Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

031. love advise

CHAPTER THIRTHY-ONE
❝consejos amorosos❞
cobra kai season 5 | act. four









ETHAN, LUCA Y SOPHIE estaban en la piscina. El primer nombrado estaba recostado en una reposera con un libro sobre sus piernas. Sophie estaba sentada en el borde de la piscina, solo mojando sus pies mientras que Luca flotaba boca arriba con unos lentes de sol descansando en el puente de su nariz, escuchando el leve chapoteo por debajo del agua.

Esperaban a Cassie y Sam que estaban con Daniel en Miyagi-Do.

—Me aburro —dijo Luca—. Sin Johnny mi vida no tiene sentido.

Ya que Miguel se había ido sin avisarle a nadie a Mexico, Johnny le había prometido a Carmen que lo encontraría y lo traería de vuelta a casa. Al parecer, Robby y el se habían arreglado así que el también fue.

Luca dudaba que Robby quisiera haber ido a buscar a Miguel considerando que se odiaban pero decidió no preguntar más.

Por lo menos se le haría más fácil ignorarlo.

—¿Si te acuerdas que estás saliendo con su hijo y no con el?

Luca rodó los ojos, saliendo de la piscina y recostándose en la reposera vacía al lado de Ethan.
—Robby se puede ir a la mierda.

—¿No han hablado?

El neoyorquino negó y ambos se voltearon al escuchar pasos. Cassie entró con una mueca de preocupación.

—No frunzas el ceño te vas a arrugar —le dijo Luca, en un intento de calmarla pero no funcionó.

—Cierra la boca —le dijo, sentándose al lado de Sophie—, el señor LaRusso cerró Miyagi-Do. Sam lleva media hora en el dojo practicando.

—Se siente culpable —dijo Ethan—. Hay que darle tiempo.

Cassie siguió quejándose un rato hasta que Ethan se levantó y se alejó, con el celular en un oído y tapando el otro con su mano.

Por su cara asumió que era Miguel.

—¿Por qué va a cerrar? —preguntó Sophie alzando una ceja—. No parece lo más inteligente sabiendo que Silver acaba de abrir una sede no tan lejos de aquí, de hecho.

—Dijo que Silver es peligroso y que nos tenía que proteger —dijo Cassie cruzándose de brazos—. "Sacarnos" de la guerra de karate.

—¿Es tonto? —preguntó Luca con una mueca—. Eso no va a funcionar. Probablemente solo van a ser un blanco más fácil, los chicos de Cobra Kai ya nos odian.

—¡Eso es lo que le dije yo! —siguió la pelirroja, bufando—. Johnny se va, Daniel cierra el dojo, Kreese esta en la cárcel, Silver abre mas dojos... ¿Que falta? ¿Que Tory se ponga de nuestro lado?

Luca rió, negando con la cabeza cuando Ethan volvió y volvieron a quedarse callados, sin preguntar que había pasado.

—¿Robby Keene? —preguntó Molly, con las orejas rojas del enojo y Luca soltó un suspiro antes de mirarla—. ¿Me estas jodiendo?

—Buenos días, Molly —dijo con amargura—. Dormí bien, gracias, ¿tu como estas?

—No estoy para juegos, mocoso malcriado —dijo, apoyándose en la mesa de mármol con los codos y apuntándolo—. Ese niño es un delincuente y quiero que te alejes de el. Si alguna vez pisa esta casa...

Cassie, a su lado, se tensó y revolvió su café. Luca rió sin gracia, viéndola incrédulo.
—¿Quien te crees que eres para decirme con quien puedo o no verme?

—Soy tu tía y tu guardiana legal, eso me creo —escupió con la misma amargura que el—. Y mientras vivas bajo mi techo, cumples mis ordenes y mis reglas, ¿entendido?

—Bueno —dijo el, sonriendo sarcástico—. Pero que sepas, Robby ha dormido aquí más de una vez, de hecho, hemos...

Dejo de hablar cuando sintió su mejilla arder y su cabeza girar violentamente hacia un lado. Cassie se congeló en su lugar, observando horrorizada a su mamá que siguió con la mano en alto, como desafiando a Luca a seguir hablando.

El chico se quedó en silencio, con la piel cosquilleándole y lentamente se volteó a verla, con nada más que odio en sus ojos pero no se atrevió a decir una palabra más.

—Me dan asco, los dos —Molly fijo su vista en Luca y puso una mueca de disgusto y decepción—. Tu madre estaría tan decepcionada de ti.

Sin decir nada más, se dio media vuelta y subió a trompicones las escaleras hasta su habitación donde el portazo hizo eco por toda la casa. Cassie se levantó de su asiento y se acercó a el rápidamente, tomando su cara.
—Dios mío, dios mío, dios mío...

Por primera vez en su vida, Luca no sabía que decir. Se quedó viendo a su prima como si no estuviera ahí realmente mientras ella murmuraba una y otra vez un "lo siento" sin aire.

Una cachetada no era nada, con todo esto ya lo habían golpeado miles de veces pero por alguna razón, esta situación le dio nauseas. Cassie atrajo su cabeza hacia su pecho, acariciando su cabello como si eso fuera a hacerlo sentir mejor.

Y por primera vez en un par de meses, pensó en su mamá y en que hubiera hecho ella. ¿Le agradaría Robby? ¿Le agradaría la persona que era el ahora? Porque el Luca de Nueva York se sentía como otra persona, lejana y perdida en todo el sentido de la palabra. ¿Que pensaría de el por estar con un chico? ¿Le agradarían sus amigos de aquí?

¿Estaría orgullosa?

Sam LaRusso era increíblemente insistente cuando quería serlo. El y Ethan habían sido arrastrados a una "salida" junto a Moon y Yasmine. Las tres chicas se sentaron de un lado y los dos amigos del otro.

—Desesperado —opinó Yasmine al leer los mensajes que Miguel le había enviado a Ethan—. Pero lindo. Sabe que está en problemas.

Ah, sí, habían vuelto.

Robby le había escrito más de una vez pero Luca ni siquiera abrió el chat. Le amargaba pensar en la situación y no estaba de humor para escuchar excusas baratas.

Ethan volvió a tomar el teléfono y envió un mensaje antes de que Yasmine le arrebatara bruscamente el teléfono de las manos.
—Dije que no caritas. Si van a terminar no puedes escribirle así.

—No quiero terminar con el —dijo Ethan confundido y Luca rió—. Sam, ¿por qué nos trajiste?

—Necesitan consejos amorosos de chicas —opinó su hermana, dándole un sorbo a su batido—. Los dos.

—¿Eso que significa?

—Solo explícale como te sentiste —interrumpió Moon negando—. No tienen por qué terminar.

—Gracias —dijo Ethan alzando levemente las manos y dejando caer su cabeza hacia atrás.

—Tu deberías hablar con Robby —apuntó Sam a Luca que se cruzó de brazos, alzando una ceja—. La única razón por la que no han hablado es porque tu no quieres. No van a arreglar las cosas si no lo dejas explicarte que pasó.

—No quiero ver a Robby —dijo el, rodando los ojos—. Sigo enojado.

Era verdad, seguía molesto pero ahora también tenía a Molly diciéndole basura en el oído todo el día y empezaba a creerle.

No le importaba que opinara Molly pero desde que descubrió que salía con Robby las peleas en esa casa se habían vuelto más recurrentes y con Cassie también. Les recordaba cada que podía que no era normal que sean así o lo que sea, Luca había aprendido a no escucharla pero Cassie... Cassie se había cerrado por completo. Apenas hablaban y pasaba la mayoría del tiempo fuera pues se consiguió un trabajo de verano junto a Demetri.

Se notaba a millas que si le afectaba, pero Luca sabía que no iba a hablarlo y que, en realidad, no valía la pena tratar de ayudarla cuando se ponía así.

—Créeme, nos damos cuenta —dijo Ethan sonriendo inocente.

—Y tú —dijo Yasmine volteando para ver a Sam—. Tienes que hablar con Cassie. Una cosa es trabajar y otra es no contestar los mensajes.

Luca tomó su bebida al sentir sus hombros tensarse y tomó un sorbo, disimulando como pudo.

Molly Weber la había cagado otra vez y las consecuencias empezaban a verse, al menos a sus ojos.

Las chicas querían ir a un spa pero Luca y Ethan se negaron rotundamente. El chico LaRusso lo dejo en su casa pero Luca no quería estar ahí y por azares del destino, Halcón le escribió así que terminó con Miguel, Demetri y Halcón en una tienda de joyería para comprarle un regalo de disculpa a Ethan.

El sabia que Ethan no estaba enojado pero le divertía lo estresado que se veía Miguel con todo esto.

—Aquí le compré a Yas su brazalete —dijo Demetri—. Y un amuleto cada vez que peleamos. Ya ni puede subir el brazo.

—¿Por qué tengo que comprar joyas caras? —preguntó Miguel—. Tal vez Ethan esté bien y ustedes están exagerando.

—Uso una carita con dos puntos y un parentesis, el usa el emoji sonriente —exclamó Demetri moviendo mucho los brazos—. Eso es un alerta nivel cinco. Creo que no exageramos lo suficiente, ¿sí?

Luca puso una mueca de confusión. O sea, era verdad, pero eso era sobre pensarlo un poco, ¿no?

—¿Puedo ayudarte en algo? —preguntó la señorita.

—Sí —asintió Miguel—. Busco algo especial para mi novio.

—¡Qué tierno! —dijo ella sonriente—. ¿Es su cumpleaños, su aniversario?

—Se fue del país sin decirle y casi no han hablado desde que volvió —se adelantó Demetri y la señorita alzó las cejas sorprendida.

—Eso es nuevo... ¿Qué tal un brazalete?

—¿Cuánto vale ese? —preguntó Miguel apuntando a un anillo con forma de pulpo, los brazos enredándose en tu dedo.

—¿El pulpo? ¿En que número?

Miguel asintió y luego volteo a ver a Luca.
—¿Tienes alguna idea?

—Se probó uno mío una vez y le quedo bien —dijo el alzando los hombros—. Nueve.

La chica lo sacó de la pequeña caja para mostrárselo más de cerca.
—Es perfecto. Pero dudo que pueda pagarlo.

—De hecho, esta en oferta —dijo la chica.

—¿En oferta? —dijo volviendo a sonreír—. Genial. ¿Cuánto cuesta?

—Con impuestos, ciento treinta y dos dólares.

Luca alzó las cejas sorprendido y Halcón puso una mueca.
—¿Tienes uno con menos tentáculos?





























Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro