CHAPTER NINE
❝halloween❞
scream vi: maniac | act. two

TYLER LLEVABA MENOS DE UNA hora en esa fiesta y ya estaba borracho. Se había disfrazado de hombre lobo y se había puesto lentes de contacto de colores para hacerlo más "cool".

—¡Chicos! —gritó Tyler con una botella medio vacía en la mano—. ¡Estoy muy borracho! ¡Beso de tres, quien quiere!

—¿Estás bien? —preguntó Ethan un tanto preocupado.

—¿Nadie? Que aburridos son —dijo negando—. No salgo más con ustedes.

—Que se te vea la cara —dijo Chad empezando a saltar, los dos chicos copiaron su acción—. Más cerca. Así. Por el trío dinámico, de la Torre Hortensia, tercer piso, dormitorio trescientos quince.

Los tres tomaron un shot cada uno aunque Ethan lo volvió a escupir en el vaso sin que los otros se dieran cuenta.

—Hay que empezar a movernos, chicos —asintió Chad—. Vamos a presentarte a unas amiguitas, Ethan. ¿Qué tal ella?

—Es hermosa —dijo el de rulos con una sonrisa.

—Invítala a salir —dijo Tyler bailando levemente.

—No, no puedo —negó.

—¡Al ataque! —gritó el moreno.

—¡Cállense!

—Sólo ten confianza. Mírate, eres todo un galán. Cualquier mujer te comería enterito.

—¿En serio? —preguntó inocentemente.

—Yo te besaría —dijo Tyler tomando otro trago.

—¿Eres bisexual? —preguntó el robot confundido.

—No —negó Tyler moviendo la cabeza al ritmo de la música con entusiasmo—. No me gusta etiquetarme, me gusta lo que llegue, ¿por que limitarse a una cosa?

—¡Hey! ¡Disculpen! —gritó Chad ignorando la conversación de sus amigos—. ¿Cómo están?

—Chad.

—Mi amigo Ethan esta galán, ¿verdad?

La chica vestida de Harry Potter rió un poco antes de encogerse de hombros y volver a bailar con sus amigos.

—¿Eso qué significa? —preguntó mientras los dos amigos reían torpemente. Probablemente solo por el alcohol.

—Es bueno, no te preocupes.

—¿Qué?

—No estuvo tan mal. Pero puede mejorar.

—Lobito —llamó Anika quitándole la botella a Tyler—, te necesitan.

—¡Si, señora!

Tyler se fue junto a la chica con Chad detrás. Ethan se quedo unos segundos más antes de irse corriendo.

Llego al pasillo y vio a Tara subir las escaleras tambaleándose junto a un chico con el que no había hablado nunca. Sabía quien era de todas formas y no le caía bien.

Un malestar se presentó en su pecho al pensar que Tara estaría con el. Dios, ¿que le pasaba?

—Oye, amigo... —lo llamó y los dos se voltearon—. Tara se quedará aquí, si no es mucha molestia.

—Perdóname, hermano, no te oí —dijo con una sonrisa burlona.

—Me escuchaste perfectamente —dijo con una sonrisa sarcástica.

—No, Ty —interrumpió Tara acercándose más de lo normal—. Esta bien. Quiero subir.

—Sí. ¿Ya viste, Ty? —se burló—. Si quiere.

El chico la agarro del brazo bruscamente haciendo que Tara soltara un quejido y cayera de espaldas mientras el otro seguía subiendo.

En ocasiones normales, Tyler tenía mucha tolerancia y podía controlar su enojo fácilmente. Ahora, si se ponía a llorar saldría vodka en vez de lágrimas así que no fue tan así.

—¡Suéltala! —dijo agarrándolo por la camisa y empujándolo al suelo—. ¿Vamos a tener problemas?

—¡Déjame en paz! —respondió dándole un empujón.

—¡Oigan!

—¡La vuelves a tocar y te juro que te mato! —gritó devolviéndole el empujón.

Los dos chicos empezaron a empujarse y Tyler le dio un cabezazo, logrando que el chico se pegara a la pared con las manos en la nariz.

Sam se metió en medio y alejó a Tyler que se calmó visiblemente ante la chica.

—Perdón por interrumpir. Sólo voy a electrocutarte las pelotas —sonrió y le pego con el taser justo entre las piernas haciendo que se retuerza del dolor—. No vuelvas a tocar a mi hermana.

—¡Maldita loca!

—Lo mato —murmuró Tyler justo cuando Chad lo atrapó en sus brazos para que no hiciera nada más.

—Sam —llamó Tara—. ¿Qué te pasa? ¿Ahora me acosas?

Tara se fue y un chico dijo "Mierda. Es la asesina loca". Chad, Mindy y Anika no fueron lo suficientemente rápidos para evitar que Tyler golpeara al chico y saliera corriendo detrás de sus hermanas favoritas.

—Tara —llamó Sam ya en la calle—. Detente, ¿sí?

—¿Cómo pudiste hacer eso? —gritó—. Quedé en ridículo.

—Era un idiota. Iba a aprovecharse de ti.

—¿Y qué? —le gritó dejando de caminar.

—¿Cómo que y qué?

—Si quiero acostarme con un idiota es mi decisión —dijo frustrada—. Es mi decisión.

—De acuerdo...

—Te largaste de mi vida cinco años y ahora no me dejas sola cinco minutos.

—Porque no estás enfrentando lo que nos pasó —respondió Sam igual de molesta—. ¿Has visto al consejero al menos una vez?

—No y no iré a verlo.

—¿Por qué?

—Porque no me interesa vivir en el pasado como tú.

—¿Eso qué significa?

—Chicas... —trató de interrumpir el castaño.

—¡Cállate, Tyler! —le gritaron las dos haciendo que el ánimo del chico bajara un cincuenta por ciento.

—Que no voy a dejar lo que nos pasó por tres días defina el resto de mi vida —siguió Tara.

—¿Entonces fingirás que nunca pasó?

—¿Qué haces aquí, Sam, en Nueva York? Tienes dos empleos horribles y nos ayudas con la renta, pero ¿cuál es tu plan? Yo sí se qué voy a hacer. Voy a seguir estudiando, a titularme y a vivir mi vida. Mi vida. Yo si sé. Tú nada más me seguiste hasta aquí y no me pierdes de vista.

—Sólo trato de cuidarte.

—Yo... —soltó un suspiro de frustración mientras pasaba sus manos por su cara—. Lo sé. Sé que tratas. Pero no puedes cuidarme toda la vida. Tienes que dejarme ir.

—¡Hey! —gritó una chica antes de lanzarle una bebida a Sam en la cara—. ¡Asesina!

—¿Qué mierda te pasa, estúpida? —gritó Sam mientras entre Chad, Tyler y Tara la obligaban a retroceder—. ¿Tienes algún problema conmigo?

—No deberían acercarse a ella —les dijo la chica a todo el grupo—. Sabe lo que hizo.

—¡No hice nada, imbécil! Estoy harta de esto.

Tara se fue junto al resto mientras Ethan y Tyler se quedaban con Sam.

—Tengo pañuelos desechables si quieres —dijo el de rulos sacando un par—. Tengo como... tres pañuelos.

Tyler saco un par más de sus bolsillos y Sam comenzó a secarse el cuello y la cara. Tyler le dió una mirada decaída a Sam y tomó a Ethan del brazo para seguir al resto de su grupo.