CHAPTER SIX
❝no cita❞
cobra kai season 2 | act. one

LUCA Y ETHAN ESTABAN ESTIRANDO cuando el de lunares recordó la invitación de Robby.

—Robby me dijo que si queríamos salir el viernes por la noche —comentó—. También van Sam y Cassie, ¿quieres ir?

—¿Me estás invitando a ser mal tercio de dos parejas al mismo tiempo? —dijo Ethan alzando una ceja.

—Robby no es mi novio —dijo Luca rodando los ojos. ¿Tan obvio era?—. No se que te dio con eso.

—Cada vez que lo ves, te pones así —Ethan empezó a parpadear demasiado rápido con una sonrisa estúpida demasiado exagerada y Luca lo golpeó—. ¡Oye!

—¿Vas a ir? —preguntó de nuevo, frunciendo el ceño.

—¿Cassie ya no esta enojada con nosotros?

—Nah. Tuve que hacer su cama y lavar los platos por dos semanas pero valió la pena —alzó los hombros—. Ya no tengo miedo de que me vaya a golpear cada vez que quiero decir algo. ¿Vas a ir o no?

—Si me pagas la comida, lo puedo pensar —dijo Ethan sonriendo con inocencia.

—Vas a hacer que me quede pobre —se quejó Luca—. Tienes que disfrazarte de los ochentas.

—Hecho —aceptó, orgulloso de si mismo.

—A sus posiciones —gritó Johnny y todos se pusieron en filas—. Hoy aprenderemos lo más importante un Cobra Kai.

—¿Y el sensei Kreese? —preguntó Halcón.

—¿No deberíamos esperar al sensei emérito para empezar? —preguntó Raymond a lo que Johnny lo miro serio—. Quizás no.

—El señor Kreese no vendrá mas.

Luca frunció el ceño con confusión. ¿Qué había pasado? Kreese le caía bien.

—Al volverme su sensei, prometí algo —siguió Johnny—. Darles siempre lo mejor. Aunque sea difícil para todos, él no buscaba lo mismo. John Kreese pudo haber fundado Cobra Kai, pero ya no representa este dojo. Su Cobra Kai era viejo y anticuado. No avanzó. ¿Y qué pasa entonces, Díaz?

—Te atascas como cemento —contestó Miguel.

—Exacto. Un gran luchador debe adaptarse. Este credo... si lo siguen... los hará fuertes. Los hará formidables. Pero también los hará idiotas. Solo son letras negras en un fondo blanco. Pero la vida no es así. La vida tiene matices. Y en esos matices, el Cobra Kai de Johnny Lawrence a veces tiene piedad. Aún necesitan ser rudos. Pero deben aprender a pensar no solo con los puños, sino aprender a usar esto —apuntó a su cabeza—. Y eso me lleva a la clase de hoy —Johnny tomó una tabla de madera y la partió a la mitad con la cabeza—. Cabezazos. De a pares.

Los dos amigos se pusieron frente a frente y Ethan suspiró antes de decir.
—Tu primero.

Luca cerró los ojos, como si eso fuera a evitarle dolor y le pegó un cabeza a Ethan en la nariz, haciendo que este soltara un quejido y se tapara la nariz con las manos.
—¡No tan fuerte!

—Uy, perdón —dijo Luca con una mueca.

Ya era viernes por la noche y todos en el grupo estaban disfrazados de algún personaje de los ochentas.

—Sabes, no estaba segura de los disfraces, pero me gusta no tener que andar a escondidas —dijo Cassie sonriendo mientras miraba a Sam.

—Deberías haber venido como Molly Ringwald —dijo Sam tomando su mano y entrelazando sus dedos.

—Tenía el pelo muy corto.

Luca sonrió al ver a su prima. Llevaba enamorada de Sam hace años y que ahora pudieran están juntas lo ponía feliz. Cassie realmente estaba enamorada de ella.

—Tu deberías haberte disfrazado de Andrew McCarty —le reclamó a Robby—, o al menos Duckie.

—Vamos —se quejó Robby riendo—. Por el pelo, mi única opción era Spader.

—Me muero de hambre —interrumpió Ethan sonriendo como niño pequeño en tienda de dulces—. Disculpa, ¿nos traes el menú?

La mesera se dio la vuelta, mostrando a Tory. La sonrisa de Ethan se borró y Luca rodó los ojos.

—Vaya —dijo mirándolo de arriba a abajo—. Mira quién es.

—No... sabíamos que trabajabas aquí —Sam le dió un codazo a Ethan y este alzó los hombros.

—Sí, no todos usamos la tarjeta de papá —dijo Tory sonriendo sarcásticamente.

Luca se preguntó si Tory tenía alguna neurona en su cabeza.

—Solo queríamos pedir algo —dijo Sam—. Lo siento.

Miguel llegó del otro lado, hablándole a Tory.
—¿A qué hora sales? Para que las papas estén crujientes.

Ethan cerró los ojos con cansancio y el resto puso muecas de incomodidad.

—Vaya... —Miguel se quedó observando a Ethan—. No te reconocí. Lucen bien.

—Gracias.

—Tory, ellos son Sam, Cassie y Robby —presentó Miguel, tratando de no hacerlo incómodo incluso si ya lo era—. A Ethan y Luca ya los conoces.

—Ya nos conocemos —dijo Tory de mala gana—. Sam y yo nos peleamos en el club de playa.

—¿De donde se conocen? —preguntó Sam con falsa curiosidad.

—Tory esta en Cobra Kai —contestó Miguel con una pequeña sonrisa.

—Con razón —murmuró la más baja y Cassie le dio un codazo junto a una mirada de "ya basta".

—¿Disculpa? —preguntó Tory.

—Nada.

—Bien, debo ir a trabajar. Nos vemos, cariños.

Tory tomó a Miguel por la mandíbula y lo besó frente a todos antes de irse en sus patines. Ethan bajó la mirada y Robby lo notó.
—Busquemos unos patines.

Una vez consiguieron patines, se fueron hacia la pista. El único que se quedo fue Ethan, ya que los patines le habían quedado pequeños.

—¿Les contaste? —preguntó Robby.

—¿Contarles qué? —dijo Luca con confusión.

—Lo que paso, entre nosotros —dijo Robby divertido—. Ya se que nos somos nada pero...

—No les he dicho nada —negó Luca—. Tampoco sabría como explicarles.

—Estaba pensando... —Robby lo miro con una pequeña sonrisa—. No quiero nada serio aún pero... si estas dispuesto podríamos... ser como, no lo sé.

—¿Amigos con derechos? —preguntó Luca sonriendo burlón al ver que Robby se sonrojaba.

—Sí, algo así.

Luca tampoco quería algo serio. Era demasiado. No necesitaba una relación de la que preocuparse, tomaba mucho tiempo y era tiempo que no tenía, especialmente si ya estaban por terminar las vacaciones de verano. Además, no era el momento para una relación. Acababa de llegar, seguía muy preocupado por su madre y una relación era mucha responsabilidad.

Pero realmente divertirse mientras tanto no le vendría nada mal.

—Bueno —aceptó y Robby casi se cae.

—¿Qué? —preguntó confundido.

—Te dije que sí —contestó riendo—. ¿Por qué me miras así? Tu me lo pediste.

—Estaba seguro de que me dirías que no —dijo sorprendido.

—Si no quieres, no —Luca alzó—. Podemos ser amigos nada más, no me importa.

—¡No! —Robby suspiró—. Digo... no. Sí, esta bien. Amigos con derechos.

Luca siguió riendo mientras Robby le decía que dejara de reírse de él. Salieron de la pista y volvieron a ponerse zapatos para ir a buscar comida. Luca alcanzó a ver como Tory pasaba "accidentalmente" por al lado de Ethan, golpeándole en el hombro y haciéndolo caer.

El neoyorquino se levantó y vio como Ethan le hacia una barrida a Tory haciendo que cayera hacia atrás y toda la comida que estaba en la bandeja cayera sobre ella.

Salió corriendo hacia allá, siendo seguido por Robby y luego Sam y Cassie que también estaban poniéndose zapatos.

—¿Qué diablos, Ethan? —preguntó Miguel enojado.

—¿Yo? —Ethan apretó los puños—. Vete a la mierda.

—¿Estás bien, Tory? —preguntó un guardia. Tory tenía las manos sobre su cabeza como si se hubiera golpeado muy fuerte—. Bien, se acabó. Fuera de aquí.

Ethan se quitó los patines, tomó sus zapatos y salió del local dando un portazo.

—Voy a verlo —dijo Luca mirando a Robby—. Vayan a buscar las cosas, ¿sí?

El ojiverde asintió y Luca salió del lugar viendo a Ethan con cara de pocos amigos.

—¿Estás bien?

—¡Es una hija de puta! —Ethan pateó un basurero y se pasó las manos por el pelo—. ¡No le he hecho absolutamente nada! ¿Qué problema tiene conmigo?

—Si esperas que la defienda olvídalo, me cae muy mal —dijo negando.

—Perdón por arruinar tu cita —dijo Ethan con cara de perro regañado—. Antes de que digas que no es una cita, si lo es, deja de mentirte.

—Jodete.

—¿Cual es su problema? —se quejó el más bajo suspirando. Luca puso una mueca.

—Si me preguntas a mi, yo creo que esta celosa porque viviste con Miguel y el no le dijo —dijo alzando los hombros y sonriendo.

—¿No le dijo? —preguntó Ethan sorprendido pero con una sonrisa en la cara.

—Nop.

—¡Chicos! —gritó Cassie ya en el auto—. ¡Vengan aquí o les rompo la nariz.

Luca mostró el auto con la cabeza y Ethan sonrió levemente.
—Vamos.