Finalmente el sábado llego, la mañana inspiraba calma y tranquilidad, al igual que dictaminaba un clima fresco para el resto del día. El alfa estaba con su madre, simplemente tomándose un café para iniciar con buen humor, su hermano mayor de fondo trabajando con su computador, simplemente lo normal.

Todo normal excepto sus sentimientos, por que aun que se ve normal y frio como siempre, realmente esta a punto de estallar con todo lo que estaba pasando por su cabeza. Taehyung habia dejado de ignorarlo, lo cual era positivo, pero ahora estaba mas preocupado por la urgencia de este en el querer hablar, algo le dice que no estará bien ni el ni Taehyung durante esa charla. Finalmente después del almuerzo se dirigió al parque donde habían acordado verse, con los nervios de punta y el miedo atravesado en su garganta.

Cuando lo vio sentado en una parte especifica pudo reconocer que era cerca del puente que cruzaba el pequeño lago, un sitio que adoraba Jungkook, no dijo mucho y simplemente se sento al lado del Omega. Si necesitaban hablar, dejaría que el iniciara.

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Jungkook simplemente fue todo de muchas maneras distintas, ¿Cómo explicarlo dentro de ese pequeño conjunto de sentimientos que se permiten explicar?; el dulce y el acido juntos nunca supieron tan bien como lo sabían en Jungkook. Un chico dulce con quien fuera dulce con el, un chico agresivo si era necesario.

Nunca pudo entender como funcionaba del todo su cabeza, los mecanismos en su interior funcionaban tan complejos que le resultaba difícil  asimilar esos comportamientos que con el tiempo pudo definir como amenazantes o tiernos, un Jungkook distinto para cada persona que se le acercara. Recuerda bien como se encontraron después de haberlo visto por primera vez. Aquella fiesta con matices retro y llena de gente emocionada, donde el solo estaba en una esquina mirando al suelo.

Esas ganas de el de acercarse incontrolables, terminaron por reflejarse en el, estuvo el resto de la fiesta al lado de Jungkook. Que dicha la conexión tan mágica que sintió, incluso para comer no quiso separarse en ningún momento, hablaron hasta que el tiempo se le quedo corto a su emoción, hasta que los matices del cielo amaneciendo fueron visibles a lo lejos y la poca gente que aun quedaba en la fiesta se fue. Incluso cuando era tarde, los últimos compases de la canción arrullaban su confianza, simplemente dando vueltas y abrazándose delicadamente por la cintura, parecían complementar cada parte del otro.

Incluso cuando ya era el momento de salir de allí y volver a casa, seguían alargando su despedida hasta el momento en donde les fue imposible no decir adiós. Un roce de manos, un abrazo y un numero telefónico en el bolsillo, todo lo que se necesito para mantenerlos pensando el uno en el otro por días, semanas, hasta que se armaron de valor de inmediato. El frio aire de otoño nunca fue excusa para decidir caminatas nocturnas, o los miles de intentos realizados en un mes solo para poder verse de nuevo, poder sentir una vez mas todo lo que el otro generaba; sentir sus lobos ronronear y gruñir de placer, simplemente sintiéndose tan amados.

Por que siempre resulta imposible olvidar ese toque o conexión que hicimos con alguien, porque Taehyung jamás olvidaría sus preciosos momentos con Jungkook en la pista que no parecían mas que escenas de una película en cámara lenta; con cada detalle en su memoria, repitiéndose para generarle mas emoción a su corazón. La ansiedad por verse aumentaba cada vez mas, como si no pudiesen simplemente esperar unos días, el tacto parecía casi tan necesario como la misma necesidad de respirar para sobrevivir.

Como siempre, la magia es suficiente para cegar al instinto, y el instinto es importante. Taehyung siempre ha sido bueno sintiendo las malas energías, lo negativo, no es difícil que presienta lo malo en alguien; incluso viniendo de las personas que conoce, pero el amor es un sentimiento distractor y acaparador de espacio, dejando al uso de razón volando sin saber que hacer. Las cosas eran perfectas hasta que durante las vacaciones Jungkook se ofreció como voluntario en una correccional, era un joven que quería cuidar de otros.

Recuerda solo haber visto a Junghyuk una o dos veces, en todas, Kook parecía dispuesto a dar de si para ayudarlo. Una alma en pena, o eso decía; pegando los delitos cometidos a muy temprana edad en aquella correccional. La suerte, o el pésimo destino de haberle tocado con Jungkook, el nuevo, un corazón dulce incapaz de negarle ayuda a alguien como ese pobre chico. Honestamente le gustaba estar con el, verlo como ayudaba a los demás, y como siempre todo salía bien, confió demasiado en las circunstancias, negó a su instinto que le advertía de su tragedia.

No podría olvidar nunca la semana antes del trágico suceso, el y Jungkook acababan de llegar del fin de semana perfecto, habían salido juntos a Jeju con los ahorros que habían hecho en conjunto, la experiencia siempre seria tan mágica por que recibió su marca de promesa; esa horrible cicatriz que veía ahora en las mañanas, un vestigio mal cuidado de lo que alguna vez fue la razón del orgullo y brillo en todo su ser. Habían adelantado el vuelo porque Junghyuk se habia accidentado y Jungkook era el cuidandero de turno esa semana, además estaba realmente preocupado por el chico.

Cuando llegaron Jungkook se disculpo por no acompañarlo a casa y tomo su mochila de inmediato para luego pedir un taxi y ir al correccional, simplemente como si ese chico dependiera fuertemente de que tan rápido llegara. Su omega le dirigió malas vibras, demasiado anormal que fuera tan intensa la situación, pues su Alfa tampoco era el único responsable; ignoro eso y simplemente dedujo que por la nueva marca estaría mas celoso. Después de eso el tiempo que tenían el uno para el otro prácticamente se redujo a cero, siempre Junghyuk tenia algún malestar distinto y al único que quería ver era a Jungkook.

Jamás peleo por esa situación con Jungkook, sabia que duraría un tiempo por las vacaciones y no mucho mas, aparte de que respetaba la vocación que tenia su tierno Alfa de ayudar a los demás; como podría enojarse con el por algo que no era ni malo ni tampoco que pudiera controlar, solo le salía del corazón. Poco a poco, simplemente dejo de insistir; se dedico a esperar a que estuviera desocupado, aun que eso sonara feo o desinteresado por parte de Jungkook. Sabia que no debía presionarlo o lo haría sentir mal, y también que debía respetar la responsabilidad que habia tomado como voluntario y no interponerse en ella, por mas que su corazón exigiera atención.

El día del accidente, fue inesperado como no, jamás podría haber idealizado ni una sola situación donde algo tan terrible le pudiera pasar a Kook; no se atrevería a imaginar el perder a su mitad ni en los sueños mas alocados. Recuerda perfectamente la llamada que tuvieron por la madrugada, hablaron sobre decirle a los amigos de Koo sobre ellos, porque eran los  únicos que no sabían y por que Jungkook era algo reservado pero ya habia tomado la valentía para decirlo. Se despidieron prometiendo hablar en la noche, con ese empalagoso tono de voz de sabor a miel y de amargo color por el poco deseo de despedirse.

Cerca del medio día, le mando un pequeño mensaje hablando que se quedaría con Junghyuk en la noche porque aparentemente habia tenido sonambulismo y se habia hecho daño, no podrían hablar esa noche así que seria al otro día. Puede narrar lo que ocurrió desde la voz de quienes le dieron su versión de los hechos, los que vieron todo ocurrir en segundos que le marcarían la vida. Eran como las tres de la tarde cuando su destino se cumplió, Taehyung estaba tomando su siesta así que lo único que le indico el problema fue el despertarse como si se hubiese acabado de duchar.

Jungkook habia sacado a Junghyuk del correccional para llevarlo a comer algo que lo animara, cuando el solo se ofreció como carnada en la luz verde a el bus con velocidad inimaginable, simplemente avanzo sin parar hasta quedar frente a el. El alfa sin pensar ni detenerse un segundo, actuó y corrió empujando al chico, por que para cuando se detuvo y analizo que iba a suceder era demasiado tarde, el pesado bus lleno de gente impacto contra su cuerpo en shock, en vez del cuerpo del menor que estaba tendido en el suelo mirando la escena.

El pánico en los ojos inocentes al no ver mas a un Jungkook, simplemente el bus metros adelante y machas de sangre que le seguían. Habia sido salvado de algo que no quería evitar, sintiéndose culpable de una vida que no quiso llevarse conscientemente. Lo siguiente a la muerte inmediata de Jungkook solo fue dolor, por las 30 llamadas a las autoridades, por los gritos de sus padres al saber el diagnostico por parte del medico que los llamo y el silencio, un silencio viscoso y terrorífico instalado en su ser.

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Taehyung ya emitía pequeños hipidos para el final, la tarde se habia vuelto el ocaso llegando al inicio de la noche, el llanto ya era irretenible porque la herida seguía demasiado fresca;  una cortada reciente que seguía sangrando a pesar de limpiarla cuidadosamente. Yoongi no se quedo atrás, unas lagrimas amargas y sin sonido alguno de acompañamiento se conectaban con las del Omega. Solo eran dos amigos, con una perdida en común, con un dolor tan grande que la sola mención les generaba el conocido nudo en la garganta que era imposible de evitar.

Pero Taehyung y el lo sabían, hablar del suceso solo el inicio de esa etapa que tanto habia anhelado el Omega; superar.