⁂ 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄
Caminos cruzados
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Capítulo dedicado a: Engfinite <3
El rugir del motor de la motocicleta resonó cuando JungWon aceleró su moto a través de la nocturna y brillante ciudad de Seúl. Sobrepasó a su compañero de carrera en la autopista, recibiendo un asentimiento mientras aceleraba para alcanzarlo. JungWon rió bajo su casco al notar los esfuerzos de su amigo por atraparlo, pero para molestarlo aún más, aceleró de nuevo, dejándolo atrás y provocando que sonara la bocina.
Desviándose de la autopista hacia una de las calles, alejándose del bullicio, miró por el retrovisor para asegurarse de que su compañero lo seguía. Al verlo detrás de él, redujo la velocidad para ir a la par. Levantó ligeramente el protector solar de su casco y le hizo una señal para que hiciera lo mismo.
—¿A dónde vamos a comer? —gritó JungWon.
—¡Te estaba siguiendo a ti! —respondió su amigo indignado.
JungWon soltó una risita y volvió la mirada al camino. Sintió el crujir del motor cuando su compañero aceleró para alcanzarlo.
—¡SÍGUEME! —gritó su amigo, haciendo que JungWon bajara el protector de su casco y acelerara para alcanzarlo.
Después de unos minutos siguiéndolo, lo vio estacionar su moto frente a un bar llamativo con letreros neón y bullicio adentro. JungWon estacionó su moto detrás de la de su amigo, se quitó el casco y ajustó su cabello negro. Permaneció frente al bar con una chaqueta de cuero roja, combinando con su moto. Su amigo, más bajo y rubio, se acercó quitándose los guantes.
—Rendezvous. —leyó JungWon y miró a su amigo, quien sonreía.
—Es nuevo en la ciudad. —comentó el rubio. —Y muy popular.
JungWon apartó la mirada del gran letrero neón y la posó en la fila de personas que esperaban afuera.
—Jake, ¿y cómo demonios vamos a entrar? —cuestionó, quitándose los guantes y guardándolos en su chaqueta de cuero roja.
Jake soltó una risita y le dio un codazo.
—¿Te habría traído aquí si no supiera cómo entrar? —inquirió Jake, arqueando una ceja con expresión confiada. —Vamos, entremos. —El rubio se adelantó hacia la entrada del bar y entabló una breve conversación con el guardia, quien asintió. Jake hizo una señal a JungWon para que se acercara.
JungWon extrajo las llaves de la moto, las guardó y tomó su casco junto con el de Jake. Al acercarse a la entrada, el guardia se apartó, dejando que el sonido amortiguado de la música llenara el ambiente. Jake retiró el casco de JungWon y juntos entraron al local.
El aroma a menta y tabaco inundó sus fosas nasales al ingresar. La música retro llegó a sus oídos, llevando a Jake a mover la cabeza al ritmo. Tomaron asiento en la barra, y Jake, colocando el casco, atrajo la atención de un barista de cabello castaño. Este se limpió las manos con una toalla blanca y carraspeó.
—Buenas noches, ¿qué les sirvo esta noche? —preguntó el barista, elevando un poco la voz para que ambos pudieran escuchar.
JungWon miró a Jake antes de responder. —Mañana tenemos una competencia, así que no puedes beber mucho.
Jake rodó los ojos ante la regañina de JungWon y se dirigió al barista.
—Un mojito para este amargado y a mí dame uno de tus mejores tragos. —añadió con un guiño, logrando que el barista asintiera.
—No soy amargado. —replicó JungWon, colocando el casco en la barra para tomar asiento.
—Tienes cara de serlo. —intervino el barista, sin mirarlo, mientras cortaba algunos limones. JungWon abrió la boca para protestar, pero la risa de Jake atrajo la atención del barista, haciéndolo reír también.
—Ya me cae muy bien. —dijo Jake, inclinándose para leer la identificación en la camisa del barista. —Park SungHoon.
—Soy yo. —respondió SungHoon con una sonrisa mientras servía en un vaso con hielo dos shots de whisky. —¿Cómo consiguieron entrar? —cuestionó curioso.
—Cierra la boca. —instó Jake a JungWon, quien entrecerró los ojos, evitando que él hablara. —Bueno, tenía reservación. Iba a venir solo, pero me traje a este amargado para divertirse un rato.
JungWon suspiró. —Que no soy amargado.
—Deja de arrugar el ceño, te vas a arrugar muy rápido, JungWon. —se burló el rubio señalándole el rostro al pelinegro.
—Mojito. —anunció SungHoon, colocando el vaso en la barra y entregándoselo a JungWon. —Le agregué más whisky, cortesía de la casa.
JungWon reprimió una sonrisa y acercó el vaso, alineó la pajilla hacia sus labios y tomó un sorbo, mirando de reojo a Jake.
—¿Siempre está así de lleno? —preguntó el rubio al barista, quien asintió con la cabeza mientras lavaba los utensilios que había utilizado. —Oh, ¿y siempre tienes tantos clientes?
—Sí, pero no siempre hablan conmigo. —respondió SungHoon, esbozando una sonrisa sarcástica, lo que provocó la risa de JungWon.
Jake rodó los ojos y soltó un suspiro. Un chillido resonó por todo el club, captando la atención de todos los presentes y apagando la música.
—Y aquí vamos de nuevo... —murmuró SungHoon, dejando el trago de Jake frente a él. —Bacardí. Uno de los cócteles más pedidos de la noche.
Jake elevó las cejas emocionado por el cóctel y dirigió de nuevo su mirada hacia el fondo del club, donde un chico de cabello rubio aparecía con una guitarra, apartando a todos de la pista de baile. JungWon se levantó del taburete y ladeó la cabeza al tratar de entender qué pasaba.
—Ah, no sabía que tocaría aquí hoy. —se quejó SungHoon, secándose las manos en una toalla.
—¿Quién? —preguntó JungWon sin quitar la mirada del chico alto y rubio de camisa blanca que reía mientras acomodaba su guitarra.
—¿No sabes quién es? —cuestionó Jake, mirando a JungWon sorprendido.
—No. —respondió JungWon de manera cortante.
—Este es su club. —informó SungHoon. —Con permiso, iré a atender a otros clientes. Disfruten. —dijo con una pequeña sonrisa para luego dirigirse hacia el otro lado de la barra y atender a los demás clientes.
—¿Y es normal que los dueños vengan a su club? —preguntó JungWon, curioso, sin apartar la mirada del rubio.
Le cautivó algo más allá de su presencia escénica; tal vez su sonrisa o la forma en la que su mandíbula estaba muy marcada. Además de su atractivo físico, esa guitarra hacía juego con su color favorito, el rojo, y eso era lo que aún le llamaba más la atención de él.
—¿Y no te vas a acercar? —dijo Jake riendo.
—¿Qué? ¿Para qué? —el pelinegro apartó la mirada regañadientes y la posó en su amigo.
—No lo sé, parece que tienes toda tu atención en él. —comentó Jake.
—¿Yo? No, solo estaba observando la guitarra. Tiene una buena guitarra. —dijo JungWon, tratando de apartar un sonrojo de sus mejillas, volviendo a tomar un sorbo de su mojito.
—Oh, mira. Va a cantar. —anunció Jake levantándose del taburete para acercarse a la pequeña multitud que estaba por rodear al hombre.
—¿Jake? ¿Vas a ir? —habló JungWon. —¡Jake! —lo llamó, pero este lo ignoró y siguió caminando. —Aish... —se quejó y agarró su mojito, dejando atrás los cascos de sus motos.
SungHoon apareció nuevamente y le dedicó una sonrisa. —Los guardaré, ve tranquilo.
—Gracias. —el pelinegro le dio una última sonrisa y avanzó hacia la multitud buscando a Jake con la mirada, pero no lograba verlo.
—¡Muy buenas noches a todos! —y la voz del rubio resonó en altavoz en sus oídos, haciendo que este levantara la mirada con rapidez. —Gracias a los que lograron entrar, espero que estén pasando una buena noche. —y una sonrisa apareció en su campo visual, haciendo que su corazón diera un vuelco.
JungWon arrugó el ceño ante tal sentimiento y siguió avanzando entre la multitud tratando de buscar a su amigo.
—Hoy traigo una canción que compuse hace unos días y me gustaría que la escucharan. En el concierto de esta tarde comenté que solo los que pudieran entrar esta noche tendrían el honor de escucharla en vivo. —comentó. —Bien, espero que la disfruten. Esto es: "For You". —sonrió para luego hacer sonar su guitarra, dando inicio a su canción.
El pelinegro logró llegar a la primera fila de la multitud y apretó el vaso de su mojito cuando sus ojos se encontraron con los del rubio mientras este cantaba. JungWon pasó saliva nervioso cuando el rubio mantenía la mirada fija en él mientras tocaba su guitarra. El pelinegro apartó la mirada y fingió indiferencia. Por lo tanto, se le ocurrió la gran idea de sacar su teléfono y buscar el chat de Jake, pero antes de que pudiera escribirle, el rubio le había enviado un mensaje.
"Te está mirando."
El corazón de JungWon volvió a dar un vuelco, haciendo que la piel se le erizara al sentir la mirada del rubio nuevamente puesta en él. Bloqueó su teléfono y lo guardó. Miró hacia atrás buscando a Jake y lo encontró; este le levantó la mano y lo saludó. JungWon entrecerró los ojos y se giró para caminar hacia él.
—"I just want to say don't go away. Stay with me..." —y aquel verso hizo que JungWon se quedara quieto, dándole la espalda. Se lamió los labios y miró por encima del hombro sintiendo aún la mirada del rubio.
Este se mordió el labio inferior y se mezcló entre la multitud, llegando donde su amigo. Este le dio un codazo y le sonrió. JungWon se le acercó y le susurró algo.
—Me voy a ir primero. —dijo este, haciendo que Jake negara con la cabeza.
—¿Qué? ¿Por qué? —cuestionó Jake confundido.
La canción terminó, y el lugar se llenó de aplausos y silbidos. JungWon tragó duro y se bebió a regañadientes el mojito para luego darle el vaso vacío a Jake.
—Tengo algo que hacer. —dijo JungWon, posando su mano en el hombro del rubio. —Te veo mañana.
—Oye, pero... —trató de detenerlo, pero el pelinegro volvió a mezclarse entre la multitud para llegar hacia la barra.
Se metió las manos en los bolsillos y buscó a SungHoon con la mirada.
—¿Ya te vas? —la voz del castaño llegó a sus oídos, haciendo que este asintiera. —¿No te gustó la canción? —se burló SungHoon, sacando el casco de motocicleta para entregárselo.
—No es eso, solo que no soy de estos ambientes. —trató de formar una sonrisa. —Gracias por el cóctel. Ah, y se lo cobras a Jake. —con eso último, rió y agarró el casco para caminar hacia la salida.
—¿Tan pronto te vas, chaqueta roja? —aquella pregunta resonó por todo el bar, haciendo que JungWon se quedara helado en frente de la salida.
JungWon se lamió los labios y avanzó hacia la puerta un poco más, fingiendo que no lo había escuchado. Tal vez, no era con él. Había tantas personas que podrían llevar una chaqueta de cuero roja en el bar; no precisamente tenía que ser él.
—Te hablo a ti, el que está a punto de salir. —afirmó el rubio, mirando la espalda tensa del pelinegro a lo lejos. Dejó escapar una sonrisa y se alejó del micrófono, se quitó la guitarra de encima para dársela a uno de sus compañeros. Se mezcló entre la multitud, ignorando que todos traían la mirada puesta en él sin entender qué pasaba.
Una vez que salió de la multitud, caminó a paso rápido hacia la entrada y posó su mano en el hombro del pelinegro para atraer su atención. JungWon se tensó ante el repentino toque y se giró para mirarlo, sintiendo su corazón golpear fuertemente sus costillas.
—¿Por qué te vas? —preguntó el rubio con una expresión bastante seria.
JungWon arrugó el ceño y se apartó del agarre del rubio, dando unos pasos hacia atrás.
—Tengo cosas que hacer y tú tienes un show que terminar. —dijo JungWon, observando cómo todas las miradas estaban encima de los dos.
El rubio formó una sonrisa algo pícara y ladeó la cabeza.
—¿Cómo te llamas? —cuestionó el rubio.
—¿Para qué necesitas mi nombre? —devolvió la pregunta JungWon, sin quitarle la mirada de encima.
—Bueno, entonces serás chaqueta roja. —dijo el rubio con una sonrisa, haciendo que JungWon rodara los ojos y le diera la espalda, ignorándolo para salir de nuevo. Pero el rubio insistió, esta vez agarrándolo de la muñeca y tirando de ella hacia unas escaleras que estaban detrás del bar.
Le importó poco que una cantidad de personas los miraran; él seguía con esa sonrisa triunfadora en sus labios mientras apretaba su agarre en la muñeca del pelinegro, evitando que este se soltara.
—¿Qué carajos haces? ¡Suéltame! —pidió el pelinegro forcejeando.
El rubio se dispuso a ignorarlo y le echó una mirada rápida a SungHoon, quien también lo miraba confundido por su extraña acción hacia el pelinegro. Este hizo una señal de que se encargara de todo, lo cual hizo bufar enojado al castaño.
—¡Oye! ¡Que me sueltes! —volvió a forcejear JungWon, siendo arrastrado escaleras arriba, pero logró soltarse cuando colocó el casco de su moto entre su muñeca y la mano del rubio, provocando un ligero golpe que hizo que el rubio soltara un chillido y luego riera.
—¡Qué grosero eres! —se cruzó de brazos el rubio, interponiéndose en el camino de JungWon para que no bajara las escaleras.
—Lo soy cuando alguien me hace algo sin mi consentimiento. Apártate. —pidió, amenazándolo con el casco.
—Oye, tranquilo, solo quiero hablar contigo. —levantó las manos con las palmas abiertas como muestra de que se rendía.
—Existen palabras para pedir hablar, más no acciones que te pueden costar una mano. —sonrió sarcásticamente JungWon al ver una pequeña y rojiza cicatriz en la mano del rubio.
—Bueno, tú ganas. —el rubio se apartó de las escaleras para que JungWon bajara.
—¡Aun no termina esta gran fiesta! Sigan disfrutando. —la voz de SungHoon se escuchó por todo el club, haciendo que el rubio riera y mirara a JungWon.
—Deberías seguir cantando, las personas vienen a verte a ti. —sugirió JungWon bajando las escaleras.
—¿Y me vas a escuchar tú? Porque si es así, sigo cantando. —JungWon arrugó el ceño al escucharlo decir eso y se giró para mirarlo.
—¿Qué? ¿Por qué tendría que hacerlo? —cuestionó el pelinegro extrañado por las palabras que le decía aquel rubio.
—Porque me gustaría que me escucharas. —el rubio bajó las escaleras, quedando un escalón más arriba que JungWon.
—Ya lo hice, me viste ahí.
—Entonces, sí te diste cuenta de que te miraba a ti. —sonrió nuevamente el rubio, provocando que a JungWon le empezara a fastidiar esa sonrisita arrogante.
—Como sea, me voy. —dijo este bajando las escaleras, pero el rubio lo tomó nuevamente de la muñeca haciéndolo girar hacia él, bajó un escalón más, quedando más cerca de él.
—Quédate. —pidió. —Solo unos minutos más.
JungWon sentía su corazón latir con más fuerza ante el extraño sentimiento que él le provocaba.
—¿Por qué? Ni siquiera me conoces.
—Pero quiero hacerlo. —dicho eso, el pelinegro pasó saliva y fijó sus ojos en los del rubio.
—¿JungWon? —la voz de Jake llegó a sus oídos, haciendo que se alejara abruptamente del rubio.
—Vámonos. —bajó las escaleras con rapidez y agarró a Jake de su chaqueta mientras lo arrastraba hacia afuera del club, ignorando la fuerte mirada del rubio.
—¿Qué? Espera. —habló Jake tratando de frenar a JungWon. —Dijiste que no lo conocías y ahí estabas hablando con él.
—Y es cierto, no lo conozco. —respondió el rubio saliendo del club.
—¿Entonces por qué hablabas con él? —preguntó Jake.
—No lo sé. —respondió JungWon acercándose a su moto una vez que salió del club. Sacó los guantes que estaban dentro de su chaqueta y se los puso.
—No entiendo, nunca has sido del tipo social y ahora te veo hablando con un tipo de la nada, bueno, aunque él es bastante reconocido. —hablaba Jake mientras se acomodaba en su moto. —Igual sigue siendo extraño de tu parte y también de él.
—¿Puedes cerrar el pico un momento? —pidió JungWon estresado; Jake cerró la boca y volvió la mirada a su moto para ponerse el casco.
El pelinegro se subió en su moto y encendió el motor.
—Y se llama Jay, para tu información. —añadió el rubio riendo, para luego encender la moto.
—¡¿No te dije que cerraras el pico, JaeYoon?! —levantó la voz JungWon, colocándose el casco.
—¡¿Qué?! ¡No te escucho! —se burló Jake haciendo sonar el acelerador de su moto, provocando que JungWon se enojara. —Uh, nos vemos mañana. ¡Adiós, Jay! Digo, ¡JungWon! —dicho eso, movió su moto, acelerándola mientras reía, dejando al pelinegro con la palabra en la boca.
Este rodó los ojos y se movió con su moto, alejándose lentamente del club. Bajó el protector de su casco y se concentró en el camino hacia su casa. Todo le parecía extraño en esa corta noche: el tipo extraño que se hacía llamar Jay, que al parecer era bastante famoso, pero no tanto porque JungWon no lo conocía. También su repentina actitud hacia él, como si lo conociera de algún lado, y eso hacía que JungWon se sintiera algo incómodo. Quería deshacerse de la sensación de la mano del rubio en su muñeca y el sentimiento que le generó cuando le pidió que se quedara. Definitivamente, era algo que JungWon no entendía; tenía tantas preguntas, pero temía que, si buscaba respuestas, podría tal vez cambiar su forma de ver las cosas.
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Espero que les haya gustado el primer cap de esta novelita <3
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