14.| 𝐅lores
A L I C E
✈︎LA MADRUGADA LAS HABÍA encontrando llorando hasta que se quedaron dormidas.
Estaba desacostumbrada a los horarios de México, y a las cuatro de la mañana Alice estaba despierta. Movió a Berenice y se levantó para sacar su teléfono del ropero.
Cuando lo encendió, los mensajes le llegaron como una lluvia.
El grupo del trabajo donde estaba Bayona tenía aproximadamente quinientos mensajes.
Tenía cuarenta llamadas perdidas de Yahir, veinte de Alejandro, cinco de Sara.
Sonrió, sus amigos seguro se habían acordado de su cumpleaños.
Abrió los mensajes de el grupo del trabajo. El caos estaba por todas partes, Bayona les hablaba con tanta propiedad que, si lo conocías un poco, no te era difícil deducir que en sus adentros estaba insultándolos en todos los idiomas que podía existir.
Abrió el chat de Yahir después.
Yahir
20 de noviembre
alice, vuelve por favor
2:34 am
lptm no se que estamos aciendoo
2:59 am
bayona nos regaño ayer
4:00 am
sara se tardo mucho con andy y bayona se molesto mucho
4:01 am
ademas alejandro se quemo ayer con el secador cuando m estaba pidiendo ayuda con la protesis de coche
4:02 am
alice te necesitamos aqui porfa
4:02 am
22 de noviembre
alice ptm porque no respondes los mensajes?
2:05 am
Y no había más. No importaba, seguro se le había olvidado, ¿cierto? A cualquiera se le podía pasar, especialmente con el ésteres bajo el que vivían.
Abrió el chat de Alejandro que solo tenía dos mensajes.
JandroAle
22 de noviembre
alice, te acuerdas como se iban a poner las prótesis de coche inciarte?
4:35 am
las de los cachetes se las vamos a poner mañana para el rescate
4:40 am
No importaba... No importaba que sus dos mejores amigos desde la secundaria no se acordaran de su cumpleaños. No importaba que el último mensaje que recibía de ellos siempre era para pedirle cosas. No importaba nada...
Tal vez Sara... Pero no había mensajes de ella. Sus ojos se aguaron un poco, estaba sensible. Salió de la habitación para beber un poco de agua mientras revisaba sus demás chats.
LiaDiggory💛
22 de noviembre
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, ALICE!!!
Solo quería aprovechar este día tan especial para recordarte cuánto te quiero y lo orgullosa que estoy de ti. ¡Feliz cumpleaños a la mejor amiga del mundo! 🎉💖 Eres fuerte y valiente, y sé que lograrás todo lo que te propongas. Yo confío en ti🌟
Eres mi mejor amiga, mi compañera de aventuras y mi confidente. 💕 No sabes cuánto valoro tenerte en mi vida, incluso cuando estamos un poquito lejos. Recuerda que Londres nos espera💕
12:00 am
Te amo mucho, Alice ❤️✨
12:00 am
Escribió a Alia agradeciéndole todo, estaba medio adormilada. Sería el colmo que su mejor amiga desde los diez años se hubiera olvidado de su cumpleaños. Al menos era importante para una persona.
Poco después descubrió que en el chat de Andy también tenía unos cuantos mensajes.
Pruchi 🤍
22 de noviembre
Aliii, feliz cumpleaños
12:00 am
No soy bueno con las felicitaciones y vos lo sabés...
12:00 am
Y bueno, te hice un poema porque fue lo mejor que se me ocurrió
12:00 am
En tus ojos verdes encuentro mi guía,
La luz que ilumina mis días y mis noches frías.
Sos la musa que inspira mi arte,
Tu risa, la melodía que alegra mi parte.
En cada pensamiento, en cada instante,
Que la vida te traiga risas y amor,
Como el universo que brilla en tu fulgor.
12:01 am
No sé si es bueno, pero espero te guste, Ali, feliz cumple
12:01 am
Alice sonreía bobamente al teléfono. Andy estaba siendo muy lindo con ella, era solo un poema, pero el hecho de que se hubiera tomado el tiempo de hacerlo aceleró el corazón de Alice un poquito.
No sabía cómo responderle, y agradeció tener el visto desactivado, así que mandó un mensaje a su mejor amiga con el screenshot de el poema.
Help, no sé qué decirle, Lia... Nadie me había hecho nada tan lindo en años
3:27 am
Lia no respondió, quizá estaba trabajando o algo así. Dejó su teléfono mientras sentía como sus mejillas se encendían un poco.
—¿Qué haces despierta a esta hora? —la voz de su prima resonó en el pequeño patio fresco donde estaba.
—Estoy muy acostumbrada a las horas de España y me desperté —murmuró Alice muy bajito. Berenice se dio media vuelta y se fue.
Alice miró por el borde de la barda que se alzaba sobre ella, las estrellas brillaban con mucha fuerza. Amaba tanto México, amaba su pequeño ranchito donde una vez se había perdido porque se le ocurrió guiarse con una vaca, amaba a la gente de ahí... En México todos la querían, y en España... Nadie se acordaba de su existencia.
Nadie excepto Andy...
Así que abrió el chato de Andy de nuevo para leer el poema una vez más.
Extrañaba tanto a su abuelo, que le dijera que todo iba a estar bien, que la abrazara... ¿Por qué se había ido? ¿Por qué la había dejado sola?
Encendió su teléfono y le mandó un mensaje a Alia.
Oye, perdón, sé que tienes muchas cosas que hacer, pero es que no me siento bien.
No quiero interrumpirte, estoy bien, no te preocupes... Es que no me había conectado estos días porque... Porque estoy siendo feliz aquí, me siento en casa, me siento feliz... Al menos me sentía así antes de que me acordara de la muerte de mi abuelo... No sé, me pregunto si él me extrañará de la misma forma en que yo lo hago. Y me siento una mierda de persona por olvidarme de su aniversario luctuoso, pero es que... No me gusta recordarlo, porque solo puedo verlo en su ataúd con su camisa favorita, sin sus lentes... ¿Cómo se supone que sea algo importante que deba de recordar si solo me causa mucho dolor saber que él está ahí tres metros bajo tierra?
3:40 am
Yo sé que no debería sentirme así, pero... ¿Es muy egoísta pedirle al cielo que me lleve un ratito con él? ¿O que me lo baje un ratito? Solo quiero volver a verlo, que me abrace y me cuente Los Tres Cerditos otra vez, no me importa tener 21 años, ¿De qué sirve lograr cosas y seguir viva si él no está ahí para verlo?
3:40 am
Ah, y a mi drama agrégale que siento que mejor voy a renunciar al trabajo en la película, todo se está cayendo a pedazos y... Voy a sonar como una niña chiquita pero es que... De todo el equipo solo se acordaron de mi cumpleaños Enzo, tú, Andy, y Pipe... No me quejo de eso, son los mejores y los amo a todos, pero... Se supone que también tengo otros tres amigos, Sara, Yahir y Alejandro... Yahir y Alejandro solo me mandaron mensaje para pedirme ayuda con el trabajo... ¿Es que solo soy eso? Una especie de enciclopedia andante?
3:42 am
Perdón, no quiero deprimirte, valoro muchísimo sus amistades... Es solo que me pregunto si... Si esta enciclopedia desaparece, ¿Sería tan fácil como reemplazarla para ellos? ¿O al menos se lamentarían un segundo haberla descuidado tanto?
3:45 am
Dejó su teléfono e intentó irse a dormir de nuevo, cuando de pronto su teléfono vibró con fuerza.
Era Bayona. Quiso ignorarlo y volteó la pantalla de su teléfono, pero el hombre era insistente. Así que contestó.
—¿Bueno? Oiga, no me vaya a despedir, pero son casi las cuatro de la mañana y algunas personas necesitamos dormir... —murmuró fingiendo su voz y soltando un bostezo, como si no hubiera estado despierta la última hora.
—Ya dormirás, te necesito aquí, vuelve por favor —pidió el hombre soltando un suspiro muy profundo, Alice reconocía esos suspiros de todas las noches que pasaron intentando diseñar los nuevos equipos de maquillaje. La frustración del hombre era tan evidente...
—Pero estoy en mis vacaciones... —aclamó Alice acostándose completamente en la cama.
—Ajá... ¿Y?
—¿A poco me las va a pagar? —preguntó soltando una risita. Estaba siendo sarcástica.
—¿Cuánto es lo que quieres para que el vienes ya estés trabajando de nuevo? —inquirió el hombre.
Él no estaba bromeando.
—P-pero, Jota, por favor, me tendría que ir mañana, ¿Y los boletos? ¿Las escalas? ¿Q-quién se hace cargo? Yo ahorita no tengo internet para comprar nada, ¡estoy a la mitad de la nada, casi casi! —exclamó Alice levantándose para procesar lo que su jefe decía.
—Sí, sí, yo te los compro y arreglo todo eso, ¿Cuánto quieres? Porque mira... —su voz de una normal se volvió de pronto un susurro.—Aquí entre nosotros, es que se me va a caer todo el teatrito con Yahir y Sara a cargo, Alejandro es bueno pero es que tienen caos que madre mía...
Si Bayona estaba casi que suplicándole que volviera, verdaderamente debía ser un desastre. Alice no quería hacerlo. Estaba tan feliz en México...
Soltó un largo suspiro y cerró los ojos. —Ándale, pues... Cómprame los boletos y el jueves en la noche estoy en España... Nada más avísame a qué hora por favor...
No lo vio, pero estaba segura de que Bayona sonreía inmensamente. —Gracias, Alice, en unas horas te envío los tickets... —agradeció el hombre.
—Sí, sí, hombre, voy a salvarte el teatrito —le dijo sarcásticamente imitando el acento español del mayor. Él era como otro padre para ella, y sabía que Bayona también la quería.
—Vale, vale, tampoco hay que ser maleducadas, ¿No? —le recriminó.
—Sí, bueno, buenas noches... —dijo Alice soltando un segundo bostezo falso.
—Dale, hombre, buenas noches —se despidió Bayona. —Alice, por cierto... Feliz cumpleaños, te llamé pero no contestabas...
Alice sintió su corazón acelerarse y sonrió. —Gracias, Jota...
La llamada terminó por fin. No podía sentirse mal por tres chicos que no habían recordado su cumpleaños, ¡Incluso su jefe se había acordado! Tal vez estaba haciendo tanto drama por nada...
Mientras intentaba volver a dormirse, envolviéndose en las gruesas cobijas, su teléfono volvió a vibrar. Lo ignoró dos veces, no quería saber nada más, pero quien sea que estuviera llamando era insistente, porque después de tres llamadas perdidas, llegaron los mensajes y una nueva llamada.
Soltó un quejido de frustración y se levantó para atender la llamada.
Llamada Entrante
Pruchis 🤍
—¿Bueno?
—Alice, ¿Estás bien? ¿Qué te sucede? —preguntó el chico por el otro lado de la línea. Alice estaba confundida, el tono de voz de Andy sonaba tan preocupado.
—Ehh sí, estoy bien, ¿Por qué? —respondió Alice sin entender absolutamente nada.
—Bueno, es que los mensajes que me mandaste... Me re preocuparon, ¿Cómo es eso de que querés irte con tu abuelo? ¿Qué pasó? —insistió Andy de nuevo.
Alice frunció el ceño. —Andy, te juro que no tengo idea de lo que me hablas yo no...
Entonces se dio cuenta. Abrió el chat de Andy y se dio cuenta de que los mensajes que supuestamente había escrito para Alia habían sido enviados a Andy...
No supo que responderle a Andy que insistía en preguntarle qué le sucedía.
—Ali, confiá en mi, me tenés preocupado, ¿Qué te sucede? —la voz tan inquieta de Andy le hizo sentir un poco mal por preocuparlo.
—Estoy bien, Andy, solo tuve una pequeña pelea con mi prima porque no sé, no quiero aceptar que mi abuelo falleció un veinticuatro y no un veintiséis, Yahir, Alejandro y Sara ni se acordaban de mí, solo me intentaban hablar para pedirme favores y... No te preocupes, tuve un pequeño colapso, pero estoy bien —respondió obligando a su voz a sonar segura.
Era consciente de que Andy no le creía en lo absoluto, pero agradeció que no preguntara más.
—Alice, no sé qué decirte, la verdad, pero si te sirve de consuelo... Aquí hay una banda de gente que necesita de vos y que te extrañamos... —murmuró Andy. —No sé si leíste el poema, pero vos sos ese faro en la oscuridad que necesito para no perderme... Y Bayona se está volviendo loco, ¿Te dijo que han repetido la escena de la muerte de Numa y el rescate durante cuatro días?
Alice sentía como si su respiración agitada por fin encontrara la calma que necesitaba, y sonrió genuinamente al imaginar a Bayona insultando a cuanto ser se le cruzara.
—Eso no me lo dijo —comentó riendo.
Escuchó la risa de Andy a través de la línea teléfonica y ella misma sonrió aún más.
—Ha puesto a Yahir, Alejandro y Sara a repetir el maquillaje como diez veces en un día, y el martes casi que llora cuando repitieron la escena de Numa agradeciéndole a Canessa porque ya llevaban cuarenta tomas y en todas parecía según él, que los había maquillado un niño de cinco años con acuarelas escolares —relató Andy entre risas. Alice le siguió al imaginar a Bayona en tal estado de estrés. —Alice, todos te necesitamos aquí... Y a puesto que tu abuelo estaría orgulloso de vos, no pienses en el qué podría ser o lo que pudo ser, vos necesitas seguir adelante con tu vida
Alice asintió aunque Andy no podía verla. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, pero no estaba triste.
—Gracias, Andy —murmuró al teléfono. —Por cierto, ¿Ya te dijo Bayona qué mañana en la noche llego a España de nuevo? ¡Me cortó las vacaciones! —exclamó fingiendo estar ofendida.
—Te dije que necesitaba de vos —le dijo Andy. —Me alegra que vuelvas, ya quiero verte
—Yo también, Andy, pero creo que mejor voy a intentarme dormir, Bayona ya me mandó los boletos y salgo a las dos de la tarde... —murmuró Alice.
—Descansa, Ali...
—Suerte, Andy...
Las palabras de Andy habían sido como un pequeño curita al corazón. Se sentía mejor, ya no estaba tan ansiosa, así que se recostó para dormir.
A las seis de la mañana se levantó de nuevo, estaba lista para irse. Acomodó un poco la ropa que había desordenado y la que compró el día anterior. Su abuela le preparó el desayuno mientras ella se daba un baño, y ya estaba lista para salir de su rancho.
Pero cuando salió de la casa para tirar la basura y quemarla como su abuela se lo había pedido, de encontró una moto en el patio de la casa. Supuso que era el repartidor de carne.
—Buenos días, mi abuela pidió un kilo de costillita —dijo Alice muy confiada.
—Ah, perdón, creo que me equivoqué de dirección, estoy buscando a la señorita Alice Mora —respondió el repartidor.
Alice frunció el ceño. —Soy yo...
El repartidor asintió y de la caja de la moto sacó un ramo de flores muy sencillo.
—Se las mandó un chico, vienen con esta nota —agregó el repartidor extendiendo una hoja de papel junto al ramo.
El chico subió a la moto y se fue, Alice estaba en shock, ni siquiera puedo agradecerle al chico.
Abrió la nota en cuanto pudin reaccionar solo para leerla.
No te envié nada de cumpleaños, y no soy bueno consolando, pero espero que te gusten estas flores.
Sé que no puedes traerlas a España pero espero que te alegren un poco.
No solo te necesitamos, también te queremos mucho, Ali, no olvides eso.
–Andy
Alice sonrió de nuevo y les tomó una foto antes de mandarle mensaje a Andy.
No era necesario, Andy, pero ve verdad muchas gracias, me alegraste el día 🤍
7:50 am
Volvió a meterse a la casa de su abuela donde ella la esperaba con el desayuno servido.
Cuando la vio entrar con el ramo de flores hizo una mueca sorprendida.
—Ay, hija, ¿Qué es eso? —preguntó la mujer.
—Unas flores que me mandó un amigo del trabajo por mi cumpleaños —dijo Alice con una sonrisa enorme mientras veía el arreglo.
—¿Amigo? —preguntó su abuela con un tono bastante pícaro. —Un amigo no te manda un ramo tan bonito... A mí se me hace que quiere algo más...
—¡Ay, mami Vita, qué cosas dice usted! —chilló Alice sintiendo como se sonrojaba por el comentario de su abuela. —Andy solo es un amigo... —afirmó Alice con seguridad, Andy solo era eso, un amigo.
—Buenos días... —saludó Bere un poco adormilada.
Las otras dos mujeres le regresaron el saludo mientras Alice se iba a lavar las manos.
—Oigan, no les he dicho, pero a las diez me tengo que ir al aeropuerto... Mi jefe me exigió regresar y bueno... —murmuró Alice cuando se sentaba.
—¿Te va a pagar las vacaciones que no te respetó? —preguntó Berenice. Ella era estudiante de derecho.
—Dice que sí...
—Ay, hija, pues apurate a desayunar, entonces —le dijo su abuela.
—Ya casi terminan las grabaciones, yo creo que lo más que nos vamos a tardar va a ser de aquí a Mayo —comentó Alice minutos después mientras lavaba su plato.
Se dirigió a la habitación donde se había quedado esos días y comenzó a buscar sus papeles para acomodar todo de nuevo.
De pronto se escuchó un golpeteo en el marco de la puerta. Alice volteó encontrándose con Bere.
—Me alegra que esta vez sí nos hayas avisado que te vas —dijo Bere con un toque sarcástico en su voz, haciendo que Alice soltara una risita nasal.
—¿Podemos hablar sobre eso, Bere? —preguntó Alice dejando su maleta de lado y sentándose en la cama.
La menor la miró, Alice conocía esa mirada, Bere no estaba muy convencida. Pero finalmente accedió y se sentó junto a ella. —Es que no me quiero ir sin dejar las cosas arregladas...
Su prima asintió pero mantenía la mirada baja. —Alice, es que yo no sé como esperabas que estuviera... Eres mi mejor amiga, eres mi hermana y jamás estuve preparada para dejar de verte por tanto tiempo... —murmuró Berenice.
Alice se quedó en silencio un momento, no sabía que decirle.
—Y solo te fuiste, ni siquiera me pudiste mandar un mensaje para avisarme, no quería perderte, no quería que te fueras... —la voz de Berenice se debilitaba poco a poco mientras Alice sostenía su mano con fuerza. —Y jamás contestas el teléfono, te necesitaba tanto pero tú solo me ignorabas...
Finalmente Berenice dejo caer unas cuantas lagrimas. Alice se sentía una mierda de persona. Se acercó para abrazarla y permitió que su prima llorara sobre su hombro unos minutos mientras ella intentaba pensar qué responderle.
—Bere, no tengo justificación para lo que hice, lo siento mucho, en serio, no quería lastimarte tanto y no creí que te importaría —murmuró Alice acariciando su cabello cuidadosamente.
Berenice la miró. —Claro que me lastimó, Alice, es... Es como si no confiaras en mí y no me quisieras decir que te ibas—murmuró entre llantos.
—Es que... Yo creí que no les iba a importar, no sé, hubo un punto en el que no creí que fuera necesario que estuviera aquí, me sentía como si no me quisieran en sus vidas y no tuve de otra más que huir, Bayona me ofreció el puesto y ni siquiera lo dudé... Perdóname, Bere —murmuró Alice, ahora era ella quien sentía sus lágrimas amenazarla con salir.
Durante un rato no se dijeron más, solo se dejaron llorar y desahogarse maldiciendo cualquier cosa.
—¿Por qué no me dijiste que te sentías así, Ali? —preguntó la menor un poco más calmada.
—Porque creía que si me lo guardaba no iba a ser real, a veces tengo miedo de dejar que mi cabeza hable porque sé que habría un punto en el que no se quiera callar y hace reales cosas que no lo eran —murmuró Alice sin mirar a su prima.
Berenice soltó un suspiro y pasó saliva intentando calmarse, Alice no tardó en imitar su acción.
—Vamos a hacer una cosa, ¿Sí? No te voy a mandar mensajes porque es un horario muy diferente. Pero si en algún momento coincide que estemos libres y sea una hora decente del día para ambas, prométeme que nos vamos a llamar, ¿Sí? —pidió Berenice tomando las manos de Alice entre las suyas. Alice asintió inmediatamente. —Y si te sientes así de nuevo en algún momento, dímelo y vemos qué hacemos
—Soy yo la que debería consolarte, soy la mayor —dijo Alice soltando una risita, Berenice le dio un golpecito en el brazo.
—Déjate querer un poquito, Alice, a veces necesitas más ser consolada que consolar —habló su prima atrayéndola a sí para abrazarla.
La mayor le sonrió y asintió. Sí, un día había querido escapar, pero ahora quería quedarse ahí donde se sentía a salvo con toda su familia.
—Ándale, vámonos porque te voy a llevar en mi carro y tenemos que ir por él —dijo su prima levantándose para tomar la maleta de Alice. —Despídete de mi mami Vita
Alice se dirigió a su abuela, quien acomodaba el ramo de flores que Andy le había enviado. —Hija, de verdad son unas flores preciosas... Tu papi Chendo no era muy romántico, pero ah como amaba darme flores, lo hacía al menos una vez cada quince días...
—Andy se acordó de mis flores favoritas, son unas gerberas preciosas —dijo Alice mientras se acercaba a abrazar a su abuela quien solo le sonrió.
—No sé si vayas a aceptar que ese muchacho entre a tu vida, pero acuérdate de que pequeños detalles como simplemente acordarse de tus flores favoritas con todo y el color que más te gustan, son muy importantes —aconsejó su abuela.
Alice asintió. Esperaba que Juani recordara que le gustaban las gerberas rosas...
—Mami Vita, ya me voy —dijo Alice girándose un poco para abrazar a la mujer.
—Ándale pues, hija... Ojalá vengas a visitarme pronto, mira que la casa se siente bien solita últimamente... —habló su abuela estrechándola en sus brazos tan fuerte como pudo, como si no quisiera que Alice se fuera. —Ya todos hicieron su vida y parece que se olvidan de venir a visitarme, pero por favor vuelve pronto...
Las palabras de su abuela le aguaron de nuevo los ojos. Por eso no se había despedido de nadie, no quería abandonar tantas personas ni tantas cosas.
—Sí, mami Vita, en cuanto mi jefe me de vacaciones vengo a verla de nuevo —dijo Alice reteniendo sus lágrimas. Cuando se separó, no pudo evitar notar que su abuela no había resistido sus ganas de llorar tanto como Alice, así que salió caminando velozmente hacia su habitación para llorar.
La más joven se limpió las lágrimas y tomó sus cosas de las manos de Bere, quien la esperaba afuera. —¿Lista?
Alice asintió. Durante el camino Berenice le explicó cosas básicas del maquillaje, cuánto corrector usar, como sellarlo, donde iba el blush, y le recomendó unas cuantas cuentas de tik tok para que se guiara.
Pronto llegó la hora de despedirse en el aeropuerto.
—Por favor, Alice, contesta las llamadas —pidió Berenice sosteniendo a su prima por los hombros.
—Tranquila, sí lo voy a hacer —respondió Alice acercándose a abrazarla. —Gracias por todo, Bere, por traerme y por entenderme...
—Ándale, apúrate porque se te va el avión —interrumpió Berenice apresurándola.
Alice se dio media vuelta, dio tres pasos y se dio cuenta de que había olvidado una cosa. Regresó y tomó a su prima de la mano. —A las cuatro de la tarde ponte bien atenta en tu casa... Te tengo una sorpresita...
Entonces se dio la vuelta y comenzó a caminar.
Ay no, aquí vamos de nuevo...
Holiss, ¿cómo están? Yo me estoy muriendo, me dio una infección en la garganta y ya me quiero morir la verdad 😔
WEY, debo admitir que es uno de mis capítulos favoritos, es que de verdad... Andy 🫶🏻
Siempre sabe como hacer las cosas bien, yo lo amo mucho
🤎
Ali después de la llamada con Bayona:
🤎
Todos con Ali después de que dijera que Andy solo es un amigo:
🤎
Todos cada vez que existen los "amigos" de Ali:
🤎
En fin, ¿Qué les pareció el capitulo de hoy? Quiero subirles el siguiente, cada que lo leo para revisarlo se siente tan 🦋✨🦋✨🦋✨
Pero buenop, ahorita veo si lo alcanzo a terminar de corregir.
Espero que les haya gustado, y nos vemos en el siguiente capítulo
FÁTIMA FUERA 🤎
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