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cap 23

[Narra la escritora]

Sekido no había vuelto desde hace seis días,ni siquiera lo veías en las comidas o en la noche,en cierta parte eso era perfecto,el señor Hantengu en la noche solo te había explicado por segunda vez las reglas.

Ya Zohakuten te había dado las pastillas anticonceptivas,todo relativamente era tranquilo siempre y cuando estuvieras distraída,pero algunas veces era imposible,a veces solo de la nada te ponías a llorar y esa maldita voz en tu mente te molestaba de la nada,tenías miedo por tu salud mental,sabías que no podías hacer nada para salir de allí sin perjudicar a otros.

Cada día tomabas más coraje hacía tu familia,tu mente te traicionaba y te alentaba a huir,que los Hantengu les quite su "fortuna" y que tu familia se quede sin un solo centavo.

Pero al final de cuentas no te atrevías y por muchas razones,la primera tu conciencia y las otras eran que había mucha seguridad y no tenias un plan exacto de que hacer,si te ibas sin nada acabarias comiendo ratas y posiblemente tus padres te regresen si intentas volver con ellos.

No tenías hermanos mayores,no tenías nada,estabas sola en esto y para acabarla en estos momentos hoy era la oportunidad perfecta para huir pero no podías.

¿Por qué?

Era el día de la celebración de "Las superiores" una importante celebración de gente poderosa y era el motivo de acto de presencia de todos y agradecias al cielo con que Zohakuten te explique esos temas,en sus palabras era una reunión de los creadores de las empresas más grandes en la industria de Japón,a la mayoría los reconocias por televisión,te comentó que de hecho ellos estaban en el cuarto puesto de seis.

En resumen...

Resulta que el mayor empresario reconocido por todo Japón tiene unas fuertes alianzas con seis otros poderosos empresarios que a cambio de ayudar a "su jefe" Kibutsuji Muzan ellos también tienen rangos y lugares donde manejan a su antojo en la ciudad cada quien haciendo lo que quiera.

Sinceramente eso no se platicaba en televisión en las noticias y admitias que se te era algo escalofriante saber que esas personas se encargan de los sectores y más sabiendo como tu acabaste en ese lugar,te preguntabas si es que ellos también cometían actos ilegales como la trata o incluso peor, la mafia de los peligrosos Yakuza.

Te daba pavor nomas pensar en eso, siempre fuiste muy miedosa respecto a esos temas y tu miedo no terminó porque cuando le preguntaste a Zohakuten sobre eso no contestó.

Solo te explicó que era un tipo de fiesta para que los lazos queden muy bien marcados y de hecho esas fiestas son algo comunes desde hace muchos años y ahora tu siendo la esposa de Sekido era tu responsabilidad ir como su acompañante, quedaste boquiabierta,aunque sabías que en algún momento lo volverías a ver...alli aunque preferias eso a que llevará prostitutas como Karaku y Urogi al no tener nada serio con nadie

Ahora en estos momentos te ponías un vestido que el señor Hantengu te había dado,aun no había tiempo para ir de compras que de hecho ni siquiera querías,pero no ibas a mentir,el vestido era hermoso,ese señor al menos tiene buen gusto.

—<<Este vestido de seguro debió de haber válido mucho,me siento como en una gala,de seguro hubiera podido comprar esto en mis ochenta años aunque me siento rara>> —pensaste mientras te veías al espejo.

Lucias un bello vestido rojo sangre que llegaba casi hasta al suelo ya con los pequeños tacones blancos que hacían juego,era algo pegado en el torso,se sostenía de tirantes que se veían delicados pero apostarías de que eran resistentes,la parte de tu espalda estaba descubierta con los tirantes cruzados,extrañamente te hacía lucir tu atributo más grande,tu trasero,te avergonzaba un poco eso,de enfrenté se encargaba de cubrir muy bien,no sabías que el rojo te quedaba tan bien.

Cepillabas tu cabello,planeabas traerlo suelto al ser una noche fresca, nunca creíste que un atenduo se vería tan bien,por suerte tenías maquillaje, te pusiste corrector en las ojeras y algo de rubor en las mejillas,junto con un labial en tinta.

En ese momento la puerta fue abierta,suponías que era Zohakuten ya que todas las sirvientas tocaban.

—Ya estoy lista Zohakuten —anunciaste poniendote unos aretes algo apurada,aunque todavía faltaba una hora.

—Buenas noches —saludo...quedaste helada.

El no era Zohakuten.

Al verlo tras de ti a el frente al espejo solo te daba ganas de huir,era Sekido, como si nada tras de ti con un smoking que no sabías porque lo analizabas pero le quedaba bien.

Te quedaste callada,no sabías si correr al baño a esconderte,saludar, irte o simplemente ignorarlo.

—¿Estas sorda o qué? —pregunto chasqueando los dedos para que salieras de tu transe.

—No estoy sorda —contestaste— Buenas noches Sekido —tu mano temblaba de miedo al recordar esa noche,ese día, Yorri,pero tomaste valor— ¿Qué haces aquí?

Sin decir una palabra se acercó a tí,no supiste porque pero tu retrocediste tu era como si tu cuerpo lo considerara una amenaza,con cuidado,en sus ojos se vió el fastidio,notaba tu miedo,tu respiración se aceleró un poco a medida de los segundos hasta que no tuviste a donde escapar,te había acorralado en la pared,te tomó por ambos brazos pegandote a la pared,tus lágrimas se empezaban a acumular en tus ojos,no querías volver a sentirte como en tu boda,desde ese día no tenías intenciones de llevarte bien con el.

Se agachó para estar a tu altura,a sus ojos realmente eras hermosa llorando,sabia que la pasarias mal estando junto a el después de lo que hizo pero el hecho de hostigarte y estar más cerca de ti lo motivaba más, mucho más,eso se le hacia raro a el que posiblemente el solo la hubiera ignorado y ya pero se le era imposible, algo lo atraía como un imán a ti,de lo que para tí el día de la boda fue un hecho que te tiene marcada para el fue como un buen recuerdo que le gustaría repetir una y otra vez como una adicción.

Tu por otra parte  no tenías la menor puta idea de que era lo que el te veía siendo honesta,por las historias de Zohakuten y algunas revistas el sale con muchas mujeres voluptuosas,no querías que tampoco se enojara.

—¿Por qué tienes que ser tan ruidosa? —interrogó cuando empezaste a gimotear por el miedo— pareces una niña berrinchuda.

—E-eh?! —cerraste los ojos apenada,tus mejillas ardían de vergüenza,por lo general de pequeña casi nunca lloraste ni pediste mucho al ya tener conciencia de tu situación económica,no te creías berrinchuda.

—Sollozando solo me estresas más y ni tu ni yo queremos eso —continuó acariciando tu mejilla con su pulgar pegando su cuerpo la tuyo,se escuchaba relajado para este punto,su voz grave en cierto punto estaba suavizada.

—¿A que viniste?—preguntaste empezando a forcejear para liberarte de su agarré,su respiración daba a tu por tu mandíbula pero jurarías que estaba en tu cuello,sentías un nudo en tu garganta que te impedía hablar.

—Deja de moverte —exigió pegandote a la pared con el peso de su cuerpo— y vine a estar contigo,eres mi esposa después de todo,lo que pasó el día de la boda me hizo pensar que debo de tenerte muy cerca mío si no quiero que otro hombre te miré y se atreva a tocar lo que me pertenece.

Esos seis días realmente había intentado calmarse,pero la irá como siempre estuvo allí con el,sus mejores sueños era ver a aquel muchacho desangrándose,ni siquiera el mismo sabía porque le había molestado tanto que se engañaba así mismo para que a fuerzas su esposa fuera la culpable y el inocente a pesar de que la dejo sola por una hora entera nomás acabaron de bailar,tal vez por dentro deseaba que ella se quedará allí sentada en una silla decepcionada,nunca se esperó que ella misma creara un ambiente tan ¿Alegre? Pero no alegré como Urogi,pero ahora que recordó teniendola frente a frente,las llamas del enojo se volvieron a encender.

—¿Tenerme cerca tuyo? No es necesario y falta una hora para que todos nos vayamos —tu realmente lo querías lejos de tí,pero tus mejillas ardían ante sus palabras.

—Si T/n —con su mano derecha empezó a pasar su mano aspera por tu delicado cuello procurando ser suave— viste lo que pasó en la boda,no lo volveré a permitir que otro inútil se te acerque de esa manera,te lo advertí,créeme que tal vez tu corras con otra suerte pero esos muchachos no,el día de la boda te lo deje pasar pero ya no —te miraba de arriba abajo,era como si fueras una presa atrapada con el,te examinaba como si fuera a comerte,era una amenaza clara— Atrévete a desear a otro hombre fuera de mí,a tocarlos como a mí y te juro que la pagarás caro,pero ahora tengo que hacer algo para que se quede grabado en tu memoria y lo que prometí antes de que te metieras.

El miedo te invadió cuando mencionó lo de la boda ¿El sabía que había pasado con Yorri? ¿Que había prometido? El nudo en tu garganta te advertía que te callaras pero no pudiste.

—¿Qué le-.¡¡MHMJMJM!!!

Te había besado antes de que formularas la pregunta,sus labios se movían con desesperación sobre tu boca,sus manos se movían por tu torso,por más que lucharas por empujarlo era imposible,varías mordidas eran dadas en tus labios a la vez que su lengua se introducía en tu boca,golpeabas sus hombros con las manos,estabas muy aterrada,el día que abuso de tí te causaba pesadillas horribles, las lágrimas bajaban por tus mejillas, quemaban tu rostro,puso una mano en tu trasero y te levantó sin dificultad en su brazos,negabas con la cabeza moviendote como una lombriz solo para huir,en sus ojos rojos se veía el deseó que tenía en ti,iba a disfrutar a su presa al máximo ahora que ya era su esposa.

Con brusquedad se separó de tu boca, la saliva bajaba por tu barbilla,era asqueroso mientras recuperabas el aire,cosa que fue inútil al ser bruscamente tirada a la cama ¿en qué momento te había dado la vuelta? Al sentir el impacto y sentir la poquita fuerza al ser hundida por el colchón, no perdiste el tiempo,te sentaste preparada para escapar se vio que Sekido quizo tomarte de el brazo y para tu mala suerte lo logró,su peso estaba en ti,había encontrado la manera de que estuviera posicionado entre tus piernas.

—Por favor,te lo suplico,no hagas esto—rogaste,cosa que fue inútil— se que estamos casados pero por favor n-.

De vuelta te beso,solo que esta vez lo hacía acariciando tu rostro con el pulgar,su lengua dentro de tu boca recorría toda tu cavidad bucal,empezó a bajar tu vestido bajando los cordones,hasta que quedaste expuesta,tus senos estaban al aire libre,el vestido traía su propia copa por lo que no era necesario un sostén,cuando lo logró ahora si que se concentraba en el beso,hasta que bruscamente se liberó de tus labios y observó tus pequeños pero atractivos atributos.

—Por favor no mires...—suplicaste queriendo poner tus brazos para cubrirte pero no lo permitió y se empezó a posicionar ya sabías lo que iba hacer— no te atrevas.

—Sabes,a mi nunca me han amamantado —confesó con una sonrisa.

Eso te dejo helada,abrió la boca tomando tu seno derecho y dando unas palmaditas en tus caderas y lo hizo ¡metió tu pecho a su boca! Un gemido se había escapado de tus labios,al nunca tener esa atención excesiva en el acto a tu cuerpo le encantaba eso,asi que de inmediato a mamarlo bajando su mano dentro de tu vestido,su lengua daba vuelta en circunferencia a tu pecho,los jadeos se escapaban de tus labios,a veces sus dientes se clavaban un poco.

Su mano que había bajado dentro de tu vestido ahora se hallaba entre tu ropa interior  dando movimientos circulares por encima.

—E-espera~! N-no muerdas t-tan feo quita tu mano de a-allí —rogaste,te avergonzabas de ti misma,tu cuerpo adoraba esta atención.

Continuó mamando ahora ambos pechos,tus tetas ya estaban mojadas con su saliva,sus dos dedos que había detenido,ahora ingresaban en tu estrecha parte íntima,cuando ingresaron de una estocada tus cejas se doblaron de placer,tu espalda se había arqueado y dejaste de morder tus labios,por mas que querías de tus labios en vez de palabras de odio solo salían esos sonidos obscenos mientras  Sekido simulaba embestidas con sus dedos.

Continuó hasta que quedaste empapada de tus propios fluidos,de un momento a otro ni tu supiste en que punto el ya estaba dándote contra la pared haciéndote suplicar y gemir su nombre.

—Mira que carita tan obscena la de mi esposa disfrutando ser follada por su esposo —susurro en tu oído con una sonrisa sujetando firmemente tus caderas.

Te tenía donde quería su gran miembro te llenaba por completo,tus pechos estaban erectos y firmes,no podías cerrar la boca,su caliente esperma de la ronda anterior resbalaba por tus muslos  mezclado con tus fluidos.

[...]

—No puede ser cierto —reprochaste acomodandote la ropa otra vez,ya te había dejado en paz,el problema era que otra vez te sentías mal contigo misma,te tuviste que acomodar todo otra vez y encima bañarte con el.

Ya iban tarde muy tardé,ninguna sirvienta pudo sacarlos o al menos convencer a Sekido de que se detuviera,ambos no sabían pero afuera se escuchaba muy bien lo que se hacía y era una de las razones por las cuales las sirvientas se iban,ahora de seguro medía mansión sabe lo que pasó.

Esta vez sí te podías mover,te tambaleabas pero te ayudaba,todo comenzó desde ese estúpido afrodisíaco,al menos eso pensabas,te sentías algo estúpida por haberlo criticado toda la semana solo para que al final acabarás con el,de manera disimulada habías logrado tomarte la pastilla anticonceptiva.

[...]

Nos van a regañar —dijiste mientras Sekido te cargaba para ya irse y te metía a su auto— ya vamos muy tardé.

—Ya vamos —contestó.

El señor Hantengu ya había llamado a Sekido por el celular varias veces,te daba algo de miedo,bajaste la mirada mientras el se metía a conducir.

No te imaginaste estar así,atrapada,yendo a una fiesta después de follar con su esposo y raptada,si esas personas realmente eran tan peligrosas como decían las malas lenguas tenías que estar pegada  a Sekido,por eso lo tratabas así.

Al menos hasta que la fiesta terminara...

Sorry por el gogogo pero ya faltaba

En fin bays los amo

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