
cap 26
—<<Dios,Sekido me va a matar ¿Como fue que pasaron treinta minutos de charla?>> —Pensaste asustada mientras trotabas por el jardín,aunque redujiste la veloc
idad— <<¿Por qué me importa? Yo no quiero ir a ningún lado con él>>
Si,nunca habías sido rencorosa o con un carácter fuerte,extrañamente a veces la hostilidad de Sekido te molestaba a tal punto que lograbas sentir esa chispa que te decía:regresala tres veces peor.
Así que comenzaste a caminar lentamente por el jardín,mientras analizabas mentalmente toda la información que habías recibido por Hikame y lentamente empezabas a ver con otros ojos al señor que al principio creías que era buena persona.
Les expandió la ventana por un dudoso favor por parte de Marina,la chica estadounidense que conociste hace un mes,esta vez no pudiste ver al resto ya que estaban en labores,habías pasado por esa ventana y habías cabido,desde luego que no saliste por allí,te fuiste por la puerta de la cocina para que no sospecharan.
Seguías muy dolida todavía por las palabras de Sekido pero no lo ibas a demostrar aunque odiaras la poca comunicación entre parejas,siempre fue algo que charlaste con tus parejas anteriores,aunque no durarán ni los tres meses por estar tan ocupada trabajando,estudiando y manteniendo a tu familia.
Por supuesto que ese argumento jamás lo utilizarías en una discusión,tú ibas a seguir guardando el secreto de que eras privada de contacto físico en pareja y hacerle creer que fue el primero en todo ¿Por qué? Para este punto podría decirse que lo conocías,no reaccionaria bien y también lo considerabas innecesario.
Ahora ya no te intimidaba como al principio, su sola presencia te causaba escalofríos cosa que fue cambiando a través del tiempo por obvias razones.
Sacudiste tu cabeza de un lado a otro para borrar ese pensamiento y te acercaste a unos rosales rojos,nunca habías visto unos tan rojos,al principio no te ibas a acercar pero bueno,tenías que hacerte la interesante si es que había cámaras por esa zona.
Así que con poco interés te acercaste a las flores,pasaste tu dedo por la rosa que captó más tu atención,era perfecta,planeabas arrancarla,cosa que no lograste cuando te pinchaste con una espina en el índice.
—<<Me dolió >> —pensaste chupando tu dedo,cerraste los ojos quejandote entre dientes.
Estuviste así unos segundos hasta que notaste que había una extraña sombra detrás de tí,fue tarde cuando reaccionaste y bruscamente del brazo te dieron la vuelta encontrando la penetrante mirada de Sekido.
—Oye-.
—¿Donde diablos estabas? —sus manos no se quedaron quietas,pareció analizar tu cuerpo como si tuvieras alguna mancha extraña— te he estado buscando por media hora.
—Estaba viendo los rosales —explicaste con molestia— no me di cuenta del tiempo que me había tomado ver algo.
Fuertemente te tomó por la quijada hundiendo sus dedos en tus mejillas acercandote a él,viste que detrás de tí miro algo,pero no alcanzaste a ver que era.
—¿Qué crees que ha-...
Cerraste los ojos cuando sus labios se juntaron con los tuyos rudamente poniendo una mano en tu trasero,pero extrañamente no lo sentías centrado en el beso,creíste que era ese tipo de hombre que solo demostraba algo físico dentro del cuarto a puertas cerradas.
Una sensación se manifestó en tu vientre que era como un cosquilleo que paseaba aparte por toda tu columna,su lengua y se adentraba buscando la tuya,era extraño sentir como su saliva entraba a tu cavidad bucal,de un momento tu mundo se habría vuelto blanco.
Apretaste los ojos poniendo tus manos en su pecho no se detenía,temblaste cuando una mano la puso tu trasero,pero lo de hace unas horas no se te olvidaba,ni siquiera sabias que era lo que querías que te hiciera en ese momento pero no se la perdonabas.
Así que con mucha fuerza lo apartaste de tí,por el impulso que aplicaste habías pisado el dobladillo de tu vestido por la parte trasera, inevitable caíste al pisó,cerraste los ojos hasta que sentiste ese fuerte dolor en tu trasero y espalda baja contra el césped.
—Auch —te quejaste con dolor.
—Agh mierda...—escuchaste murmullar a Sekido quien pareció haberse quedado un poco shockeado por lo rápido que pasaron las cosas.
Ni pudiste analizar la situación cuando sentiste que te empezaban a alzar por las axilas,diste un pequeño chillido cuando lograste percatarte que era él...Aizetsu
No habías cruzado palabra con el desde la noche de la boda,su expresión de cuando tuvo que sostener a Sekido no se borraba de tu mente en lo absoluto,en las dos semanas donde fuiste ignorada por un poco más hasta por los sirvientes evitaban comer contigo en la mesa pero allí estaba él y Zohakuten,dónde solo recibías unos gélidos "Buenas noches" y te veía con detenimiento de pies a cabeza.
Fuera de eso no decía nada más y te procuraba ignorar.
—¿Te encuentras bien? —pregunto cuando te logró levantar.
—Si,ella se encuentra muy bien —respondió Sekido por tí alejandote con un fuerte tirón obviamente acercandote a él,como si fueras un especie de jueguete,te recordó a cuando dos niñas se pelearon en tu kinder por una muñeca de trapo que habías hecho.
—Solo preguntaba,Sekido —se excusó, extrañamente él ambiente era muy tensó a pesar de que eran hermanos,cosa que te dejo algo confundida— cayó muy fuerte,no debiste tomarla tan brusco.
—La tomó como se me antoje idiota,eso no te incumbe —la mano de Sekido
Abriste los ojos cuando entendiste que se refería a ese beso tan...¿vergonsozo? Tus mejillas se pintaron de un rosa,bajaste rápidamente la mirada hacía el césped.
Sin siquiera poder evitarlo un pulgar se había posado en tu barbilla y retiró ¿saliva? No te habías percatado de eso hasta que la retiró,elevaste la mirada para ver el brazo extendido de Aizetsu.
—¿Qué crees que haces? —interrogó Sekido alejandote de Aizetsu— no la vuelvas a tocar en toda tu jodida vida.
Hiciste un pequeño quejido y rodaste los ojos ante tales actos,te recordaba a los juegos que jugaban tus hermanos.
—Solo quería que estuviera bien,se cayó fuertemente —trató de explicar,la expresión de su rostro no cambiaba.
—Ah ya sí —dijo sarcásticamente— adelante,no sabía que eras doctor especializado para caídas de menos de un maldito metro y que yo sepa ella no se golpeó en los labios.
Lo admitías,no sabías si meterte,a pesar de que eran hermanos,sentías un ambiente hostil,nunca habías tenido esos problemas con tus pequeños hermanos más que peleas de algún que otro juguete por el cual llegaron a llorar y gritar pero nunca tenían esa aura,siempre se les pasaba con la comida pero continuaba como si nada.
—Solo estaba preocupado,de hecho te buscaba para saber dónde estaban unos papeles,por eso regresé del trabajo.
—Preocúpate por tus cosas entrometido.
Extrañamente parecía que Sekido se le quería tirar encima,ya sabias que tenías que llevartelo de una vez.
[...]
Lo habías logrado,de alguna manera lo lograste llevar de allí al auto ya para irse porque los insultos pasivo agresivos hacía Aizetsu no se detuvieron,el también se tuvo que ir porque salió del trabajo por unos papeles.
Aunque claro que ahora en pleno camino
—¿En serio me vas a seguir ignorando todo el camino,Sekido? —preguntaste mientras se ponía el semáforo en rojo.
—No tenias por que dejarte tocar por ese imbécil.
Rodaste los ojos con molestia y ya no le dijiste nada,te cruzaste de brazos y solo miraste por la ventana mientras veías el mundo exterior.
Sin embargo no tardó mucho para aburrirte aunque era relajante no escuchar su estresante voz reclamando por nada.
Cerraste los ojos y te acomodaste bien en el asiento, tocaste tu labio al sentir un dolor punzante que habías intentado ignorar después de tu humillante caida al césped.
El silencio era poco tolerable, tu siempre eras de andar hablando y hablando como un cotorro, no lo admitias pero era verdad.
Miraste de reojo a Sekido, quien manejaba rápidamente, estaban las ventanas abiertas, su cabello se movía en dirección al viento, parecía concentrado, tu mirada bajo al volante, las mangas de su camisa estaban arremangadas hasta los codos dejandote la vista esos brazos bien trabajados como todo su cuerpo, su pecho era como una almohada, en todos sus pectorales fácilmente podrías lavar tu ropa.
Esa imágen se formuló abiertamente en tu cabeza, aunque sentiste una punzada extraña en tu vientre, la misma que tuviste con él mientras veían la serie, apartaste tu mirada de él al notar esa sensación, he hiciste tu objetivo, que era prender la radio.
—Sacame la verga lup-.
Fue la primera canción que sonó en la radio la cual sonó a todo volúmen y cambiaste,tus mejillas se tornaron rojas mientras sonaba "Wannabe"
Pero la canción no sonó más allá del minuto, siendo quitada por Sekido.
—¿Oye que te pasa? —cuestionaste con molestia— si es por la primera canción, yo no sab-.
—Cállate —ordenó duramente.
—¿Por qué? —Insististe, odiabas que hiciera eso— ya ni te estaba hablando solo quería escuchar música.
—No quiero, así de simple, quiero que este en silencio.
—¿No quieres? —apretaste los nudillos y prendiste la radio— pues yo si quiero.
—Apaga esa porquería. —su mano se aproximó a la radio aunque pusiste la mano.
—No quiero
—¿Y a mí qué o que? Ya estas muy grandesita como para andar con esos caprichos.
—Eso deberias de decirte a tí mismo con eso de ignorarme como si fueras un adolescente.
Sus miradas se conectaron de manera desafiante, no eras de hacer eso pero no soportabas esas actitudes, era mayor que tu por cuatro o cinco años.
Así estuvieron unos segundos, por suerte el semáforo estaba en rojo, hasta que siguieron su camino y dejo la música aunque ya era demasiado incómodo.
—Tu presencia ya no me da miedo —murmullaste.
—Pues debería —te fulminó con la mirada de reojo, bajaste tu mirada sin decirle ya nada más.
Aunque dentro de sus bolsillos habu
[...]
Andaban en el centro comercial, era uno el cuál desconocían totalmente, pero era enorme, caminaban abiertamente por los pasillos transcurridos, todo tipo de personas pasaban por allí pero en especial las parejas que se llevaban de la mano y se veían con una sonrisa.
Por muchos años soñaste con eso a penas lograrás sacar adelante todo, recordabas al hombre que apoyó para que te validaran empleó.
Sota Aokiji, hace un año habías terminado con él, eras buena dando consejos de amor pero malos para ampliarlos, él tenía todo lo que quería, deseaba hijos, una esposa atenta para que incluso en la vejez fuera su mejor compañia, cosa que no lograste cumplir,había una de dos que era llevar pan a la casa o tener tu romance, pocas veces lograste llegar a las citas a tiempo con él, tantas veces intentaste recompensarselo pero sólo le lograste dar un anillo que ni le quedaba, al final se lo colgó en el cuello, pocas veces llegabas a verdaderamente ponerle atención realmente a sus problemas o cosas que pasaba por la universidad, todo término cuando te diste cuenta que ya con la poca atención que le dabas no era disfrutable, eso sí.
Tus hermanos lloraron mucho cuando dijiste que ya no estarías más con Sota, siempre le llevaban regalos y jugaba con ellos.
Pero todo eso ya era pasado, ahora estabas casada con un hombre de mal carácter con tal vez problemas emocionales y traumas severos, después de todo gracias a Hikame, esta tarde descubriste que la señora del señor Hantengu huyó cuando Sekido tenía catorce y Zohakuten seis tu creías que había huido hace dos años mínimo.
—¿A que vinimos? —preguntaste.
—Mi padre me dijo que compró tu ropa pero veo que te escogió lo que él quiso —te miro de arriba abajo caminando a la derecha— vi tus productos y ropa cuando fui a tu cuarto para buscarte —eso último parecía especificado.
—Y luego?
—Y luego —prosiguió con cierta irritación— no me gustó tu ropa, pareces divorciada de los programas estadounidenses y se te quedan viendo mucho.
Miraste tu ropa, era tu largó vestido café, a tu parecer se te veía bien, detallaba bien tu delgado cuerpo, era algo elegante, ibas a decir algo pero se te ocurrió algo.
—Será perfecta en unos días cuando eso pasé —pusiste una sonrisa que rápido se esfumó.
El rostro de Sekido pareció oscurecer, sus ojos rubí por un momento parecieron intimidarte, lograste ver varias venas en sus ante brazos y justo en ese momento desde tu perspectiva, se veía más grande a lo cual pasaste duramente saliva.
Tomó tu brazo acercandote a él en un abrazó, no importaban tus forcejeos, te había arrastrado hasta un pasillo más privado y cerrado por donde estaban las escaleras de emergencia, las palabras no brotaban de tu boca, el apretón suave no era, tu olfato se agudizó llegando a oler su perfume caro y su desodorante, te habías perdido en eso, su respiración en tu oído.
—Sueltame, nos van a ver amargado, fue solo una broma —advertiste con molestia pero correspondiendo esa farsa de abrazo.
Fuertemente mordió tu cuello apretando una parte de tu muslo izquierdo de tal manera que tuviste que pegar tu boca a su hombro para callar un grito, no de placer si no que de dolor.
Hasta que despegó sus dientes de tu sensible cuello dando una lamida de abajo hacía arriba en la irritada zona sin soltar ese gran pedazo entre sus dedos de tu muslo haciéndolo más doloroso, solo querías sobar la zona y alejarte.
—Vuelves a repetir siquiera esa estúpida insinuación una vez más y arrancare ese vestido para empotrarte en el baño de una vez por todas, a ver si sigues de valiente —su voz te logró provocar una tensión en todo tu cuerpo.
Solo asentiste repetidas veces con la cabeza sin protestar más en contra de él.
[...]
Habia sido cansado y mucho.
A pesar de que no cargabas con absolutamente en las manos más que tú, lencería.
Todo fue vergonzoso, ya no dijiste mucho después de ese incidente con Sekido, pero fueron a por las cosas, como ropa y maquillaje pero también añadio por el hecho de ver una lencería detrás de un cristal, te compró tanto que hasta te avergonzó el hecho de que en la tienda eras la unica que era acompañada con su marido, escuchando quejas como el hecho de como se las arrancarían.
Hasta una señora se desmayó al contar su embarazosa historia a su amiga y Sekido estaba detrás de ella viéndola con desagradó, al final la pobre mujer término desmayandose de la sorpresa.
Ahora notabas que no se aproximaban a la mansión, te ibas durmiendo, estar en movimiento en carros ajenos te hacia estar alerta a cualquier cosa, como en el camión era la parada y como hace mucho no salias sola era más difícil.
Así que solo te acomodaste hasta que porfin encontraste la poses indicada, justo en auto frenó.
—Salte, quiero que primero te pongas eso —de su bolsillo saco un paliacate rojo.
—Bien —sonreíste forzadamente y cubriste tus ojos con algo de desconfianza.
[...]
—No me gusta que me carguen y no ver, no me gusta que me carguen y no ver —te decías a ti misma.
Te cargaba de manera que tu mirada estuviera clavada en el piso y de manera cómoda al menos para él, que era en forma de costal de papas.
Te daban miedo las alturas.
Hasta que llegaron fue donde estuviste ya a salvó y te puso de pie de manera correcta que quedaste frente a algo.
—Quitate la venda —ordenó.
Obedeciste y viste que era un terreno, a lado había máquinas de obra, a lado habían varias casas, abriste ligeramente la boca al ver eso.
—¿Q-qué es esto? —fue lo único que pudiste procesar.
—Nuestro nuevo hogar cuando este listo —informó, parecía que se le era difícil decir eso.
—¿Es una casa?
—Si, eso es, la van a construir y posiblemente si cuando nazca el heredero que desea mi padre la casa este totalmente lista.
No tenías palabras ¿En serio estaba haciendo esto? Creías que te quedarias en casa de la familia Hantengu hasta que ya no le seas útil posiblemente hasta con órganos.
Realmente planeaba conservarte.
—¿Esto es en serio? —lo miraste sin comprender.
—Si y quiero que la creemos, primero escogiendo el diseño exterior.
Levemente sonreíste pero ahora estarías sola
[...]
Ya después de dos semanas en la sala de juntas las risas abundaban entre el whisky o las burlas unos a otros,últimamente que ahora el mayor y controlador de los hermanos se encontraba con su esposa casí día y noche ya no eran tan dominados como de costumbre y en sí tenían más libertad de no ser por el menor que mientras no le dañara de alguna forma a él no le importaba en lo más mínimo.
Pero precisamente cuando iban a estrellar una botella contra la mesa,las puertas fueron abiertas por los sirvientes dejando ver al matriarca de la familia.
De inmediato todo volvió a la "normalidad" todos ya se sabían la plática de siempre,los negocios y ver si alguien tienen algo nuevo como alguna pareja o como se tienen que portar en sociedad.
El mayor pareció contarlos y cuando vio una de las seis sillas solas solo rodo los ojos,la ausencia de el primogénito era notoria,la otra semana tampoco se presentó,no era un padre tan atento como para estar preocupado pero esto ya lo estaba empezando a molestar.
Suspiro profundamente y se sentó en su silla donde miro a todos quienes no sabían ahora de que quería hablar esta vez,pero antes de que la plática fuera retomada o si quiera una palabra pudiera salir de sus labios el mayor comenzó a hablar.
—¿Ahora si se puede saber por qué Sekido no está aquí presente? —interrogó tomando una botella de licor posada en la mesa— últimamente ha estado muy ausente y quiero la respuesta en este momento muchachos. .
—Anda con su esposa —informó Aizetsu quien incluso antes de la presencia de su padre,se encontraba muy callado.
—Uy si —siguió Urogi con una sonrisa juguetona divirtiéndose con el pequeño vaso de vidrio entre sus dedos— pero no están ningún cuarto a pesar de que la tormenta de afuera esta salvaje.
—En fin las pobres y sus encantos —se burló Karaku— si que tiene una muy buena química sexual ya los escuché y los vi —antes de ganarse las juzgadoras miradas de todos agregó otra cosa— obvio por accidente ¿quien los manda a estar follando en plena ducha? Solo había ido a relajarme.
—Ajá si como no —dijo Aizetsu algo incómodo.
—No creo que vuelvan pronto —comentó Zohakuten— se llevan mal y están en pleno huracán,de seguro estan discutiendo sobre si quedarse en un hotel o regresar.
La información dada vaya que era confusa,sobre que estarían haciendo pero eso sí,el hecho de que su primogénito este muy concentrado en su matrimonio lo estaba haciendo preguntarse si realmente fue buena idea comprometerlo con una mujer,su plan era que fuera completamente distinta a los gustos de su hijo para que mantuviera su distancia y solo fuera forzado a tener el acto con ella para procrear un heredero lo más pronto posible,nunca espero realmente que pasará lo contrario.
Sinceramente hasta para el mismo sería difícil estar con una mujer sin ninguna experiencia en el sexo y encima con tan pocos atributos que aportar a la relación,tenía incluso la fecha exacta donde tal vez podría estar hecho el heredero pero ahora esta situación lo estaba haciendo dudar,ni siquiera sabía cómo se llevaban entre los dos.
—Haber —inició el mayor alzando la voz para que se callarán— la razón para esta reunión era justamente para hablar de su hermano,ya me dieron reportes de que solo asiste a firmar cosas a la empresa y se regresa,pero ocupó saber lo que verdaderamente me importa y es ¿ellos como se llevan y cuando creen que ella va a quedar embarazada?
En ese momento todos se miraron unos a otros hasta Zohakuten que era tan discreto en ese aspecto,pero la verdad es que los cuatro no estaban seguros de nada en especial.
—¿Mal? —dudó Aizetsu.
—¿Pero que dices? Ellos se llevan bien la salvaje hasta lo defiende y Sekido no la saca de la habitación,están pegados —contradijo Karaku con molestia mirando con disgusto al oji-azul.
—Se llevan mal —se metió Zohakuten analizando a todos como si fueran unos completos imbéciles— las pocas veces que intentó hablar con ella es obvio que discuten muy seguido,incluso por las series que ven juntos,la tiene en su cuarto casí todo el jodido día ni siquiera la deja descansar.
—Eso quiere decir que se llevan bien enano —debatió Urogi con molestia— no salen del cuarto porque estan teniendo sexo como unos animales,pasas cerca y escuchas,esta más que claro que se llevan bien.
—Él no tuvo contacto con T/n por dos semanas después de que se casaran ¿y a eso le llaman llevarse bien? Le responde como si fuera una idiota,la dejo—contraatacó Zohakuten.
—Eso fue porque ella no tiene nada que hacer bailando con aquel imbécil tan cerca,tu tampoco estarías tan contentó de que la cosa que compraste esta coqueteandole a un mesero que es la copia barata de Sekido versión blanca con más humor y encima cambió la temática de la fiesta ¿hubieras preferido que Sekido estuviera con ella en el estado que se puso en la boda? Lo mejor que pudo hacer es alejarse,la hubiera traumado —alzó la voz Karaku— pero le volvió a hablar a las dos semanas y míralos,cojiendo como si la humanidad dependiera de eso.
—Pero son opuestos totalmente esta más que claro que no son nada cercanos —contradijo Aizetsu— debió de estar con ella y calmarla después de que quiso escapar.
—¡HABER YA BASTA! —vocifero su padre callando a todos de inmediato y prosiguió— solo quiero saber cómo se están tratando y cuando creen que sea la fecha donde ella quedé embarazada.
—No sabemos cómo se llevan entonces —dijo Aizetsu cruzándose de brazos.
—Me lo imaginaba entonces —el señor Hantengu intentaba en serio calmarse— por lo que entendí,no se llevan ni bien ni mal,aunque bueno ya que según el sexo es frecuente a este paso podría ser que ella quedé embarazada por esta semana incluso o en un mes,tenemos que hacer que él no se encariñe con esa...T/n
—Bueno pero papá —interrumpió Urogi— ¿qué pasa si Sekido se quiere quedar con su esposita y quiera cuidar a su cría? A este pasó Sekido ya esta cayendo más,ni siquiera a visitado ya los burdeles y no parece querer volver con Catelyn.
—No tengo idea —contestó con toda sinceridad el mayor— supongo qué hacerlo recapacitar,no creó y se qué él no se va a enamorar de alguien con tan poco que ofrecer.
—Yo lo haría,tiene carisma —agregó Aizetsu en voz baja,se encontraba con el ceño levemente fruncido.
Se ganó de inmediato miradas cargadas con desagradó y confusión,aunque bueno después de todo eran sus gustos desde hace mucho y eso era "una mujer delicada" ya todos sabían en esa sala.
—Envidioso —acusó Urogi— como se nota que eres el motivo por el cual Sekido parece señora celosa.
—Ni a tu hermano respetas Aizetsu —negó Karaku con la cabeza.
—Guarden silencio que ustedes deseaban tocarla incluso sabiendo que era prometida de Sekido —recordó Aizetsu.
—Antes de saber que era una sin chiste idiota —aclaró Karaku riendo en el momento,ya se notaba su embriaguez.
—Bien...—cerró el tema el señor Hantengu con una clara expresión de desagradó que inútilmente intentaba disimular— solo necesito saber si es que realmente se están llevando como debe de hacer y si es que verdaderamente parecen estar enamorados,tendremos que separ a esa mujer de nuestro plan.
¿Cuando resolvere todo eso? 🤔😻
Respuesta: posiblemente nunca.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro