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16.| 𝐂ristal

J U A N I

︎TAL VEZ ERAN SUS OJOS o tal vez su sonrisa. Pero de pronto había olvidado sus problemas. 

Había algo nuevo en Alice que le llamaba como un imán, pero simplemente se sentía como si algo lo atraía a su lado.

Sin embargo su buen humor desapareció cuando un mensaje de su madre le hizo vibrar el teléfono.

Roxana
Cielo, podés mandarnos más guita?
6:49 am

Juani soltó un suspiro largo mientras se tallaba el rostro, hizo la transferencia y se levantó para prepararse. No estaba seguro de querer ir al trabajo, pero sonrió ante la idea de ver a Alice un segundo, tal vez quería estudiar un poco qué era lo nuevo en ella que de pronto le llamaba tanto la atención.

Había notado que desde que Alice había vuelto las grabaciones iban más rápidas, estaban por terminar las grabaciones en la montaña, y estaba feliz por ello, finalmente podría volver a comer y descansar.

Los mensajes en el grupo de whatsapp no tardaron en llegar, se estaban organizando para salir a un boliche para festejar que estaban terminando la película, y Juani no iba a negarse. Pero sabía quién sí iba a hacerlo, así que buscó su chat y le envió mensaje.

Ali, tenés que ir a la joda de hoy
7:00 am

Hola, Juani, yo estoy bien, gracias por preguntar, ¿Y tú?
7:05 am

Juani le sonrió al teléfono.
Juani le sonrió al teléfono por el mensaje que había recibido de Alice.

Sacudió su cabeza y obligó a su rostro a estar tan serio como pudo.

hola, Ali
7:05 am
tenés que ir a boliche hoy a la noche, porfa
7:06 am

Jajajaja
7:07 am
No sé, Juani, quiero dormir...
7:08 am

dale, Ali, te prometo que regresamos temprano
7:08 am
te doy mi palabra
7:08 am

Déjame pensarlo
7:08 am

ok
7:10 am

Sonrió con la posibilidad de que Alice fuera a aquella fiesta. No sabía por qué le interesaba tanto que ella fuera, pero le emocionaba.

Cuando llegó la hora de ir al trabajo, sentía que el corazón iba a salirse de su pecho. Sara iba sentada junto a él recostada en su hombro, pero él solo miraba a Alice que reía junto a Andy en el asiento de enfrente de la otra fila. No entendía qué le pasaba, se iba a volver loco lentamente con esos sentimientos nuevos. 

—¿Qué tienes, Juani? —preguntó Sara acariciando el brazo de el chico. —Estás raro...

—Estoy bien, Sara —respondió Juani dándole una sonrisa fingida. Sara le creyó y volvió a recostarse sobre el hombro de el chico. Pero él no podía dejar de pensar en su madre, en Alice, en Rebecca, en Sara y en Valentina... 

Intentó con todas sus fuerzas concentrarse finalmente en el rodaje de las escenas que tenía que interpretar, poco a poco mientras el tiempo pasaba, él solo admiraba el paisaje al rededor de ellos... Podía ser que su cuerpo hubiera sufrido demasiado, que hubiera llorado en serio en algunas escenas, podía ser tal vez que había tenido los peores días de su vida en esa montaña, pero... De alguna manera se había vuelto su hogar, sus compañeros eran increíbles y todos estaban sufriendo, así que sabían como ayudarse mutuamente. No estaba listo para que eso terminara. 

—¡Y eso fue todo, chicos! —gritó Bayona emocionado, los aplausos de parte de cualquiera del equipo hicieron eco en la montaña. —Hemos terminado, oficialmente el rodaje en la montaña, estoy muy orgulloso de todos vosotros que lo han dado todo aquí, no hubiera sido posible si ustedes no hubieran puesto todo su empeño y responsabilidad en este trabajo... Y antes de que nos pongamos sentimentales, ¡Regresemos a las carpas que está haciendo un frío!

Todos gritaron victoriosos, se acercaron a abrazar a Bayona, pero eran tantas personas que se daban de empujones accidentales. 

Juani se alejó un poco de los demás, necesitaba respirar. Las estrellas estaban preciosas en el cielo, brillaban con intensidad. Una de ellas tenía un brillo más fuerte que todas las demás, y él sonrió. Era ella... Su abuela estaba orgullosa de su trabajo, o al menos así quería verlo él.

—Hola, Juani —saludó la voz de Alice que llegaba a sentarse a su lado. Él devolvió el saludo dándole una sonrisa enorme. —¿Qué haces acá? Todos están festejando y tú estás... Solo

Las palabras de Alice le hicieron tener un escalofrío. —No estoy solo... Estoy con vos, ¿No?

Alice sonrió con su comentario, y Juani sintió que su corazón se aceleró inmensamente. ¿Siempre había sido tan bonita sonriendo?

—¿Ya pensaste si querés ir al boliche? —preguntó Juani recordando su conversación de la mañana.

—No sé, Juani, sabes que esos no son mi tipo de ambientes y... —respondió Alice bajando la mirada.

—Bue, no tenés que tomar si no querés... Pero Ali, vamos e intenta divertirte un toque nomás —insistió Juani dándole una sonrisa amable.
Alice lo miró, sus ojos verdes eran más notorios ahora que sus ojeras habían disminuido, se veían hermosos bajo la luz plateada de la luna.

Alice le sonrió y finalmente asintió. —Ándale, pues, vamos... ¿Van todos?

—No, solo vamos Matías, Kuku, Felipe, Santi, Pardella y yo —dijo Juani soltando un suspiro.

—¿Qué tienes? —preguntó Alice frunciendo el ceño.

—Estoy cansado nomás, re duro el día, ¿no? —murmuró mirándola. Ella admiraba el cielo, sus ojos brillaban intensamente, Juani solo había visto ese brillo una vez en su vida, mientras Alice hablaba sobre Morat.
Ella asintió sin mirarlo, su perfil era hermoso, parecía que una luz dorada la cubría, cómo si los ángeles se hubieran puesto de acuerdo para iluminarla.

Hasta que de pronto ella estornudó, sacando a Juani de su ensimismamiento.

—¿Qué tenés? —preguntó Juani.

—Nada, nada, es que ahorita que todos se acercaron a abrazar a Bayona, Sara me empujó accidentalmente, me ayudó a levantarme pero creo que me mojé la espalda... —murmuró Alice intentando mirarse por encima del hombro.

Juani se alarmó un poco y se sacó la chamarra para ponérsela en los hombros. —Tomá, deberíamos ir adentro...

Alice negó. —Gracias, Juani, pero el cielo está precioso... Si quieres ve tú adentro, yo me voy a  quedar un ratito más, las estrellas son muy bonitas...

«No tan bonitas como tú...» pensó Juani, pero inmediatamente sacudió su cabeza.

—¿Qué pasó? —preguntó Alice entre risas.

—Nada, una mosca —intentó disimular Juani, soltado una risita también.

Entonces Alice recostó su cabeza sobre el hombro de Juani. Su cuerpo tembló con el contacto, pues sabía que Alice no hacía eso con cualquier persona a menos de que le tuviera un cariño o confianza especiales.

Así que sonrió y la dejó descansar sobre su hombro.
Alice se veía tan pequeña a comparación de Juani, y él sentía que debía protegerla a toda costa, cómo si quisiera ponerla en una cajita de cristal que pudiera mantenerla a salvo de todo el mundo... Durante unos minutos, se sintió como si estuviera en el cielo.

Más tarde, mientras se arreglaba, intentó que sus rizos se volvieran a definir, pero el alaciado en su cabello hacía esa tarea imposible. Sentía que se veía mejor, pero cuando finalmente estuvo listo e iba a salir de su habitación, notó que sus manos estaban temblorosas. Carajo.

Salió de su habitación y se dirigió a la de Alice. Tocó la puerta y entonces se dio cuenta de que tal vez había sido un error insistirle tanto.

—Hola —murmuró Alice sin mirarlo.

Juani no tenía palabras. No podía decir nada. Había sido un error invitarla porque era preciosa, se veía tan hermosa que ni siquiera era capaz de articular una sola palabra. Así que al final tenía un error demasiado bien acertado.

—Ah... Hola, Ali... Bue, te ves... —intentó forzar a su voz salir de su garganta. La cara de Alice cambió completamente a una temerosa.

—¿Mal? —la voz de Alice estaba temblorosa.

—No, no, todo lo... Contrario —murmuró Juani. Entonces recordó la razón por la que estaba ahí. —¿Vamos?

Alice le sonrió y asintió. Comenzaron a caminar hacia el lobby del hotel mientras hablaban. Juani intentaba enfocarse en la plática y evitar a toda costa mirarla.

Las luces en el lugar, el humo y el alcohol hacían de aquello una verdadera celebración por el fin de las grabaciones. Juani bebía con la intención de que el alcohol diluyera sus sentimientos por Alice.
¿Desde cuando es que podía sentir tanto por alguien en tan poco tiempo? De un día para otro ella aparecía y movía su piso como un terremoto que estaba demoliendo las paredes defensoras que había levantado después de que le habían roto el corazón, después de que se había jurado a sí mismo no enamorarse de nuevo.

Estaba ebrio, bailaba con sus amigos y algunas chicas al rededor. La rubia frente a él era candente en todos los sentidos, y a veces sus ojos la observaban mover sus caderas seductoramente. Pero de pronto su mirada se desviaba hacia Alice que se movía torpemente con un chico desconocido. No le agradaba mucho el verla con alguien así de cerca. Mantuvo sus ojos en ella, el tipo no le daba confianza, así que mientras el alcohol era ingerido por él, su mirada se centraba en como Alice bailaba. 

Sus movimientos eran torpes y nerviosos, le causaban ternura, ciertamente. El chico la mantenía cerca de él y de pronto una de sus manos bajaron demasiado por la cintura de Alice, Juani frunció el ceño mientras sentía que su mandíbula se tensaba.

Entonces la canción terminó, Alice le susurró algo al oído y finalmente se separó del chico. Juani soltó un suspiro largo de alivio.

—Re celoso que estás, Juanicho —se burló Pardella. —¿Desde cuando es que te gusta Alice? —preguntó.

Juani lo miró con el ceño fruncido. «Desde hace una semana» pensó. —No me gusta Alice —dijo con una sonrisa que delataba su confusión.

Perdella lo miró, no le creía pero pretendió que sí.

Entonces Alice se acercó a él. Los nervios hicieron que las palmas de las manos le sudaran. Los ojos de Alice estaban algo extraños, no brillaban y ella no se veía feliz. Juani frunció el ceño y se acercó más velozmente hacia ella.

—¿Qué tenés? —preguntó tomándola por el brazo y acercándose a ella. Quería meterla en una cajita para que el cristal de su alma inocente no se dañara.

O M N I C E N T E

✈LE HABÍA MENTIDO A JUANI y ahora se sentía la persona más sucia en el mundo. Se sentía mareada, como si el aire le faltara. Lo jodido es que quería huir del lugar, pero no tenía ni la más mínima idea de como llegar a su hotel, no tenía ya demasiado dinero, no podía regresarse.

Las manos de aquel tipo sobre su cuerpo la hacían sentir sucia. Sabía que no era su culpa, pero si ella en un inicio hubiera negado la propuesta de Juani de ir a aquel antro... Tal vez eso no hubiera sucedido. Pero uno hace cosas estúpidas cuando está enamorado... Y Alice quería pasar tiempo con Juani...

Pero él bailaba con una rubia preciosa, de cuerpo despampanante y una cara tallada por los dioses... ¿Cómo había podido ser tan ingenua como para creer que Juani la miraría si se ponía un poco más de rimel?

Así que cuando el tipo por fin la soltó, se acercó a la barra para pedir un poco de agua, no se sentía bien.
Pero entonces la mano de Juani sobre su brazo hizo que se detuviera.

—¿Qué tenés? —le gritó Juani para escucharse por encima de la música.

—Juani, me quiero ir —respondió brevemente, mirándolo por un segundo. El ceño de Juani estaba fruncido y parecía genuinamente preocupado.

El chico asintió, se giró hacia Agustín Pardella que estaba detrás de ellos y le extendió una cantidad de dinero. —Ali y yo ya nos vamos, aquí hay por si tenés qué pagar algo de ella o mío —indicó.

Salieron juntos del lugar y cuando por fin hubo un poco más de silencio, Juani la tomó del brazo nuevamente. —¿Querés decirme qué pasó? —insistió nuevamente.

Alice lo miró. ¿Cómo le decía que nunca en su vida había salido a un antro? ¿Cómo le decía que nunca en su vida un chico la había tocado?

—Estoy bien, Juani, es que me mareé un poco —mintió dándole una sonrisa amable en un intento de convencerlo.

Él le creyó. —¿No tenés frío?

Alice asintió mientras se abrazaba a sí misma. —Es de madrugada, y está haciendo mucho frío... —musitó nerviosamente. Juani sonrió de nuevo y le extendió su suéter. —Gracias...

El eco de sus pisadas en la calle vacía resonaba con fuerza. Alice llevaba unos tacones muy pequeños, y su short falda a penas la cubría. Había sido una idea terrible, ahora ya no se sentía tan bonita.
Pero Juani la miraba como si fuera una obra de arte que solo puedes admirar una vez en tu vida.

El silencio entre ellos no era incómodo, pero a ambos les hubiera gustado hablar más, mientras a cada paso que daban se acercaban más y más al hotel.

—¿Te digo algo un poco raro? —preguntó Alice mirando el piso.

—¿Qué cosa? —preguntó Juani curioso por la propuesta de Alice. Ella sonrió y después negó.

—Olvídalo, es algo muy estúpido y no tiene nada que ver —murmuró mientras acomodaba el suéter de Juani sobre sus hombros. Le quedaba un tanto grande, pero el aroma a perfume varonil que desprendía era simplemente embriagante.

—Dale, decíme —insistió dándole un golpe cito juguetón con el codo.

—Olvidalo —musitó Alice.

Juani la detuvo tomando su muñeca, la luz dorada que emanaba el farol de la acera iluminó entonces los ojos de Alice, que en contraste con la luz y las sombras rositas que llevaba en los párpados, se veían aún muchísimo más verdes.

—No voy a dejarte ir hasta que me digas —dijo Juani acercándose a ella para acorralarla entre su cuerpo y el farol.

Alice lo miró desde abajo, su respiración se había cortado, y es que ambos estaban un poco ebrios, así que sus sentidos estaban alertas. El estómago de Juani revoloteó al mirarla tan de cerca.

—Es que no me sentí cómoda bailando con ese tipo... Digo, era guapo pero a mí me gustaría bailar con alguien especial tal vez algo más... Bonito... No sé, tengo la idea de que tal vez un día alguien me va a invitar a bailar y después nos besaremos bajo la luz más bella del lugar... Además, nadie me ha besado aún, al menos no en serio porque no cuentan los besos del kinder, ¿no? —confesó Alice bajando la mirada. —Te dije que no tenía nada que ver, tal vez te haya dado un poco de cringe, pero es que estoy un poquito ebria y... Andale, ya te dije, vámonos al hotel...

Juani había aflojado su agarre  y Alice se había escabullido de entre sus brazos para comenzar a caminar.

Sacó su teléfono, tenía una idea. Abrió spotify y puso la canción más romántica que recordó en ese momento. Can't Help Falling in Love de Elvis Presley. Alice se dio media vuelta para mirarlo mientras Juani ponía el teléfono en el piso y grababa.

—Solo los tontos se enamoran, pero es más tonto no invitar a una chica bonita a bailar —murmuró Juani extendiendo su mano hacia la chica que lo miraba confundida. —Dale, boluda, vení...

Alice sonrió. Eso debía ser un jodido sueño. Juan Ignacio Caruso la estaba invitando a bailar. Ahí, en medio de la calle. Y usualmente le habría dado pena y saldría corriendo del miedo, pero Juani la miraba. Podía estar loca, pero esa mirada no se le daba a cualquiera, ¿Podía ser qué Juani también estaba enamorado de ella?

Así que, intentó seguir el discurso de Taylor Swift y echarse de cabeza directito a enamorarse perdidamente y sin miedo de Juani. Tomó su mano mientras sentía que unas gotitas de agua mojaban su piel desnuda.

Juani la acercó hacia él tomándola por la cintura cuidadosamente.

—¿Es buen momento para decirte que no sé bailar? —bromeó Alice soltando una risita.

—Entonces va a tocar enseñarte —murmuró Juani sonriéndole mientras comenzaba a moverse lentamente. Solo se balanceaban sobre sus pies moviéndose en ocasiones. La canción estaba por terminar. Elvis tenía razón, necesitaba que ella tomara su mano porque no podía evitar enamorarse de ella.

Justamente unos segundos antes de que la canción llegara a su fin, Juani se detuvo. Su mano cuidadosamente acunó el rostro de Alice que, con el contacto de sus pieles, sentía que el corazón iba a salirse de su pecho.

Eso debía ser un sueño.

Juani la miró una y otra vez, pasando desde sus ojos hacia sus labios. Todo en ella le llamaba. Así que dispuesto a cumplir el deseo de Alice, se acercó a ella.

Alice podía sentir como el aliento a whisky de Juani se mezclaba con el suyo, sus rostros estaban cerca y ella solo podía concentrarse en lo bien que se sentía tenerlo así de cerca. Estar enamorada era tal vez la mejor sensación que podía tener. Y por primera vez sentía que verdaderamente era correspondido.

Cuidadosamente Juani alejó unos cuantos mechones de cabello en el rostro de Alice y finalmente cortó la distancia. Sus labios eran suaves y con un ligero sabor a menta por el gloss que llevaba puesto, sin embargo también podía distinguir el característico sabor del vodka en sus labios.

Podía ser que nunca hubiera sentido nada cuando besaba a una chica, así que no estaba acostumbrado a sentir que miles de fuegos artificiales le estallaban en el estómago que le estaban explotando nada más de sentir a Alice besarlo. Eso era nuevo.

También sintió como Alice lo recorría con sus manos, como se detenía en sus hombros un segundo antes de subir hacia su cabello donde sus dedos acariciaron las hebras castañas. Ella no había sido besada jamás, y tal vez era su inexperiencia o su inocencia lo que para Juani hacía tan adictivos sus labios.

Finalmente cuando el oxígeno les hizo falta, Juani se separó. Miró los ojos de Alice qué brillaban como si fuera una niña a quien le habían comprado un juguete nuevo.

Pero Alice sentía qué en cualquier momento iba a explotar. Juani la había besado. Y la había besado en serio, bajo la luz de la farola, un poco ebrios pero lo suficientemente envalentonados para haber bailado antes.

Eso debía ser un sueño. Uno del que definitivamente no quería despertar.

Pero tenía que hacerlo, pues como si alguien rompiera con un mazo la burbuja de cristal en la que se encontraban, de pronto recordó que en unas semanas ella volvería a México, y Juani a Argentina.

Así que le dio una sonrisa, y armándose de valor, le dijo: —Tenemos que irnos, es tarde...

Juani sintió que el pecho se le implotaba. ¿Qué acababa de decir? ¿A caso no le había gustado? Frunció el ceño cuando de pronto ella se alejó y comenzó a caminar.
Fue detrás de ella, pero estaba desconcertado completamente. La dejó en su habitación, pero ella solo se despidió de él con una pequeña seña y cerró su puerta.

Se tiró a la cama tapándose el rostro. Él la había besado, y la había besado tan en serio como jamás lo había hecho en su vida. ¡Incluso había sentido mariposas! Y ella solo le cerraba la puerta en la cara.

Elvis tenia razón, solo los idiotas se enamoran. Y él no era tan idiota...

Primer cap del añooooooo uuuuuhhhh

Ok, ya fue... Funen a Juani JAJAJAJAJA
Ustedes qué dicen, ¿sí se está enamorando o nah?

La verdad es que yo no le creo nadita pero anyways jajajaja

En fin, ¿Qué les pareció el Cap? ¿Les gustó?
Dejn su voto y su comentario con su opinión, quiero leerlos!

Buenop, nos vemos en el siguiente capítulo, ya andamos editando jiji ;)

FÁTIMA FUERA 🤎

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