Taehyung se apuró por los pasillos buscando su habitación, avanzaba a pasos rápidos y con las mejillas sonrojadas con cada felicitación que escuchaba de los empleados.

—¡Felicidades, señor Jeon!

—¡Q-Que no soy Jeon! ¡Sigo siendo Kim!

La empleada le sonrió divertida antes de asentir y seguir con lo que estaba haciendo, Taehyung le agradeció a los cielos cuando vió su habitación.

Esperen, ¿debería entrar?

¿Qué rayos va a decir? ¡Seguramente sus amigos van a bombardearlo con preguntas en cuanto cruze la puerta! Después de todo ni siquiera durmió en su cuarto, sino en el del tonto de Jungkook.

El tonto que ahora es su esposo, ¡no, no!

—Por dios, después de que solucione esto, no beberé ni en año nuevo. —Lloriqueo y se dió la vuelta dispuesto a regresar al pasillo o a la recepción, un lugar lejos de sus amigos y el tonto de Jeon. Debía pensar en una solución muy rápida para el error que había cometido, porque si es una equivocación, ¿verdad?— ¡Ash! ¡Por supuesto que lo es! Ni en años me casaría con ese infantil.

Ups, ya lo hiciste, Taehyung.

El pelirrojo caminó con urgencia las escaleras y suspiró aliviado cuando llego a la cafetería del hotel, al menos estaría tranquilo y sus amigos no le preguntarían.

—¡Taehyung-ssi!—Estaba a punto de sentarse si no fuera porque fue llamado por una voz que conocía de sobra. Era su hyung Seokjin, demonios, a un lado de él venía Jimin.

—Chérie, te estábamos buscando. —Habló suavemente el grisáceo acercándose a él, con las yemas de sus dedos acarició el rostro de Taehyung. —¿Estás bien? ¿En dónde estabas?

—Yo...ayer bebí demasiado y no recuerdo mucho.

—¡Aigoo! ¡Yo recuerdo un poco! Estábamos bebiendo con el innombrable y sus simios amigos, después ya no te ví pero me imagino que tuviste diversión.

La sonrisa pícara de Seokjin le hizo sonrojar, ¡ni siquiera hablar ocurrido nada de eso! Sólo tuvo sufrimiento al enterarse que se casó con su némesis.

—¿P-Por qué bebíamos con ellos?

—Sí, ¿por qué bebían con ellos?—Cuestionó Jimin áspero, parecía estar enfadado aunque su expresión era tranquila.

—No lo sé, dímelo tú, Tae. —Le dijo Seokjin entre risas burlonas, a Jimin no le daba ninguna gracia. —Sólo llegaste tomado de la mano con Jeon y ambos se decían que se odiaban pero después se comían la boca.

—¡Yah! Hice muchas tonterías, no bebo nunca en mi vida, ¿de acuerdo?

La expresión de Jimin se suavizó y abrazó a su mejor amigo, si Taehyung decía que era una tontería era porque no significó nada para él, ¡no le gusta Jeon!

—¡No puedo creer que tu enemigo estuviera comiéndote la cara!

—Ya deja esa charla, Seokjin. —Le pidió el francés de manera seria, el contrario rodó los ojos y asintió.

Taehyung se separó del abrazo y se sentó en la pequeña banca de aquella cafetería, ¿debía contarle a sus amigos sobre su no tan secreta boda?

Sí, era mejor que lo hiciera. Así podrían ayudarlo a anular aquel casamiento con su enemigo de toda la vida.

Sus pensamientos fueron interrumpidos abruptamente cuando una figura se posó a su lado, con sólo oler esa colonia podía adivinar quien era la fastidiosa persona. Casi le dió un golpe cuando metió una mano a su bolsillo para sacar una de las sortijas y colocársela con diversión, ¿es que Jeon no tenía cosas que hacer o algo?

—¿En qué tanto piensas, querido esposo mío?—Cuestionó el odioso de Jungkook mientras atrapaba con suavidad la mano del joven pelirrojo, Park Jimin su mejor amigo quien estaba al otro lado abrió los ojos exageradamente ante el llamado que había utilizado el pelinegro.

Yoongi y Hoseok se encontraban a un lado de Jungkook, ambos sin saber que ocurría hasta que el tercero les mostró la sortija de compromiso con sarcasmo.

—¿Qué mierda es lo que quieres, amorcito? Pierdéte ya y no me molestes. —Le exigió soltando su mano bruscamente como si fuera algún tipo de cosa horrible, Jungkook soltó una gran carcajada provocando la irritación de Taehyung.

—Oh, eso lo sé tan bien. Me lo dejaste en claro al despertar demasiado cómodo en mi cama.

—¡Estúpido!—Refunfuñó Taehyung una última vez antes de jalar a su mejor amigo, su paciencia se había agotado en cuestión de segundos.

—¡No llegues tarde a nuestra habitación, pequeña desgracia mía!—Le gritó Jungkook avergonzándolo aún más de lo que ya estaba.

—¿Qué ha sido todo eso—Preguntó un confundido Namjoon mientras se reunía con los otros tres chicos.

—Sucede que estoy felizmente casado con mi desgracia de toda la vida, mi amigo.

—¿¡Qué?

Yoongi soltó una escandalosa risa mientras abrazaba a Jungkook con cariño, parecía divertirle en demasía lo que sucedía.

—¡Felicidades, Jungkookie! Ahora me pregunto, ¿Tendré que llamarte Kim Jungkook?

—Cállate, lo voy a fastidiar un poco para que así no se meta conmigo más. —El mencionado gruñó poniendo una horrible mueca de desagrado en su rostro, chasqueó su lengua antes de mirar hacia donde se había marchado el muchacho pelirrojo. —Además, él tendría que ponerse mi apellido. Debería sentirse orgulloso de llevar el Jeon en su nombre.

—¡Eres un...un—El rubio ceniza intentó protestar enfadado con su amigo pero la palabras quedaron en su boca, al final terminó por balbucear antes de poder decir algo correctamente. —¡Un tonto!

—¿Qué pasa, Yoongi? ¿Te regañan si dices groserías?

La risa burlona de Jungkook logró sonrojarlo, Yoongi lo empujó ligeramente para después ocultarse detrás de Hoseok.

—¡Oigan, chicos! ¡Seokjin me pasó las fotos de ayer! Lo feo es que no tenemos de la boda porque alguien no nos invitó. —Interrumpió un emocionado Namjoon sacando las fotografías de la noche anterior con urgencia. —Pero.. ¡Guau, Jungkook! ¡En casi todas las fotos te besas con Taehyung!

—¿M-Mencionaste a Seokjin?

—Sí, Seokjin. ¿Por qué? ¿Te sientes bien, Yoongi? Tu rostro está rojo.

—Mierda, ayer ni siquiera queríamos vernos ni en pintura después de que todos coincidiéramos aquí, no me explico como ha sucedido todo esto. —Exclamó el pelinegro tocándose el puente de la nariz con frustración, su humor era totalmente terrible. —¿Cómo es que terminamos de fiesta con todos ellos?

—No sé, yo sólo recuerdo que ambos se estaban insultando y después de unos cuantos minutos estaban comiéndose la cara.

Jungkook suspiró dramáticamente mientras sus amigos se burlaban de él, era una total escena graciosa.

—Carajo, estoy salado.

—Oye, Koo. ¿Ya revisaste tu teléfono?—Cuestionó Namjoon con curiosidad, se acercó hasta el pelinegro y sacó el móvil de su bolsillo. —Tal vez tomaste fotos o algo así.

—¡Eh, eh! ¡Pero no abras la carpeta de mi mamá! Ella manda fotos vergonzosas de cuando era bebé, por dios.

—Seguro son fotos de cuando Koo aún era bonito y menos idiota.

—Bueno, al menos desde bebé fui lindo, tú eres feo desde siempre.

—¡Jungkook! —Chilló Yoongi pegándole en la cabeza, el pelinegro se quejó.

—¡Miren, miren! Encontré un vídeo.

.

La pantalla comenzó en negro y al menos veinte segundos tuvieron que pasar antes de que la cara de un Jungkook muy borracho apareciera en la grabación.

—Guau, lo tenía en la cámara trasera.

—¡Hahaha! ¡Qué estúpido es mi esposo!—Se rió Taehyung apareciendo en escena, apenas y podía hablar de todo el alcohol que estaba en su sistema.

—¡Más estúpido tú porque te casaste conmigo!

Mientras Jungkook negaba avergonzado observando el vídeo, sus amigos estaban a nada de morirse por la risa, Namjoon le dió unas palmadas en la espalda mientras se reía con ganas.

—Me acabo de casar y ya quiero el divorcio, auxilio, ¡auxilio!—Gritaba Jungkook mientras jalaba a uno de los testigos proporcionados en la capilla.

—¡Shhh!—Le calló Taehyung desde una de las bancas, tenía su teléfono en la mano e intentaba tomarse una foto pero su equilibrio era un asco. —¡Intento enviarle una foto a la vieja bruja de tu mamá!

Jungkook abrió sus ojos aterrorizado y le quitó el móvil a Namjoon para revisar el historial de llamadas, sí, efectivamente habían alrededor de unas quince llamadas perdidas y todas de su madre.

Casi llora cuando su teléfono comienza a vibrar indicándole que es una llamada entrante, con lentitud pulsó el botón de aceptar y rió muy nervioso.

—El número que llama no existe, intente en seis años, ¡gracias!

—Jeon Jungkook, ¿tienes algo que decirme?