033. back to the game
CHAPTER THIRTHY-THREE
❝de vuelta al juego❞
cobra kai season 5 | act. four
—¿Te puedo contar algo y no te enojas? —preguntó Robby a lo que Luca despegó la mirada de la computadora para mirarlo con una ceja alzada—. Nos peleamos con Miguel.
—Robby —se quejó Luca tapándose la cara con las manos.
—¡Fue mi papá! —se excusó, alzando las manos—. Bueno, el lo sugirió. No me mires así, funcionó para hacernos... ¿amigos?
—¿Ahora son amigos? —preguntó confundido—. ¿Y esto porque no me lo dijiste la semana pasada?
—Es que no quería que te enojes —dijo con un puchero.
Luca rió, rodando los ojos y girando en la silla de su escritorio para volver a ver la computadora. Estaba viendo un partido de fútbol del Liverpool contra el Manchester City. Iban uno a cero cuando Salah metió gol en penales y Luca se levantó del asiento de golpe.
—¡Bien!
Robby se largó a reír desde la cama antes de girarse para verlo cuando el de lunares se puso a dar golpes al aire. Cuando la emoción bajo un poco decidió hablar otra vez.
—Voy a tener un hermanito. O hermanita.
Luca paro en seco, volteándose a ver a su novio con una sonrisa.
—¿Johnny y Carmen?
El ojiverde asintió, emocionado y Luca se le lanzó encima, rodeándolo con los brazos y ambos dieron vueltas sobre el colchón.
—Te veo feliz.
—Lo estoy —dijo, empujándole la cabeza para que cayera a su lado en vez de encima y ambos se acomodaron de lado—. Voy a ser hermano mayor. Puedo enseñarle a andar en patineta y todo eso.
—Me alegro mucho —dijo Luca apoyando la cabeza sobre la mano—. Vas a ser un hermano muy bueno.
—No voy a dejar que nada le pase —Robby se recostó sobre su espalda, pegando la mirada en el techo—. Tiene que saber que tiene una familia que lo quiere. ¿Y si es niña? Le pego a sus novios.
—¿Vas a ser el hermano sobreprotector? Wow, Roberto —dijo con tono burlón.
—Es que, imagínate si trae un novio como Miguel —dijo Robby girando la cabeza para mirarlo—. Tengo que golpearlo no tengo opción.
Luca rió, negando con la cabeza cuando Robby sonrió.
—Es broma.
—¿Supiste que Silver golpeó al señor LaRusso? —preguntó, recordando lo que Ethan le había contado—. Porque, la señora LaRusso se llevo a Ethan, Anthony y Sam donde su abuela porque ella y el señor LaRusso fueron a no se que cosa y Daniel la dejo en vergüenza al pelearse con Silver. Y el señor LaRusso supongo que se enojó mucho y fue a enfrentar al abuelo y le sacaron la mierda. Renuncio oficialmente al karate.
—¿Como es que te enteras de todo? —preguntó Robby riendo—. Sabía que se habían ido pero no porqué.
—No se, la gente me cuenta cosas —alzó los hombros—. La señora LaRusso se enojó mucho, esta cansada de todo esta guerra de karate.
—Todos —murmuró, ladeando la cabeza—. Si Silver le ganó al señor LaRusso... pelea bien entonces.
—Oh, sí —asintió—. Estamos jodidos. De todas formas, creo que Silver debería jubilarse y dejar de joder, tiene como noventa.
—Tiene sesenta y ocho —dijo Robby divertido.
—Lo mismo, anciano —dijo, alzando los brazos—. Ya quitaron a Kreese del camino, solo falta ese imbécil.
—No hay mucho que nosotros podamos hacer —dijo Robby.
—Podemos quemar Cobra Kai —sugirió, sonriendo divertido—. Yo lo hago.
—Trata de no ir a la cárcel —dijo Robby con el mismo tono—. Además, compraría otro lugar, ese tipo tiene mucho dinero.
El de lunares rodó los ojos y se giró a mirarlo por unos segundos. Los ojos de Robby lo miraban con un brillo de diversión y cariño muy particular. Su cabello estaba desordenado y caía sobre sus orejas y sus labios estaban levemente curvados hacia arriba.
—¿Qué? —preguntó el ojiverde.
—Nada —susurró antes de besarlo.
Llevó su mano hacia su cuello y acariciando la línea de su mandíbula con el pulgar. Robby correspondió el beso, inclinándose hacia el e intensificándolo. Luca soltó un sonido de satisfacción y Robby se subió a horcajadas sobre el, aprisionando sus caderas contras las suyas.
—¿Cassie esta en casa? —preguntó Robby con los labios aún pegados contra los de su novio.
Luca negó un poco y Robby sonrió antes de volver a besarlo, con mas intensidad que antes. Movió las caderas lo suficiente para sacarle un suspiro entrecortado al neoyorquino y ahogarlo entre besos. Las manos de Robby llegaron al borde de la camiseta de Luca e iba a empezar a subirla cuando el tono de llamada de su teléfono los asusto a ambos.
El neoyorquino soltó un quejido, ladeando la cabeza hacia atrás para apoyarla en el colchón.
—Ignóralo.
Robby tomó el teléfono y suspiró.
—Es Miguel.
—Se hubieran quedado como enemigos —se quejó cuando Robby soltó una risa y respondió.
—¿Qué pasa? Ah. Espera, ¿qué? ¿Ahora? Estoy con Luca —Miguel habló por el otro ldo de la linea y el ojiverde tapó el micrófono para hablarle a su novio—. Quiere que vayamos a Miyagi-Do para tratar de convencer al señor LaRusso de que vuelva a abrir el dojo.
—¿Y a mi que me importa si... hmmp —dejo de hablar cuando la mano de Robby tapó su boca.
—Sí, sí, estaremos ahí —asintió Robby y cortó la llamada—. Vámonos.
Luca puso mala cara y le mordió la mano, sin hacerle daño pero lo suficiente para que la quitara y sonrió.
—Pero estoy tan cómodo.
Robby, que seguía encima, rió y se dio media vuelta para caer de espaldas y girarse hasta caer de pie en el suelo.
—Levántate, flojo.
Luca se dio la vuelta, enterrando la cara en el colchón con un quejido y sintió como Robby tomaba su muñeca y tiraba de el. De mala gana, se puso de pie.
—Ya bueno, ush.
—Es una buena causa —dijo Robby sonriendo—. ¿No querías hacer algo contra Silver? Esto es lo mejor que podemos hacer.
El de lunares puso mala cara pero abrió la puerta de la habitación para dejar al ojiverde salir primero.
Luca se quedó parado entre Halcón y Sophie mientras les explicaba la disculpa de Robby ya que llegaron juntos y básicamente le exigieron respuestas.
—El tema es que fue un malentendido —dijo Luca moviendo los brazos—. Salte a conclusiones muy rápido.
—Ah, tu eres tonto —dijo Sophie agarrando el puente de su nariz mientras negaba.
—Eso no explica la celebración —dijo Halcón alzando una ceja.
—Silver se metió en su cabeza —negó—. No lo voy a culpar. Tu tampoco deberías, en su momento también hubieras celebrado algo así.
Halcón puso una mueca pero terminó asintiendo.
—Buen punto.
—Yo si puedo juzgar —dijo Sophie alzando un poco la mano—. ¿Que les pasa a ustedes y sus lavados de cerebro?
Robby, Sam y Ethan que estaban adentro con Daniel, salieron del lugar cuando Sam abrió las puertas del dojo y los tres adolescentes fueron junto a sus amigos con sonrisas.
—Ya no estás solo —dijo Sam—. ¿Qué dices, papá? ¿Pelearás?
Daniel se acercó hacia Chozen y Johnny. Los alumnos sonrieron e hicieron una reverencia antes de que los tres sensei's hicieran lo mismo.
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