezó desde muy pequeña con la fotografía. Otro día con más tiempo te mostramos sus primeras fotos, ella fotografiaba cualquier cosa —

— Papá — Me quejo.

— Es la verdad Mariana — Ahora interviene mi madre — Nos alegra que tú y mi hija se lleven bien —

Ambos nos dedicamos una sonrisa, creo que madre tiene razón. La conexión que tenemos es única.

Terminando de cenar mis padres se despiden de Gio, mi madre lo invitó una próxima vez, aunque no sé cuando sea esa próxima vez.

— Creo les agradé a tus padres — Junto a Gio reí — Gracias por esta noche —

— Al contrario, gracias a ti — Sonrío — Los mejores momentos siempre son a tu lado — Murmuró

Gio acaricia mi mejilla dulcemente, tomó el impulso y lo besó, si lo beso y debo decir que no me arrepiento de esa decisión.

Es un beso que transmite muchos sentimientos, no es hasta que nos separamos por la falta de aire.

— Me... tengo que ir... — Gio tartamudeo y solté una leve risa.

— Si, nos vemos luego — Bese su mejilla una última vez.

Gio camina hasta su auto y desaparece de mi vista en unos minutos.

Ha sido el mejor beso que he dado en mucho tiempo.