Después de lo sucedido en el casino, el grupo de cuatro amigos se encontraban bebiendo amistosamente mientras observan a los demás bailar en la pista de baile.

—Yah, Jungkook. Quita esa cara rabiosa que Taehyung ya se ha ido. —Mencionó Namjoon con fastidio mientras bebía una lata de cerveza.

—¡Es que la pequeña desgracia me arruina todo!

—¿No será que te arruina porque te rechazó en secundaria hace años y no has podido superarlo?—Cuestionó Namjoon mirándolo fijamente, pasó su brazo por el hombro de Jungkook dándole apoyo.

—¿Qué? ¡No! No juegues con eso, Namjoon y dejemos el tema. —El pelinegro ordenó dándole un largo trago a la botella de tequila que sostenía en sus manos, le dedicó una mirada a Hoseok a pesar de que ni siquiera había dicho alguna palabra.

—¡Yah! ¿Por qué me miras así?

—Nada, sólo evito que digas alguna tontería. —Se encogió de hombros tomándole otro gran trago a la botella ante la mirada divertida de sus amigos.

—¿Puedo casarte con Taehyung?

Y un golpe certero cayó directo en la cabeza del pelirrojo, Hoseok se quejó tocándose la zona lastimada.

—¡Nunca! Y además te dije que sólo los ridículos se casan en las capillas.

—Tú ya eres ridículo desde nacimiento, ¿no lo crees?—Le dijo Namjoon entre risas y miró a Yoongi quien asintió dándole la razón, ambos jugaban animados a las cartas.

—Yah, déjame, Namjoon.

—¡Aigoo! ¿Por qué no te animas un poco, Jungkook?  Aquí hay demasiado alcohol, chicas lindas y el hotel está de lujo.

Hoseok rodeó con su brazo el cuello del malhumorado pelinegro, fingió darle cariñitos a su mejilla pero fue removido por el fastidiado Jungkook.

—¿Cómo diablos voy a animarme si sé que la pequeña desgracia está rondando por aquí?—Se quejó Jungkook dramáticamente y se llevó la botella de tequila a los labios, Namjoon casi se atragantó al notar que faltaba un poco más para que el líquido se acabara.

—Venimos por diversión, sólo ignora lo que sucedió hoy. —Intentó convencer de nuevo Hoseok, soltó una pequeña risita al visualizar lo adorable que se veía su amigo Yoongi jugando cartas. —Además después de esto, al menos tendríamos que esperar otros dos años para unas nuevas vacaciones.

—Jungkook-ah, tienes que divertirte. ¡Será un largo mes en las vegas!

El pelinegro asintió decidido y se bebió de golpe el resto de la botella, Yoongi sonrió dándole unas palmaditas a su espalda.

—Tienes razón, Yoongi. No me importa que la pequeña desgracia este rondando por aquí, voy a ignorarlo. —Jungkook chasqueó su lengua con molestia una última vez, miró la gran pista de baile con atención y sonrió al visualizar a un bonito chico bailando entre la multitud. ¡Pero claro que hoy iba a divertirse! Nada podrá evitarlo, ni siquiera su enemigo mortal llamado Kim Taehyung.

En otra parte de la pista, Seokjin bailaba animadamente en la pista con un tipo rubio, parecían estar divirtiéndose mucho.

Veux tu danser avec moi? (¿Quieres bailar conmigo?)—Jimin le ofreció en su natal lenguaje francés tan seductor como normalmente lo era con él, tomó con delicadeza la mano del bonito chico tratando de levantarlo de su asiento al cual estaba aferrado. —¡Vamos, cariño! Será divertido, lo prometo.

—No estoy estoy seguro, Jiminnie. No sé bailar muy bien. —Respondió bebiendo de ese martini de manzana que le habían ofrecido en la barra, el francés sonrió acariciando los nudillos de su mejor amigo pelirrojo. —Oh dios mío, ¿qué tal que te piso? ¡No, no! O algo peor, ¿qué pasa si me caigo?

—Chérie, no vas a caerte porque yo estaré sosteniendo tu cintura.

Taehyung lo miró con duda mientras jugaba con el pajilla de la bebida, sí, había pedido una pajilla para el martini.

—Hyung, no estoy seguro.

—¿Te da pena, cierto? Vamos, nadie de aquí nos conoce así que si hacemos el ridículo entonces lo haremos juntos. —Le dijo el joven de cabello grisáceo con dulzura, acción que paso totalmente desapercibida para Taehyung. —¿Te animas, Tae?

—Okay, si me dejas caer, yo dejaré caer mi puño en tu cara. —Taehyung asintió dedicándole una mirada amenazadora, Jimin soltó una encantadora risa y apretó las mejillas abultadas del pelirrojo. —Hablo en serio, que seas mi mejor amigo no va a salvarte.

—Grincheux. (Gruñón.) —Susurró el grisáceo rodeando la cintura del chico con delicadeza, Taehyung soltó un suspiro ante la extraña sensación del toque de su acompañante.

—Yah, cállate tonto. ¿Olvidas que estudié lenguaje? Sé lo que dices.

Jimin sonrió avergonzado mientras daba inicio a los primeros pasos, comenzó moviéndose con lentitud disfrutando del ritmo de aquella dulce melodía.

—Deberías darle algunas clases a Seokjin, la última vez me insultó llamándome baguette. —Bromeó mirándolo a los ojos, Taehyung soltó varias risitas mientras se dejaba guiar por su mejor amigo en la pista.

—¿De verdad te dijo eso? Por dios, le daré clases urgentes.

—Al menos sigue siendo francés lo que me dijo, tienes que darle un poco de crédito, mon ange. (Mi ángel.)

—Mh, punto para Seokjin. —Asintió enredando sus manos en el cuello del grisáceo, Jimin tragó saliva muy sonrojado por la cercanía entre ambos. —¡Yah, hyung! Bailas demasiado bien.

—Bueno, podría darte..unas clases y-

Una voz irritada los interrumpió en el baile, Jimin se giró confundido y pudo visualizar a Jungkook con un chico tomado de la mano mientras los veía a ambos con un aparente enfado.

—Por un demonio, ¿otra vez tú?

—¿Y tú qué haces aquí?—Cuestionó Taehyung removiendo sus brazos del cuello del grisáceo, Jimin suspiró observando de nuevo como Jungkook robaba la atención de su mejor amigo. —¿Acaso planeas estropear mis vacaciones? ¿Qué sigue? ¿Me saldrás en la sopa también, eh?

Jungkook soltó una risa sarcástica y apartó su mano del chico que lo acompañaba.

—Saldré en tu sopa si eso significa que va a molestarte.

—¡Ay, por dios! ¡Sólo déjame en paz, inútil! ¿No tienes que molestar a alguien más?

—¡Lo mismo pregunto, pequeña desgracia! ¿Piensas en mí a cada segundo o qué?—Se burló acercándose más al pelirrojo, los dos estaban cara a cara peleando como si fueran dos pequeños.

El acompañante de Jungkook los miró raro para posteriormente retirarse, el pelinegro ni siquiera se inmutó de su retiro.

—¿Pensar yo en ti? ¡Qué asco!

Jimin no pudo con la incomodidad y prefirió irse del lugar para volver al hotel, seguramente ambos pasarían un buen tiempo peleando y sinceramente él no quería ver a Jungkook obteniendo la atención de Taehyung.

—¿Asco?—Repitió el pelinegro con burla, abrió su boca con indignación cuando notó que Taehyung le dio la espalda para irse a la barra del bar. —¡Eres un maleducado, Kim! No se deja hablando a alguien de esa forma.

—Oh, wow. ¿Eres un alguien?

El pelirrojo le sonrió con sorna y bebió un gran trago del nuevo martini que pidió, Jungkook no se quedó atrás y le arrebató una botella de alcohol al barman.

—Te detesto, Taehyung. —Soltó mirándolo directamente a los labios, después se bebió gran parte de la botella.

—Te detesto más, idiota. —Respondió bebiendo todo el martini de golpe, hizo una mueca por el sabor y Jungkook se río con ganas. —¿De qué diablos te ríes?

—¿Un martini te dejó mal? Vaya, Taehyung. Deberías pedir un vaso de leche tibia, ¿no crees?

—Cállate imbécil, puedo tomar mucho más que tú.

Jungkook le pidió dos botellas al barman y alzó una de sus cejas mientras recorría con la mirada el cuerpo del pelirrojo.

—¿Es chiste o anécdota?

—Te ganaré. —Le dijo Taehyung llevándose también varias botellas, dejó una gran propina para el barman al igual que Jungkook repitió la misma acción.

Después de varios insultos, ambos se perdieron entre la multitud completamente solos.

Pero, ¿qué podría pasar entre dos enemigos mortales?