000. new begginings
CHAPTER ZERO
❝nuevos comienzos❞
cobra kai season 2 | act. one
LUCA SE DEJO CAER en la cama de su nueva habitación totalmente agotado. Había viajado desde Nueva York a los Ángeles solo. Cassie lo ayudo a subir sus maletas al segundo piso y Molly la llamo para que la ayudara con el almuerzo.
Seis horas en avión.
Cuando esperaba su vuelo, había decidido dormir en el avión así quizá no llegaría tan cansado e irritable pero apenas se sentó, una mamá con un bebé se sentaron a su lado y el niño no dejo de llorar en todo el vuelo.
Sentía que le iba a explotar la cabeza del dolor.
No estaba feliz por vivir en Los Ángeles y razones no le faltaban. Su tía era una idiota, Cassie y el hablaban casi todos los días y las historias que le contaba su prima no eran las mejores. Tuvo que dejar a todos sus amigos al otro lado del país y aún tenía que esperar quien sabe cuanto tiempo para que llegara el resto de sus cosas que venían en un camión.
Se dió la vuelta para mirar el techo y observó la habitación con atención. Las paredes eran color azul claro, había un escritorio pegado a la pared derecha y un librero en la esquina al lado de su cama —no había agarrado un libro en su vida por lo que decidió usarlo para sus Funkos y sus figuras de lego— y una mesita de noche al otro lado dejando la cama en medio de la habitación. Había una ventana en la pared izquierda que daba hacia el estacionamiento de la casa, con una cortina gris y al lado de la puerta había un closet enorme con cajones adentro.
Dos golpes se escucharon en la puerta y Cassie entró con un vaso de agua y una pastilla en la mano.
—Mamá dice que el almuerzo esta listo —dijo sentándose en la cama—, y te traje esto. Debería ayudarte con el dolor de cabeza.
—Gracias —Luca sonrió casi invisiblemente y tomó las dos cosas.
—¿Cómo estás? —preguntó la pelirroja con preocupación.
—Bien —mintió. Se sentía miserable—. Mi mamá casi nunca estaba en casa de todos modos.
Cassie no parecía convencida mas no preguntó de nuevo. Vio como Luca tomaba la pastilla y suspiró.
—Tengo un evento de karate hoy en la tarde, ¿quieres ir conmigo? Ethan y Sam LaRusso van a estar ahí y puedes conocer a Robb...
—Gracias —la interrumpió—. Pero creo que me quedaré aquí. Tengo que ordenar mis cosas y estoy agotado así que creo que dormiré un rato.
—Sí, esta bien, para la próxima será —Cassie se levantó cuando Molly los llamó con un grito desde abajo—. Vamos o se enojará.
Luca asintió y los dos bajaron a la cocina.
Cassie se había ido hace un buen rato junto a Molly. Luca había dormido toda la tarde y no ordeno nada.
Y si somos sinceros, no tenía ganas de ordenar.
Tomó su teléfono y vio una historia que subió su prima con la ubicación del lugar por lo que decidió ir. ¿Qué perdía? Podía aprovechar de conocer un poco más la cuidad.
Además, se sentía atrapado y necesita aire.
Era casi de noche pero no hacía frío, era verano después de todo. Entró al enorme parque viendo la cantidad de puestos de comidas y juegos. A lo lejos vio un escenario con una multitud de personas al frente y noto como cuatro chicos estaban encima haciendo una especie de rutina.
Se acercó justo cuando los chicos bajaron del escenario. Daniel LaRusso subió una caja cuando el sonido de un micrófono interrumpió su presentación.
—¡Cobra Kai! ¡Cobra Kai!
Un montón de chicos con gi's negros se subieron al escenario. Luca no reconoció a ninguno. Hicieron una rutina y luego pelearon entre ellos hasta que un chico moreno fue el único que quedo de pie.
El público vitoreaba. Luca recordó la conversación que se dio en el almuerzo donde Cassie explicaba que harían esa presentación para que mas gente se uniera a su dojo y dejaran de ir a Cobra Kai, Molly lanzó un par de comentarios horribles hacia un tipo llamado Johnny Lawrence y le dijo a Luca que ni se le ocurriera acercarse a ese dojo "maldito".
Una sonrisa maliciosa se formó en su rostro mientras veía como una chica de pelo corto rompía tablas con los ojos vendados.
Al final, un señor rubio rompió cinco bloques de cemento —con fuego encima, de paso— de un golpe y Luca supo que quería estar en ese dojo y no le importaba una mierda lo que pensara su tía.
¿Que iba a hacer? ¿Castigarlo? No era su mamá.
Luca llevaba un rato ahí. Observaba con cautela como todos hablaban entre sí o algunos estaban solos.
Ethan LaRusso entró al dojo y todo el mundo quedo en silencio.
—¿Ethan? —preguntó el chico moreno de el dia anterior—. ¿Qué haces aquí?
El chico quedo paralizado en la puerta del lugar con la cara tan roja que parecía un tomate. Luca soltó una risa por lo bajo.
Se acordaba de el, era el mejor amigo de Cassie. Lo conoció una vez que vino a Los Ángeles cuando era niño pero nunca fueron muy amigos, sabia que era el ya que Cassie siempre subía cosas junto a el.
¿Qué hacía en Cobra Kai el hijo de Daniel LaRusso?
—¡Atención! —gritó al que supuso que era Johnny Lawrence—. Veo que hay nuevos reclutas —su mirada cayó en Ethan y frunció el ceño—. ¿LaRusso Junior? Ugh, como sea. No quiero saber. Todos a sus lugares. Formen filas ordenadas —los alumnos se pusieron en filas y Johnny quedo frente a todos—. Veamos de qué están hechos.
Johnny se paseó entre todos con mueca juzgadora. Cuando paso frente a Luca, el castaño lo miró mal y pudo jurar que Johnny asomó una sonrisa.
—Lo siento, los padres no puedes quedarse, es por el seguro —dijo viendo un señor.
—No soy papá. Yo... ¡Vine a patear traseros, señor!
—¿Nos conocemos?
—Sí, le vendí el espejo —dijo emocionado—. Hablamos de bandas de rock, conectamos.
—Eres algo viejo —dijo Johnny—. Es una clase para adolescentes.
—Bueno, puedo con ellos. No les temo a los niños. Y mi mamá no me cobra alquiler, así que tengo mucho efectivo para gastar —sacó dinero de su bolsillo y se lo dió a Johnny que parecía satisfecho.
—Sí, estarás a prueba —volvió al frente—. Pensé que el último grupo era patético. Pero si hacen lo que digo, podrían convertirse en luchadores. Para lograrlo, deben pelear. Así que... ¿quién se anima a vencer al campeón?
El lugar se quedo en silencio otra vez.
—Yo me animo —dijo una chica rubia en la parte de atrás.
—¿En serio? —preguntó Johnny divertido.
—Vi su muestra en el festival —siguió—. Fue un lindo espectáculo. ¿Pero saben pelear?
—Eso parece un desafío.
—Me gustan los desafíos.
—Señor Díaz, muéstrele a la señora de que se trata Cobra Kai.
Todos salieron de las colchonetas, dejando al moreno y a la rubia con espacio de sobra. Luca tomó la oportunidad para acercarse lentamente a Ethan.
—¿Segura que quieres...? —comenzó Diaz pero la chica lo pateó—. Muy bien... aquí vamos.
Los dos comenzaron a pelear. Luca vio atentamente todos los golpes que se daban. Diaz lanzó a la chica al suelo pero ella dio una vuelta hacia atrás y se levantó.
—No telegrafíes. Sorpréndeme.
La chica lo tacleó y se levantó.
—¿Acaso no lo viste venir?
El chico la rodeó con sus piernas y la botó al piso.
—Tal vez —se levantó y extendió su mano—. Me llamo Miguel.
—Tory —tomó su mano y le dio la vuelta dejándolo en una posición para romperle el brazo fácilmente—. Con Y.
Una vez termino el entrenamiento Luca vio como Ethan estaba casi que escapando de ese lugar por lo que se interpuso.
—¡Ethan! —llamó sonriendo—. Hace mucho tiempo no te veía.
—Uhm... —Ethan frunció el ceño con confusión—. Tu... ¿quién...?
—Soy Luca —dijo riendo. La mueca de confusión incrementó por lo que el castaño rodó los ojos—. ¿El primo de Cassie?
—¡Ooh! —dijo Ethan soltando una risa nerviosa—. Ya me acordé. Hace años no te veo, ¿qué haces aquí?
—Me mudé con Cassie y su mamá —explicó y alzó los hombros—. Es una larga historia.
—¿Y qué haces en Cobra Kai...? —preguntó volviendo a fruncir el ceño.
—Podría hacerte la misma pregunta —respondió alzando las cejas.
—Touché —Ethan negó con la cabeza—. Oye, realmente estoy un poco ocupado... voy al club de playa, ¿quieres venir? Cassie esta ahí.
—¿Me llevas? —preguntó juntando las manos.
Le gustaba caminar, pero no tanto.
—Claro —contestó riendo—. Vamos.
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